Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

lunes, 30 de noviembre de 2020

Un hombre tras las rejas 5 QUIERO...

  5

QUIERO olvidar la muerte. Necesito olvidarla.
Quiero mirar las cosas gratas, dulces, tranquilas.
Las flores, el paisaje, los pájaros, el río.
Todo lo que miraba cuando era libre. Libre.
Porque una vez fuí* libre. ¿Lo sabíais?
Y anduve paso a paso por los caminos limpios.
Ebrio de Sol, de claridad, de lumbre.
Limpia la frente de rubor. Erguido.

Y una ronda de niños danzó sobre mi pecho,
cantando las canciones del amor y la vida.
Y las madres tenían los pechos sosegados.
Y los hombres clavaban su azadón en la tierra,
sonriendo. Oid ésto: sonriendo.
Y el fruto de su siembra no le fue disputado,
ni le fue arrebatada su heredad.
Y el pájaro sentía que el nido era su nido.
Y la flor que la rama era su paz.

Pero llegó una hora negra y obsesionante
en todos los relojes del mundo. Aquella hora.
Y de pronto: las rejas.
Un hombre tras las rejas. Enterrado.
Y los cobardes, frente a mí, pateando.
Pateando, igual que ahora, los cobardes.

No quiero estar aquí. ¡Venid, soltadme!
Quiero salir y respirar. Quiero ser libre.
Quiero andar los caminos abiertos, otra vez.
Quiero ser libre. Libre. LIBRE.
¡Arrancadme estas rejas! ¡Libertadme!
¡Sacadme de este encierro! ¡Venid, quiero ser libre!
Quiero ser libre. Libre. Libre. LIBRE.

de Carmen Natalia (Martínez Bonilla),
en Un hombre tras las rejas, Brigadas Dominicanas, 1962.
*Del original


domingo, 29 de noviembre de 2020

DEFENSA DE MADRID, DEFENSA DE CATALUÑA

DEFENSA DE MADRID, DEFENSA DE CATALUÑA

1
Madrid, corazón de España,
late con pulsos de fiebre.
Si ayer la sangre le hervía,
hoy con más calor le hierve.
Ya nunca podrá dormirse,
porque si Madrid se duerme,
querrá despertarse un día
y el alba no vendrá a verle.
No olvides, Madrid, la guerra;
jamás olvides que enfrente
los ojos del enemigo
te echan miradas de muerte.
Rondan por tu cielo halcones
que precipitarse quieren
sobre tus rojos tejados,
tus calles, tu brava gente.
Madrid: que nunca se diga,
nunca se publique o piense
que en el corazón de España
la sangre se volvió nieve.
Fuentes de valor y hombría
las guardas tú donde siempre.
Atroces ríos de asombro
han de correr de esas fuentes.
Que cada barrio a su hora,
si esa mal hora viniere,
—hora que no vendrá—, sea
más que la plaza más fuerte.
Los hombres, como castillos;
igual que almenas, sus frentes,
grandes murallas sus brazos,
puertas que nadie penetre.
Quien al corazón de España
quiera asomarse, que llegue.
¡Pronto! Madrid está cerca.
Madrid sabe defenderse
con uñas, con pies, con codos,
con empujones, con dientes,
panza arriba, arisco, recto,
duro, al pie del agua verde
del Tajo, en Navalperal,
en Sigüenza, en donde suenen
balas y balas que busquen
helar su sangre caliente.
Madrid, corazón de España,
que es de tierra, dentro tiene,
si se le escarba, un gran hoyo,
profundo, grande, imponente,
como un barranco que aguarda.
Sólo en él cabe la muerte.

2
¡Catalanes: Cataluña,
vuestra hermosa madre tierra,
tan de vuestros corazones
como tan hermana nuestra,
con un costado en el mar
y entre montes la cabeza,
soñando en sus libertades
sus hijos manda a la guerra.
Camino de Zaragoza,
frente a los muros de Huesca,
por los llanos de Toledo,
por toda la España entera,
va la sangre catalana
sonando al son de su lengua!
Mas para seguir sonando
el son de lo que tú sueñas,
nunca olvides, Cataluña,
que a Madrid, lejos, lo acechan
miradas del enemigo
que darle muerte quisieran.
Muerto Madrid, catalanes,
¡qué invasión, qué turba negra,
qué prostituida, oscura,
qué cruel, qué extraña leva
de gentes intentarían
forzar tus gallardas puertas!
Si ahora Madrid es el centro,
corazón de la pelea,
parados sus firmes pulsos,
tú serías la cabeza,
el cuello más codiciado,
la más codiciada prenda.
¡Qué festín de generales
borrachos, ante una mesa
donde por blancos manteles
se usarán ropas sangrientas!
¡Nunca, bravos catalanes!
Jamás vuestra independencia
debe servirse en banquetes
a monstruos de tal ralea.
La libertad catalana ¡sabedlo!
en Madrid se juega;
fábricas, ciudades, campos,
montes, toda la riqueza
de vuestro país, y el mar
que lo ilumina y le entrega
barcos que al tocar las costas
se vuelven de plata nueva.
¡Pueblo catalán, vigila!
¡Pueblo catalán, alerta!
Con el corazón de España,
solo corazón de tierra,
catalanes, yo os saludo:
¡Viva vuestra independencia!

(El Poeta en la calle)

de Rafael Alberti,
en Poesía como un arma (Mariano Garrido Selección), Ocean Sur, 2008.

sábado, 28 de noviembre de 2020

Miedo y duda

 Miedo y duda

No dudes
del que
te diga
que tiene miedo
pero ten miedo
del que
te diga
que no tiene ninguna duda.

de Erich Fried,
en Antología Dispersa, Biblioteca Libre Omegalfa, 2008.

viernes, 27 de noviembre de 2020

ALBUM Y POSTAL - XIII

ALBUM Y POSTAL - XIII

Página blanca que esperas
la caricia de la pluma:
para que tú nunca mueras
como castillo de espuma,
pide a la sentimental
a quien estás destinada,
la gloria de una mirada,
y así serás inmortal.

de Manuel Ugarte,
en Poesías Completas, Casa Editorial Maucci, 1921.

Invencibles

Invencibles

Amor, nosotros somos invencibles.
De historia y pueblo estamos hechos.
Pueblo e historia conducen al futuro.

Nada es más invencible que la vida;
su viento infla nuestras velas.

Así triunfarán pueblo, historia y vida
cuando nosotros alcancemos la victoria.

Amanece ya en la lejanía de nuestras manos.
Y la aurora se despierta en nosotros,
porque somos los constructores
de su casa, los defensores de sus luces.

Ven con nosotros que la lucha continúa.
Levanta tu orgullo miliciano, muchacha.

¡Nosotros venceremos, mi dulce compañera!

de Otto René Castillo,
en Vámonos Patria a caminar, yo te acompaño, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2019.

jueves, 26 de noviembre de 2020

A ERNESTO CARDENAL AL CUMPLIR LOS 60 (1985)

 A ERNESTO CARDENAL AL CUMPLIR LOS 60 (1985)

En un cuarto de trabajo
Ernesto
tengo fotos
de la mujer de mi vida
de hijos nueras
nietos
amigos muertos
y una foto de la mesa de trabajo
de Otto Hahn
modesta la mesa
casi pobre
en la que sucedió algo tan formidable
se ve la mesa
como si un colegial
hubiese hecho un par de experimentos
y sin embargo
sobre esa pobre mesa
se liberaron energías inconcebibles

En el otro cuarto de trabajo
(si, tengo dos, Ernesto)
tengo también a la familia
y los amigos
y una foto tuya
donde se te ve arrodillado
sonriente
ante el índice amenazador de Karol Woytila
¡maldito socialista
que te sigues llamando
sacerdote y católico,
qué malo que sós*!
Yo no sé
si podrán seguir sonriendo
bajo el puño amenazador de Reagan
Yo no sé
si podrán
sostenerse
los centavos de vuestra pobreza
la descomunal energía de la miseria
contra la estupidez de la riqueza
de los millones de dólares
Qué fácil podría Woytila
convertir el índice amenazador
en mano que bendice
duplicar los millones ambrosianos
energías del Vaticano
(derrochadas en el banco Ambrosiano)
para Managua

Brindo porque sigan siendo
lo que yo les deseo
socialistas sonrientes
y no obstante -¡oh milagro!-
católicos
quizás hasta cristianos

de Heinrich Böll,
en Leer nos hace rebeldes (Compiladora: Birgit Arnhold), Fundación Heinrich Böll, 2002.
*Del original.

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Diego Armando Maradona

Diego Armando Maradona
Metro sesenta y pico

Al futbolista, a la persona y al militante.













(México - 1986)

de Diego Armando Maradona (30/OCT/1960-25/NOV/2020).
*Título, dedicatoria y edición: Félix Sánchez Durán.

El necio (canción)

El necio

Para no hacer de mi ícono pedazos
Para salvarme entre únicos e impares
Para cederme un lugar en su Parnaso
Para darme un rinconcito en sus altares
Me vienen a convidar a arrepentirme
Me vienen a convidar a que no pierda
Mi vienen a convidar a indefinirme
Me vienen a convidar a tanta mierda

Yo no se lo que es el destino
Caminando fui lo que fui
Allá Dios, que será divino
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví

Yo quiero seguir jugando a lo perdido
Yo quiero ser a la zurda o más que diestro
Yo quiero hacer un congreso del unido
Yo quiero rezar a fondo un "hijo nuestro"
Dirán que pasó de moda la locura
Dirán que la gente es mala y no merece
Yo partiré soñando travesuras
Acaso multiplicar panes y peces

Yo no se lo que es el destino
Caminando fui lo que fui
Allá Dios, que será divino
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví
Como viví
Yo me muero como viví
Como viví
Yo me muero como viví

Dicen que me arrastrarán por sobre rocas
Cuando la Revolución se venga abajo
Que machacarán mis manos y mi boca
Que me arrancarán los ojos y el badajo

Será que la necedad parió conmigo
La necedad de lo que hoy resulta necio
La necedad de asumir al enemigo
La necedad de vivir sin tener precio

Yo no se lo que es el destino
Caminando fui lo que fui
Allá Dios, que será divino
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví

de Silvio Rodríguez,
en Silvio, Ojalá, 1992.

Consejos para la mujer fuerte

Consejos para la mujer fuerte

Si eres una mujer fuerte
protégete de las alimañas que querrán
almorzar tu corazón.
Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra:
se visten como culpas, como oportunidades, como precios que hay que pagar.
Te hurgan el alma; meten el barreno de sus miradas o sus llantos
hasta lo más profundo del magma de tu esencia
no para alumbrarse con tu fuego
sino para apagar la pasión
la erudición de tus fantasías.

Si eres una mujer fuerte
tienes que saber que el aire que te nutre
acarrea también parásitos, moscardones,
menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre
y nutrirse de cuanto es sólido y grande en ti.
No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca
a negarte la palabra, a esconder quién eres,
lo que te obligue a ablandarte
y te prometa un reino terrestre a cambio
de la sonrisa complaciente.

Si eres una mujer fuerte
prepárate para la batalla:
aprende a estar sola
a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo
a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta
a nadar contra corriente.
Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto
Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo
rodéalo de fosos profundos
pero hazle anchas puertas y ventanas.
Es menester que cultives enormes amistades
que quienes te rodean y quieran sepan lo que eres
que te hagas un círculo de hogueras y enciendas en el centro de tu habitación
una estufa siempre ardiente donde se mantenga el hervor de tus sueños.

Si eres una mujer fuerte
protégete con palabras y árboles
e invoca la memoria de mujeres antiguas.
Haz de saber que eres un campo magnético
hacia el que viajarán aullando los clavos herrumbrados
y el óxido mortal de todos los naufragios.
Ampara, pero ampárate primero
Guarda las distancias
Constrúyete. Cuídate
Atesora tu poder
Defiéndelo
Hazlo por ti

Te lo pido en nombre de todas nosotras.

de Gioconda Belli,
en ...Y la culpa no era mía - Antología de Poesía Feminista, Biblioteca Omegalfa, 2020.

martes, 24 de noviembre de 2020

Un hombre tras las rejas 4 OH...

 4

OH, aquí está el viento. Me golpea las sienes.
El viento trae una canción lejana.
Cierro los ojos para oirla*. Sí, son ellos. Ellos.
Son los niños que cantan mientras juegan...

"Estaba la pájara pinta
sentada en su verde limón,
con el pico recoge la rama,
con la rama recoge la flor..."

Las bocas apretadas de canciones
muerden palabras junto con grosellas
y cantan en la sangre de las moras...
Son niños de otro espacio, de otra esfera.
Niños que saben jugar como los ángeles...
Yo también tuve una ronda... Aquí, sobre mi pecho.
Pero eran voces agrias, gastadas, desteñidas.
y era una sola canción la que cantaban:

"En Francia nació un niño
qué dolor, qué dolor, qué pena.
En Francia nació un niño
de padre natural,
que do re mi, que do re fa,
de padre natural...
Por no tener padrino
qué dolor, qué dolor, qué pena,
por no tener padrino
Mambrú se ha de llamar,
que do re mi, que do re fa,
Mambrú se ha de llamar...
Mambrú se fue a la guerra... "

No. Eso no. Esa palabra no. No quiero oirIa*.
No quiero ver más sangre ni más muertos.
No quiero verlos. No. No quiero verlos.
¡Quitadlos de mi vista! ¡Atrás! iQuitadlos!

Mambrú se fue a la guerra...

No quiero esa canción. No quiero oirIa*.
¡Lleváos esas voces! ¡Anegadlas!
¡Asfixiadlas! ¡Cercenadlas! ¡Suprimidlas!
¡Dadme pronto otra canción! ¡Otra canción!
¡Otra ronda de niños! ¡Otra! ¡Otra!

"A la limón, a la limón,
la puerta está rota.
A la limón, a la limón,
mandadla a componer..."

¡Ah, las bocas que cantan en la sangre olorosa
de las moras silvestres! Venid a mí. Cantad.
Cantad en mí, aquí sobre mi pecho.
Trenzadme de guirnaldas. Crucificadme a besos.
Mirad, yo soy un hombre solitario. Triste.
Amo la risa de los niños, y sus voces.
¡Haced la ronda aquí, sobre mi pecho!

No. No quieren venir. Tienen miedo de mí.
Se escapan. Huyen...
¡Yo no soy malo, no! ¡Volved! ¡Volved!
Yo soy un hombre solo, abierto, desmembrado.
Un hombre tras las rejas. Enteramente roto.
Quiero vivir de nuevo. Otra vez. Quiero vivir.

"En Francia nació un niño,
qué dolor, qué dolor, que pena.
qué dolor, qué dolor, qué pena... "

Oh... Es mi ronda. Son mis niños.
Aquí, sobre mi pecho.
Voces agrias, gastadas, desteñidas.
y una sola canción: la de la muerte.

de Carmen Natalia (Martínez Bonilla),
en Un hombre tras las rejas, Brigadas Dominicanas, 1962.
*Del original


lunes, 23 de noviembre de 2020

asamblea de palabras

asamblea de palabras
(asamblea de palabras)

todas las palabras aquí son iguales
mis palabras al menos
iguales ante dios las personas
y la poesía
sin distinción de sujeto y predicado
sin tener en cuenta su condición social
de verbos sustantivos o pronombres
ni siquiera se salva dios de esta democracia
mía de las palabras

solamente respetaré
en público y en privado
las normas básicas de convivencia que
toda sociedad debe imponer convenciendo
siempre que me parezcan justas

así que abdicaré de las coronas de
los nombres propios y de las mayorías absolutas
de las mayúsculas
como retiraré la capitalidad de todo
término geográfico

esta es brevemente mi poética asamblearia
de las palabras pese a quien pese

tal vez a mí mismo.

de Francisco Cenamor,
en Asamblea de palabras, Ediciones Vitruvio, 2007.

domingo, 22 de noviembre de 2020

horizonte

horizonte

debe ser grato contar con un horizonte soleado
distinguir nítidamente el contorno del paisaje
nuestros horizontes no tienen contornos claros
y sin embargo hacia allá vamos

de Félix Sánchez Durán,
en Somos, Ferrero/Hartmann, 2020.

sábado, 21 de noviembre de 2020

Golpe de estado

Golpe de estado

Compañera, otro golpe de falsa democracia:

Porque ya no soy joven y está lejos la gloria,
un desorden de arrugas se perfila,
se adivina un abismo.
Todo cuanto busqué yace arrasado
al pie de la tormenta.

La esclavitud se juega en los casinos.
En los jardines mandan los piratas,
no permiten el tránsito de un credo.
Profetas y vigías agonizan
bajo la luz violeta de los faros.
Parecen lázaros en la espesura.

Mírame claudicar en la marea
de ambulancias y vida sin vivir.
Sólo persigo el centro del exilio:
tu mano, un remolino de sirenas.
Quizá el naufragio, sí, sólo el naufragio.

21 de noviembre de 1975.
España está de cava y luto. Franco ha muerto.

De Isabel Pérez Montalbán,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.15, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

viernes, 20 de noviembre de 2020

Un hombre tras las rejas 3 NO...

 3

NO ¡No quiero estar aquí! ¡Venid, soltadme!
Quiero salir y respirar. Quiero ser libre.
Quiero andar los caminos abiertos. Mi camino.
Elegirlo yo mismo, como se elige un futuro:
"Este es el que yo quiero, sí". Y cogerlo.
Quiero andar mi camino y ser mi propio dueño.
Quiero salir, soltarme, desligarme,
salvar estos barrotes, liberarme.
No quiero estar aquí. ¿No oís? ¡No quiero!
Quiero ser como el viento, que va y viene silbando
y nada lo detiene, ni siquiera las rejas.

Verdugones de odio se enroscan a mi espalda.
No quiero estar aquí. ¡Venid, soltadme!
Quiero reconocerme afuera. Saber que soy yo mismo,
saber que no estoy muerto.
Quiero sentir que vivo. ¿No oís? Sentir que vivo.
¡Arrancadme estas rejas que me cercan!
Quiero ser libre, lo mismo que los pájaros.
¡Arrancadme estas rejas! ¡Destruidlas! ¡Quebradlas!

Quiero andar los caminos abiertos. Mi camino.
Quiero salir y respirar. Soltarme. Desligarme.
Quiero sentir que vivo, que vivo todavía.
¡Arrancadme de aquí! ¡Venid, soltadme!
Quiero ser libre. ¿No entendéis? Quiero ser libre.
Quiero ser libre. Libre. Libre. LIBRE.

de Carmen Natalia (Martínez Bonilla),
en Un hombre tras las rejas, Brigadas Dominicanas, 1962.


jueves, 19 de noviembre de 2020

Mi pueblo

Mi pueblo

La noche es bella,
como el rostro de mi pueblo.

Las estrellas son hermosas,
como los ojos de mi pueblo.

Hermoso también el sol,
hermoso, sí, como el alma de mi pueblo.

de Langston Hughes,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.77, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.