Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Pesadilla

Pesadilla

Tengo una extraña pesadilla
En que vienen de otros lares
A acabar con nuestras vidas

En que toman lo que es nuestro
Y nos dejan agonía

En que aviones invisibles
Bombardean noche y día

En que el aire que respiro
Va apagando mis pupilas
Y soldados de otras lenguas
Gozan salando mis heridas

En que niños, ya sin vida,
Decoran las calles del barrio
En que siento que el calvario
Ya es parte de la rutina

En que vienen por el agua,
Por el oro, el petróleo,
Y sufre América Latina

En que el mundo es convencido
Que la muerte que nos mira
Es justicia preventiva
Y que sin nosotros
Habrá paz definitiva

En que la soberanía
Es torcida, y recto el
El dedo que aniquila

Tengo una extraña pesadilla…
Los que saben dicen 
Que la noche procesa
Lo que pasa de día.

Por Félix Sánchez Durán

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Torcido

Torcido

-Estás torcido, ¡enderezate!-,
Me ordenaba desafiante,
-¿¡No ves cuán torcido tu talante!?;
¡No es esa forma de andar!-

Me gritaba: -¡Más erguido!
¡Enderezate! Estás torcido.-
Y yo, en mi afán de consentirlo,
Mil piruetas intenté

Hasta que un día lo logré.
-Al fin derecho- dijo él,
Pero yo me caí al piso
Y, servil, me lastimé.

Por Félix Sánchez Durán

sábado, 13 de septiembre de 2014

La culpa

La culpa

Vislumbró su templo sintiéndose un traidor:
Supo sonreírle a una muchacha.
Culpa sentida de lo más insignificante
Frente a los avatares de la ironía.

Supo, joven, sentir el corazón de piedra.
Sintió que había pecado el mojigato.
Avanzaba comprimido hacia la casa
Envejeciendo mientras seguía.

La culpa dio sus arrugas, sus canas,
Pero nunca su amnesia corrosiva.
La culpa lo volvía viejo, le impedía
Abrir la puerta del hogar y enfrentarla.

¿Qué le diría? Puritano en pecado
De la diabólica sonrisa original. Fingía
Que nada había pensado, pero desnudóla
Con la mirada de quien aspira.

La verdad está a la vuelta de la manija.
El culposo y arrugado geronte que piensa
En su dulce damisela de larga cabellera
Que espera virgen su llegada.

“No se compara – ella - con la joven ligera
De sonrisa apresurada que por la calle
Caminaba como insultando al cielo”,
Pensaba el joven viejo de traición fugaz.

“Abriré la puerta y allí estará – pensaba –
Y sabrá que un momento de debilidad
Lo tiene hasta el más casto de los penitentes
Frente a la Magdalena más insultante”.

Joven supo volverse, casi niño, al entrar
A su hogar cual nido de víboras en rebelión.
Nada como un balde de traición
Y de realidad del ciego que te espía.

Un lustre bronce y una añeja arpía
De anudados cuerpos en derrotero certero;
En un lecho de mentiras, sin Señor.
Tapada la cruz de la cama con remiendos.

La traición es de los cuervos que pichones
Ven en el espejo de las mañanas señoriales.
La culpa es de las aves que temen al cuervo
Que habita en sus profundidades.

Por Félix Sánchez Durán

Días de gloria


Días de gloria

Amanece en la gloria…
Los aromas de este alba
Que despiertan fantasías.

Amanece. Suave brisa
Que acaricia el rostro difuso
De unos ojos que despiertan.

Sol que no tiene prisa
Y por despacio no se cansa
De alimentar el día.

Anochece en la gloria…
No todo es día en esta historia
Y hay que estar preparado.

Por Félix Sánchez Durán

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Escalafón

Escalafón

Es obligatorio sublevarse / cuando se sobrevive /
en el escalón más indigno de la sociedad /
seductor escenario para cortarse las venas /
desahuciados en casas alquiler / de peaje los campos yermos /
Levantan muros y fronteras en las ciudades del paraíso /
con vallas electrificadas y cámaras de TV /
espían nuestros actos desde una oficina siniestra / 
policías mal pagados sin vivienda propia / lacayos de la CIA
de futuro tan incierto como el de todos /
seguro que maldicen su perra vida / mientras nos vigilan /
a las órdenes del siniestro comisario-jefe /
que también vive realquilado / en un gris edificio /
acatando sin protestar las órdenes que dictan / los opresores /
Viceministro y Subsecretario comparten la angustia /
de poder ser destituidos o presos /en una posible y necesaria /
revolución / y juzguen sus fechorías junto al Ministro /
que hace el trabajo sucio del Presidente / que obedece
al Monarca del Régimen / que teme sean condenados /
a medio plazo / por el Alto Tribunal de Derechos Humanos /
en La Haya / sus crímenes de lesa humanidad /

de Fernando Sabido Sánchez,
en http://www.poesiasolidariadelmundo.com/search/label/Fernando%20Sabido%20S%C3%A1nchez-Espa%C3%B1a

lunes, 1 de septiembre de 2014

Rugió el león

Rugió el león

Rugió el león
Me acorraló
Pidió por todos
Los animales
De su reino

Rugió el león
Me hizo temblar
La selva entera
Lo acompañaba
A dar pelea

Rugió el león
Le di bocado
Lamió mi mano
Maulló cansado
Y se fue a dormir

Al resto
De los animales
De la selva
Me los comí
Uno por uno

Por Félix Sánchez Durán

Indiferencia

Indiferencia

Sus ojos me encontraron,
Me interpelaron;
Quisieron anclar en mí,
Calar en mi sensibilidad.
Sus ojos me hicieron ver su pesar,
Su dolor y miseria cotidiana...
No me dejaron otra opción
Que dejar de mirarlo.

Por Félix Sánchez Durán

domingo, 31 de agosto de 2014

¡Levántate tú mismo!

¡Levántate tú mismo!

Vi al infame, otra vez,
Arrojarte contra el suelo.
Vi otra vez, como antes,
Te arrojaba con desprecio.

Otra vez fui, corriendo,
A extenderte la mano.
Ayudar a levantarte,
Otra vez, fui intentando.

Mas al oírte balar,
Otra vez -oyó mi oído-,
Te dejé tirado allí.
¡Levántate tú mismo!

Por Félix Sánchez Durán

Psiquis

Psiquis

Nada la inquieta ni conmueve
Ni la indigna; hela aquí
La psiquis del mediocre.
Y la del adoquín.

de Álvaro Yunque,
en Versos de la calle, Claridad, 1924.
http://www.alvaroyunque.com.ar/poesia/libros/index.html


Fe

Fe

Sentado en el tranvía, pensativo,
Decíame: ¿Es que en vano corre el tiempo?,
¿Es que siempre ignorancias e injusticias
Flagelarán al infelice pueblo?,
¿Es que siempre habrá mansos que soporten
La servidumbre y siempre habrá soberbios?
¿Es que aun la electrofuerza no propulsa?
¡Sangre hecha luz!, ¿El carro del progreso?
¡Y qué honda tristeza me invadía
paralizándome como un veneno!
Mas, sentado a mi diestra, con su traje
de labor sucio y roto, vi un obrero;
y, ¡oh, júbilo!, ¡Aquel hombre miserando
tenía un libro en sus callosos dedos!;
¡Y lo leía cavilosamente!
¡Qué proficua lección me dio ese obrero!
Entreví el ideal por los suburbios
Sembrando ideas, dando sentimientos;
¡y en vez de mi dolor, sentí pujante,
que una ola de fe me alzaba el pecho!

de Álvaro Yunque,
en Versos de la calle, Claridad, 1924.
http://www.alvaroyunque.com.ar/poesia/libros/index.html