Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

miércoles, 20 de noviembre de 2019

¿Por qué me das la mano con timidez y como a escondidas?...

¿Por qué me das la mano 
con timidez y como a escondidas? 
¿Tan lejano es el país del que vienes? 
¿No conoces nuestro vino? 

¿En tamaña soledad vives 
que no conoces nuestra hermosísima fogosidad 
cuando estamos uno en otro 
con el corazón y con la sangre? 

¿No conoces las alegrías diurnas 
cuando uno va con el amado? 
¿Ni conoces la despedida vespertina 
cuando uno va aquejado de pesadumbre? 

Vente conmigo y quiéreme, 
no pienses en tus miedos. 
¿Acaso no puedes sincerarte? 
Ven y toma y da. 

Vayamos luego por los campos dorados 
—amapola y trébol silvestre—, 
y más tarde, en el ancho mundo, 
nos llegará a doler 

cuando sintamos que el recuerdo 
sopla con fuerza en el viento,
cuando, estremeciéndose, suspire nuestra alma 
con una ternura de ensueño. 

de Hannah Arendt,
en Poemas, Herder, 2017.

lunes, 18 de noviembre de 2019

Tanques en el puente

Tanques en el puente

Un día cualquiera
esta ciudad te ahoga
y sales a las playas
y sabes que tu país es también puro mar.

Un día cualquiera
ya de tarde
regresas a la ciudad

pero entrar a ella supone atravesar
las millas canaleras
desde el pueblo de Arraijón hasta el viejo Chorrillo

un día regresas a las playas

y la boca de tu ciudad es un puente
que intenta cerrar una herida demasiado grande

Un día regresas
y debajo del puente está tu país dividido
y sobre él cinco tanques imperiales
desfilan en fila india

Cinco tanques zonians camino de sus fuertes
cinco tanques del imperio en la América Latina
cinco tanques todos verdes con sus estrellas blancas
cinco tanques USA

Un día regresas a la ciudad
invadido de nostalgia
y te la encuentras invadida en sus puertas:

los tanques 44,45,46,47,48
a plena tarde
a cinco minutos de tu casa
a cinco minutos de tu pueblo
a cinco minutos de todas las esquinas
donde cayeron nuestros muertos.

de Manuel Orestes Prieto* (Nieto),
en Poesía armada, Agermanament, 1976.
*En el original citado figura el apellido así escrito.

domingo, 17 de noviembre de 2019

Declaración de intransigencia (canción)

Declaración de intransigencia

Vamos a declarar
nuestra oposición
a este sistema de corrupción.
No participaremos
en falsas democracias
con tanta hipocresía.
¿Dónde están los asesinos de ayer?
Protegidos por la amnistía.
¿Dónde están las promesas de justicia
que ustedes nos hicieron un día?

No participaremos
en este circo,
no somos sus payasos.
No somos marionetas
como fuimos ayer,
no somos parte de este fraude.
No representamos esta vil comedia
paseada por el mundo,
si el mapuche mendiga en sus tierras
y el obrero sigue comiendo mierda.

Vamos a declarar
nuestra resistencia
a nuevas dictaduras,
a sus falsas promesas,
a idealismos falsos,
a sus canciones de quena y charango.
Vamos a declarar
nuestra independencia
a toda esta basura.
Y aunque en las calles
nos sigan reprimiendo,
la resistencia seguirá viviendo.

de Los Miserables (banda),
en Futuro esplendor, Alerce, 1992.

sábado, 16 de noviembre de 2019

Diseño I

Diseño I

La vida color de rosa
Que nos quieren inculcar,
Se logra con la sangre de los díscolos
Mezclada con cal.

de Félix Sánchez Durán,
en Radiografías, Mónica Graciela Ferrero/Félix Sánchez Durán, 2019.

Huelga de hambre

Huelga de hambre

cuando mi orgullo
pidió alimento
pasé hambre

aunque hambre es otra cosa
es querer comer
y no tener qué

yo tenía qué
y tenía un porqué no

Por Félix Sánchez Durán.

viernes, 15 de noviembre de 2019

El mayor problema del hombre

El mayor problema del hombre

El mayor problema del hombre
no es el analfabetismo sino la cultura:
las hormigas son analfabetas, pero tienen sabiduría;
el hombre suma conocimientos,
pero aún no ha logrado entender nada.

De César Cantoni,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.112, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2018.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Día de los santos inocentes de Bay Fu

Día de los santos inocentes de Bay Fu

El día de los santos inocentes fueron acuchillados más
de quinientos niños
y unas doscientas madres más o menos.
Y casi una semana duró el día.
“Viejo rey, tu corona rodará hasta la cabeza de algún
recién nacido”.
Mas Herodes sabía que los muertos no gobiernan.
Y eso lo sabe Johnson.
El día de la guerra del Vietnam tiene ya muchos años.
Mis abuelos nunca oyeron el canto de los niños muertos
en el siglo primero
ni podían tener la rabia y los cuchillos del rey de Judea
-rey de muerte en catorce kilómetros cuadrados.
Mas los hombre de Johnson
recuestan su trasero sobre todos los campos de la tierra,
y ninguna lengua les es desconocida.
Y yo puedo escuchar
fuera y dentro de mi largo pellejo el canto de los muertos
de Bay Fu.
Alacrán que me llenas como el aire a los pulmones, cuántos muertos
Más tiernos que las hojas de mora. Más pequeños.
Giran las hélices del Norte sobre las cuatro estaciones
del país de los Viet.
Los muertos se arremolinan bajo las grandes aspas.
Y los sobrevivientes de este invierno no lo serán
más en la nueva primavera.

Veo a Johnson el rey entre es blanco trono
“los Gigantes tuvieron su mala temporada”
y la ducha gotea y todo huele como el culo del diablo
a 12 kilómetros de Hanoi caen lluvias de fuego
en medio del verano y el estadio de los Yankees
es pequeño para los pequeños muertos de Bay Fu.
Spellman el Siervo del Señor escoge las mejores carnes
y en las noches es la madreposafauno de los hombres del rey
Glenn Ford les canta una balada y espera a su turno.

Giran las hélices del Norte sobre las cuatro estaciones
del país de los Viet.
Cien de nuestros caballos más gordos poco alimento son
para un piojo enemigo.

Qué fiero suena el canto de los muertos. Qué largo suena
entre los pistones del viejo Ford, la batidora Kenwood,
el trío de las flautas.
Alacrán de Bay Fu cómo me llenas.
Giran las hélices veloces y oxidadas
aquí en el Sur.
“Montaré mi pequeño caballo, el de las crines largas,
y antes del almuerzo
he de afilar mis púas, mi lanza de hueso amarillo”.

de Antonio Cisneros,
en Poesía armada, Agermanament, 1976.

martes, 12 de noviembre de 2019

Alerta aérea el 12 de noviembre

Alerta aérea el 12 de noviembre

Aviones enemigos rugen sobre las nubes.
Todos desaparecen en busca del refugio.
Por temor a las bombas, de la prisión nos sacan.
¡Qué alegre nuestro paso saliendo de la celda!

de Ho Chi Minh,
en Diario de prisión, Instituto del libro (CUBA), 1970.

lunes, 11 de noviembre de 2019

El 11 de noviembre

El 11 de noviembre

En el pasado, el fin de la Primera Guerra Mundial
el 11 de Noviembre Europa celebraba.
Hoy otra vez en cinco continentes, fieras luchas se entablan
y en el crimen los nazis se complacen y ensañan.

Seis años hace ya que China lucha. Sus heroicas hazañas
conoce el mundo, y ya los chinos tienen la victoria en un puño.
Pero el golpe final para el triunfo
reclama todavía un esfuerzo mayúsculo.

Hoy las banderas antijaponesas, por toda el Asia ondean
Hay banderas grandes y hay banderas pequeñas.
No son todas iguales, desde luego. Pero si las grandes
necesarias no(s) son, también necesitamos las pequeñas banderas.

de Ho Chi Minh,
en Diario de prisión, Instituto del libro (CUBA), 1970.

domingo, 10 de noviembre de 2019

La dicha no es esto...

La dicha no es esto, 
como se figuran 
quienes mendigan y lloran 
y acuden a los templos 
para asistir desde el atrio a misa 
y a una consagración que no comprenden, 
mirándola con malos ojos, para luego
[darse la vuelta 
y lamentar una vida malograda. 

¿Qué es la dicha para aquel 
que está avenido consigo mismo, 
cuyo pie solo huella 
lo que está destinado para él, 
para aquel que no conoce otra frontera ni otro
[derecho que el conocerse,
ni otro signo que lo marque en su estirpe
[que el nombrarse? 

de Hannah Arendt,
en Poemas, Herder, 2017.

viernes, 8 de noviembre de 2019

Bienvenidos al Club

Bienvenidos al Club

Eres uno de los pocos que podían aspirar a esto, en realidad
te estábamos esperando sólo a ti.
Hemos sabido siempre que eras diferente,
ahora ya has llegado: relájate y disfruta.

Nota cómo te crecen los músculos viriles
y pliegues cerebrales bajo las yemas de los dedos.
Nosotros vamos a volverlos rabiosos.
Tu piel adquiere un bronceado envidiable,
se te esponja la próstata, tus esfínteres conversan en inglés.
Ahora te tensaremos hasta la excelencia.
Nota cómo te crece una memoria mejor.
Eres otro, ya no eres quien eras,
nunca fuiste quien eras
pero tenías que llegar tan alto con nosotros
para saberlo.

Ahora ya has llegado.
Te lo mereces todo y nos lo debes todo:
te lo cobraremos hasta la última gota.
Bienvenido al club.

de Jorge Riechmann,
en El corte bajo la piel, Editorial Bitácora, 1994.

miércoles, 6 de noviembre de 2019

Antepasados

Antepasados

Mis antepasados inventaron la Vía Láctea
dieron a esa intemperie el nombre de la necesidad,
al hambre le llamaron muralla del hambre,
a la pobreza le pusieron el nombre de todo lo que no es extraño a la pobreza.
Poco es lo que puede hacer un hombre con el pensamiento del hambre,
apenas dibujar un pez en el polvo de los caminos,
apenas atravesar el mar en una cruz de palo.

Mis antepasados cruzaron el mar sobre una cruz de palo,
pero no pidieron audiencia,
así que vagaron por los legajos
como los erizos y los lagartos vagan por los senderos de las aldeas.

Y llegaron a los arenales,
en los arenales la tierra es brillante como escamas de pez,
la vida en los arenales sólo tiene largos días de lluvia y luego largos días de viento.

Poco es lo que puede hacer un hombre que sólo ha tenido en la vida estas cosas,
apenas quedarse dormido recostado en el pensamiento del hambre
mientras oye la conversación de los gorriones en el granero,
apenas sembrar leña de flor en la sábana de los huertos,
andar descalzo sobre la tierra brillante
y no enterrar en ella a sus hijos.

Mis antepasados inventaron la Vía Láctea,
dieron a esa intemperie el nombre de la necesidad,
atravesaron el mar sobre cruz de palo.
Entonces pusieron nombre al hambre para que el amo del hambre
se llamara dueño de la casa del hambre
y vagaron por los caminos
como los erizos y los lagartos vagan por los senderos de las aldeas.

Poco es lo que puede hacer un hombre con las migas de la piedad,
comer pan mojado los días de lluvia a los que luego seguirán largos días de viento
y hablar de la necesidad,
hablar de la necesidad como se habla en las aldeas
de todas las cosas pequeñas que se pueden envolver con cuidado en un pañuelo.

De Juan Carlos Mestre,
en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.

lunes, 4 de noviembre de 2019

Acostúmbrense a cantar en cosas de fundamento

Acostúmbrense a cantar en cosas de fundamento

Había galerías solariegas
donde la muerte estaba retratada
con solemnes bigotes o uniformes
estrepitosos y condecorados:
damas de doble té, sobrias levitas,
medallas y sillones respetables,
oronda platería, antepasados
generalmente todos generales.

De allí salían héroes y efemérides,
nombres de calles, pálidas estatuas,
donaciones, benéficas tertulias,
apellidos enormes, templos, plazas,
ministros, presidentes, senadores,
duelos, odas, obispos, casamientos,
sonetos torturados, parentescos
unidos de cadáver a cadáver.

La vida estaba allí como si apenas
asomara en los cisnes de los parques,
traducían francés, se traducían
ociosamente a frases inmortales.
Padecían libélulas, marquesas,
cierta anemia elegante, bellos viajes,
con un dejo de vals, de niebla inglesa
escrita por escribas impecables.

La muerte era un seceso de buen gusto
rodeada de discursos y alusiones
a “Barcas de Caronte” y a “su proa
hacia el mar proceloso de la noche”.

Era un modo de ser, se cultivaba
como una flor fatal, a la tristeza
explicada en sonantes paraninfos
por mechudos filósofos de afuera.

Tan allá, tan lejanos, tan del aire,
transcurrían, gozaban, transcurrían,
con un monótono rictus de desprecio
entre Tedeums y fiestas de familia.

La vaca estableció su patriarcado
su imperio de molicie desde arriba.

de Armando Tejada Gómez,
en Poesía armada, Agermanament, 1976.

sábado, 2 de noviembre de 2019

Soy

Soy

¿Qué soy? ¿Importa? Siempre hay alguien que lo preguntaba
esas noches de arte luminoso de la Casa Mutual Giribone a donde el límite del escenario se iba haciendo tan finito.
 “Soy arte”, digo, mientras revoleo las caderas y me pierdo entre la gente y su humo cigarro y su brillo sin estrellas y su hambre de ser.
Travesti outlet,
bizarría del ángel
o el cometa que viene a despabilarte el rato que estemos, el rato que nos toque en suerte transitar, mientras La Garnier desgarra su canto a puro inglés narco-anarco-arco (pa´que el imperio lo entienda en su propio idioma).
Hay máquinas-machines que nos abruman, algunas hasta suplantan el hambre del amor, el olor del amor, el color del amor, el dolor del amor,
y yo no quiero eso.

Se me salió un taco,
se me corrió el rímel,
se me atascó la voz,
pero nunca el sueño.
Pajarito de Vonnegut en Paternal
cada “Noches Bizarras” crecemos y no importa qué somos, si alcanzamos a poder serlo… el resto es máquina
y yo no.

de Susy Shock,
en http://susyshock.blogspot.com/ , 26 de diciembre de 2012 (28/9/2019).

viernes, 1 de noviembre de 2019

Libre te quiero

Libre te quiero

Libre te quiero
como arroyo que brinca
de peña en peña
pero no mía.
Grande te quiero
como monte preñado
de primavera
pero no mía.
Buena te quiero
como pan que no sabe
ser masa buena
pero no mía.
Alta te quiero
como chopo que al cielo
se despereza
pero no mía.
Blanca te quiero
como flor de azahares
sobre la tierra
pero no mía.
Pero no mía
ni de Dios, ni de nadie
ni tuya siquiera.

de Agustín García Calvo,
en La poesía como herramienta, Edición del Foro "La poesía como herramienta", 2018.