Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
Mostrando las entradas con la etiqueta Personajes. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Personajes. Mostrar todas las entradas

miércoles, 6 de julio de 2022

POEMA PARA MI MUERTE

POEMA PARA MI MUERTE

Ante un anhelo

Morir conmigo misma, abandonada y sola,
en la más densa roca de una isla desierta.
En el instante un ansia suprema de claveles,
y en el paisaje un trágico horizonte de piedra.

Mis ojos todos llenos de sepulcros de astro,
y mi pasión, tendida, agotada, dispersa.
Mis dedos como niños, viendo perder la nube
y mi razón poblada de sábanas inmensas.

Mis pálidos afectos retornando al silencio
—¡hasta el amor, hermano derretido en mi senda! —
Mi nombre destorciéndose, amarillo en las ramas,
y mis manos, crispándose para darme a las yerbas.

Incorporarme el último, el integral minuto,
y ofrecerme a los campos con limpieza de estrella
doblar luego la hoja de mi carne sencilla,
y bajar sin sonrisa, ni testigo a la inercia.

Que nadie me profane la muerte con sollozos,
ni me arropen por siempre con inocente tierra;
que en el libre momento me dejen libremente
disponer de la única libertad del planeta.

¡Con qué fiera alegría comenzarán mis huesos
a buscar ventanitas por la carne morena
y yo, dándome, dándome, feroz y libremente
a la intemperie y sola rompiéndome cadenas!

¿Quién podrá detenerme con ensueños inútiles
cuando mi alma comience a cumplir su tarea,
haciendo de mis sueños un amasijo fértil
para el frágil gusano que tocará a mi puerta?

Cada vez más pequeña mi pequeñez rendida,
cada instante más grande y más simple la entrega;
mi pecho quizás ruede a iniciar un capullo,
acaso irán mis labios a nutrir azucenas.

¿Cómo habré de llamarme cuando sólo me quede
recordarme, en la roca de una isla desierta?
Un clavel interpuesto entre el viento y mi sombra,
hijo mío y de la muerte, me llamarán poeta.

de Julia de Burgos,
en El corazón del llanto, El Taller Blanco Ediciones, 2020.

lunes, 20 de junio de 2022

La patria que flamea

La patria que flamea

Si quieres ver la imagen verdadera de la Patria
mírala con los ojos de Belgrano
¡y que se te haga cielo en la mirada…!
Si quieres ver sus llanos, sus montañas,
sus ríos caudalosos, sus estuarios,
sus ciudades que nunca están del todo quietas
o sus pueblos que duermen o agonizan,
quizás te basta con mirar hacia el mástil
donde flamea, en un símbolo,
esa Nación que tal vez imaginaba
aquel patriota ilustre
que abandonó su pluma de escribiente
para empuñar espada y hacer así, con ella,
el necesario y doloroso parto.
Él sabía, sin dudas, que para tener Patria
hay que saber ganarla construyéndola
y que esa Patria, haciéndose,
ya todo lo reclama.
¡No confundas las cosas…!
Porque hay Patria hay bandera ya que de nada vale
tener una bandera si no tienes la Patria.
¡Belgrano lo sabía…!
Por eso vale tanto aquella limpia enseña que creara.
Mira cómo flamea y piensa que en sus pliegues,
con sus preciosas vidas y sus sangres,
escribieron sus nombres aquéllos que lograron hacer,
del símbolo flameante,
esta Patria que nos une o nos duele,
esta casa común que ha de ser,
siendo un poco de todos,
el adecuado lugar que nos contiene
con nuestros propios ecos,
con nuestro propio olor
y con la más porfiada de nuestras esperanzas.

de Domingo Adalberto Galli,
en Juego de luces y sombras, Editorial Dunken, 2005.

viernes, 17 de junio de 2022

Pelear por ideales

Pelear por ideales

Atraviesa los tiempos
un tañer de metales,
un estruendo patriota
de caballos y sables.

Son los gauchos de Güemes,
altivos, inmortales...
La bandera y los ponchos
en el viento se baten.

Ese ejército rojo
como un río de tardes
estremece mi pecho,
se hace canto en mi sangre.

Ese canto me trepa
por los huesos y sale
por mi voz, encendido,
como un fuego pensante.

No es un canto de guerra
lo que suelto en el aire,
sólo evoco la Gloria
de férreas voluntades.

Hay que dar por la patria,
como Los Infernales,
hasta la última gota
de sudor y de sangre.

Hay que ser como Güemes:
pelear por ideales.
Inmortal es el hombre
que se ofrenda en combate.

de Carlos Jesús Maita,
en http://carlosmaitahistoriayletras.blogspot.com/2016/06/siete-poemas-en-homenaje-aguemes.html (17/6/2022).

domingo, 29 de mayo de 2022

“A Isabel Pérez Montalbán”

“A Isabel Pérez Montalbán”

Compañera, hora en llamas:
A la derecha de Dios, las mujeres
con bella manicura, los banqueros
jugando al golf con palos enemigos.

A la izquierda, los niños, las termitas,
el oro falso, la vida en cupones
de riqueza aplazada. Nunca es tarde.
No hay más que fe en el centro.

El centro es Dios cansado y aburrido
de esconderse y estar siempre tan solo.
Dicen que ya no existe la hojarasca
cubriendo los caminos de otro mundo.
Pero la gente espera y compra suerte,
hora en el veneno de las horas.
Y mientras, el infierno sigue abajo,
la derecha construye un cementerio,
y la izquierda, un eclipse de emergencia.

Qué frágil y pequeño el pesebre del hombre.

de Balbina Prior,
en La poesía como herramienta, Edición del Foro "La poesía como herramienta", 2018.

lunes, 23 de mayo de 2022

¡VAMOS HACIA EL INFIERNO!

¡VAMOS HACIA EL INFIERNO!


de León Felipe,
en Antología Poética, Difusión Cultural. Universidad Nacional Autónoma de México, 1994 / Cuadernos de CAUM, 2018.

viernes, 22 de abril de 2022

NADIE SABÍA

  NADIE SABÍA

(22 de abril de 1870)

Era un día como tantos otros, natural y corriente,
envuelto en una bruma gris.
Severa sonaba la voz potente
del guardia en la esquina.
En la catedral, el arcipreste oficiaba
orgulloso del brillo del solideo.
Por la puerta de la taberna,
desde el amanecer, iban y venían los borrachos.
En el mercado se insultaban las vendedoras
zumbando como moscas en tomo a la miel,
y las burguesas se alborotaban, sin despegar la vista de las piezas de tela,
entre los puestos donde se vende el percal.
Un mujik miraba con muda tristeza
la puerta de una oficina
frente a un fragmento del “manifiesto”,
que amarilleaba sobre un tablero descolorido.
En la atalaya el bombero daba vueltas
como una fiera encadenada,
y los soldados, bajo una granizada de blasfemias,
cumplían órdenes a campo abierto.
Una hilera de carretas reptaba hacia el rio.
Los cargadores enharinados se desplazaban de un lado a otro.
Unos gendarmes conducían
bajo custodia a un estudiante andrajoso.
Un obrero con sus copas en el estómago
chillaba
“¡Pobre estudiante, que te vaya bien!”
... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Nadie tenía idea, nadie
en toda Rusia, cargada con su cruz milenaria,
sabía que en un día tan corriente como ese
en Rusia... había nacido Lenin.

22 de abril de 1927

de Demián Biedni,
en Antología de la Poesía Soviética (Alexander Nakarov), Biblioteca Jucar, 1974.
Versión: Nicanor Parra.

lunes, 21 de marzo de 2022

OTOÑO

 OTOÑO

Con los primeros fríos del otoño sereno
al salir a la calle busco al sol generoso,
en tanto que los hombres me buscan cual si fuera
yo el sol que ha de brindarles calor para su otoño.

de César Tiempo,
en Clara Beter - Versos de una..., Editorial Rescate, 1977.

jueves, 17 de febrero de 2022

a las PUTAS de san julián

a las PUTAS de san julián
Consuelo García, Ángela Fortunato, Amalia Rodríguez, María Juliache y Maud Foster

no todo se vende
no todo se compra
se pone precio al cuerpo
se pone precio al culo
se pone precio a la vuelta al mundo
pero no todo se vende
no todo se compra
la dignidad puede estar
donde el sentido común no busca

1922 - 17 de febrero - 2022

por félix sánchez durán.
 

QUICIO

QUICIO

Me entrego a todos, mas no soy de nadie;
para ganarme el pan vendo mi cuerpo
¿qué he de vender para guardar intactos
mi corazón, mis penas y mis sueños?

de César Tiempo,
en Clara Beter - Versos de una..., Editorial Rescate, 1977.

sábado, 5 de febrero de 2022

Escribo Violeta Parra...

Escribo Violeta Parra
y me pongo de pie

Escribo Violeta Parra
Y de pie aplaudo
hasta que sangran mis manos

Escribo Violeta Parra
y con mis manos sangrantes
dibujo un corazón en el cielo
de los oprimidos

Escribo Violeta Parra
y las letras de su nombre
se vuelven mariposas
libertarias
y una tormenta de alas de colores
libera desde el cielo a los condenados
quita la sed de los sedientos
solamente cuando escribo
Violeta Parra.

Buenos Aires, 23 de noviembre de 2012

de Germán Mastellone,
en Trepanaciones y otros laberintos terrestres - Un teorema incompleto de la memoria y el olvido, Edición de autor, S/F. 

viernes, 4 de febrero de 2022

BESAR SU MELENA MORENA

BESAR SU MELENA MORENA

sudando en la cocina

tratando de tener mucho éxito 54 años

el miedo subiéndome por los brazos las uñas del dedo del pie demasiado largas un tumor en un lado de una pierna.


la diferencia con las fábricas era que allí todos sentíamos nuestro dolor juntos.

la otra noche fui a ver a la gran soprano

aún seguía guapa

y sexy

aún guardaba luto

pero se equivocaba nota tras nota.

borracha,

asesinó el arte.


sudando en la cocina no quiero asesinar el arte.

debería ir al médico para que me ampute esa cosa de la pierna pero soy un cobarde gritaría y asustaría al niño que estuviese en la sala de espera.

me gustaría consolar a la gran soprano me gustaría besar su melena morena.

pero Lorca sigue allí en la carretera comiendo balas españolas en el polvo; y la gran soprano nunca ha leído mis poemas pero ambos sabemos cómo asesinar el arte cómo beber y cómo llorar; sudando ahora en esta cocina las fórmulas se han evaporado el mejor poeta que conozco está muerto y abandonado en el polvo; los demás me escriben cartas.


les cuento que quiero consolar a Lorca y

a la gran soprano

pero me contestan con otras cosas

inutilidades

monotonías

banalidades.


me fijo en una mosca que anda por encima de la radio.

sabe la respuesta correcta

pero no puede hablarme.

de Charles Bukowski,
en El padecimiento continuo, Colección Visor de Poesía, 2011.
Trad. de Silvia Barbero

BESAR SU MELENA MORENA (Original)

BESAR SU MELENA MORENA (Original)


de Charles Bukowski,
en https://bukowski.net/manuscripts/displaymanuscript.php?show=poem1974-06-30-to-weep.jpg&w=4335 (8/12/21).

martes, 1 de febrero de 2022

miércoles, 12 de enero de 2022

Canción para Liú Hu-lán

Canción para Liú Hu-lán
(A la heroica muchacha china que soportó brutales torturas a manos de los
kuomintangistas, negándose a la delación. Fué asesinada. Es la Tania china).

Tientsin, Nanking, Shanghai, Hanchow, por el camino
de China voy en caravana fraternal
y esta canción quiero cantar por el camino,
esta canción para la dulce Liú Hu-lán.

Cuando florezcan los almendros y los guindos
estaré lejos de la China primaveral,
y a mi pequeña, suavemente, al oído,
le diré el nombre de la dulce Liú Hu-lán.

Annabel Lee no era tan linda como ella
ni era tan leve como ella Mamboretá
y con ellas estará ahora en las estrellas
el alma hermosa de la dulce Liú Hu-lán.

Como las aguas del estanque de los lotos
ahora el secreto de la espuma conocerá.
Y todo un pueblo hizo un altar de su memoria
porque ella fué* la brava y dulce Liú Hu-lán.

¡Ho Ping Wan Suei! dice la muerta inolvidable.
¡Ho Ping Wan Suei! quiere decir: ¡Viva la Paz!
¡Ho Ping Wan Suei! cantan los pájaros azules
velando el sueño de la dulce Liú Hu-lán.

Mao Tse Tung hizo su elogio conmovido
y el pueblo chino para siempre la amará.
Y esta canción enamorada le dedico
a la Por Siempre Viva y Dulce Liú Hu-lán.

(De Todos los hombres del mundo son hermanos, 1954)

de Raúl González Tuñón,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.
*Del original.

miércoles, 22 de diciembre de 2021

El regreso: Orihuela, 1965

El regreso: Orihuela, 1965

Para Miguel Hernández

Llegas a una suave elevación
en la estrecha, sinuosa carretera,
los nidos del blanco pueblo
en el valle más abajo. Una brisa
platea las frías hojas
de los olivos, justo como sabías
que lo haría o tal y como lo viste
en sueños. ¿Cuántos días
has esperado hasta este día?
Pronto deberás enfrentarte a un hijo
hecho ya un hombre, una mujer envejecida,
la diminuta casa sellada de la memoria.
Un solitario cuervo desciende contra el sol
y los campos susurran su coraje.

De Philip Levine,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.128, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2019.

lunes, 13 de diciembre de 2021

CANCIÓN DE LOS TEJEDORES

CANCIÓN DE LOS TEJEDORES

Tú que fuiste libre, ¿sabes lo que hacemos
En nuestros telares, ruiseñor del Rin?
Como en tu Silesia, tejemos, tejemos,
Y nuestro trabajo se acerca a su fin.

Al pié de tu losa hoy te lo diremos
En los versos rojos de nuestra canción;
Desde hace ya siglos tejemos, tejemos,
Telares cansados nuestras almas son.

Esperando el alba con ojos abiertos
Sin odio, sin ira y sin inquietud,
Tejemos sudarios para dioses muertos;
La roja mortaja de la esclavitud.

Fuiste un hombre libre. Y nos comprendemos
Desde tu sepulcro, ruiseñor del Rin;
Como en tu Silesia, tejemos, tejemos,
Y nuestro trabajo se acerca a su fin.

de Héctor Pedro Blomberg,
en Antología de la Primavera, Ediciones Selectas América, Año II, n°30,1920. 

domingo, 5 de diciembre de 2021

Leña verde

Leña verde

(A Massimo)

El hombre inmóvil tiene ante sí colinas en la sombra.
En tanto estas colinas sean siempre de tierra
los labriegos tendrán que zaparlas. Las mira sin ver,
como el que aprieta los ojos en la cárcel, despierto.
El hombre inmóvil —que estuvo en la cárcel— mañana reanuda
el trabajo con unos camaradas. Esta noche está solo.

Las colinas le saben a lluvia: es el olor remoto
que a veces llegaba en el viento a la cárcel.
Alguna vez llovía en la ciudad: un abrirse
del aliento y la sangre hacia la calle libre.
La cárcel apresaba la lluvia, en la cárcel la vida
no se terminaba, a veces hasta el sol se filtraba:
los camaradas esperaban y el futuro esperaba.

Ahora está solo. El olor inaudito de tierra
le parece brotar de su cuerpo, y recuerdos remotos
—él conoce la tierra— lo encadenan al suelo,
a ese suelo real. Nada vale pensar
que los campesinos asestan la zapa en la tierra
como en un enemigo y que se odian a muerte
como tantos rivales. Con todo, esos labriegos
tienen una alegría: el trozo de tierra roturado.
¿Qué interesan los otros? Mañana, las colinas
se extenderán al sol, tendrá cada uno la suya.

Los camaradas no viven en las colinas,
nacieron en ciudades donde en vez de la hierba
sólo hay vías. Hasta él lo olvida, a veces.
Pero el olor de tierra que llega a la ciudad
ya no sabe a labriegos. Es una amplia caricia
que hace cerrar los ojos y pensar en los camaradas
que están en la prisión, en la larga prisión que los espera.

de Cesare Pavese,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.

viernes, 3 de diciembre de 2021

Aquí en el gran cementerio

Aquí en el gran cementerio ⃰

Aquí en el gran cementerio
detrás de la fortaleza de Barcelona,
he venido una vez más para contemplar
Las tumbas de mis caídos.
[…]
Entre el cementerio y
el cementerio protestante encontramos tres piedras
las tres en fila: Ferrer Guardia,
B. Durruti, F. Ascaso, los nombres
escritos con rotuladores
y con unas Áes circundadas y homenajes
a la FAI y a la CNT.
[…]
Para dos de ellos hay ofrendas
florales, pero Ascaso afronta
la eternidad con sólo una piedra.
Quizá es como debe ser. Él era
una piedra, una piedra y una espada,
la primera moliendo y afilando
a la otra.

⃰ Dedicado a Francisco Ascaso, líder anarcosindicalista español que murió en el asalto al cuartel de Atarazanas de Barcelona en julio de 1936, y titulado: “Francisco, I’ll bring you red carnations”

De Philip Levine,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.128, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2019.

domingo, 28 de noviembre de 2021

UNA FAMILIA DE INMIGRANTES POR LA AVENIDA DE MAYO

UNA FAMILIA DE INMIGRANTES POR LA AVENIDA DE MAYO

Rumbo al oeste va por la Avenida
Esta ruda familia de italianos.
A la cabeza el padre, un hombrachote
Que lleva un chiquitín entre los brazos,
Detrás de él dos muchachas, dos gringuitas
De trenzas rubias y de ojos garzos,
Detrás la madre cuyo vientre elévase
Con la promesa de algún nuevo vástago
Y aun detrás cansadamente, marchan
Dos chicuelos cogidos de la mano;
Y golpean los rudos zapatones
Y exhiben los vestidos aldeanos
Aquellos inmigrantes que contemplan
Todo con grandes ojos asombrados.
Y hay no se qué simpática energía
En esos rostros por el sol tostados,
En esos montañeses animosos
Que del norte de Italia se arrojaron;
Y se hunden ahora en Buenos Aires,
Rumbo al oeste, con tozudo paso,
Tal vez a dar con la fortuna, hallada
En lustros de dolores y trabajo,
O en lustro de trabajo y de dolores
Tan sólo a dar con la miseria acaso.

de Álvaro Yunque,
en Versos de la calle, Editorial Claridad, 1924.
http://www.alvaroyunque.com.ar/ (7/5/20).

martes, 16 de noviembre de 2021

DIEZ AÑOS ANTES DEL TERCER MILENIO

  DIEZ AÑOS ANTES DEL TERCER MILENIO

a Ignacio Ellacuría y a sus compañeros
asesinados en El Salvador
-seis entre tanto miles

CUANDO pienso en quienes murieron ayer siento
vergüenza de estar vivo.

Cuando pienso en quienes están muriendo hoy
muriendo y masmuriendo siento
vergüenza de estar vivo.

Cuando pienso
en quienes vivirán y morirán mañana
siento vergüenza de estar vivo

de Jorge Riechmann,
en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.