Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

lunes, 13 de julio de 2020

Migraciones

Migraciones

En los caminos del humo se puede remontar cualquier distancia.
Che

El relámpago que suspende el grito y lo rasga o lo enciende ¿se llama distancia? ¿y qué es la distancia sino la mirada que desconoce la fatiga?

Dicen los perros de mi barrio que la distancia es una cadena de orines que se resiste a la lluvia.

Y dicen también que a veces es una retahíla de sombras alumbrando desolvidos como quien alumbra vides o cigüeñas.

Y dice Carmen, con su voz de embrujo de media tarde, que la distancia es un sobre de papel con los bordes punteados y el lamento de los aviones a lo lejos y el olor de la siesta de los pueblos; o mejor aún, es el recuerdo del olor de la siesta de los pueblos.

Y también las sirenas de las fábricas y el traqueteo de los trenes que se alejan y las canciones de Yupanqui en una radio de nubes.

Y dicen las golondrinas jóvenes al volver a casa que la distancia es la voz de las casuarias en los descampados cuando parece que lloran la llegada del invierno.

Y la sombra de la luna cuando cruza el cielo tirando de un carro con cuatro tigres zainos que huyen de la tristeza o del presentimiento.
Y es un libro de magia que alguien guardó para el día en que las palabras ya no resistan el fuego del silencio y sollocen entre sus propias cenizas.

Y dicen los más viejos, cuando la memoria se deja sobornar por los asuntos del pasado y el vino, que la distancia es una foto del Che fumando una pipa o un cigarro al tiempo que repite unos versos de Vallejo y mira el humo que sube como quien mira a otros, con esa vieja ternura que sobrevive a la distancia, lo que es decir a la muerte.

de Raimundo Rosales,
en Hilos de agua, Milena Caserola, 2016.

domingo, 12 de julio de 2020

El después...

El después...

A veces creo
                    Q la única forma
                               Q tendremos
                                                                     De no mear fuera del tarro
Es no habiendo tarro

Pero seguramente
                Encontraremos
                                    Una nueva forma
                                           De cagarla
Olímpicamente

de Félix Sánchez Durán,
en Somos, Ferrero/Hartmann, 2020.

sábado, 11 de julio de 2020

Mi verso...

Mi verso...

Como una juglaresa con sus bolas doradas
juego yo con los metros
para mí, el metro no tiene secretos ¡pero odio el metro!
Como la domadora india de panteras
que con una mirada arrodilla sus fieras
he domado la rima.
Pero odio la rima.

Me enferma la asonancia monótona del verso medido
del verso rimado
me crispa los nervios ese sonsonete
bárbaro y cansino del verso latino
odio rima y metro
estúpidas leyes
que atreverse quieren a encerrar la ideal suelta, libre y única
en estrechos caminos trillados
en cuadros medidos y clasificados.

Santa inutilidad de la belleza
y belleza sagrada de lo libre.

Amo la idea en bruto que surge impetuosa
igual que un torrente
la que no conoce vallas ni caminos
y rompe con todas las leyes posibles
abriéndose cancha
por donde a su antojo soberano andará
igual que un torrente brutal de belleza
que salta por todo
¡Quiero que mi verso
se abra paso, rugiente y sonoro
y libre
igual que un torrente brutal de belleza
que arrase con todo.

de Salvadora Medina Onrubia,
en https://poetassigloveintiuno.blogspot.com/2015/06/salvadora-medina-onrubia-16154-poeta-de.html (6/2/20).

viernes, 10 de julio de 2020

Postales

Postales

Toda la noche el Comandante
Con alta risa de barón,
Pela la cintura de una camarera
Su olor a mandarina dulce [...]
Se formarán pilas de fango sobre sus ojos.

*
Los jóvenes soldados entraron en la casa
Y juntaron al jardinero de la huerta,
Sus dos hijos, su abuelo vehemente,
Y les dispararon donde se encorvaban
En sus sombras.

*
Una madre cuenta la penitencia en el rosario.
A la criatura en su barriga le crecen los ojos.

*
En el tribunal, la secretaría del ejército
Le echó la culpa a la Naturaleza misma
—Un gran simún repentino causó
El lamentable incendio. Y nadie puede condenar
La historia amnésica del viento,
Ni la historia amnésica de la deflagración.
No mencionaron las puertas atrancadas,
Ni los tanques de gasolina regados como muñones de dientes.
La cara congelada del juez gubernamental
Consideró a las testigos, viudas recientes,
Demasiado emocionales. No confiables.

*
Han dejado el pueblo como una herida.
Dos escorpiones pelean en un crisol de arena
—El signo de interrogación que forman sus colas, chamusca el aire.

*
Los muchachos montaron una casa de muñecas
De los soportes en escombro sobre las instalaciones ya demolidas.
Dos Generales aniñados alinean equipos
Para un juego de Pistolas contra Espadas.
Y luego los espadachines
Y luego el traqueteo de sus bocas
Para que las pistolas les parezcan verdaderas
A los padres de la Revolución que observan
Eligen entre los dos, gritan y aclaman.

*
Al otro extremo del muro de la mezquita bombardeada,
Una oración por el altavoz hace eco de la opinión del Profeta
Sobre el perdón en los momentos de ira.
Pero el muecín, arrastrándolo en el polvo por el cuello,
Ahora se raja y vuelve a rajarse
Contra el tantán de su voz.

*
Estas son dos de las postales que no se pueden mandar.
Los ojos de escarabajo en punta bajo la lápida astillada de una luna
Que tiembla sobre su cara arrugada de mar.
El perfil del esqueleto
Que la visita de noche,
Sus brazos mecánicos
Levantados, todavía
Piden
Clemencia.

*
En la base militar de la montaña,
Conducen a cinco hombres por una ladera empinada
Y luego los meten en lo profundo de una arboleda.
Aquí nadie hará el cuento.
La montaña es silenciosa e infinita.
Los buitres quietos con su hambre,
Solo las hojas de olivo con susurros responden al cielo.

de James Byrne,
en Poemas escogidos, Buenos Aires Poetry, 2019.

jueves, 9 de julio de 2020

Sueños

Sueños

Aférrate a tus sueños,
porque si los sueños mueren
la vida es un pájaro de alas rotas
que no puede volar.

Aférrate a tus sueños,
porque cuando los sueños se van
la vida es un campo estéril
congelado por la nieve.

de Langston Hughes,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.77, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.

miércoles, 8 de julio de 2020

Con equipaje ligero

Con equipaje ligero

No te acostumbres.
No tienes derecho a acostumbrarte.
Una rosa es una rosa.
Pero un hogar
no es un hogar

Quítale el objeto al perro faldero
que te mueve la cola
en la vitrina.
Se equivoca. Tú
no hueles a quedarte.

Una cuchara es mejor que dos.
Cuélgala al cuello,
puedes tener una,
pues con la mano
es difícil servir lo caliente.

Te correría azúcar por los dedos
como el consuelo
como el deseo,
el día
que ella sea tuya.

Puedes poseer una cuchara,
una rosa,
tal vez un corazón
y una tumba
tal vez.

de Hilde Domin,
en https://elvendedordetierra.com/2018/05/28/poemas-de-hilde-domin/ (8/7/20).

No te acostumbres...

No te acostumbres
no debes acostumbrarte
una rosa es una rosa
pero un hogar
no es un hogar

de Hilde Domin,
en https://elpais.com/diario/2006/02/26/agenda/1140908403_850215.html (9/5/20).

martes, 7 de julio de 2020

Congreso Internacional del Miedo

Congreso Internacional del Miedo

Provisoriamente no cantaremos al amor,
que se refugió más abajo de los subterráneos.
Cantaremos al miedo, que esteriliza los abrazos,
no cantaremos al odio porque este no existe,
existe apenas el miedo, nuestro padre y nuestro compañero,
el miedo grande de los sertones, de los mares,
[de los desiertos,
el miedo de los soldados, el miedo de las madres, 
[el miedo de las iglesias,
cantaremos al miedo de los dictadores, 
[al miedo de los demócratas,
cantaremos al miedo a la muerte y al miedo 
[de después de la muerte,
después moriremos de miedo
y sobre nuestras tumbas nacerán
[flores amarillas y medrosas.

de Carlos Drummond de Andrade,
en 50 poemas escogidos, Fundación editorial el perro y la rana, 2008.

lunes, 6 de julio de 2020

El entierro de Pedro León Ugalde

El entierro de Pedro León Ugalde

Pedro León va recostado en la inmensa caja negra
—cuatro tablones de roble, cruzados por cuatro ausencias—;
un rumor de mar levanta toda la nación llorando
debajo del agua roja de los revolucionarios,
y a la orilla de las altas murallas del Cementerio,
como un capitán de sombras, presenta armas el invierno;
y aquel ademán romántico de gran raigambre española,
¿en dónde está el gran chambergo y la gran capa sonora?;
paso a paso, tranco a tranco, tranco a tranco, paso a paso
el cortejo avanza solo, como un toro degollado;
es el pueblo, todo el pueblo inocente y formidable,
el criollo, el triste, el pobre, el chegre rotito de antes,
más panudo que una res de rezago, en primavera,
ahora de duelo, echado, cargando un saco de penas,
detrás del recuerdo de ese que está tendido allá adentro,
con las dos manos cruzadas en los cien mundos del pecho;
entra Pedro León andando, muerto mandando y bramando,
con aquel bramido grande y mudo de los finados;
y cae en el ataúd la flor popular lo mismo
que una gran lluvia madura de corazones perdidos,
arrastrando en sus entrañas «la chusma» del Año Veinte;
pero un viento de comedia sopla la sombra y adviene
el sainete del pelele entre las tumbas soberbias,
y el garrote de la ley engrasado de vergüenza;
restalla la espada, empleándose en mitos de cobardía;
y los caballos se niegan a atacar la muerte misma;
Pedro León, ¿qué dice ahora tu amigo, el «León» del Gobierno?
(cerrados están los puños, porque están los puños muertos);
bajo una suerte de adioses, la eternidad enlutada,
se entreabre y avanza un hombre a las soledades máximas,
dejando a la autoridad clavada en su chisme, humano,
tal como a una arpía vieja y ciega, vociferando
frente a las masas obreras, grandiosas de comunismo
(palabrotas de matón nacional); enfurecido,
el «Senador de los Pobres» duerme para siempre y nunca;
pero, revólver en mano, se levanta su figura,
apuntando al corazón negro de la oligarquía,
y su proyectil eterno marca la casta asesina;
¡Pedro León, te escarnecieron, Pedro León, te pisotearon,
dispara, desde la muerte, contra los reaccionarios,
los fariseos vestidos de palomas, los verdugos,
comerciantes —asesinos de Satanás y los últimos
ejemplares— miserables del embaucador «patriota»,
los sicarios, los esbirros de la morralla católica,
dispara contra el fascismo y el imperialismo: el HAMBRE,
dispara contra la guerra burguesa, pavoneándose
sobre la masa y los gremios heroicos de proletarios,
dispara contra los ricos, dispara contra los amos,
por el «Frente Popular», Pedro León, desde la nada,
desde la sombra infinita del infinito, dispara ...!

de Pablo de Rokha,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.

domingo, 5 de julio de 2020

Kaïdara

Kaïdara

He comido pollo antes que el piojo me comiera.
Tira mi “comedor” a tierra.
Un día cercano, la tierra se lo comerá.
La vida así está hecha.
La termita roe las raíces, las come.
En cuanto a la gallina, se traga la termita.
El hombre se alimenta de la gallina
y la fiera se come al hombre.
La tierra paciente espera.
Sin ojos, contempla y ve.
Observa al escarabajo.
Se ríe de él, sin boca.
El escarabajo sin palabras le dice:
“¡Oh tierra!, yo imito a Gueno tu Creador,
que te da vueltas durante el día,
te da vueltas de nuevo por la noche,
te hace rodar en todos los sentidos
y te hace danzar en la eternidad”.
En verdad, la vida consiste en contemplarse.
Nosotros nos comemos, nos comemos de nuevo
y, finalmente, la tierra nos come a todos.

Anónimo (poema fulbe),
en Poesía anónima africana (Rogelio Martínez Furé Comp.), Fundación Editorial el perro y la rana, 2007.

sábado, 4 de julio de 2020

concierto de esperanza para la mano izquierda - GRAVE

concierto de esperanza para la mano izquierda

GRAVE

¡Cuántos niños han muerto
a la sombra de nuestras esperanzas!
Nosotros los mayores no merecemos perdón.
Utilizamos la ternura para infundir
y las escuelas matutinas para inculcar
las estatuas callejeras para infligir
y los discursos en la plaza para perpetrar
y los manuales y las prédicas y los
premios dominicales y los programas
infantiles en la televisión y luego
los dejamos morir traspasados por
las bayonetas. ¡Cuántos niños han muerto
a la sombra de nuestras esperanzas!
Nosotros los mayores somos inventores
del cariño y luego productores de la bayoneta.
Nosotros acariciamos la esperanza y luego
somos los impávidos verdugos de la esperanza.
Hemos inventado la ley y el cumplimiento
de la ley. Hemos creado la vida y decretado
la muerte. Somos los treinta dineros
de nuestras propias alegrías. Merecemos
tristeza, merecemos eternamente la esperanza.
Vivir la realidad y estrangular
los sueños. Ajusticiarlos a quemarropa.
Ponerles nuestros nombres y asesinarlos.
Nosotros los mayores que hemos perdido
el respeto al pasado y asesinamos el futuro.
Los que decimos: ¡son los hijos ajenos!
como si fueran ajenos nuestros hijos
como si fueran hijos del árbol o de las rocas
o del crepúsculo boreal como si fueran
hijos de la llama y del ornitorrinco
como si fueran hijos de otros sistemas
solares o patrias cósmicas ultravioletas
coma si nosotros las mayores no fuéramos
los padres de los hijos o si los hijos
de los mayores fueran los hijos de los menores.
Somos nosotros los culpables. Somos
los implacables destructores de nosotros mismos.
No merecemos perdón. Merecemos la esperanza
eternamente sumergidos en la esperanza.

de Pedro Mir,
en Viaje a la muchedumbre, Siglo XXI, 1978.

viernes, 3 de julio de 2020

concierto de esperanza para la mano izquierda - SOLO DE ESPERANZA

concierto de esperanza para la mano izquierda

SOLO DE ESPERANZA

La esperanza es un nido
y una semilla en el suelo.
La esperanza una flor
en forma de coliflor
que mastican lejanos
los camellos.
La esperanza es la raíz
en la humedad, y el arroyo
en el desierto.
El barco sobre la mar
y Federico en sus versos.
La esperanza es un concierto
popular
en los años duros
y en doscientos muertos.
El caballo en la montaña
y en Granada un monumento.
La esperanza es un cuartel
de policía consagrado
a cuidar la tranquilidad
del pensamiento
el orden del arcoíris
y la equidad del recuerdo.
La esperanza es la esperanza
convertida en ley
de los pueblos,
el pueblo convertido en ley
y la esperanza en Gobierno.
La esperanza es un Estado
de muchachas escribiendo
un plan quinquenal de niños
y una constitución del soneto.
La esperanza es contar con todo
lo que necesita el librero
y el obrero de obras públicas
para trazar un camino
que una a todos los pueblos
del mundo,
convierta a todas las patrias
en una sola patria,
reúna todos los brazos
en un solo trabajo
sideral y alegre,
lleve la flor y la coliflor
a los desiertos,
traiga invasiones de trigo
y de manzana a los centrales
azucareros.
Un río de lunas que gira
en el corazón del sistema
planetario y derrama
la médula del hombre
sobre la espuma del
firmamento.
La esperanza es la muerte
de lo que fuera antiguo
y ha sido eterno.
La esperanza es la muerte de la muerte.
La esperanza es la esperanza
de reanudar la juventud del pueblo.

de Pedro Mir,
en Viaje a la muchedumbre, Siglo XXI, 1978.

jueves, 2 de julio de 2020

libertad individual

libertad individual
(asamblea de palabras)

creo en la libertad individual
de las personas hasta sus últimas consecuencias
–mi primera novia
se enrolló con otro a mi lado–
creo en la libertad individual de las personas
hasta sus últimas consecuencias

de Francisco Cenamor,
en Asamblea de palabras, Ediciones Vitruvio, 2007.

miércoles, 1 de julio de 2020

La cosecha (III)

la cosecha

siembra reglas
y mañana cosecharás un mundo como el de hoy
siembra poesía
y mañana cosecharás un mundo mejor

Por Félix Sánchez Durán.

La edad de la inocencia

La edad de la inocencia

Mi perro, que apenas tiene un año,
acaba de romper las lilas
que planté esta mañana
y mueve la cola con euforia
cuando compruebo lo que hizo.

También yo, siendo pequeño,
rompía alegremente los juguetes
ante la desazón de mis progenitores.

A veces, me pregunto si Dios
no será un niño inocente todavía,
que, haciendo alarde de sus travesuras,
se pone a jugar con las estrellas.

De César Cantoni,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.112, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2018.