Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

miércoles, 14 de abril de 2021

VADEMÉCUM

VADEMÉCUM



de Hilde Domin,
en Canciones para dar aliento (Trad. Geraldine Gutiérrez Wienken), Editorial Llantén, 2018.

martes, 13 de abril de 2021

A la huelga huelga de la rebelión

A la huelga huelga de la rebelión

Puesto que el gobierno
decreta excepción,
¡a la huelga huelga
de la rebelión!

¡Qué crisis tan dura
nos trajo el mercado
con ansia y usura!
Mas todo está atado:
el botín robado
y nadie en prisión.
¡A la huelga huelga
de la rebelión!

Patrón y jerarcas
hacen buen balance:
agotan las arcas,
y a otros el trance.
¡Menudo romance
de juez y ladrón!
¡A la huelga huelga
de la rebelión!

Y aquí a los de abajo
nos clavan espuela:
más horas de tajo
y menor cazuela.
Pero esto no cuela,
prestad atención:
¡A la huelga huelga
de la rebelión!

¡Que no haya avestruz
que esconda cabeza,
se cure en salud!
No hay mayor torpeza
ni peor bajeza
que la sumisión.

¡A la huelga huelga
de la rebelión!

De Conrado Santamaría Bastida,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.109, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2018.

lunes, 12 de abril de 2021

Todos los años...

 Todos los años, en septiembre, cuando el ciclo escolar empieza,
las mujeres de los arrabales van a las papelerías
y compran los libros de texto y los cuadernos para sus hijos.
Desesperadas pescan sus últimos centavos
en los monederos manoseados, y se quejan
de que el conocimiento sea tan caro. Aunque no sospechan
cuán malo es el conocimiento que está destinado
para sus hijos.

de Bertolt Brecht,
en https://periodicodepoesia.unam.mx/texto/ustedes-jovenes-de-los-tiempos-venideros/ (20/12/20).
Versión de Gerardo Piña

domingo, 11 de abril de 2021

sábado, 10 de abril de 2021

Propiedad horizontal

 Propiedad horizontal

Una mancha de humedad en la pared.
La escritura de una casa
Firmada por un escribano de título dudoso.

El cuarentón soltero del segundo C
Al que la merca alejó de su mujer y sus hijos
Tirado contra la puerta del baño
Transpira y no para de jadear.
Se hizo tres tajos en la muñeca.
No puede tolerar la abstinencia
Y en cualquier momento le pega una piña al espejo.

Una gotera en la cocina del cuarto D.
Un alma abandonada al son de un vals
En un piano desafinado y sin sustain.

Tras la pared, la parejita vecina
Se quiere pegar un mañanero.
Él tiene la primera de muchas eyaculaciones precoces.

El portero se resbala por las escaleras
Pero no se hace nada.
Tiene la paranoia de que siempre hay alguien mirándolo
Así que se levanta rápido y haciéndose el desentendido
Aunque no haya nadie.

Un padre le da un cachetazo a su hijo de seis años
Y le dice que no hay que pegar
En el sexto A.

Una estudiante de antropología mira videos de gente bailando rikudim
En alguno de los deptos del tercero.
Se está tomando un café con edulcorante.

En el quinto D una señora se da una dosis de insulina.

El hijo veinteañero de la bancaria postrada del cuarto B
Se calza su traje barato.
Media hora intentando ponerse la corbata.
Hoy tiene su vigésima séptima entrevista de trabajo.
No tiene muchas esperanzas.

Olor a podrido en el departamento de la vieja del séptimo A.
Infarto fulminante.
Murió hace un mes pero nadie la fue a visitar.

El segundo día de clases del nene del primero D,
Vive a tres cuadras y llega tarde.

Tres bombachas amarillentas colgadas en la terraza.
Había cuatro pero una se voló.
Están calentitas por el sol.

Un triángulo en el cielo.
Una flecha en punta a mi corazón.

Un pedazo de carne negra y abombada
En un frasco lleno de moscas.

de Nahuel Maid,
en Poemas del patetismo inusitado 4315, Edición de autor, S/F.

viernes, 9 de abril de 2021

UMBRA

UMBRA

Hoy á* mi corazón nada le dicen
Con su cantar eterno,
Esas olas bravías
Que en las rocas estériles se estrellan
Entonando salvajes armonías.
Á* mi cansado espíritu no alumbra
Ya esa línea de fuego
Que abre la nube en noche de tormenta
y que al herir sobre la faz del mundo
Cual rayo de venganza
Parece el latigazo de su afrenta.
¡Oh recuerdos de ayer! ¿Por qué ya no hablo
Con las voces del trueno y del torrente?
Algo ha muerto en mi sér*; ya no palpita
Mi corazón como antes ¡sólo sombras,
Donde brillar debiera
La luz del porvenir, la1uz fulgente!
Sombras ¡ay! de una noche prematura
Que desplomada cae sobre mi frente.

¿Por qué no canto al arte y á* la patria,
Al amor y la gloria?
¿Por qué los triunfos de la humana vida
No me arrancan un grito de victoria?
¿Por qué como un inválido me entrego
Cuando puedo luchar y levantarme?
¿Por qué en la lid del pensamiento, noble,
No disputo un laurel? ¿Por qué es mi musa,
Una joven de blanca cabellera,
Con fuego en las pupilas,
La faz desencajada
y el cuerpo doblegado,
Cual si el pesó de un siglo sostuviera?
¿Por qué vivo en la sombra,
En ruda indiferencia encastillado,
Renegando de todo, del presente
y de todos los tiempos, como un ente
En mi propio dolor amortajado?

Si hay sangre en mis arterias, mucha sangre,
Si hay luz en mi cabeza,
¿Por qué cobarde, á* mi dolor me rindo?
¿Por qué me mata la inmortal tristeza?
¿El sol de la ilusión ya no me alcanza?
¿He nacido cansado, sin anhelos,
Ó* en mí ha nacido muerta la esperanza?
¿Por qué siempre la voz de un fatalismo
Como una maldición en mi alma siento,
Sirena del dolor que eternamente
Canta el himno triunfal del desaliento?...

¡Ah sí! Pero qué importa,
¡Qué importa que la nieve
De los años no cubra mi cabeza!
Vivo mis ilusiones enterrando,
y hace ya mucho tiempo, mucho tiempo,
Que aquí, en mi corazón, está nevando.

Pero, ¡no sé llorar! Y río... río,
Cuando, infeliz, oculto
Aquí en mi pobre corazón, yo llevo
Engendrado el hastío.
Y callo, callo, y si rugiendo llega
Al labio la blasfemia envenenada,
Sé ahogarla en un sollozo, y el sollozo
Convertirlo en estoica carcajada.
.....................................
¿Queréis entrar en mi alma? ¿Queréis verla?
¿Queréis saber qué pena me tortura?
Aquí está mi dolor, aquí en mis versos,
¡Ellos son porta-voz de mi amargura!

de Alberto Ghiraldo,
en Fibras, Pablo E. Coni e Hijos, 1895.
*Del original.

jueves, 8 de abril de 2021

CANCIÓN DEL GARBANZO PELIGROSO

CANCIÓN DEL GARBANZO PELIGROSO

Si escondido debajo de la cama
un garbanzo se hace el misterioso,
es mejor mirarlo desde lejos.
¿Por qué?
Porque es un garbanzo peligroso.

Si un garbanzo se deja el pelo largo
y además es inquieto y es mimoso,
es mejor mirarlo desde lejos.
¿Por qué?
Porque es un garbanzo peligroso.

Si un garbanzo se pone a hacer preguntas
y lo cierto se hace más dudoso,
es mejor mirarlo desde lejos.
¿Por qué?
Porque es un garbanzo peligroso.

Si un garbanzo es el sol en miniatura
y no cobra interés por luminoso,
es mejor mirarlo desde lejos.
¿Por qué?
Porque es un garbanzo peligroso.

Si un garbanzo no deja que lo pisen
porque crece, madura y esas cosas,
es mejor mirarlo desde lejos.
¿Por qué?
Porque es un garbanzo peligroso.

Es un garbanzo peligroso, ¿sí?
Es un garbanzo peligroso, ¿no?
Es un garbanzo peligroso, ¿mmmmh?

de Laura Devetach,
en Poemas - Mis libros de primero, Santillana, 2019. 

miércoles, 7 de abril de 2021

DÉCIMA

DÉCIMA


de Marciano Amboso,
en La Literatura Social en la Argentina (Álvaro Yunque), Editorial Claridad, 1941.

martes, 6 de abril de 2021

abajo y arriba del ring

abajo y arriba del ring

dedicado a quienes
buscan en el boxeo
y el deporte en general
una oportunidad de vida digna

los verdaderos guerreros
no luchan en cuadriláteros
pelean en líneas rectas
pelean en segmentos
un paso al costado es mortal

los verdaderos guerreros
no tienen tantas opciones
pelean a sabiendas
de que el destino no suele cambiar

para los verdaderos guerreros
los cuadriláteros
son un mundo de posibilidades

de Félix Sánchez Durán,
en Somos, Ferrero/Hartmann, 2020.

lunes, 5 de abril de 2021

domingo, 4 de abril de 2021

LA PALABRA DE DIOS

LA PALABRA DE DIOS

La palabra de Dios suena en el tiempo.

La palabra de Dios
resbala por las piedras y me llega
a través de los hombres,
acomodada por sus manos, fría,
extrañamente turbia, inexplicable.

La palabra de Dios suena en el viento.

Tu palabra, Señor, como una lágrima
que suspende tu mano sobre mí,
se queda por el aire
a mis alzados brazos imposible.

Desde el barro, mi solo consejero,
levanto una columna de preguntas
sosegadas y oscuras como un humo
que hasta Ti asciende ingrave
manchando la pared de la mañana.

Tú tenías la voz innumerable
lo mismo que la lluvia,
y oficio de la tierra era mojarse.

Tú tenías la voz alegre y blanca
de la lluvia tendida por las piedras.

¿Qué ha pasado, Señor, después de aquello?

¿Qué me ha pasado a mí que no te entiendo?
¿Y a Ti qué te ha pasado?

¿Qué ríos o qué espadas se han alzado
cortándome, ahogándome tu lluvia?

¿Por qué dejaste tu palabra oscura?

Remotamente duro es tu silencio,
callas como una estrella.

(Dios sigue estando, claro, pero arriba.)

Señor, yo no te tengo más que miedo.

Necesito que grites,
quiero tu resplandor sobre mi frente
o en el hombre tu mano azul y eterna.

Quiero vestirme de palabra tuya
para andar abrigado hasta tu tiempo.

Cuando Dios nada dice es que algo pasa.

(Con silencio de nieve sobre nieve,
la palabra de Dios está cayendo.)

Compréndeme, Señor,
te ando buscando a ciegas
y hasta mis labios viene
tu ruidoso silencio inmerecido.
En esta oscura búsqueda no encuentro
ni manos que me lleven
ni viejas catedrales que me sirvan.
Contra esto nada sirve,
quizá el camino andado de quererte...
Y en mi insignificante trascendencia,
levanto un haz de sangre o de preguntas
y un eco de silencio me responde.

La inextinguible duda se me ha vuelto
incertidumbre crónica y dormida.

Testimonio de Ti estos gritos
y esta terca esperanza que sostengo
en la aplazada tierra de mis brazos.

Latente, inexorable,
¿acaso miro a Dios pensando al Tiempo?

Me surgen las preguntas exentas de reproche
porque, después de todo,
Tú me diste esta voz con que te llamo.

Alguna vez, Señor, ¡gracias a Dios!,
todo se olvida y crezco en el presente.
Roja paz de la tierra con destino de nada,
y el alma candidata a permanencia.

Entonces me dan ganas de hablarte de mis cosas.
De nimios pormenores de mi vida
de criatura de Dios, contigo a cuestas;
de la pequeña historia de mi sangre,
de la territorial desesperanza
de este desconocido en el que habito
de mi roja alegría inconsecuente,
de todo lo que pienso.

Porque es mucho misterio para un hombre
este que transportamos por la frente.

Exilados de Ti, siempre ignorantes,
sintiendo tu inminente lejanía,
ni las cosas del mundo conocemos.

La sed, ¿es un silencio propagado
que convierte los pájaros en tierra?;
y el agua, ¿es un milagro demasiado
visible y repetido?

Porque uno sabe menos cada día.
Y Tú estás a lo tuyo:
organizando estrellas,
decretando la lluvia,
ordenando crecer a tantos árboles,
como si nada...

De todo quiero hablarte,
incluso del cristal de mi "Dios mío"
siempre en los labios frágil y purísimo.

(Tú no puedes decir nunca "Dios mío".)

Antes que vuelva al barro y me transforme
en tierra oscura y patria,
antes que se conviertan estos huesos
en minería de la muerte,
yo, próxima materia de la gleba,
quiero saber de Ti por tu palabra.

Cuando Tú me inaugures
una inmortal costumbre decisiva,
cuando la sangre cese
y te entregue esta muerte hereditaria,
me enteraré de todo.

Mientras, aquí me tienes,
ocupado yo solo en mi consuelo,
equivocándome, intentando nada,
atareado con esto de vivir...

de Manuel Alcántara,
en Poesía Religiosa - Antología (Leopoldo de Luis), Alfaguara, 1969.

sábado, 3 de abril de 2021

PEQUEÑA TRAGEDIA URBANA

PEQUEÑA TRAGEDIA URBANA

La pantalonera se murió en la calle.
Pasó el automóvil de un rico magnate,
con tacos de goma, silencioso... Nadie
lo oyó que llegaba. Gritos. Pitos. Sangre.
La pantalonera se murió en la calle.
Como al otro día del taller faltase,
tuvo un cartelito la puerta de calle
con estas palabras: “Hay una vacante”.

de Gustavo Riccio,
en http://literaturarioplatense.blogspot.com/2009/06/gustavo-angel-ricci-de-un-poeta-en-la.html (10/1/21).

viernes, 2 de abril de 2021

"Firmes...

 “Firmes
Soldados
Firmes”
Como si el rigor mortis
Fuera voluntario

Por Félix Sánchez Durán.

Las Malvinas

Las Malvinas

Tiene las alas salpicadas de islotes.
Es nuestra bella del mar.
La patria la contempla desde la costa madre
con un dolor que no se va.

Tiene las alas llena de lunares.
Lobo roquero es su guardián.
La patria la contempla. Es un ángel sin sueño
la patria junto al mar.

Tiene el pecho de ave sobre la onda helada.
Ave caída es su igual.
El agua se levanta entre sus alas.
Quiere y no puede volar.

El pingüino la vela. La gaviota le trae
cartas de libertad.
Ella tiene los ojos en sus canales fríos.
Ella está triste de esperar.

Como a mujer robada le quitaron el nombre;
lo arrojaron al mar.
Le dieron otro para que olvidara,
que ella no sabe pronunciar.

El viento es suyo; el horizonte es suyo.
Sola, no quiere más.
Sabe que un día volverá su hombre
con la bandera y el cantar.

Cautiva está y callada. Ella es la prisionera
que no pide ni da.
Su correo de amor es el ave que emigra.
La nieve que cae es su reloj de sal.

Hasta que el barco patrio no ancle entre sus alas,
ella se llama Soledad.

de José Pedroni,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.

jueves, 1 de abril de 2021

Adiós a la tierra de nadie

Adiós a la tierra de nadie

Ya no duermen tranquilos quienes duran
en la tierra de nadie y se reduce
el espacio fiable entre los frentes

Ya no llaman perdidas a las balas
que matan cada vez con más sangría
a perplejos imparciales inocentes

Ahora la gente se estremece vive
interrogando ansiando de reojo
temiendo en el futuro su presente

Ahora sí que hace frío en la ordenanza
sin colchones bastiones parapetos
el campo de batalla se ha hecho íntimo

y pronto llamarán a nuestra puerta

De Conrado Santamaría Bastida,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.109, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2018.