Lástima de la nación
Lástima de la nación cuyas gentes son ovejas
engañadas por sus pastores.
Pobre del país cuyos dirigentes son mentirosos
sus sabios están silenciados
y sus fanáticos frecuentan las emisoras.
Lástima de la nación que no alza su voz
excepto para ensalzar a los guerreros
y aclamar al agresor como un héroe
que aspira a gobernar el mundo
por la fuerza y la tortura.
Lástima del país que no conoce ningún otro idioma
salvo el suyo ni otra cultura más que la propia.
Lástima de la nación cuyo anhelo es el dinero
y duerme el sueño de quienes tienen la barriga llena.
Lástima de la nación oh y del pueblo
que permite la erosión de sus derechos
y que sus libertades sean arrasadas
Mi país, tus lágrimas, dulce tierra de libertad.
de Lawrence Ferlinghetti,
en La poesía como herramienta, Edición del Foro "La poesía como herramienta", 2018.