A la tristeza de Buenos Aires
Tristes calles derechas, agrisadas e iguales
por donde asoma, a veces, un pedazo de cielo,
sus fachadas oscuras y el asfalto del suelo
me apagaron los tibios sueños primaverales.
Cuánto vagué por ellas, distraída, empapada
en el vaho ggrisáseo, lento, que las decora.
De su monotonía mi alma padece ahora.
--¡Alfonsina! -- No llames, ya no respondo a nada.
Si en una de tus casas, Buenos Aires, me muero
viendo en días de otoño tu cielo prisionero,
no me será sorpresa la lápida pesada.
Que entre tus calles rectas, untadas de su rió
apagado, brumoso, desolante y sombrío,
cuando vagué por ellas, y estaba yo enterrada.
De Alfonsina Storni,
en Ocre, Babel, 1925.