Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
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viernes, 16 de noviembre de 2018

¡Libertad!

¡Libertad!

Una mañana se nos anunció
Entre dos ráfagas, dos metrallas
Tu casta, tu nacimiento milagroso
Jamás habías sido concebida
¡Mas no quedó por eso!

Esa mañana se nos dijo Libertad
Que eras en fin parte del jaque
Donde todos los peones son pintados de bermejo
Y degradados escarlata, violeta, negro sangre coagulada

En fin parte del juego de cartas
Donde reyes reinas y lacayos
Nadan en una piscina
En que flotan cabezas, brazos, cerebelos
Testículos y pedazos de senos
En una sopa de cebolla
Sagradamente condimentada con especias
De la Fábrica "dios es glorioso"

El almuédano gritó sus borborigmos
La campana agitó frenéticamente su glande
Esa mañana se nos dijo Libertad

Que no eras ni oro ni plata ni petróleo ni uranio ni cacería de hombres ni laberinto de prisiones subterráneas donde se emascula las vergas de los hombres con la espina de cactus donde se masturba a las mujeres con la ascua de cigarrillo donde se ata el dedo del pie al dedo de la mano en indescriptible postura de Kama-Sutra o de pescado ahumado.

Aquella mañana, se nos anunció
Que nos eras ofrecida
Como si fueras un platillo de saltamontes salados
Para embriagarnos en el Bar Charbon
Para acompañar nuestras cervezas espumosas

El almuédano había gritado sus borborigmos
La campana, su glande agitado frenéticamente

Aquella misma mañana

de Koulsy Lamko Dadouar,
en Voces del sur - Aproximación a la poesía africana (Equipo Fénix comp.), Biblioteca Virtual Omegalfa, S/F.
Traducción de Araceli Zuleta Zarco

domingo, 16 de septiembre de 2018

Tus ojos profetizan un dolor

Tus ojos profetizan un dolor

Como terreros, tres colinas de cenizas...
Mas decidme: ¿de quién son estas cenizas?

El mar obedecía ya sólo a los negreros
los negros se dejaban apresar
pese a los sortilegios de sus sonrisas
tocaban a rebato
a puntapiés en los vientres
de pasantes encinta:
y un toque de queda para corromper su agonía
los fuegos de la selva en especial causan malos sueños

En cuanto a mí
¿qué crimen habría cometido?
Si violara la luna
¿los resucitaría?
¿qué dolor tus ojos profetizan?

de Chicaya U´tamsi,
en Voces del sur - Aproximación a la poesía africana (Equipo Fénix comp.), Biblioteca Virtual Omegalfa, S/F.

viernes, 7 de septiembre de 2018

Te agradezco, Señor

Te agradezco, Señor

Te agradezco, Señor, que me hayas creado Negro,
que hayas hecho de mí
la suma de todos los dolores,
y puesto sobre mi cabeza el Mundo.
Visto la librea del Centauro
y llevo el Mundo desde la primera aurora.

El blanco es un color de circunstancias,
el negro, el color de todos los días,
y llevo el Mundo desde el primer crepúsculo

Estoy contento
con la forma de mi cabeza
hecha para llevar el Mundo.
Satisfecho
de la forma de mi nariz
que debe aspirar todo el viento del Mundo,

Feliz
Con la forma de mis piernas.
Te agradezco, Señor, que me hayas creado Negro,
que hayas hecho de mí, la suma de todos los dolores.

Treinta y seis espadas han traspasado mi corazón.
Treinta y seis braseros han quemado mi cuerpo.
Y mi sangre sobre todos los calvarios ha enrojecido la nieve.
Y mi sangre en todos los nacientes ha enrojecido el horizonte.

Pero lo mismo estoy
contento con llevar el Mundo,
contento con mis brazos cortos,
con mis brazos largos
con el espesor de mis labios.

Te agradezco, Señor, que me hayas creado Negro,
blanco es un color de circunstancias,
el negro, el color de todos los días,
y yo llevo el Mundo desde el alba de los tiempos.
Y mi risa sobre el Mundo, en la noche, crea el Día.

Te agradezco, Señor, que me hayas creado Negro.

de Bernard Dadie,
en Voces del sur - Aproximación a la poesía africana (Equipo Fénix comp.), Biblioteca Virtual Omegalfa, S/F.

miércoles, 22 de agosto de 2018

Abraham Lincoln...

Abraham Lincoln reunió
mi ser bastardo y disperso
y desde entonces arrojé mis muletas
para estirar las piernas
arrojé la venda de mis ojos
para ver la faz del Mundo
mi corazón se reabrió
para amar la tierra entera.
Pero hace tanto tiempo
que mi alma, en el centro de las estrellas
ha dejado en la tierra
su viejo sueño de Paz
y por el eco de nuestros huéspedes
del reino de Adán
la paz en la tierra
sigue siendo un sueño
la esclavitud abolida
el hombre inventó
otra esclavitud
la del dinero, las armas y el poder
y su corazón que Dios riega
para amar a todos los hombres
bate a golpes de fusil
de bombas y misiles.

de Babakar Sall,
en Voces del sur - Aproximación a la poesía africana (Equipo Fénix comp.), Biblioteca Virtual Omegalfa, S/F.

viernes, 10 de agosto de 2018

Paternóster

Paternóster

Estoy parada sobre una roca enorme en Paternoster
el mar golpea franjas de espuma verde clara
en el aire
valiente
miro fijamente cada puñetera ola
en las tripas al romper
la roca tiembla bajo las plantas de mis pies
los músculos de mis muslos se abultan
mi pelvis abandona su resignada adquirida inclinación
qué diablos! yo soy roca soy piedra soy duna
mis tetas hacen un claro silbido de tetera de cobre
mis manos agarran Moordbaai y Bekbaai
mis brazos se lanzan extáticos más allá de mi cabeza
yo soy
yo soy
dios me oye
una jodida mujer libre

de Antjie Krog,
en Voces del sur - Aproximación a la poesía africana (Equipo Fénix comp.), Biblioteca Virtual Omegalfa, S/F.
Traducción de Nicolás Suescún

miércoles, 18 de julio de 2018

Documentos TV. Bangkok

Documentos TV. Bangkok

No se despierta nadie en medio de la noche
aterrado por cosas de cerca y a lo lejos;
asuntos del insomnio que sabe y que no sabe
porque sobre ellos ha volcado toneladas de sueño.
Y sin embargo pasan las cosas mientras duerme.

En los días lectivos y en las fiestas
se enumeran los modos, se vocean
los colores primarios de la técnica mixta
que ofertan en racimo proxenetas sensibles:
travestidos y jóvenes de múltiples tarifas;
prostitutas novicias, antes niñas de aldea,
con sus vulvas anémicas y dulces,
con el pecho liviano sin vaivén,
con sus vaginas féretro futuro
y etiqueta de inmunodeficientes.
En los días lectivos, en las aulas nocturnas
de la impaciencia y un poco de daño
se suceden los crímenes, es verdad.

Y nadie se despierta hemorrágico,
asmático de llanto, desbocado de llanto,
desangrado de lágrimas y orines,
descompuesto en bacterias, defecándose,
cableado de picanas, vomitando la cena.
Es así. Nadie. Nunca. Investiguen el cuarto:
la colectiva sábana amanece muy limpia.

de Isabel Pérez Montalbán,
en Once poetas críticos en la poesía española reciente (Enrique Falcón, coord.), Baile del sol, 2007.

martes, 12 de junio de 2018

Los hombres del saco

Los hombres del saco

a ciertos niños,
como a nuestras madres rojas,
antes de vendernos,
nos cortan el pelo al rape,
como si tuviéramos liendres.

a ciertos niños,
como a los americanos nativos,
antes de vendernos,
nos cortan el pelo al cero,
como si tuviéramos piojos,
y          se nos prohíbe, además, hablar
en la lengua de nuestros antepasados.

a ciertos niños,
como también a los caballos,
antes de vendernos,
nos miran la dentadura
y          nos cuentan los dientes,

y         muchas mentiras también.

de David González,
en Once poetas críticos en la poesía española reciente (Enrique Falcón, coord.), Baile del sol, 2007.

miércoles, 7 de febrero de 2018

La memoria (canción)

La memoria (canción)

Los viejos amores que no están
La ilusión de los que perdieron
Todas las promesas que se van
Y los que en cualquier guerra se cayeron

Todo está guardado en la memoria
Sueño de la vida y de la historia

El engaño y la complicidad
De los genocidas que están sueltos
El indulto y el Punto Final
A las bestias de aquel infierno

Todo está guardado en la memoria
Sueño de la vida y de la historia
La memoria despierta para herir
A los pueblos dormidos
Que no la dejan vivir
Libre como el viento

Los desaparecidos que se buscan
Con el color de sus nacimientos
El hambre y la abundancia que se juntan
El maltrato con su mal recuerdo

Todo está clavado en la memoria
Espina de la vida y de la historia

Dos mil comerían por un año
Con lo que cuesta un minuto militar
¿Cuántos dejarían de ser esclavos
Por el precio de una bomba al mar?

Todo está clavado en la memoria
Espina de la vida y de la historia
La memoria pincha hasta sangrar
A los pueblos que la amarran
Y no la dejan andar
Libre como el viento

Todos los muertos de la AMIA
Y los de la Embajada de Israel
El poder secreto de las armas
La justicia que mira y no ve

Todo está escondido en la memoria
Refugio de la vida y de la historia

Fue cuando se callaron las iglesias
Fue cuando el fútbol se lo comió todo
Que los padres palotinos y Angelelli
Dejaron su sangre en el lodo

Todo está escondido en la memoria
Refugio de la vida y de la historia
La memoria estalla hasta vencer
A los pueblos que la aplastan
Y no la dejan ser
Libre como el viento

La bala a Chico Mendes en Brasil
150 mil guatemaltecos
Los mineros que enfrentan al fusil
Represión estudiantil en México

Todo está cargado en la memoria
Arma de la vida y de la historia

América con almas destruidas
Los chicos que mata el escuadrón
Suplicio de Mugica por las villas
Dignidad de Rodolfo Walsh

Todo está cargado en la memoria
Arma de la vida y de la historia
La memoria apunta hasta matar
A los pueblos que la callan
Y no la dejan volar
Libre como el viento

de León Gieco,
en Bandidos rurales, EMI, 2001.

miércoles, 31 de enero de 2018

Antropología I

Antropología I

Si tod@s
Deambulásemos
Con camisetas
Con nuestros nombres,
Mejor sería
Nuestra sociedad.

Ya ha demostrado
La antropología
Cuán difícil es comerse
Lo que se puede nombrar.

Por Félix Sánchez Durán.

martes, 2 de enero de 2018

Deslenguados

Deslenguados*

Intentar no seguir hablando el lenguaje
del poder aun a costa de que se nos desgarre
la boca en el empeño
Jorge Riechmann

La leyenda la recogió la tradición
La tradición la oyó el conquistador
Y de ahí bajó al papel
En la lengua de los francos

Gadifer de Lasalle
Pretendiente al trono o dominio de las recién vistas
Islas Canarias
Cuenta de su estancia en la isla Gomera:

Y el país está habitado por mucho pueblo
Que habla el lenguaje más extraño de todos
Los países de estas partes

Hablan con los bezos
Como si no tuviesen lengua

Y aquí cuentan
Que un gran príncipe
Por algún crimen
Los hizo poner allí y les mandó
Cortar la lengua;

Y según la manera de hablar parece creíble.

Más tarde otra fuente recoge

Sobre el origen
De esta población
Algunos piensan
Que los romanos que moraban
En África
La habían desterrado allí tanto
a los hombres
Como a las mujeres
Después de cortarles la lengua
Por haber insultado a los dioses
De Roma

De ahí la lengua silbada
Que aún usan los gomeros
Lengua de lenguas cortadas
Por ofender un poder
que sólo admite su lenguaje propietario

Lengua de deslenguados
Construyeron un idioma de aire
Surgido de las manos y los besos
Que sube las crestas de los barrancos
Y extiende sus ecos sobre el mar
Resistiendo conquistas
Diásporas

Persecuciones

Construir una lengua líquida
Que unifique y libere
Y se haga ascua sobre el territorio
Casa común de la gente del común
Un idioma de pájaros
Es sueño de poetas
Y trabajo de poetas
Que quieran trabajar

Desde la extrañeza y el dolor del deslenguado

de Daniel Bellón,
en Once poetas críticos en la poesía española reciente (Enrique Falcón, coord.), Baile del sol, 2007.


* Una de las leyendas o historias canarias más llena de sentidos es la de los deslenguados, vinculada al aún vivo silbo gomero. Las citas en cursiva pertenecen a Le Canarien. Crónica normanda de la conquista de Canarias (126-128) y a Descripción de las Islas Afortunadas de Thomas Nichols (Ed. de Alejandro Cioranescu para el Instituto de Estudios Canarios). La cita de Riechmann provocó, literalmente, el poema.

martes, 21 de noviembre de 2017

Habla el emigrante

Habla el emigrante

Yo también soy Nadie, hermano Ulises.
Cada día, o más bien, cada noche
un Cíclope me interroga, y yo contesto: soy Nadie.
Nadie por mi color, por ser portador de indocumentados sueños.

En una tarde amarilla de mi país
soñé una barca que surcaba el mar de los trigales.
Había tanto sol, tanto cielo,
que abandoné los muertos atados a mis pies
y pagué con lágrimas de mis hijos el precio de una estatua de sal.

Llegué a esta isla, Ulises,
mis brazos son más vigorosos que los del náufrago
que partió el océano para hacerse un lugar en la muerte,
pero no soy Nadie y me moja más la lluvia que a las catedrales
y el Cíclope vigila
el pan luminoso que llevo a mi mesa,
mientras me habla de leyes y fronteras.

de José Antonio Funes,
 en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.

martes, 28 de febrero de 2017

Pastor

Pastor

Es tan cruel el pastor
Que de vez en cuando,
De noche,
Deja abierto el corral
Y se ríe de sus ovejas
Y su miedo a escapar.

Eso sí,
A las valientes corredoras
Los perros a la mañana
Manda a cazar.

Por Félix Sánchez Durán.

jueves, 16 de febrero de 2017

Palabra

Palabra

En medio de mí
de mí mismo
a mí mismo
fuera de toda constelación
solamente estrujada en mis manos
la rara contracción de un último espasmo delirante
vibra palabra
mi oportunidad estaría fuera del laberinto
vibra más largo y más ancho
en ondas cada vez más ceñidas
en cordón de que asirme
en soga con que colgarme
y que se me claven todas las flechas
y su curare más amargo
en el hermoso poste medianero de muy frescas estrellas
vibra
vibra esencia misma de la sombra
en la garganta de puro morir
es la palabra negro
surgida del aullido enteramente en armas
de una flor venenosa
la palabra negro
toda asquerosa de parásitos
la palabra negro
toda llena de acechantes bandidos
de madres que gritan
de niños que lloran
la palabra negro
un chirrido de carnes que arden
acre y de cuerno
la palabra negro
como el sol que sangra por la garra
sobre la acera de las nubes
la palabra negro
como una última risa parto de vaca de la inocencia
entre los colmillos del tigre
y como la palabra sol un tableteo de balas
y como la palabra noche un tafetán que rasgan
la palabra negro
densa saben ustedes
del trueno de un verano
que se arrogan
libertades incrédulas

De Aimé Césaire,
en Entre los poetas míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.69, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.

sábado, 4 de febrero de 2017

Mirad, yo no soy más que un hombre

Mirad, yo no soy más que un hombre

Mirad yo no soy más que un hombre, ninguna
degradación,
ningún salivazo lo conturba,
yo no soy más que un hombre que acepta ya sin cólera
(en el corazón sólo tiene amor inmenso, y que arde)

Acepto. .. acepto... completamente, sin reserva ...
a mi raza que ninguna ablución de hisopo y de lirio mezclados
podría purificar
mi raza roída de máculas
mi raza uva madura para pies ebrios
mi reina de los salivazos y de las lepras
mi reina de los látigos y de las escrófulas
mi reina de las escamas y de las cloasmas
(¡oh esas reinas que yo amaba antaño en los jardines
primaverales y lejanos con un fondo iluminado por
todas las bujías de los castaños!)

Acepto. Acepto.
y el negro fustigado que dice: "Perdón mi amo."
y los veintinueve golpes de látigo legal
y el calabozo de cuatro pies de altura
y la argolla
y la corva cortada a mi audacia cimarrona
y la flor de lis que fluye del hierro candente
sobre lo carnoso de mi hombro
y la perrera del señor VAULTIER MAYENCOURT
donde yo ladré durante seis meses como un perro
de aguas
y el señor BRAFIN
y el señor FOURNIOL
y el señor de la MAHAUDlERE

y el pián
el moloso
el suicida
la promiscuidad
el borceguí
el cepo
el potro
el cipo
el frontal

¡Mirad! ¿Soy bastante humilde? ¿Tengo bastantes callosidades en
las rodillas y músculos en los lomos?
Arrastrarme en los lodos. Apuntalarse en lo grueso del lodo.
Cargar.
Sol de lodo. Horizonte de lodo. Cielo de lodo.
Muertos de lodo, ¡oh nombres para calentar en la palma de la mano con un hálito febril!

De Aimé Césaire,
en Entre los poetas míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.69, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.

martes, 22 de noviembre de 2016

De cementerios

De cementerios

Me contaron
De un cementerio
Abandonado
En el que las tumbas
Están abiertas
Y se puede leer el nombre
Y se puede ver la foto
De las personas muertas
Un cementerio que se adentra
En la selva
Y se pierde
En la maleza

Dicen del cementerio
Que al llegar al último panteón
Se encuentran las puertas
Del mismísimo infierno

Santa Ana, Misiones,
El cementerio.

Leí
Por ahí
Que en Asia
Se cuelgan ataúdes
De las laderas de las montañas,
Que en Inglaterra
Hay un cementerio
De mujeres “solteras”,
De personas marginadas,
Y que en México encontraron
Un cementerio de cráneos
Deformados, alargados.

En Irak,
El más poblado.

Sin embargo,
El más moderno, el más vasto
Y más famoso de todos los cementerios,
Cementerio sin cruces,
Sin nombres ni letreros,
Es, hoy por hoy, sin duda,
El Mediterráneo.

(De Haití
Nadie ha escuchado)

Por Félix Sánchez Durán.

sábado, 13 de agosto de 2016

En boca del último Inca

En boca del último Inca

Ya de los blancos el cañón huyendo,
hoy a la falda del Pichincha vine,
como el sol vago, como el sol ardiente, como el sol libre.

¡Padre Sol, oye! Por el polvo yace
de Manco el trono; profanadas gimen
tus santas aras; yo te ensalzo solo, ¡solo, mas libre!

¡Padre Sol, oye! Sobre mí la marca
de los esclavos señalar no quise
a las naciones; a matarme vengo, ¡a morir libre!

Hoy podrás verme desde el mar lejano,
cuando comiences en ocaso a hundirte,
sobre la cima del volcán tus himnos cantando libre.

Mañana sólo, cuando ya de nuevo
por el Oriente tu corona brille,
tu primer rayo dorará mi tumba, ¡mi tumba libre!

Sobre ella el cóndor bajará del cielo;
sobre ella el cóndor, que en las cumbres vive,
pondrá sus huevos y armará su nido ignoto y libre.

de José Eusebio Caro,
en Antología de la Literatura Hispanoamericana del Siglo XIX (Moreno Rodríguez, Ramón), Universidad Autónoma Metropolitana, 2010.

jueves, 11 de agosto de 2016

En días de esclavitud

En días de esclavitud

¡Señor! ¡Señor! El pájaro perdido
puede hallar en los bosques el sustento,
en cualquier árbol fabricar su nido
y a cualquier hora atravesar el viento.

Y el hombre, el dueño que a la tierra envías
armado para entrar en la contienda,
no sabe al despertar todos los días
en qué desierto plantará su tienda.

Dejas que el blanco cisne en la laguna
los dulces besos del terral aguarde,
jugando con el brillo de la luna
nadando entre el reflejo de la tarde.

Y a mí, Señor, a mí no se me alcanza,
en medio de la mar embravecida,
jugar con la ilusión y la esperanza
en esta triste noche de la vida…

Esparce su perfume la azucena
sin lastimar su cáliz delicado,
y si yo llego a descubrir mi pena,
me queda el corazón despedazado...

La estrella de mi siglo se ha eclipsado,
y en medio del dolor y el desconsuelo,
el lirio de la fe se ha marchitado:
ya no hay escala que conduzca al cielo.

Van los pueblos a orar al templo santo
y llevan una lámpara mezquina,
y el Cristo allí, sobre la cruz,
en tanto abre los brazos y la frente inclina...

Tengo el alma, ¡Señor!, adolorida
por unas penas que no tienen nombres;
y no me culpes, no, porque te pida
otra patria, otro siglo y otros hombres.

Que aquella edad con que soñé no asoma,
con mi país de promisión no acierto,
mis tiempos son los de la antigua Roma
y mis hermanos con la Grecia han muerto.

de Juan Clemente Zenea,
en Antología de la Literatura Hispanoamericana del Siglo XIX (Moreno Rodríguez, Ramón), Universidad Autónoma Metropolitana, 2010.