Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

miércoles, 22 de enero de 2020

Todos

Todos

Todos nacimos medio muertos en 1932
sobrevivimos pero medio vivos
cada uno con una cuenta de treinta mil muertos entera
que se puso a engordar sus intereses
sus réditos
y que hoy alcanza para untar de muerte a los que siguen naciendo
medio muertos
medio vivos

Todos nacimos medio muertos en 1932
Ser salvadoreño es ser medio muerto
eso que se mueve es la mitad de la vida que nos dejaron
Y como todos somos medio muertos
los asesinos presumen no solamente de estar totalmente vivos
sino también están medio muertos
y sólo vivos a medias
Unámonos medio muertos que somos la patria
para hijos suyos podemos llamar
en nombre de los asesinados
unámonos contra los asesinos de todos
contra los asesinos de los muertos y de los mediomuertos
Todos juntos
tenemos más muerte que ellos
pero todos juntos tenemos más vida que ellos

La todopoderosa unión de nuestras medias vidas
de las medias vidas de todos los que nacimos medio muertos
en 1932.

de Roque Dalton,
en A la revolución por la poesía, Ediciones de la Esc. Preparatoria N°8, 1983.

martes, 21 de enero de 2020

Lenin

Lenin

Lenin camina alrededor del mundo.
No le atan las fronteras: todo lo abarca.
Barracas, barricadas, no lo frenan.
El alambre de púas no lo marca.

Lenin camina alrededor del mundo.
Mulatos, negros, blancos, en tropel
lo reciben. La lengua no es frontera.
Los más raros idiomas creen en él.

Lenin camina alrededor del mundo.
Como una cicatriz se pone el sol.
Entre la oscuridad y la alborada
surge una estrella roja del crisol.

de Langston Hughes,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.77, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.

lunes, 20 de enero de 2020

Fábula posmoderna

Fábula posmoderna

Según los expertos, muchas especies naturales
se hallan en vías de extinción.
Hablan de tiburones, ballenas, cocodrilos,
lagartos, lagartijas, águilas, cormoranes, lechuzas,
garzas, chinchillas, huemules, musarañas… sólo para dar ejemplo.
(Hasta el hombre, con su lógica destructiva,
ha puesto en riesgo su propia supervivencia).
Al parecer, la naturaleza no sabe defenderse sola.
Salvo en el caso de las ratas,
que siguen multiplicándose.

De César Cantoni,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.112, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2018.

domingo, 19 de enero de 2020

Víctimas del bombardeo

Víctimas del bombardeo

Más rosados son los rostros de muñecas, pero fueron niños
sus ojos no de vidrio sino de reluciente cartílago
lentes oscuros en cuyas miradas mercuriales
temblaba la luz del sol. Estos labios relajados
una vez fueron cálidos y brillantes de sangre
pero sangre
encerrada en húmeda ampolla de carne
no derramada ni salpicada sobre cabellos revueltos.
En estas sombrías trenzas
pétalos rojos no siempre coagularon así
ennegreciéndose en la cicatriz.

Estas son caras de muertos.
No es mayor la palidez de cera del avispero
ni tan ceniciento el rescoldo de la madera.

Están puestos en filas
como caídas linternas de papel
una noche de fiesta
extintas en el seco aire matutino.

de Herbert Read,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.

sábado, 18 de enero de 2020

La segura mano de Dios

La segura mano de Dios

"El expresidente de la República General don
Maximiliano Hernández Martínez, fue cruelmente
asesinado el día de ayer, por su propio
chofer y mozo de servicio. El hecho ocurrió
en la finca de Honduras donde el anciano
militar transcurría su pacífico exilio. Se dispo-
nía a almorzar, según las informaciones, cuando
el asesino lo cosió virtualmente a puñala-
das por motivos que aún se ignoran. Los servicios
de seguridad de ambos países buscan al
criminal..."
(DE LA PRENSA SALVADOREÑA)

en el fondo pobrecito mi General
hoy creo que debí pensarlo dos veces
uno sigue siendo cristiano
pero de vez en cuando va de bruto y le pide consejo al alcohol    se
vino a dar cuenta cuando ya le había zampado
cinco, o seis puñaladas
y a la docena se tiró un pedito de viejo
y se medio ladeo en la silla
él siempre decía que era el incomprendido
y que se moriría como don Napoleón Buenaparte* un su maestro
yo le saqué la cara de la sopa
y le metí cinco trabones más
valiente el hombre la mera verdad
las lágrimas que le salieron de los ojos
fue de apretarlos demasiado para parar las ganas de gritar
quien lo mandó a escupirme hoy en ta mañana
yo lo estimaba porque se le veía lo macho en lo zamarro
siempre puteaba contra los escándalos de las mujeres
creo que todavía le metí otro trabón
cuando fue Gobierno tampoco fue gritador
mientras más quedito hablaba más temblaban los Generales
Y el Señor Obispo que también secretea
se escapa a orinar
no por nada le mandó una vez una foto a mi General Somoza
Presidente de Nicaragua
donde aparecía mi General Martínez
sentado en un canasto de huevos
quería decirte que era valiente y cuidadoso a la vez
digo yo
porque lo que más quiso huevos
fue no quebrar entonces ni un huevo
lo que nunca le entendí fue todo eso de la telepatía
risa me daba cuando decía a hablar de la musaraña
aquí está tu telepatía pensé
Dios me perdone
pues vi que aún me pelaba los ojos cuando lo estaba bolseando bolseando
quince lempiras mierdas era todo lo que cargaba
y las llaves de la casa y dos pañuelos medio sucios y
unas cartas que le habían llegado de sus nietos de San Salvador
donde le decían adorado agüelito*
debe haber tardado un buen rato en morirse
porque las puñaladas fueron medio gallo-gallina
hoy que lo pienso bien me pongo un poco molesto
pero le di tan suave
porque creí que así se debe matar a un viejito
aunque haya sido un hombre tan grande y tan cuerudo
como antes fue mi General
otros le habrían dado más duro

le habrían dado de puñaladas como
si lo quisieran matar pero
quebrándole antes los hueso con el zopapo del cuchillo yo no
si no me hubiera escupido
no me agarra la tarabilla de matarlo
ahí anduviera él todavía para arriba y para abajo con la regadera
en el jardín
todo viejito y regañando
como que era la pura cascara amarga
pero
otros

ay nanita de mi alma
lo que le hubieran hecho para cobrarle
aunque sea un pedacito de lo que debía
otros
de barato
repito
le habrían dado más duro
sólo de muertes él tenía un costal de más de treinta mil
Imagínense tamaño volcán
pero claro que en ese clavo le ayudaron bastante
no fue él solito quien se los fue echando al pico uno por uno
bantantes* ayudantes tuvo a quienes Dios
no va a olvidar lo más que va a pasar en que Dios va a tardar
o se va a hacer al tiro el olvidado
para los joda solito el Diablo
y así Nuestro Señor no tener responsabilidad
de tanta grosería de ojo por ojo que
no deja de manchar un poquito las manuelas
como decía aquél.
es cierto
también
que hasta muy peores que mi General
requetepeores
han de hacer en El Salvador todavía vivos
y con la cola parada
porque los crímenes fueron como para que nos tocara un par a cada uno
los ahuevados los apaleados los hambreados
los presos por puro gusto que también fueron un montón
y de los que anduvieron en huida de por vida ¿qué me dicen?
y la aflicción de todo el mundo ¿no va a entrar en la cuenta?
cómo no va a entrar
si a la hora de confesarse
uno debe contar hasta las malas miradas
mi General decía que el dinero nunca le había manchado las manos
que la sangre sí pero el dinero no
yo no sé de esa cosas
para hablar de cincuenta colones para arriba
en mi pueblo hay que ser doctor
cuando lo registré ya dije que sólo tenía quince lempiras
a saber qué se hicieron los bujuyazos
que le emprestaban en los Estados Unidos
de poco le sirvieron sus médicos Invisibles
y su Tropa de Espíritus
chucuss-chucús, me sonaba el cuchillo en la mono
como cuando uno puya un saco de sal
con una espina de cutupito
claro que esto de tanto hablar es demás
ahora para que dijo la lora
si ya me llevó el gavilán
pira mi* que todo el mundo merece irse al carajo
porque a mí tampoco me fue muy bien que se diga
a lo hora de la necesidad
nadie vino a ayudarme
me echaron atrás a toda la Guardia Nacional
y a la policía de Hacienda

y a unos orejas que dicen que son del Estado Mayor
y a todas las patrullas de Oriente
ni que las puñaladas
se las hubiera metico* al Salvador del Mundo
Dios me perdone yo hice por pura cólera de ratero
lo que muchos deberían
haber hecho por necesidad de lavar su honor

o por bien del país hace más de treinta años
yo no digo que me aplaudan
pero tampoco creo haber hecho lo peor
que se ha hecho en este país
el tuerce de ser pobre también jode
no es lo mismo si se lo hubiera tronado
el Comandante de un Cuartel
hasta me han llegado a decir que yo
no tenía vela en este entierro
pero que ya que me metí en la camisa de once varas
debo saber que el difunto
fue una vez el Señor Presidente de El Salvador
y ese es un baño de oro
que se le queda pegado o uno para siempre
tocarlo
pues
era tocarle los huevos al tigre
no importa la matazón
que él hizo en sus buenos tiempos
al fin y al cabo
eso le puede pasar a cualquier Presidente
contando a mi Coronel que hoy está en la estaca
ya que la cosa a cada rato
se pone color de hormiga
porque parece que los comunistas
no acaban de morirse nunca
pero quizás hasta aquí vamos a dejar la plática
no vaya a terminar yo hablando de política
a la vejez
viruela
como decía aquél
porque yo no me doy cuenta de eso
en realidad lo mejor es callarse
para que mi General acabe
de descansar en paz
si es que lo dejan
allá donde Dios lo habrá rempujado
al fin y al cabo Dios
es el único que reparte los golpes y los premios
a El me encomiendo
y a la Santísima Virgen de Guadalupe
aquí
bien jodido
interinamente
en la Penitenciaría de Ahuachapán.

de Roque Dalton,
en A la revolución por la poesía, Ediciones de la Esc. Preparatoria N°8, 1983.
*Del original.

viernes, 17 de enero de 2020

Las mujeres fuertes pueden decir que no

Las mujeres fuertes pueden decir que no

Una mujer fuerte es una mujer esforzada.
Una mujer fuerte es una mujer que se sostiene
de puntillas y levanta pesas
mientras intenta cantar Boris Godunow.
Una mujer fuerte es una mujer manos a la obra
limpiando el pozo negro de la historia
y mientras saca la porquería con la pala
habla de que no le importa llorar,
porque abre los conductos de los ojos,
y vomitar estimula los músculos del estómago
y sigue dando paladas con lágrimas en la nariz.
Una mujer fuerte es una mujer con una voz en la cabeza
que le repite: te lo dije, so fea, so mala, so tonta,
nadie más te va a querer nunca,
¿porque no eres femenina?
¿porque no eres suave, discreta?
¿porque ya no estás muerta?

Una mujer fuerte es una mujer
empeñada en hacer algo que los demás
están empeñados que no se haga. Está empujando
la tapa de un baúl de plomo desde dentro.
Está intentando levantar con la cabeza
la tapa de una alcantarilla, está intentando
romper una pared de acero a cabezazos.
Le duele la cabeza. La gente que espera
a que haga el agujero le dice: date prisa
¡eres tan fuerte!

Una mujer fuerte es una mujer que sangra por dentro.
Una mujer fuerte es una mujer que se hace a sí misma
fuerte cada mañana mientras se le sueltan los dientes
y la espalda la destroza.
Cada niño, un diente, solían decir antes
y ahora, por cada batalla, una cicatriz.
Una mujer fuerte, es una masa de cicatrices
que duelen cuando llueve, y de heridas que sangran
cuando se las golpea, y de recuerdos
que se levantan por la noche y recorren la casa
de una lado a otro calzando botas.

Una mujer fuerte es una mujer que ansía el amor
como si fuera oxígeno para no ahogarse.
Una mujer fuerte es una mujer que ama con fuerza
y llora con fuerza, y se aterra con fuerza, y
tiene necesidades fuertes. Una mujer fuerte
es fuerte en palabras, en actos, en conexión,
en sentimientos; no es fuerte como la piedra,
sino como la loba amamantando a sus cachorros.
La fuerza no está en ella, pero la representa
como el viento llena una vela.

Lo que la conforta es que los demás la amen
tanto por su fuerza como por su debilidad
de la que esta emana, como el relámpago de la nube.
El relámpago, deslumbra. Llueve.
Las nubes se dispersan. Solo permanece
el agua de la conexión, fluyendo por nosotras.
Fuerte es lo que nos hacemos unas a otras.
Hasta que no seamos fuertes juntas
una mujer fuerte, es una mujer fuertemente asustada.

de Marge Piercy,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.125, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2018.

jueves, 16 de enero de 2020

Despertad cantores...

Despertad cantores:
Acaben los ecos,
Empiecen las voces.

de Antonio Machado,
en Un pulso que golpea las tinieblas, Partido de la Revolución Democrática (PRD-DF)/Para Leer en Libertad A.C., 2012.

En el país de los ahoritas

En el país de los ahoritas

En el país de los ahoritas
hay un mundo subterráneo
poblado por subalternos, obreros,
cholos que solo tienen diez pesos
para ir y volver a casa.

Los ahoritas comen bajo tierra,
duermen bajo tierra,
escuchan música, leen bajo tierra,
se peinan, se pintan los labios,
se besan y tal vez hagan el amor bajo tierra.

Los ahoritas, para animarse,
antes de salir de debajo de la tierra dicen:
¿Qué onda güey?
Muy padre, ándale.

Porque el mundo exterior
es un hervidero de puestos de comida
y plásticos azules y amarillos
donde los ahoritas cocinan tortas de maíz
con carne de cualquier cosa muerta
y limón,
y chile,
y una grasa que se puede cortar en el aire
y una contaminación que se puede cortar en el aire
y una pobreza que asoma solo por contraste con los ricos
que nunca bajaron hasta aquí.
Sin embargo, en el mundo subterráneo
no hay diferencias de clases,
allí todos son pobres,
por cada rico que sale en las revistas del corazón
hay cuatro millones de pobres
que solo saldrán en los periódicos
como cadáveres o chicas desnudas.

Guadalupe y mafias,
sexo y muerte,
chamba y chingadera,
esas son las únicas verdades
en las que creen los ahoritas,

y, sin embargo, es hermoso el país de los ahoritas.
Con todo, yo amo ese país.

de Antonio Orihuela Uzal,
en Los 43 - Poetas por Ayotzinapa, Ana Matías Rendón Ed., 2015.


martes, 14 de enero de 2020

El gran desfile alemán

El gran desfile alemán

Cuando en el quinto año supimos
Que el que decía ser enviado de Dios
Estaba listo para su guerra, forjados estaban
Tanques, cañones y acorazados, y
En sus hangares había tal número de aviones
Que, alzándose a un gesto suyo,
El cielo oscurecerían, decidimos
Ver qué pueblo, compuesto de qué gentes
En qué estado y con qué principios
Llamaría a sus banderas. E hicimos un gran desfile.

Ahí vienen ya en bandada:
Masa desordenada
Y pálida. Muy alta
La cruz en la bandera
Roja de sangre fiera
Que al pobre sobresalta.
Aquellos que no ceden
Se arrastran como pueden.
La guerra va a empezar.
No hay gemidos ni quejas
Ni murmullos de viejas.
Música militar.

Son niños y mujeres.
Cinco años, no te mueres,
Pero otros cinco vendrán.
Traen a enfermos y ancianos,
Eran todos hermanos...
Ejército alemán.

de Bertolt Brecht,
en Terror y miseria del Tercer Reich, ESPAEBOOK, 2014.

lunes, 13 de enero de 2020

Regreso a Shaoshan

Regreso a Shaoshan

¡Ay de los días que huyeron, como un sueño confuso recordados,
antiguo hogar natal de hace treinta y dos años!
El estandarte rojo alzó a los siervos armados de alabardas,
mientras la negra garra del déspota mantenía el látigo en alto.
Del sacrificio nació la decisión heroica
de atreverse a crear un nuevo cielo para el sol y la luna.
¡Oh dicha, ver las olas sucesivas del arroz y las mieses,
y a los héroes que regresan, en el borroso atardecer, por todos los senderos!

(Escrito en 1959, cuando el autor regresaba a su aldea natal después de 32 años)

De Mao Tse-tung,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.

domingo, 12 de enero de 2020

Mapa

Mapa

La cara de un niño
Al recibir un juguete
La cara de una niña
Ante un plato vacío
La cara de una niña
Ante un abrazo familiar
La cara de un niño
Ante una indagatoria policial
La cara de un niño
Ante una limosna
La cara de una niña
Soñando bajo un techo
La cara de une niñe
Ante un nuevo Derecho

No hay sur ni norte
Este u oeste
No hay escala
No hay relieve
Tan sólo hay caras
Nada más se necesita

por Félix Sánchez Durán.

sábado, 11 de enero de 2020

Arte poética

Arte poética

Hermosa encuentra la vida
quien la construye hermosa.
Por eso amo en ti
Lo que tú amas en mí:
La lucha por la construcción
Hermosa de nuestro planeta.

de Otto René Castillo,
en Vámonos Patria a caminar, yo te acompaño, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2019.

viernes, 10 de enero de 2020

Nota IV

Nota IV

el temor a la vejez ¿envejece?
el temor a la muerte ¿enmuerta?
¿qué estoy haciendo con los miles yo
de compañeros muertos?

¿me estoy enmuerteando yo?
¿acaso les temo/amados?
¿te acaso temo paco/cara
como una alegría humana?

¿o los envidio yo tal vez?
¿o los envidio yo tal vez?/
¡juntos como anduviéramos ahora
sin sufrir propio y ajeno?

¿pero por qué me lloro en vos-
otros pedazos de mi vida?
¿acaso puedo al fin llorar?
¿puedo por fin al fin llorar?

de Juan Gelman,
en https://www.pagina12.com.ar/2001/01-03/01-03-24/suplex03.htm (12/12/19).

jueves, 9 de enero de 2020

Nota VI

Nota VI

me pregunto qué sería
de la belleza de rodolfo ahora/
esa belleza en vuelo lento
que le iba encendiendo ojos/

si volaría o no volaría
esta vez que nos derrotaron
por soberbios y ciegosordos/
pero tal vez sí volaría/

o volaría triste triste
corriendo el mundo con la mano
para mostrar los compañeros
que cayeron por la belleza

de Juan Gelman,
en https://www.pagina12.com.ar/2001/01-03/01-03-24/suplex03.htm (12/12/19).

miércoles, 8 de enero de 2020

Ella dio su voto a Nixon

Ella dio su voto a Nixon

Se llama Katheleen y es rubia
mide cinco pies nueve pulgadas
bien parecida treinta y cuatro años
estudió en el Colegio Presbiteriano de Akron
y se licenció en Literatura Española
por la New York University.

Allí conoció a Ted se casaron pronto
tienen un niño y una niña
viven en Long Island en una linda casa
el marido es un brillante ingeniero
que corta el césped y practica yoga
y ella trabaja para una editorial.

Ama la libertad pero dentro de un orden
opina que los negros no están aún maduros
asiste a los oficios regularmente
recibe a sus amigas los viernes por la tarde
y los martes almuerza
con su Ted en el Rotary Club.

Hace seis días que llegaron a Europa
pues en París se celebra un Congreso de Acústica
y mientras él ultimaba su ponencia
Katheleen partió hacia el Sur
quedando en encontrarse en Málaga los dos
cuando se terminaran las sesiones.

Hoy ella ha amanecido en un cuarto de hotel
junto a un extraño hombre flaquito
y mientras busca un Alka-Seltzer
piensa que por la tarde llega Ted
y que el psiquiatra de vuelta en New York

ya aclarará todo este asunto.

de José Agustín Goytisolo,
en Palabras para Julia y otras canciones, Editorial Laia, 1980.