Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

sábado, 9 de diciembre de 2017

Continuación de los territorios ocupados

Continuación de los territorios ocupados

[ Escrito antes de la muerte de Y. A. ]

“Es exactamente lo que según Bush necesitan los
palestinos: una economía de mercado modelada
según EEUU con compañías como Enron, Arthur
Andersen, Adelphia, Global Crossing, Dynergy, Tyco,
Qwest, Imclone, WorldCom, Xerox, y Martha Stewart
Living Omnimedia.”

Tom Turnipseed (“Crime in the Suites”)

Con los deditos manchados ha dicho el presidente
que su apoyo a un estado libre en la zona
depende de la salida de arafat, primero,
y de que el pueblo palestino acepte por fin
la economía global de mercado.

Lo que viene a confirmar
todo lo contrario que el once de septiembre:

bombardear con capitalismo
las ruinas de una guerra.

de Enrique Falcón,
en Taberna roja y otros poemas, Baile del sol, 2008.

Animal cansado

Animal cansado 

Quiero un amor feroz de garra y diente
Que me asalte a traición en pleno día,
Y que sofoque esta soberbia mía,
Este orgullo de ser todo pudiente.

Quiero un amor feroz de garra y diente
Que en carne viva inicie mi sangría,
A ver si acaba esta melancolía
Que me corrompe el alma lentamente.

Quiero un amor que sea una tormenta,
Que todo rompe y lo remueve todo
Porque vigor profundo la alimenta.

Que pueda reanimarse allí mi lodo,
mi pobre lodo de animal cansado,
Por viejas sendas, de rodar, hastiado.

de Alfonsina Storni,
en Las mejores poesías (líricas) de los mejores poetas XLIII, Editorial Cervantes, 1920.

jueves, 7 de diciembre de 2017

Proceso judicial

Proceso judicial

El lobo
Acusa al perro
Que cuida el gallinero…
¡Y los granjeros
Escuchan atentos!

Por Félix Sánchez Durán.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Aprendizaje (canción)

Aprendizaje (canción)

Aprendí a ser formal y cortés
cortándome el pelo una vez por mes,
y si me aplazó la formalidad
es que nunca me gustó la sociedad.

Viento del sur o lluvia de abril
quiero saber dónde debo ir,
no quiero estar sin poder crecer
aprendiendo las lecciones para ser.

Y tuve muchos maestros de que aprender,
sólo conocían su ciencia y el deber.
Nadie se animó a decir una verdad,
siempre el miedo fue tonto...

Y el tiempo traerá alguna mujer,
una casa pobre, años de aprender
como compartir un tiempo de paz,
nuestro hijo traerá todo lo demás.
Él tendrá nuevas respuestas para dar.

de Charly García (Sui Generis),
en Confesiones de Invierno, Sony Music/RCA, 1973.

domingo, 3 de diciembre de 2017

El descanso del guerrero

El descanso del guerrero

Los muertos están cada día más indóciles.

Antes era fácil con ellos:
les dábamos un cuello duro una flor
loábamos sus nombres en una larga lista:
que los recintos de la patria
que las sombras notables
que el mármol monstruoso.

El cadáver firmaba en pos de la memoria
iba de nuevo a filas
y marchaba al compás de nuestra vieja música.

Pero qué va
los muertos
son otros desde entonces.

Hoy se ponen irónicos
preguntan.

Me parece que caen en la cuenta
¡de ser cada vez más la mayoría!

De Roque Dalton,
en Taberna y otros lugares, Casa de las Américas, 1969.

jueves, 30 de noviembre de 2017

27 años

27 años

Es una cosa seria
tener veintisiete años
en realidad es una
de las cosas más serias
en derredor se mueren los amigos
de la infancia ahogada
y empieza a dudar uno
de su inmortalidad.

De Roque Dalton,
en Taberna y otros lugares, Casa de las Américas, 1969.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Abrazos

Abrazos
A Kiki

Las noches de fantasmas,
De viento en las cortinas,
De monstruos en el placard,
De terribles pesadillas,
Sos vos, hijo, quien me llama
Y me pide que me acueste
A su lado, en la cama,
Y lo abrace bien fuerte
Hasta conciliar el sueño.

Cuando amanece
Y se aclara el cielo,
Y se puede ver
Con mi patria
Lo que están haciendo,
Quien te llama
Y necesita un abrazo tuyo,
Es este, tu abatido viejo.

Por Félix Sánchez Durán.

viernes, 24 de noviembre de 2017

El león

El león

Entre barrotes negros, la dorada melena
Paseas lentamente, y te tiendes, por fin,
Descansando los tristes ojos sobre la arena
Que brilla en los angostos senderos del jardín.

Bajo el sol de la tarde te has quedado sereno,
Y ante tus ojos pasa, fresca y primaveral,
La niña de quince años con su esponjado seno: ¿Sueñas
echarle garras, oh goloso animal?

Miro tus grandes uñas, inútiles y corvas;
Se abren tus fauces, veo el inútil molar,
E inútiles como ellos van tus miradas torvas
A morir en el hombre que te viene a mirar.

El hombre que te mira tiene las manos finas,
Tiene los ojos fijos y claros como tú.
Se sonríe al mirarte. Tiene las manos finas
León, los ojos tiene como los tienes tú.

Un día, suavemente, con sus corteses modos
Hizo el hombre la jaula para encerrarte allí,
Y ahora te contempla, apoyado de codos,
Sobre el hierro prudente que lo aparta de ti.

No cede. Bien lo sabes. Diez veces en un día
Tu cuerpo contra el hierro carcelario se fue:
Diez veces contra el hierro fue inútil tu porfía.
Tus ojos, muy lejanos, hoy dicen: ¿para qué?

No obstante, cuando corta el silencio nocturno
El rugido salvaje de algún otro león,
Te crees en la selva, y el ojo, taciturno,
Se te vuelve en la sombra encendido carbón.

Entonces como otrora, se te afinan las uñas,
Y la garganta seca de una salvaje sed,
La piedra de tu celda vanamente rasguñas
Y tu zarpazo inútil retumba en la pared.

Los hijos que te nazcan, bestia caída y triste,
De la leona esclava que por hembra te dan,
Sufrirán en tu carne lo mismo que sufriste,
Pero garras y dientes más débiles tendrán.

¿Lo comprendes y ruges? ¿Cuándo escuálido un gato
Pasa junto a tu jaula huyendo de un mastín,
Y a las ramas se trepa, se te salta al olfato
Que así puede tu prole ser de mísera y ruin?

Alguna vez te he visto durmiendo tristeza,
La melena dorada sobre la piedra gris,
Abandonado el cuerpo con la enorme pereza
Que las siestas de fuego tienen en tu país.

Y sobre tu salvaje melena enmarañada,
Mi cuello, delicado, sintió la tentación
De abandonarse al tuyo, yo, como tú, cansada,
De otra jaula más vasta que la tuya, león.

Como tú contra aquélla mil veces he saltado,
Mil veces, impotente, volvime a acurrucar.
¡Cárcel de los sentidos que las cosas me han dado!
Ah, yo del universo no me puedo escapar.

Y entre los hombres vivo. De distinta manera
Somos esclavos; hazme en tu cuello un rincón.
¿Qué podrías echarme? ¿Un zarpazo de fiera?
Ellos, de una palabra, rompen el corazón.

de Alfonsina Storni,
en Las mejores poesías (líricas) de los mejores poetas XLIII, Editorial Cervantes, 1920.

martes, 21 de noviembre de 2017

Habla el emigrante

Habla el emigrante

Yo también soy Nadie, hermano Ulises.
Cada día, o más bien, cada noche
un Cíclope me interroga, y yo contesto: soy Nadie.
Nadie por mi color, por ser portador de indocumentados sueños.

En una tarde amarilla de mi país
soñé una barca que surcaba el mar de los trigales.
Había tanto sol, tanto cielo,
que abandoné los muertos atados a mis pies
y pagué con lágrimas de mis hijos el precio de una estatua de sal.

Llegué a esta isla, Ulises,
mis brazos son más vigorosos que los del náufrago
que partió el océano para hacerse un lugar en la muerte,
pero no soy Nadie y me moja más la lluvia que a las catedrales
y el Cíclope vigila
el pan luminoso que llevo a mi mesa,
mientras me habla de leyes y fronteras.

de José Antonio Funes,
 en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.

sábado, 18 de noviembre de 2017

Garabatos en el subte (VII)

Garabatos en el subte (VII)

Como un enfermo terminal
Veo que algo no funciona,
Que algo está mal.

El subte no sale,
Se llena de gente
Que va colmando los asientos,
Los pasillos,
Y comienza a resoplar
Su indignación.

Como un enfermo terminal
Entiendo que algo anda muy mal
Y nadie dice nada
por los parlantes...

Comprendo bien qué va a pasar:
Tendré que subir al cielo.

Por Félix Sánchez Durán.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Buscándome líos

Buscándome líos

La noche de mi primera reunión de célula llovía
mi manera de chorrear fue muy aplaudida por cuatro
o cinco personajes del dominio de Goya
todo el mundo ahí parecía levemente aburrido
tal vez de la persecución y hasta de la tortura diariamente soñada.

Fundadores de confederaciones y de huelgas
mostraban cierta ronquera y me dijeron que debía
escoger un seudónimo
que me iba a tocar pagar cinco pesos al mes
que quedábamos en que todos los miércoles
y que cómo iban mis estudios
y que por hoy íbamos a leer un folleto de Lenin
y que no será necesario decir a cada momento camarada.

Cuando salimos no llovía más
mi madre me riñó por llegar tarde a casa.

de Roque Dalton,
en A la revolución por la poesía, Ediciones de la Esc. Preparatoria N°8, 1983.

domingo, 12 de noviembre de 2017

Alta hora de la noche

Alta hora de la noche

Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre
porque se detendría la muerte y el reposo.

Tu voz que es la campana de los cinco sentidos,
sería el tenue faro buscado por mi niebla.

Cuando sepas que he muerto dí sílabas extrañas.
Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta.
No dejes que tus labios hallen mis once letras.
Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio.

No pronuncies mi nombre cuando sepas que he muerto,
desde la oscura tierra vendría por tu voz.

No pronuncies mi nombre, no pronuncies mi nombre.
Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre.

de Roque Dalton,
en A la revolución por la poesía, Ediciones de la Esc. Preparatoria N°8, 1983.

jueves, 9 de noviembre de 2017

El gran despecho

El gran despecho

País mío no existes
sólo eres una mala silueta mía
una palabra que le creí al enemigo

Antes creía que solamente eras muy chico
que no alcanzabas a tener de una vez
Norte y Sur
pero ahora sé que no existes
y que además parece que nadie te necesita
no se oye hablar a ninguna madre de ti

Ello me alegra
porque prueba que me inventé un país
aunque me deba entonces a los manicomios

Soy pues un diosecillo a tu costa

(Quiero decir: por expatriado yo
tú eres ex patria)

de Roque Dalton,
en A la revolución por la poesía, Ediciones de la Esc. Preparatoria N°8, 1983.

lunes, 6 de noviembre de 2017

Estudio con algo de tedio

Estudio con algo de tedio

Tengo quince años y lloro por las noches.
Yo sé que ello no es en manera alguna peculiar
y que antes bien hay cosas en el mundo
más apropiadas para decíroslas cantando.
Sin embargo hoy he bebido vino por primera vez
y me he quedado desnudo en mis habitaciones para sorber la tarde
hecha minúsculos pedazos
por el reloj.

Pensar a solas duele. No hay nadie a quien golpear. No hay nadie
a quien dejar piadosamente perdonado.
Está uno y su cara. Uno y la cara
de santón farsante.
Surge la cicatriz que nadie ha visto nunca,
el gesto que escondemos todo el día,
el perfil insepulto que nos hará llorar y hundirnos
el día en que lo sepan todas las buenas gentes
y nos retiren el amor y el saludo hasta los pájaros.

Tengo quince años de cansarme
y lloro por las noches para fingir que vivo.
En ocasiones, cansado de las lágrimas,
hasta sueño que vivo.

Puede ser que vosotros no entendáis lo que son estas cosas.
Os habla, más que yo, mi primer vino
mientras la piel que sufro bebe sombra...

de Roque Dalton,
en A la revolución por la poesía, Ediciones de la Esc. Preparatoria N°8, 1983.

viernes, 3 de noviembre de 2017

Sonetos de Fuerteventura - XII

XII

Un siglo ya que al turbulento Riego
hizo ahorcar el abyecto rey Fernando,
el vil tirano de cobarde mando,
siglo en que España no ha hallado sosiego.

Vuelve el digno biznieto al mismo juego,
y nos quiere colar de contrabando
la monarquía neta al par que dando
a su tronchado cetro sangre en riego.

Mas ni aun así ese basto ha de dar flores,
ni hoja, ni fruta, ni ha de darnos sombra,
porque se ha de quemar a los ardores

del sol de la justicia a que no asombra
nube de vil pedrisco, y los traidores
al pueblo han de servir al fin de alfombra.

13-V-1924.

de Miguel de Unamuno,
en Obras Completas - Poesía II, Afrodisio Aguado, 1958.