Escribo Violeta Parra
y me pongo de pie
Escribo Violeta Parra
Y de pie aplaudo
hasta que sangran mis manos
Escribo Violeta Parra
y con mis manos sangrantes
dibujo un corazón en el cielo
de los oprimidos
Escribo Violeta Parra
y las letras de su nombre
se vuelven mariposas
libertarias
y una tormenta de alas de colores
libera desde el cielo a los condenados
quita la sed de los sedientos
solamente cuando escribo
Violeta Parra.
Buenos Aires, 23 de noviembre de 2012
de Germán Mastellone,
en Trepanaciones y otros laberintos terrestres - Un teorema incompleto de la memoria y el olvido, Edición de autor, S/F.
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