Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

sábado, 30 de abril de 2022

Celebración del cuerpo

Celebración del cuerpo

Amo este cuerpo mío que ha vivido la vida,
su contorno de ánfora, su suavidad de agua,
el borbotón de cabellos que corona mi cráneo,
la copa de cristal del rostro, su delicada base
que asciende pulcra desde hombros y clavículas.

Amo mi espalda pringada de luceros apagados,
mis colinas translúcidas, manantiales del pecho
que dan el primer sustento de la especie.
Salientes del costillar, móvil cintura,
vasija colmada y tibia de mi vientre.

Amo la curva lunar de mis caderas
modeladas por alternas gestaciones,
la vasta redondez de ola de mis glúteos
y mis piernas y pies, cimiento y sostén del templo.

Amo el puñado de pétalos oscuros, el oculto vellón
que guarda el misterioso umbral del paraíso,
la húmeda oquedad donde la sangre fluye
y brota el agua viva.

Este cuerpo mío doliente que se enferma,
que supura, que tose, que transpira,
secreta humores y heces y saliva,
y se fatiga, se agota, se marchita.

Cuerpo vivo, eslabón que asegura
la cadena infinita de cuerpos sucesivos.
Amo este cuerpo hecho con el lodo más puro:
semilla, raíz, savia, flor y fruto.

de Daisy Zamora,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.90, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.

viernes, 29 de abril de 2022

La realidad

La realidad

La realidad no se desvanece
como se desvanecen los sueños.
Ni ruidos ni timbres
la dispersan,
ni gritos ni estruendos
la interrumpen.

Las escenas en los sueños
son equívocas y ambiguas,
lo que se puede explicar
de muy distintas maneras.
Lo real representa lo real,
por eso es mayor su misterio.
 
Para los sueños hay llaves.
La realidad se abre sola
y no se deja cerrar.
Por el resquicio se asoman
certificados y estrellas,
se derraman mariposas
y almas de viejas planchas,
gorros sin sus cabezas
y los cráneos de las nubes.
De esto surge un acertijo
que no tiene solución.

Sin nosotros no habría sueños.
Aquel sin quien no habría realidad
no es conocido,
y el producto de su insomnio
se contagia a todo el que despierta.

No deliran los sueños,
delira la realidad
aunque sea por la insistencia
con que se aferra
al curso de los acontecimientos.

En los sueños aún vive
nuestro difunto reciente,
goza de buena salud,
se ve incluso más joven.
La realidad tiende ante nosotros
su cuerpo sin vida.
No retrocede ni un paso.

Los sueños son tan ligeros
que la memoria se los quita de encima fácilmente.
La realidad no tiene que temerle al olvido.
Es un hueso duro de roer.
Nos trae de cabeza,
nos pesa en el alma,
se nos enreda en los pies.

No hay escapatoria,
la realidad nos acompaña en cada huida.
Y no hay una estación
de nuestro itinerario
en la que no nos espere.

de Wislawa Szymborska,
en https://revista.poemame.com/2019/10/08/seis-poemas-de-wislawa-szymborska/ (27/2/22).
Trad. Gerardo Beltrán

jueves, 28 de abril de 2022

miércoles, 27 de abril de 2022

TODO EL MUNDO LO DICE

TODO EL MUNDO LO DICE

La máquina dice:
"De seguir por este camino
me convertiré en una mera máquina"

El torturador dice: "Hay límites
que uno no puede traspasar
sin convertirse en un torturador"

El mutilado dice: "Verdaderamente
vivo mucho mejor
que toda esa gente con brazos,
piernas, sexos excedentes"

El extraviado dice: "Diría
desde luego que ya he estado por aquí
en más de una ocasión"

La muerte dice: "Soy la única
que puede abrigar la razonable certidumbre
de no estar muerta".

de Jorge Riechmann,
en El corte bajo la piel, Editorial Bitácora, 1994.

martes, 26 de abril de 2022

HABLARÉ POR VOSOTROS

HABLARÉ POR VOSOTROS

Hablaré por vosotros.
Excavaré con mi palabra hasta encontraros
en las sangrantes raíces sumergidas
de vuestros corazones enterrados.
Hablaré por vosotros.
Reconstruiré la voz de vuestros labios,
su semilla final, la de aquel grito
constelado de estrellas y balazos.
Hablaré por vosotros.
Y extenderé el secreto que os dejaron
en la oquedad terrible de los ojos
la voz estremecida de los astros.
Hablaré por vosotros.
Jamás olvidaré aquellas madrugadas,
los últimos abrazos, las gargantas
de vuestra dignidad amordazadas.

de Marcos Ana,
en Contra - Poesía ante la represión, Coordinadora Anti-represión Región de Murcia, 2016.

lunes, 25 de abril de 2022

Aves de paso

Aves de paso

Sí. Eso somos
Pero nos hemos acostumbrado
a comportarnos como monumentos.
Y así nos va.
 
de Elvira Hernández,
en https://www.zendalibros.com/10-poemas-de-elvira-hernandez/ (28/3/2022).

domingo, 24 de abril de 2022

Desdelincuentización

Desdelincuentización

(Nota: El lector deberá leer esto con su mejor cara de árbol)

Nichos olvidados de la sociedad,
¡Desdelincuentícense!
Que las virtudes son serenas
Y eternas las cárceles
Omnipresentes las obsesiones
¡Ay, dolor! ¡Libertad que te desangras!

Destrastornemos tu alma
Pequeño protohumano
De mente atormentada
¡Desatornillemos los cuerpos calavéricos!
¡Apretemos los amortiguadores de la angustia!
Perseguí las tetas
Como dos postrecitos

ERES UN AGENTE SECRETO CONTRA LOS NAZIS
Una canción de tu infancia
La primera vez que hiciste el amor
.desesperación sin rumbo temblores pulso 9000 transpiración jadeos mirar para todos lados angustia deseo exasperado de que exista dios.
Paz. paz. paz. paz. paz.
¡Casi violencia de tanta paz!
Vodka de Chernobyl
...Sanación...
¿Sanación?

Sanación
Sí, sí. Sanación.
 
de Nahuel Maid,
en Poemas del patetismo inusitado 4315, Edición de autor, S/F.

sábado, 23 de abril de 2022

su abuelo ocultaba las palabras nuevas...

su abuelo ocultaba
las palabras nuevas
en un cajón del escritorio
de su despacho

ella sabía dónde buscarlas
y de pequeña se colaba
para probarlas
cuando su abuelo no estaba

sacaba de a una por vez
para que su abuelo
no lo notara

(23/abril - Día Mundial del Idioma Español)

Por Félix Sánchez Durán.

viernes, 22 de abril de 2022

NADIE SABÍA

  NADIE SABÍA

(22 de abril de 1870)

Era un día como tantos otros, natural y corriente,
envuelto en una bruma gris.
Severa sonaba la voz potente
del guardia en la esquina.
En la catedral, el arcipreste oficiaba
orgulloso del brillo del solideo.
Por la puerta de la taberna,
desde el amanecer, iban y venían los borrachos.
En el mercado se insultaban las vendedoras
zumbando como moscas en tomo a la miel,
y las burguesas se alborotaban, sin despegar la vista de las piezas de tela,
entre los puestos donde se vende el percal.
Un mujik miraba con muda tristeza
la puerta de una oficina
frente a un fragmento del “manifiesto”,
que amarilleaba sobre un tablero descolorido.
En la atalaya el bombero daba vueltas
como una fiera encadenada,
y los soldados, bajo una granizada de blasfemias,
cumplían órdenes a campo abierto.
Una hilera de carretas reptaba hacia el rio.
Los cargadores enharinados se desplazaban de un lado a otro.
Unos gendarmes conducían
bajo custodia a un estudiante andrajoso.
Un obrero con sus copas en el estómago
chillaba
“¡Pobre estudiante, que te vaya bien!”
... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Nadie tenía idea, nadie
en toda Rusia, cargada con su cruz milenaria,
sabía que en un día tan corriente como ese
en Rusia... había nacido Lenin.

22 de abril de 1927

de Demián Biedni,
en Antología de la Poesía Soviética (Alexander Nakarov), Biblioteca Jucar, 1974.
Versión: Nicanor Parra.

jueves, 21 de abril de 2022

La pequeña Mirta desapareció

La pequeña Mirta desapareció

¿Cómo desapareciste, hijita?
Mirta… Mirta… Llené el mundo,
sembré el mundo con tu pequeño nombre.
Y no te encontraron.

¿Quién te arrebató, hijita?
¿Qué alas te alzaron desde la vida?
Interrogo a los caminos cada día.
«¿No oísteis quizás unos pasitos? Era muy liviana.»
Ellos se ahogan en polvo
y no responden.

¿Quiénes te arrebataron, hijita?
Si los cielos lo hicieron,
¿cómo pudieron hacerlo?
¿Cómo podían amarte
más que tu padre?

Interrogo a las brisas —a ellas que vienen de lejos,
de las tierras, de los mares.
«Eran unas palabritas que perfumaban a lilas,
¿no las oyó alguna de ustedes?»
Ellas gimen como pájaros golosos. Y se marchan.

¿Cómo desapareciste, hijita?
Pregunto a las hojas, las barcas, los vapores.
A los brotes que salieron de la nada. A las nubes.
«¿No visteis acaso una carita? Era muy pálida».
Y ellos callan.

¿Cómo desapareciste, hijita?
Mis ojos te habrían encontrado
aun sin luz.
Aun sin luz, mis dedos te habrían tocado.
Entonces, ¿cómo desapareciste?
¿Cuándo creció tanto el mundo
como para que pudieras desaparecer en él?

Yo te habría hallado.
Aunque fueras tan pequeña como una pelusita,
aunque fueras más liviana que una mariposa,
aunque fueras como la llamita de una vela,
yo te habría hallado, pequeña Mirta.

¿Por qué callas? ¿Por qué callas, hijita?
Si no puedes cantar,
si no puedes decir que me llamen,
entonces llora, hijita.
Y mis oídos te habrán de encontrar.
Aunque no vuelvan ya a escuchar jamás otra música,
ninguna otra música en el mundo.

de Menelaos Ludemis,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.

miércoles, 20 de abril de 2022

Informe

Informe

Se han estudiado todos los datos del problema.
Se han hecho mil diez fotos. Se han tomado medidas
del lugar del suceso y cuanto le rodea.
Se han aplicado al reo las técnicas modernas
sin peligro de vida, con médica asistencia.
Después, previo el permiso, se ha machacado el cráneo,
pues algo debe haber que sigue allí secreto.
No se ha encontrado nada que valiera la pena
para hacer racional el supuesto misterio
aunque se ha recurrido a lo pluscuamperfecto.
Pero no hay criminal que no acabe gritando.
Vamos a examinar a su madre y sus hijos
de un modo humanitario aséptico-anestésico.
Se trata de estudiar, porque es fundamental,
cómo pueden surgir monstruos tan disconformes
como este que estudiamos, no del todo anormal.
Hay que estudiar a fondo a su madre, y salvar
si es posible a sus hijos, operando en directo
esos tiernos cerebros, quizás aún corregibles.
Es una gran empresa super-occidental
que ejercemos en nombre de la Humanidad.

de Gabriel Celaya,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.

martes, 19 de abril de 2022

Nada ocurre dos veces

Nada ocurre dos veces

Nada ocurre dos veces
y nunca ocurrirá.
Nacimos sin experiencia,
moriremos sin rutina.

Aunque fuéramos los alumnos
más torpes en la escuela del mundo,
nunca más repasaremos
ningún verano o invierno.

Ningún día se repite,
no hay dos noches iguales,
dos besos que dieran lo mismo,
dos miradas en los mismos ojos.

Ayer alguien pronunciaba
tu nombre en mi presencia,
como si de repente cayera
una rosa por la ventana abierta.

Hoy, cuando estamos juntos,
vuelvo la cara hacia el muro.
¿Rosa? ¿Cómo es la rosa?
¿Es flor? ¿O tal vez piedra?

¿Y por qué tú, mala hora,
te enredas en un miedo inútil?
Eres, pues estás pasando,
pasarás —es bello esto.

Sonrientes, abrazados,
intentemos encontrarnos,
aunque seamos distintos
como dos gotas de agua.

de Wislawa Szymborska,
en https://culturainquieta.com/es/arte/literatura/item/17842-nunca-ocurre-dos-veces-un-poema-sobre-la-fugacidad-de-la-vida-de-wislawa-szymborska.html (27/2/22).

lunes, 18 de abril de 2022

GIRÓN DE BANDERA

GIRÓN DE BANDERA

¡Ah, cómo el alma de dolor se cierra
cuando le arrancas su ilusión dichosa!
Lástima que entre carne tan hermosa
ni una chispa de espíritu se encierra.

Turbios los ojos con el llanto siento,
¡ah! pero es fuerza que te diga adiós.
¡Adiós! La inmensidad del sentimiento
no se alimenta de materia, ¡no!

Y aunque mi vida de dolor estalla
viéndote nada más que una quimera,
te amo como al girón de la bandera
destrozada en el campo de batalla.

de Ricardo Gutiérrez,
en Poesías líricas, La cultura argentina, 1916.

domingo, 17 de abril de 2022

El corazón del poema

El corazón del poema

el uni-verso

De Roberto Jorge Santoro,
en Presentes, Ministerio de Educación, 2015.

sábado, 16 de abril de 2022

Empleado del mes (II)

Empleado del mes (II) 

Bajó
Higienizó sus manos
Ató su pelo
Se vistió
Limpió la copa con un trapo
Acomodó el mantel
Descendió los cuatro escalones
Atravesó el gran salón
Levantó un par de trípticos con canciones a su paso
Llegó al portón
Salió
Cerró con llave
Dejó un par de monedas a los mendigos de siempre
Y se marchó a su hogar
Sin distracción alguna

Mañana, hay que madrugar antes de la salida del sol

Por Félix Sánchez Durán.