Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

viernes, 18 de enero de 2019

Visión de la máquina

Visión de la máquina

Las cadenas enormes del mundo
se han puesto en movimiento.

Están los engranajes crujiendo de la fuerza:
motores que se crispan, cigüeñales que tiritan,
clavijas, hierros, bielas, correas, combustible,
palancas, transistores, circuitos integrados,
aceite requemado sobre las manivelas,
los ejes oxidados, los renegridos cables,
el decrépito aparato de la historia
funcionando de nuevo a todo gas.

Se ha puesto en marcha el odio.

¡Cómo tiemblan los montes y la gente,
los campos indefensos y las cosas,
el mar, la luna, el cielo, el aire, el sol!
¡Todo el cosmos tirita y se estremece
al ver la enorme máquina sin freno de la muerte!

Pero este mecanismo no puede durar tanto,
no puede ya este anómalo artilugio
seguir así por mucho tiempo más.
Observa su interior, asoma tu cabeza y mírale:
su oxígeno se acaba, las fricciones enferman
su viejo corazón de alambre eléctrico.

¿Lo ves?

Se está muriendo.

Está la resistencia al rojo vivo.

de Miguel Ángel García Argüez,
en Once poetas críticos en la poesía española reciente (Enrique Falcón, coord.), Baile del sol, 2007.

jueves, 17 de enero de 2019

Ajedrez del tercer mundo

Ajedrez del tercer mundo

Toda actividad lúdica
Posee un componente
Ideológico e histórico

*
Normativa del ajedrez tercermundista

Dos jugadores se repartirán las piezas:
Uno, los peones (sin importar los colores),
Y otro, las piezas “menores” y “mayores”.

Objetivo:
Los peones intentarán mantenerse vivos
Con las limitaciones propias de sus movimientos.

Reglas:
Peón comido, saldrá del tablero.
Peón que comiese a una pieza “mayor”,
Sufrirá el mismo destino
Por haber cometido una infracción.

Los peones, de verse en la necesidad estratégica de hacerlo,
Podrán comerse otro peón
De igual o distinto color
Siempre que el movimiento lo permitiese.

El ganador de cada partida
Será siempre el mismo:
El de las piezas “mayores”.

El ganador final será
Quien utilizando los peones
Pudiese durar más.

**
Extraño juego

Extraño juego de ajedrez
El ajedrez de mis pagos:
Todos los peones deben correr
Y el resto de las piezas, cazarlos.

Extraño juego de ajedrez
El del tercer mundo:
Los reyes de ambos lados suelen ser extranjeros
Y todos los peones, "negros".

Extraño juego…
Siempre pierden los peones
Y las piezas “mayores”
Se reparten el tablero.

Por Félix Sánchez Durán.

miércoles, 16 de enero de 2019

Deja pasar a mi pueblo

Deja pasar a mi pueblo

Noche lánguida de Mozambique
los sonidos lejanos de marimba llegan a mí
–preciosos y constantes–
venidos ni yo sé de dónde.

En mi casa de madera y zinc,
pongo la radio y me dejo llevar…
muchas voces de América me sacuden el alma y los nervios,
y Robenson y Marian cantan para mí
spirituals negros de Harlem.

Let my people go
–oh deja pasar a mi pueblo, deja pasar a mi pueblo–,
dicen.

Y yo abro los ojos y ya no puedo dormir.
Dentro de mí suenan Anderson y Paul
y no son dulces voces de impulso.
Let my people go.

Nerviosamente,
me siento a la mesa y escribo…
(Dentro de mí
oh let my people go.)
deja pasar a mi pueblo.

Y ya no soy más que un instrumento
de mi sangre en turbulencia
con Marian ayudándome
con su voz profunda –mi Hermana.

Escribo…
En mi mesa se ven inclinarse cuerpos familiares.
Mi madre de manos rudas y rostro cansado
y revueltas, dolores, humillaciones,
tatuando de negro el virgen papel blanco.
Y Pablo, que no conozco
pero es de mi misma sangre y de la misma savia amada de Mozambique,
y miserias, ventanas enrejadas, dioses de hechiceras,
algodonales, y mi inaccesible compañero blanco,
y Zé –mi hermano– y Saúl,
y tú, Amigo de dulce mirar azul,
pesando en mi mano y obligándome a escribir
con el odio que me trae la rebelión.
Se ve a todos inclinarse sobre mi hombro,
mientras escribo, noche adelante,
con Marian y Robeson vigilando por el ojo luminoso de la radio,
–let my people go,
oh let my people go.

Y siempre que lleguen a Harlem
las voces de lamentación
y mis cuerpos familiares me visiten
en largas noches de insomnio,
no podré dejarme llevar por la música fútil
de los valses de Strauss.
Escribiré, escribiré,
con Robenson y Mariam gritando conmigo:
Let my people go,
oh deja pasar a mi pueblo.

de Noémia de Sousa,
en Voces del sur - Aproximación a la poesía africana (Equipo Fénix comp.), Biblioteca Virtual Omegalfa, S/F.
Traducción de Manuel Cabrera

martes, 15 de enero de 2019

Rosales de suburbio

Rosales de suburbio

Claro, como llegó la primavera,
Sobre las pobres casas,
De latas y maderas,
De los suburbios, buen rosal que trepas,
Te has cubierto de rosas.
Si tú fueras
Como los hombres, oh, rosal, sin duda
Como ellos, prefirieras
Para bien florecer las ricas casas,
desiertas
Dejaras las paredes de los pobres.

Pero no eres así.
La dulce tierra
Te basta en cualquier parte y te es lo mismo:
Para tu suerte, acaso, tú prefieras
Las modestas casuchas donde luces
Mejor, enredadera:
Único adorno que no cuestas nada…
(El agua, buenas rosas, todavía
Se baja de los cielos sin gabelas).

En las bellas mañanas, cuando miras
Las ventanas abiertas,
Tus brazos verdes y jugosos buscan
El espacio sin vidrios y penetran
Al interior del cuarto: —¡Buenos días!
Tus corolas intentan
Decir con sus rosados labiezuelos.

Luego, si muy risueño
Se te acerca
El niño sucio de azulados ojos
Y carnes prietas,
Te haces el que no entiendes y no miras;
Pero entiendes y miras, y le sueltas
Con mucho disimulo,
Como quien no quisiera,
Sobre sus rizos de oro, una corola
Sabiamente deshecha.
El niño, entonces, de suburbio, luce
En la rubia cabeza
La corona divina. No la siente
Porque nada le pesa,
Y como un Eros haraposo canta
Y corriendo se aleja.

de Alfonsina Storni,
en Entre el largo desierto y la mar, Fondo Editorial Casa de las Américas, 1999.

lunes, 14 de enero de 2019

La manta de papel del compañero de prisión

La manta de papel del compañero de prisión

De libros viejos y de libros nuevos, las páginas unidas y pegadas
hacen su manta. Es de papel, pero es mejor que nada.
Aquellos que al abrigo, entre brocados, dormís en fina cama:
son muchos en prisión los que no duermen, sin abrigo ni manta.

de Ho Chi Minh,
en Diario de prisión, Instituto del libro (CUBA), 1970.

domingo, 13 de enero de 2019

IN MEMORIAM RWANDA

IN MEMORIAM RWANDA


El resplandor azulea en la nuca de un niño
Y el fuego de la tarde ya no tiene esperanza

Aquel verano la hemorragia fue silente
Y la luz enterraba al mantillo

Era como una risa idiota bajo el yeso,
Cuando ya no se ríe –pobre carne–,
Un diente puro en lo más claro del espacio

¿Y qué botín fue aquel, colmado, a rebosar?
¿Qué flor frotada por el hierro junto a nuestros oídos?

Arrasábamos, por plácidas colinas,
En el desierto. Sólo se oye el clamor
De los osarios—el mantillo es carnívoro.-

de Nimrod,
en Voces del sur - Aproximación a la poesía africana (Equipo Fénix comp.), Biblioteca Virtual Omegalfa, S/F.
Traducción del francés de Javier del Prado

sábado, 12 de enero de 2019

La revuelta de los conejos

La revuelta de los conejos

Sentimos un reguero de conejos nerviosos
inflamándonos las venas,
corriendo suavemente por nuestros intestinos,
limpiándonos por dentro
la arenilla de la muerte,
el hollín de las mentiras,
la ceniza sin forma de la vida simulada.

Los sentimos correr y los sentimos
nerviosos e impacientes
por salirnos por la boca y por los ojos.

Saben bien que los zorros
les acechan ahí fuera.

Pero deben salir.

Pero quieren salir.

Pero van a salir.

de Miguel Ángel García Argüez,
en Once poetas críticos en la poesía española reciente (Enrique Falcón, coord.), Baile del sol, 2007.

viernes, 11 de enero de 2019

Adiós a la tolerancia

Adiós a la tolerancia

Geniales poetas de sonrosados rostros,
serios, ingeniosos,
que habéis dado al mundo
algunos bocados exquisitos,
fragmentos de lenguaje presentados
como se ofrece un filete de costilla
acompañado de cerezas con licor.
Adiós, adiós.          
          No me importa
si jamás vuelvo a probar vuestros finos guisos,
compañeros neutrales, videntes de ambos lados.

Tolerancia, cuántos crímenes
se cometen en tu nombre.

Y vosotras, bellas mujeres, horneadoras de los mejores pasteles,
donantes de sangre. Vuestras migajas
me ahogan, no me gustaría
tener una gota de vuestra sangre, bombeada
por delicados corazones, de pulso perfecto, que nunca
vacilan, insensibles
ante las pesadillas de la realidad.

Se trata de mis hermanos, mis hermanas,
cuya sangre se derrama a borbotones y se detiene
para siempre
porque habéis preferido creer que ello no os concierne.

Adiós, adiós,
vuestros poemas
cierran las boquitas,
vuestras confituras se enmohecen,
un abismo ha separado          
          el suelo entre nosotros

y volvéis la mirada, sin saludar,

hacia otro lado.

No volveremos a encontrarnos
a menos que saltando sobre la grieta, dejéis
atrás los preciados
gusanos de vuestra apatía,
vuestras tibios sarcasmos,
vuestro jovial, mesurado
e irónico juicio neutral;
¿Saltar sobre el equilibrio
es excesivo? … pero
cómo fluirían y se mezclarían
gozosamente
nuestras fanáticas lágrimas.

De Denise Levertov,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.25, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

jueves, 10 de enero de 2019

Si me quisieras conocer

Si me quisieras conocer

Si me quisieras conocer,
estudia con ojos de ver
ese trozo de palo-negro
que un desconocido hermano maconde
con manos inspiradas
talló y trabajó
en tierras distantes allá en el Norte.

Ah! Esa soy yo:
órbitas vacías en la desesperación
de perseguir la vida
boca rasgada y herida de angustia
manos enormes, agrietadas,
irguiéndose como quien implora y amenaza,
cuerpo tatuado de heridas visibles e invisibles
por los duros azotes de la esclavitud...
torturada y magnífica
altiva y mística,
africana de la cabeza a los pies.

Ah! Esa soy yo
Si quisieras comprenderme
ven e inclínate sobre mi alma de africana,
en los gemidos de los negros,
en los batuques frenéticos de los muchopes,
en la rebeldía de los machanganas,
en la extraña melodía que vuela
de una canción nacida de la noche.

Y no me preguntes nada más
si es que me quieres conocer…
no soy más que un caracol de carne
donde la insurrección de África congeló
su grito lleno de esperanza.

de Noémia de Sousa,
en Voces del sur - Aproximación a la poesía africana (Equipo Fénix comp.), Biblioteca Virtual Omegalfa, S/F.

miércoles, 9 de enero de 2019

Los Ángeles [en el satélite]

Los Ángeles [en el satélite]

En el satélite el mundo es una gran bola de confusión
Lagartija Nick

-I-

ella quiso quedarse toda la vida mirando el televisor por
la autopista corren
descapotables con cadáveres dentro moteles y lagartos el
desierto todo lleno de soles
y manos temblorosas dólares y pistolas juegan esta tarde al
ajedrez nadie se detiene a
comprar naranjas a un niño al borde de la carretera vamos
pequeña al Big Sur pinturas
abstractas y LSD revueltas en el guetto y nombres pintados
en las paredes aceite
quemado patatas fritas y frijoles L.A. jadea cubierta por la
niebla la noche se retuerce
atrapada en una red hecha con millones de luces de colores

-II-

ella quiso quedarse para mirar la ciudad en llamas acero
crack y cristal papeles
sucios que bailan con el viento en los grandes centros
comerciales el aire huele a
desinfectante amapolas de opio crecen en las cloacas los
niños sólo comprenderán la
realidad virtual los hijos de los granjeros muertos esperan en
los semáforos locos oh
L.A. palpitante feto de muerte extrañas sectas se mueven en
la noche alguien graba
en super 8 obscenos ritos de muslos sangrantes el semen de
Charles Manson llueve
cada primavera sobre los ojos sucios de L.A. el hipódromo
tiene un enigmático sabor a
estiércol y a sangre periódicos botellas cremas para la piel
pañuelos de papel y vasos
de cartón un demonio hiberna en San Andrés Fall

-III-

ella quiso quedarse para mirar la efigie de Cristo en los
relojes de pulsera
farmacias sucias y oscuras ambulancias peyote y anoche un
sicópata atropelló a siete
personas y se dio a la fuga quisimos oír a Chet Baker en
algún pequeño club pero no
hubo manera de encontrarlo teléfonos portátiles millones de
condones usados lluvia de invierno chicas con patines
y joyerías de guardia en el camión de la basura ha
aparecido muerto otro bebé Bunker Hill yace aplastada por
los rascacielos los
borrachos beben licores baratos con sabor a fruta

-IV-

ella quiso quedarse para alquilar la ciudad entera para
incrustarla en su corazón de fibra de vidrio y esperar
el día en que las llamas vengan a beber en las venas
estiradas y cochambrosas de una ciudad con olor a tristeza y
a aguarrás

de Miguel Ángel García Argüez,
en Once poetas críticos en la poesía española reciente (Enrique Falcón, coord.), Baile del sol, 2007.

lunes, 7 de enero de 2019

África, mi querido país...

África, mi querido país,
de Túnez a El Cabo,
De Gambia a Somalia
Yo estoy en mi país.

Tu eres la patria
Que me atribuyen tus vecinos,
Aunque en tu tierra
Soy "camerunesa".
Tu vecina Europa
Me llama "africana".
Para tu vecina Asia
Soy africana.
En la lejana América
Yo soy africana.

Esta identidad global
Me honra y enorgullece.
¡Viva mi patria, África!

de Monique Bessomo,
en Voces del sur - Aproximación a la poesía africana (Equipo Fénix comp.), Biblioteca Virtual Omegalfa, S/F.

domingo, 6 de enero de 2019

Discursos

Discursos

Hablar a la gente
de paz
y mientras estar pensando en ti
Hablar de futuro
y mientras estar pensando en ti
Hablar del derecho a la vida
y mientras estar pensando en ti
del miedo por nuestros semejantes
y mientras pensar en ti:
¿es hipocresía
o es por fin la verdad?

de Erich Fried,
en Entre los poetas míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.8, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2012.

viernes, 4 de enero de 2019

El Poder

El Poder

Hoy es día de fiesta
los poderosos mostrarán orgullosos
sus fastos al poder.
Los otros sacrificarán sus sueños
y la sumisión de sus antepasados.
Los pobres ¿Qué sacrificarán?
lo más seguro
es que devolverán al señor
la única riqueza que les regaló 
le ofrecerán sus hijos
pero antes
esperarán hasta que el sol
se eleve dos palmeras sobre el horizonte
por si el arcángel quiere aparecer.
¿Quién sabe si no se repite el milagro?
y además 
¡Dios es tan poderoso…!

de Mohamed Aldefatah,
en Voces del sur - Aproximación a la poesía africana (Equipo Fénix comp.), Biblioteca Virtual Omegalfa, S/F.

jueves, 3 de enero de 2019

Crack!

Crack!

Los pardos capellanes de la macroeconomía
los más lúcidos siquiatras, los jueces, los burócratas
y un delegado electo de entre los mercachifles,
reunidos en insólita asamblea,
decidieron ya (y han vuelto a decidir)
atarnos a la cama para evitar la crisis.
Van despacio, muy despacio
las obras de asfaltado de mi frente.
Y ha sido sin embargo inevitable
y se ha rayado el disco en que sonaba el charlestón.
De todas las ventanas, al momento,
se han lanzado tipos gordos en mangas de camisa.
Por todas la agencias de pronto se ha sabido
que sin remedio alguno asaltarán los gatos
muy pronto las perreras.
En Wall Street hay luces de ambulancias.
Las acciones por los suelos.
Los teléfonos que suenan. Las batas. Los diagnósticos.
Las píldoras que ingiero. Las rejas.
Las paredes. Las celdas acolchadas.
La arqueológica arista de los grandes rascacielos
que tuerce en un momento sus graves estructuras.
Hace frío aquí dentro
pero todos sabemos si cerramos los ojos
que ahí fuera el sol calienta los campos y las cosas.
Los índices se hunden,
los gráficos se arrastran hacia el suelo
y a gritos le pedimos de nuevo a la enfermera
que atienda a nuestro cambio de agujas,
que ya nos toca, al fin. Que ya es la hora.

Apaga el fax y arráncate el gotero.
Que son mucho más bajos estos muros
de lo que siempre nos hicieron creer.
Que no son tan insalvables las tapias
del extraño manicomio del mundo.

de Miguel Ángel García Argüez,
en Once poetas críticos en la poesía española reciente (Enrique Falcón, coord.), Baile del sol, 2007.

miércoles, 2 de enero de 2019

De mártires y víctimas

De mártires y víctimas

Cuando la sociedad perezca
Cuando la humanidad por fin perezca
Una lápida contará su historia
Y será una larga lista
De mártires y víctimas
En el camino
De la perdición

Podría ser el poema de Santiago
Hablando de libertad y compromiso,
El poema de Rafael
Hablando de hermandad, comunidad…
Podría ser el poema de Cristofer Rego
Hablando de paternidad
O el de María del Carmen Iglesias
Hablando de volver a empezar…

Podría ser un poema de Orellana
Hablando del derecho a la tierra
O de Andrés Vieira
Hablando de violencia institucional

Podría ser el poema de Lucía Pérez
Hablando de justicia y resiliencia
O el de Facundo Ferreira
Hablando de su primer amor

Podría ser el poema de Ángeles Rawson
O de Micaela García,
Podría ser un poema de sueños,
Anhelos y alegrías…

Podría ser un poema feminista,
Contra el patriarcado.
Podría ser un poema de Liliana Herrera o de Elizabeth –Liz-,
Sobre la experiencia de abortar

Podría ser el poema…
Pero soy un obituario.

Por Félix Sánchez Durán.