Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

miércoles, 25 de junio de 2014

Loa de la duda

Loa de la duda

¡Loada sea la duda! Os aconsejo que saludéis
serenamente y con respeto
a aquel que pesa vuestra palabra como una moneda falsa.
Quisiera que fueseis avisados y no dierais
vuestra palabra demasiado confiadamente.

Leed la historia. Ved
a ejércitos invencibles en fuga enloquecida.
Por todas partes
se derrumban fortalezas indestructibles,
y de aquella Armada innumerable al zarpar
podían contarse
las naves que volvieron.

Así fue como un hombre ascendió un día a la cima inaccesible,
y un barco logró llegar
al confín del mar infinito.
¡Oh hermoso gesto de sacudir la cabeza
ante la indiscutible verdad!
¡Oh valeroso médico que cura
al enfermo ya desahuciado!

Pero la más hermosa de todas las dudas
es cuando los débiles y desalentados levantan su cabeza
y dejan de creer
en la fuerza de sus opresores.

¡Cuánto esfuerzo hasta alcanzar el principio!
¡Cuántas víctimas costó!
¡Qué difícil fue ver
que aquello era así y no de otra forma!
Suspirando de alivio, un hombre lo escribió un día en el libro del saber.

Quizá siga escrito en él mucho tiempo y generación tras generación
de él se alimenten juzgándolo eterna verdad.
Quizá los sabios desprecien a quien no lo conozca.
Pero puede ocurrir que surja una sospecha, que nuevas experiencias
hagan conmoverse al principio. Que la duda se despierte.

Y que, otro día, un hombre, gravemente,
tache el principio del libro del saber.
Instruido
por impacientes maestros, el pobre oye
que es éste el mejor de los mundos, y que la gotera
del techo de su cuarto fue prevista por Dios en persona.
Verdaderamente, le es difícil
dudar de este mundo.
Bañado en sudor, se curva el hombre construyendo la casa en que no ha de vivir.

Pero también suda a mares el hombre que construye su propia casa.
Son los irreflexivos los que nunca dudan.
Su digestión es espléndida, su juicio infalible.
No creen en los hechos, sólo creen en sí mismos. Si llega el caso,
son los hechos los que tienen que creer en ellos. Tienen
ilimitada paciencia consigo mismos. Los argumentos
los escuchan con oídos de espía.

Frente a los irreflexivos, que nunca dudan,
están los reflexivos, que nunca actúan.
No dudan para llegar a la decisión, sino
para eludir la decisión. Las cabezas
sólo las utilizan para sacudirlas. Con aire grave
advierten contra el agua a los pasajeros de naves hundiéndose.

Bajo el hacha del asesino,
se preguntan si acaso el asesino no es un hombre también.
Tras observar, refunfuñando,
que el asunto no está del todo claro, se van a la cama.
Su actividad consiste en vacilar.
Su frase favorita es: «No está listo para sentencia.»
Por eso, si alabáis la duda,
no alabéis, naturalmente,
la duda que es desesperación.

¿De qué le sirve poder dudar
a quien no puede decidirse?
Puede actuar equivocadamente
quien se contente con razones demasiado escasas,
pero quedará inactivo ante el peligro
quien necesite demasiadas.
Tú, que eres un dirigente, no olvides
que lo eres porque has dudado de los dirigentes.
Permite, por lo tanto, a los dirigidos
dudar.

De Bertolt Brecht,
en Poemas y canciones, Alianza Editorial, 1997.

Refugio nocturno

Refugio nocturno

Me han contado que en Nueva York,
en la esquina de la calle veintiséis con Broadway,
en los meses de invierno, hay un hombre todas las noches
que, rogando a los transeúntes,
procura un refugio a los desamparados que allí se reúnen.

Al mundo así no se le cambia,
las relaciones entre los hombres no se hacen mejores.
No es ésta la forma de hacer más corta la era de la explotación.
Pero algunos hombres tienen cama por una noche,
durante toda una noche están resguardados del viento
y la nieve a ellos destinada cae en la calle.

Algunos hombres tienen cama por una noche,
durante toda una noche están resguardados del viento
y la nieve a ellos destinada cae en la calle.
Pero al mundo así no se le cambia,
las relaciones entre los hombres no se hacen mejores.
No es ésta la forma de hacer más corta la era de la explotación.
(1931)

De Bertolt Brecht,
en Poemas y canciones, Alianza Editorial, 1997.

miércoles, 18 de junio de 2014

Con todas las palabras guerrero-sílex

Con todas las palabras guerrero-sílex

se organiza el desorden valuador de colinas
bajo la vigilancia de árboles con tacones altos
implacables para cualquier hocico privado del rigor de los búfalos
eso
el eso deglute, rumia, digiere
conozco la mierda (y su cuadratura)
pero mierda
que celosa de las alas alimente al carroñero
pico
el engorde sin escrúpulos
de tanto corazón como nos falta
falso el sueño tan perentorio la ronda
por ese lado al menos se exuda
todo el sol almacenado al revés
del desastre
pues
ojo intacto de la tempestad
aurora
ozono
zona orógena
por algunas de las palabras que asedian un entorpecimiento
y la acogida y el despertar de cada uno de nuestros males
te enuncio
FANON
tú suprimes el hierro
suprimes los barrotes de las prisiones
suprimes la mirada de los verdugos
guerrero-sílex
vomitado
por la boca de la serpiente de los manglares.

De Aimé Césaire,
en Entre los poetas míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.69, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.

domingo, 8 de junio de 2014

Carbón para Mike

Carbón para Mike

Me han contado que en Ohio,
a comienzos del siglo,
vivía en Bidwell una mujer,
Mary McCoy, viuda de un guardavía
llamado Mike McCoy, en plena miseria.

Pero cada noche, desde los trenes ensordecedores de la
Wheeling Railroad,
los guardafrenos arrojaban un trozo de carbón
por encima de la tapia del huerto de patatas
gritando al pasar con voz ronca:
«¡Para Mike!»

Y cada noche, cuando el trozo de carbón para Mike
golpeaba en la pared posterior de la chabola,
la vieja se levantaba, se ponía,
soñolienta, la falda, y guardaba el trozo de carbón,
regalo de los guardafrenos a Mike, muerto
pero no olvidado.

Se levantaba tan temprano y ocultaba
sus regalos a los ojos de la gente,
para que los guardafrenos no tuvieran dificultades
con la Wheeling Railroad.

Este poema está dedicado a los compañeros
del guardafrenos McCoy
(muerto por tener los pulmones demasiado débiles
en los trenes carboneros de Ohio)
en señal de solidaridad.

De Bertolt Brecht,
en Poemas y canciones, Alianza Editorial, 1997.

jueves, 29 de mayo de 2014

Reparto de tareas

Reparto de tareas

Las revoluciones dan vueltas, pactan, hacen declaraciones:
una revista nueva aparece, viejos nombres en su cabecera,
una revista antigua abrillanta su obra
con deconstrucciones de la prosa de Malcolm X
Las mujeres en las filas traseras de la política
todavía lamen hilo para pasarlo por el ojo
de la aguja, truecan huesos por plástico, rajan vainas
para venderlas como collares en los cruceros
hacen inmaculados vestidos de Primera Comunión
con planchas y vacilante agua caliente
todavía ajustan los microscópicos hilos dorados
en los chips de silicio
todavía dan clase, vigilan a los niños
desaparecidos en las callejuelas de fuego cruzado, los barrancos
de repentinas inundaciones
los repentinos incendios de queroseno
-mujeres cuyo trabajo reconstruye el mundo
todas y cada una de la mañanas
He visto a una mujer sentada
entre la estufa y las estrellas
sus dedos chamuscados de apagar las velas
de la pura teoría Índice y pulgar: los dos quemados:
he sentido esa cera sagrada levantarme ampollas en la mano

De Adrienne Rich,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.10, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Paquetes de comida: 1947

Paquetes de comida: 1947

Leche en polvo, barras de chocolate, frutas en conserva, té,
salami, aspirina:
Cuatro paquetes al mes para su viejo profesor en Heidelberg
y su esposa judía:
Europa está intentando revivir una vida intelectual
y la viuda del gran sociólogo necesita harina.

Europa está intentando revivir
con los judíos en alguna otra parte

La joven ex filósofa intenta alimentar a sus maestros
desde la remota New York, con pedidos de mantequilla desde
Dinamarca,
enviando despachos hacia la niebla
del espíritu europeo:
Ya no soy alemán. Soy judío y el idioma alemán
fue una vez mi hogar.

De Adrienne Rich,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.10, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

jueves, 22 de mayo de 2014

En aquellos años

En aquellos años

En aquellos años, dirán las gentes, perdimos el rastro
del significado de nosotros, de ustedes
hasta encontrarnos
reducidos a yo
y todo ese asunto se tornó
estúpido, irónico, terrible:
intentábamos vivir una vida personal
y, cierto, aquella fue la única vida
de la que podíamos dar testimonio

Pero los grandes pájaros oscuros de la historia gritaron
y se sumergieron
en nuestro clima personal
Fueron decapitados en alguna otra parte pero sus picos y alas
se movieron
a lo largo de la costa, a través de los jirones de niebla
donde permanecíamos, diciendo yo.

De Adrienne Rich,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.10, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

domingo, 18 de mayo de 2014

Yo no me siento de ningún país

Yo no me siento de ningún país

Yo no me siento de ningún país
dice ella
No tengo raíces en ninguna parte
Tal vez allá
cuando yo me ponía a golpear
las rejas de la separación
sentía que tenía una patria
dentro de tus manos
condenadas a la ausencia
Y ahora
viviré en cualquier parte
donde esta patria
no se apague con tus manos

De Abdellatif Laâbi,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.29, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

Madre

Madre

Madre,
mi magnífica
mi imprudente

Tú que te preparas para traerme al mundo
por favor
no me pongas nombre
porque los asesinos están al acecho

Madre
Haz que mi piel
sea de un color neutro
Los asesinos están al acecho

Madre no hables ante mí
Me arriesgo a aprender tu lengua
y los asesinos están al acecho

Madre
escóndete cuando reces
déjame fuera de tu fe
los asesinos están al acecho

Madre
eres libre de ser pobre
pero no me lances a la calle
los asesinos están al acecho

Ah madre
si pudieras abstenerte
esperar días mejores
para traerme al mundo

quién sabe

Mi primer grito
haría mi alegría y la tuya
Yo saltaría entonces a la luz
como una ofrenda de la vida a la vida


A la memoria de Brahim Bourram, joven marroquí que se ahogó en el Sena, en París, el 1 de mayo de 1995, tras haber sido arrojado al agua por una banda de cabezas rapadas que acababan de separarse de una manifestación del Frente Nacional (partido político de extrema derecha).

De Abdellatif Laâbi,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.29, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

Los invitados

Los invitados

Mi mesa está servida pero los invitados se han retrasado.

¿Olvidaron mi invitación, perdieron la dirección mientras venían? ¿Qué mal pudo ocurrirles?

Espero desde hace horas, “con la oreja pegada a la puerta”. Tampoco sé cuántos serán, si usarán ropa de invierno o de verano, en qué lengua me saludarán al entrar.

Mi mesa está servida. Esperaré el tiempo que haga y el que no haga falta. Y si fuera víctima de una ilusión, insistiría. Inventaría amistades extrañas, de caras francas y fáciles de leer como libros para niños, con voces de acentos deliciosos y bocas pequeñas que compartirían hasta un grano de cuscús.

Mi mesa está servida. La preparé con todos mis conocimientos, con amor. La música me ayuda a soportar la espera. Conmueve mis guisados, hace brillar mis aceitunas, libera los perfumes de mis especias.

Por fin, oigo ruido de pisadas. Me levanto para abrir. Pero la puerta vuela en pedazos. ¿Están allí mis invitados? Irrumpen unos hombres sin rostro, arma en mano. No me tienen consideraciones.

Le disparan a la mesa hasta reducirla a polvo y se retiran sin decir palabra. La música termina.


Después de todo, no me queda más que recoger y preparar una nueva comida.

De Abdellatif Laâbi,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.29, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.