Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

miércoles, 5 de junio de 2019

Hipocresía (II)

Hipocresía (II)

"Los niños primero"
gritaron ante el hundimiento
inminente del barco
pero nadie hizo caso:
los niños murieron.

"Los niños primero"
gritaron en el incendio
pero nadie hizo caso
y murieron calcinados
todos los pequeños.

"Los niños primero"
gritaron ante la crisis económica
y todos escucharon:
fueron los que más sufrieron el hambre
y murieron en la calle.

Por Félix Sánchez Durán.

martes, 4 de junio de 2019

Adiós a un diente

Adiós a un diente

Igual que el alma al cuerpo atornillada,
tú fuiste inconmovible.
De tu hermana mayor
-flexible, acomodada-
¡tan diferente!
De la vida los dos
amarguras y dichas compartimos.
Y ahora, separados estamos para siempre,
mi inseparable diente.

de Ho Chi Minh,
en Diario de prisión, Instituto del libro (CUBA), 1970.

lunes, 3 de junio de 2019

Explicación

Explicación

Mi verso es mi consuelo.
Mi verso es mi aguardiente. Todo el mundo
tiene su aguardiente.
Para beber, copa de cristal, jarrito de latón,
hoja de taioba, poco importa: todo sirve.
Para loar a nuestro Dios como para aliviar el pecho,
quejarme del desprecio de la morocha,
cantar mi vida y trabajos,
escribo mi verso. Y mi verso agrada.

Mi verso me agrada siempre...
A veces tiene el aire sinvergüenza
de quien va a dar una voltereta,
pero no es para el público,
sino para mí mismo esa voltereta.

Yo bien me entiendo.
No soy alegre. Inclusive soy muy triste.
La culpa es de la sombra de los bananeros
de mi país, esta sombre muelle, perezosa.

Hay días en que ando por la calle de ojos bajos
para que nadie desconfíe, nadie perciba
que pasé toda la noche llorando.
Estoy en el cien viendo una película de Hoot Gobson.
De repente oigo la voz de una guitarra...
Salgo desanimado...
¡Ah, ser hijo de estanciero!
A la vera de San Francisco, del Paraíba o de
cualquier arroyo vagabundo,
hay siempre la misma sen-si-bi-li-dad.
Y uno viajando en la patria siente
siente añoranzas de la patria.

Aquella casa de nueve pisos de oficinas
es muy interesante.
La casa colonial de la estancia también lo era...
En el ascensor pienso en el campo
en el campo pienso en el ascensor.

Quien me hizo así fue mi gente y mi tierra
y me gusta haber nacido con esa tara.
Para mí, de todas las estupideces,
la mayor es suspirar por Europa.
Europa es una ciudad muy antigua
donde sólo hacen caso del dinero,
y tiene unas actrices de piernas adjetivas
que nos dan gato por liebre.
El francés, el italiano, el judío,
hablan una lengua de estropajos.
Aquí al menos uno sabe que todo es una misma canalla,
lee su diario, se mete con el gobierno,
se queja de la vida (la vida está tan cara)
y al final acierta.

Si mi verso no acertó, fue su oído el que ha fallado.

¿No le dije a usted que no soy sino poeta?

de Carlos Drummond de Andrade,
en Poesía armada, Agermanament, 1976.

domingo, 2 de junio de 2019

Hipocresía

Hipocresía

No hay nada más hipócrita
que meter en cana
a unos pibes con dos porros en el bolsillo
y nada en el estómago.

Por Félix Sánchez Durán.

sábado, 1 de junio de 2019

Breviario de herejías

Breviario de herejías

1.
A unos se les revela la Virgen;
a otros, el Demonio.
A mí se me reveló la Nada.
Soy el nuevo gurú del siglo XXI
y hablo en nombre de lo que no es.

2.
Creo en el tiempo infinito,
no en la eternidad;
en la inmortalidad del cuerpo,
no del alma;
en la resurrección de los muertos,
pero sólo en este mundo.

3.
Mi dios me recuerda
que soy inmortal;
el carro fúnebre del tiempo
que voy a morir.

4.
No pediré perdón,
no seré absuelto,
no levitaré tras la muerte,
no reencarnaré en mi cuerpo ni en otro,
no resucitaré en lugar alguno.

Simplemente me despediré de ustedes,
convencido de que no volveremos a encontrarnos.

De César Cantoni,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.112, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2018.

viernes, 31 de mayo de 2019

Enemigo común

Enemigo común

Para Carlos Rivas
y su manía de masticar el mundo

Una noche olvidas toda la poesía
o al menos quieres olvidarla

abandonas a Paz en el suelo
porque sabes que hay que abandonarlo
cuando el poema
no es capaz de sellarte tus oquedades

y también olvidas lo que será mañana
o cualquier otro día
o lo que no estuvo sucediendo ayer
y te dispones
casi como quien dispara a sangre fría
a bajar
a darte una vuelta en vacío por las calles

y sucede que bajas a la ciudad
y entras en uno de los bares limítrofes a solas
a bañarte de neón y de rameras
poco recuerdas que eres de los que escribe poemas
de los privilegiados
y distinguidos
un escogido a toda prueba
capaz de precisar el concepto divino de san Anselmo
y sus pruebas improbables

decides acercarte al tragamonedas
todavía a solas
a jugar el juego de que no te choquen los carritos
en la pista

pero te chocan
y la máquina patea tu error
y miras a ambos lados
y descubres que estás rodeado de gringos por todas partes
y te dices algo así como


“Estos gringos no hacen más que cruzar la acera
la cerca límite
a tomarse nuestras mujeres”

y te parece del todo bien el insulto boca adentro.

Echas otra moneda hasta el estómago mismo de la máquina
y recién presientes
que Rosaura te observa
pegada al bar
junto a un pálido ciudadano
de los Estados Unidos de América

ah la hermosamente caliente y enfermiza de Rosaura
antioqueña pura
de dos hijos tejanos
y mil y una noches de desamor

y de pronto te viene otra frase:


“Estos gringos cuando cruzan
ya no a nuestras mujeres se llevan
porque aquí o son colombianas o nicas
o ticas o salvadoreñas
o vienen importadas de otros mundos
al concreto y capital asunto de noche
y dólares”.

Es triste
pero aquí también hay algo de mi país

“a cuatro cuadras del Canal Zone y de la muerte”

esto es aquello de Panamá crosroads of de world
y tú sigues en tu máquina de carreras
dándote vueltas izquierdas
a la manivela
y al poema que sabes que no escribirás
hasta el Año Nuevo
cuando los bazares judíos de la Avenida Central
se pueblen de postalitas
santocloses
trenes
y vuelva a hablarse en un descompuesto inglés
de yes sir
do yo like it?
thanks
i’m glad to buy it

pero hay noches en que bajas olvidando la poesía
a tu país
y no hay un país ni una ciudad ni un bar
ni una mujer
ni un territorio
porque aquí se volvió todo tráfico hasta los sueños

y luego vuelves adolorido
regresas a leer a Paz ya sin Paz

y piensas seriamente:

cómo sería el cielo
y sus ministros y sus ángeles y sus arcángeles
y my God en persona
discutiendo sobre un Canal dominado por Satanás.

de Manuel Orestes Nieto,
en Poesía armada, Agermanament, 1976.

jueves, 30 de mayo de 2019

Recuerdan en los confines de la Historia... (3)

Recuerdan en los confines de la Historia
Que el último canario vivo fue enjaulado
Y que mucha gente pagó un dineral por escucharlo,
Pero que el canario se negó a cantar
Y se tuvieron que contentar
Con viejas grabaciones de audio.

Cuentan también que el último perro vivo
Mordió a su dueño
Y que la última yegua y el último caballo
Se negaron a procrear…
El humano había comenzado a montar humanos.
Pasó mucho tiempo atrás.

Por Félix Sánchez Durán.

miércoles, 29 de mayo de 2019

Los golpeadores

Los golpeadores

Un hombre sentado junto a la cama
de una mujer a quien golpeó,
cura sus heridas,
suavemente palpa los moretones.
La sangre forma un charco a su alrededor,
se oscurece.
Atónito, se da cuenta que ha comenzado
a quererla. Siente terror.
¿Por qué nunca había
visto, antes, lo que era?
¿Y si deja de respirar?

Tierra, ¿será que no podemos amarte
a menos que creamos que el fin se aproxima?
¿Que no creemos en tu vida
a menos que pensemos que agonizas?

De Denise Levertov,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.25, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

martes, 28 de mayo de 2019

Facilidades

Facilidades

A enemigo
que huye
puente
de lata

De Mario Benedetti,
en Viento del exilio, Editorial Sudamericana, 1981.

lunes, 27 de mayo de 2019

Safari

Safari
(para Ogaga Ifowodo)

Cuando leí mis poemas,
goteantes de fuego y alcantarillas,
me preguntaron, '¿no escribe
usted acerca de árboles y constelaciones?‘

Y yo dije, en esta tierra amamos con dolor
hasta las melenas parecen látigos.
No puedo fingir que la sangre en
mi boca es salsa de tomate.

Tu libro se aflige en mi mesa.
Las bromas en nuestro almuerzo se volvieron rancias
Qué sacrificio soportamos,
ladrillos sobre cabezas desgastadas.
Cargas que crecen abundantemente.

A través del polvo, busco tu aroma,
tu corazón de safari, esa curiosa dicha
que irriga tu poesía,
veo huesos vendidos en cuentas bancarias,
un depósito, a la espera de bárbaros.

Es por ello que el viento esparce tus palabras,
de avispas, de redes, de gemidos.

de Toyin Adewale Gabriel,
en Voces del sur - Aproximación a la poesía africana (Equipo Fénix comp.), Biblioteca Virtual Omegalfa, S/F.
Tradicción: Rafael Patiño Góez

domingo, 26 de mayo de 2019

Vivencias

Vivencias

Quienes han sobrevivido
A la hambruna,
Guardan siempre en sus alacenas
Latas de conserva;
Quienes se han perdido en el desierto,
Llevan botellas de agua todo el tiempo;
Aquellos que sufrieron el frío,
En sus armarios cuelgan muchos abrigos;
Quienes vivieron el posmodernismo
Han aprendido a abrazar las utopías;
Y quienes padecieron el neoliberalismo
Guardan de todo un poquito.

Por Félix Sánchez Durán.

sábado, 25 de mayo de 2019

Oyendo cantar a un gallo

Oyendo cantar a un gallo

Es cierto que no eres más que un gallo vulgar,
que con voz poderosa nos anuncias la aurora.
Pero tu canto al pueblo de su sueño lo arranca.
No, no es el tuyo, gallo, un oficio banal.

de Ho Chi Minh,
en Diario de prisión, Instituto del libro (CUBA), 1970.

viernes, 24 de mayo de 2019

Dibujos animados

Dibujos animados

II

Una mística flor, técnica y fría,
que el pomo de colores, semillero
de seres planos que el dibujo alienta,
si bien terrestre, de un trasmundo viene.

Hace millares de años que la garra
audaz del hombre, por desentrañarlo,
pintó paredes y mordió las piedras
hasta lograr un árbol que camina.

Mira el pequeño ser en blanco y negro
que te calca, tú eres otro calco
de un modelo mayor e indefinido:

Un alma tiene que es la tuya misma,
la pobre tuya misma persiguiendo
trenes de viento y puerto de papeles.

de Alfonsina Storni,
en Entre el largo desierto y la mar, Fondo Editorial Casa de las Américas, 1999.

Mar de pantalla

Mar de pantalla

I

Se viene el mar y vence las paredes
y en la pantalla suelta sus oleajes
y avanza hacia tu asiento y el milagro
de acero y luna toca tus sentidos;

Respiran sal tus fauces despertadas
y pelea tu cuerpo contra el viento,
y están casi tus plantas en el agua
y el goce de gritar ya ensaya voces.

Las máquinas lunares en el lienzo
giran cristales de ilusión tan vivos
que el salto das ahora a zambullirte:

Se escapa el mar que el celuloide arrolla
y en los dedos te queda, fulgurante,
una mística flor, técnica y fría.

de Alfonsina Storni,
en Entre el largo desierto y la mar, Fondo Editorial Casa de las Américas, 1999.

jueves, 23 de mayo de 2019

Somoza desveliza la estatua de Somoza en el estadio Somoza

Somoza desveliza la estatua de Somoza en el estadio Somoza

No es que yo crea que el pueblo me erigió esta estatua
porque yo sé mejor que vosotros que la ordené yo mismo.
Ni tampoco que pretendo pasar con ella a la posteridad
porque yo sé que el pueblo la derribará un día.
Ni que haya querido erigirme a mí mismo en vida
el monumento que muerto no me erigiréis vosotros:
sino que erigí esta estatua porque sé que la odiáis.

de Ernesto Cardenal,
en Poesía armada, Agermanament, 1976.