Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

martes, 15 de marzo de 2022

lunes, 14 de marzo de 2022

EL JUICIO FINAL

EL JUICIO FINAL
(una broma)

¡Ah!, que vida la de todos estos muertos.
Aleluyas que oigo,
hacen erizar el pelo de mi cabeza
y mi alma está enferma de miedo.

Cuando todo es rígido
en el juego de fuerzas opuestas,
cuando nuestros sufrimientos decaen por siempre
y la meta final se ha ganado.

Al Dios eterno debemos orar,
interminables aleluyas clamar,
interminables himnos de gloria elevar
y no saber de más gozo o dolor.

Me regocijo en la escalera
que me guía a la meta de la perfección,
y me regocijo cuando escucho,
urgiéndome, ese llamado al lecho de la muerte.

Allá... puede haber sólo un cielo
que completamente uno ha ocupado,
y que debemos compartir con viejas mujeres
a las cuales los colmillos del tiempo han mordisqueado.

Mientras su carne reposa bajo tierra
en pudrición con huesos desarticulados,
brillantes coloridas sus almas vagan en torno
en una arácnida danza enmarañadas.

Todo tan famélico, todo tan austero,
tan etéreo, tan casto,
jamás fueron sus formas tan puras,
incluso cuando más unidas caminaron.

Pero, arruino los procedimientos,
como mis himnos de oración, transformo.
Y aún así el señor oye mis gritos
y se enfurece con todo su enojo.

Llama al más elevado Arcángel
Gabriel, el alto y flaco,
quien expulsa al patán escandaloso
sin preámbulo de ceremonia.

Lo soñé todo, tú lo observas,
y pensé que desafié a la corte suprema.
Amigo,
no hubo nunca pecado que soñar.

de Karl Marx,
en Cantos para Jenny y otros poemas, El Viejo Topo, 2000.

domingo, 13 de marzo de 2022

VENCIDOS...

VENCIDOS...


de León Felipe,
en Antología Poética, Difusión Cultural. Universidad Nacional Autónoma de México, 1994 / Cuadernos de CAUM, 2018.

sábado, 12 de marzo de 2022

PARA LAS LLAVES AÚN FALTA

PARA LAS LLAVES AÚN FALTA

Primero fueron de sueño,
después de viento, las llaves,
ahora de patria y de pueblo.

Pero los muros son altos
y los ventanales ciegos.
Las cerraduras hostiles
conchas cerradas de hierro.

Hace falta un gran martillo.
Un yunque. Manos de fuego.
Que España entera, en la fragua
de su corazón deshecho,
forje con su voz maciza
las llaves del prisionero.

Porque los muros son altos.
Y los ventanales ciegos.
Las cerraduras hostiles
conchas cerradas de hierro.
Y hay odios viejos que oxidan
los cerrojos contra el pecho.
Y hay venganzas que aún rezuman
por su corazón veneno.

Pero más amor y estrellas
brillan en el firmamento.
Más corazones relumbran
como fruta de un huerto,
cargada de sol y aroma
la paz de su pensamiento.

Estas puertas aún resisten
voces aisladas, lamentos....
Pero sus goznes rechinan,
sus cerrojos están secos,
se partirán como cañas
bajo el viento, cuando el viento
lleve en sus silbos las llaves
unidas de todo un pueblo.

de Marcos Ana,
en Las soledades del muro, Akal Editor, 1977.
Edición digital: Titivillus. Proyecto Scriptorium Ex-Libris. Epublibre.  

viernes, 11 de marzo de 2022

Hacia el sur

Hacia el sur

te amo señora/como el sur/
una mañana sube de tus pechos/
toco tus pechos y toco una mañana del sur/
una mañana como dos fragancias

de la fragancia de una nace la otra/
o sea tus pechos como dos alegrías/
de una alegría vuelven los compañeros muertos
en el sur
establecen su dura claridad/

de la otra vuelven al sur/vivos por/
la alegría que sube de vos/
la mañana que das como almitas volando/
almando el aire con vos/

te amo porque sos mi casa y los compañeros
pueden venir/
sostienen el cielo del sur/
abren los brazos para soltar el sur/
de un lado les caen furias/del otro/

trepan sus niños/abren la ventana/
para que entren los caballos del mundo/
el caballo encendido de sur/
el caballo del deleite de vos/

la tibieza de vos/mujer que existís/
para que exista el amor en algún lado/
los compañeros brillan en las ventanas del sur/
sur que brilla como tu corazón/

gira como astros/como compañeros/
no hacés más que subir/
cuando alzás las manos al cielo/
le das salud o luz como tu vientre/

tu vientre escribe cartas al sol/
en las paredes de la sombra escribe/
escribe para un hombre que se arranca los
huesos/
escribe la palabra libertad/

de Juan Gelman,
en Debí decir te amo, Planeta, 1997.

jueves, 10 de marzo de 2022

Silencio

Silencio

Hora de apagar la luz
De hacer el balance cotidiano
Y por sobre todas las cosas
Con saldo
A favor.

de Hugo Leyton,
en Escritos de la cárcel (la expresión poética de los presos políticos), Centro Integración Cultural, Vol.1, 1986.

miércoles, 9 de marzo de 2022

LA SOMBRA DE LA ILUSIÓN

LA SOMBRA DE LA ILUSIÓN

—Detente; imbécil; ¿no ves
que te arrojas a la muerte?...
Baja los ojos y advierte
el antro que hay a tus pies.

—¡Santo cielo, qué profundo!
Negras sus bóvedas son...
—¡Ah! parece el corazón
de los que habitan el mundo!

Y en tu insensata caída
¿de qué azote vas huyendo?
—Iba corriendo, corriendo
tras de una ilusión perdida.

Desde aquel monte creí
ver su forma placentera
en el humo de la hoguera
que tú has encendido aquí.

—¡Ay! no cupo en tu contento
que en la tierra iguales son
el humo de la ilusión
y el humo que lleva el viento.

—Ya la fatiga quebranta
mi cuerpo desfalleciente,
traigo abrasada la frente
y hecha pedazos la planta.

¡No importa! yo seguiré
hasta otro mundo tras ella,
por una escondida huella
que ha de alumbrarme la fe.

Allí donde el corazón
no encuentra causa de llanto,
allí donde el desencanto
no es sombra de la ilusión.

—Sigue entonces, peregrino,
llevando mi adiós postrero,
¡ah! porque ningún viajero
se vuelve de ese camino.

—¡Por piedad! ¡Dime cuál es!
—Le estás pisando tú mismo...
—¡Cielos! ¡el inmenso abismo
que abre la tierra a mis pies!

—Tan sólo allí el corazón
no encuentra causa de llanto;
tan sólo allí el desencanto
no es sombra de la ilusión.

de Ricardo Gutiérrez,
en Poesías líricas, La cultura argentina, 1916.

martes, 8 de marzo de 2022

ATAVISMO

ATAVISMO   

Yo debo dar las gracias a mi raza judía 
que me ha hecho ahorrativa, 
mostrándome lejanos horizontes 
y adunando la prosa a la poesía. 

— El presente es la prosa 
y el sueño del mañana, poesía —. 

Hoy debemos sufrir — para nosotras 
esa es la ley suprema de la vida — 
pero el futuro puede ser en nuestras 
manos, dócil arcilla. 

Modelemos entonces las estatuas 
de nuestro porvenir, hermanas mías. 

de César Tiempo,
en Clara Beter - Versos de una..., Editorial Rescate, 1977.

lunes, 7 de marzo de 2022

Al pie de la diosa blanca

Al pie de la diosa blanca

Es cierto que te he traicionado.
Por años te pospuse con argumentos vanos.
¡Cómo desatendí tus llamados!
Quise taparme los oídos con la dorada
cera de las abejas, pero
no era de sirenas tu canto.
Hasta en sueños me perseguías
e hiciste yunque de mi pobre cabeza
y yo, necia, me negaba a obedecerte.
Pero prevaleciste, oh Diosa, sobre mí
y sobre la voluntad de quienes quisieron
encadenarme en el antiquísimo rol.
Tampoco puede decirse que fui cobarde
porque de algún modo supe resistir.
Te filtrabas, aliento que hinchó el alma.
He sobrevivido al menos, Diosa, y te hablo,
vencedora: soy tuya para siempre.

de Daisy Zamora,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.90, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.

domingo, 6 de marzo de 2022

Consideración del poema

Consideración del poema

No rimaré la palabra sueño
con la inconveniente palabra empeño.
La rimaré con la palabra carne
o con cualquier otra, que todas me convienen.
Las palabras no nacen amarradas,
saltan, se besan, se disuelven,
en el cielo libre apenas un dibujo,
son auténticas, amplias, puras, insuperables.

Una piedra en medio del camino
o apenas una huella, no importa.
Estos poetas son míos. Con todo orgullo,
con toda precisión se incorporaron
a mi fatal lado izquierdo. Robo a Vinicius
su más límpida elegía. Bebo en Murilo.
Que Neruda me dé su corbata
llameante. Me pierdo en Apollinaire. Adiós, Maiakovski.
Todos son mis hermanos, no son periódicos
ni deslizar de lancha entre camelias:
es toda mi vida que aposté.

Estos poemas son míos. Es mi tierra
y es aún más que ella. Es cualquier hombre
al mediodía en cualquier plaza. Es la lámpara
en cualquier pensión, si todavía las hay.
—¿Hay muertos? ¿hay mercados? ¿hay dolencias?
Es todo mío. Ser explosivo, sin fronteras,
¿por qué falsa mezquindad me rasgaría?
Que se depositen los besos en la faz blanca, en las nacientes
[arrugas.
El beso es todavía una señal, aunque perdida,
de la ausencia de comercio,
boyando en tiempos sucios.

Poeta de lo finito y de la materia,
cantor sin piedad, sí, sin frágiles lágrimas,
boca tan seca, pero ardor tan casto.
Dar todo por la presencia de los lejanos,
sentir que hay ecos, pocos, pero cristal,
no roca apenas, peces circulando
bajo el navío que lleva este mensaje,
y aves de pico largo confiriendo
su derrota, y dos o tres faroles,
¡últimos! esperanza del mar negro.
Ese viaje es mortal, y comenzarlo.
Saber que hay todo. Y moverse en medio
de millones y millones de formas raras,
secretas, duras. Ése es mi canto.

Es tan bajo que ni siquiera lo escucha
el oído a ras del suelo. Pero es tan alto
que las piedras lo absorben. Está en la mesa
abierta en libros, cartas y remedios.
Se infiltró en la pared. El tranvía, la calle,
el uniforme del colegio se transforman,
son olas de cariño que te envuelven.

¿Cómo huir al mínimo objeto
o recusarse al grande? Los temas pasan,
yo sé que pasarán, mas tú resistes
y creces como fuego, como casa,
como rocío en los dedos,
en la hierba, que reposan.

Ahora ya te sigo a todas partes,
y te deseo y te pierdo, estoy completo,
me destino, me hago tan sublime,
tan natural y lleno de secretos,
tan firme, tan fiel... Como una lámina,
el pueblo, poema mío, te atraviesa.

de Carlos Drummond de Andrade,
en 50 poemas escogidos, Fundación editorial el perro y la rana, 2008.

sábado, 5 de marzo de 2022

Sagrados son los gusanos...

Sagrados son los gusanos
sagradas las bacterias

pues en ellas acaban resumiéndose todas las formas de vida
pues en ellas confluyen siempre las formas de vida más alta.

de Jorge Riechmann,
en El corte bajo la piel, Editorial Bitácora, 1994.

viernes, 4 de marzo de 2022

DEPÓSITO LEGAL

DEPÓSITO LEGAL

Me lo dijo mi madre.
A ella también se lo dijeron:

Escúcheme, señora, yo
lo único que puedo garantizarle
es que su hijo ha entrado
vivo
aquí.
Ahora bien,
lo que ya no sé,
lo que ya no puedo asegurarle
es cómo va a salir.

Se lo dijo
el director de la provincial.
Mientras se lo estaba diciendo,
fuera,
en el patio de la segunda galería,
estaban a punto
de bajarse al Rana.
El Rana, de rodillas,
atragantándose con sus propias lágrimas,
suplicando
por su vida:

¡Por favor, tío!
¡No me mates!
¡Por lo que más quieras!
¡No me mates!
¡Haré todo lo que tú me pidas!
¡De legal, tío! ¡Todo!
¡Te lo juro por mis hijos!
¡Por todos mis muertos!
¡Pero por favor!
¡Por favor te lo pido!
¡No me mates!

La primera mojada,
con un pincho sacado de la pata de una cama,
un conan,
le entró por la boca abierta,
le atravesó la lengua, la garganta
y                     salió por la espalda.
La segunda se la espetaron en la nuca.
Le rompió los dientes
y                     terminó de reventarle
la cabeza.

de David González,
en El demonio te coma las orejas, Biblioteca Omegalfa, 2020.

jueves, 3 de marzo de 2022

COMO TÚ...

COMO TÚ...

Así es mi vida,
piedra,
como tú; como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;
como tú,
guijarro humilde de las carreteras;
como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego centelleas
bajo los cascos
y bajo las ruedas;
como tú, que no has servido
para ser ni piedra
de una Lonja,
ni piedra de una Audiencia,
ni piedra de un Palacio,
ni piedra de una Iglesia;
como tú,
piedra aventurera;
como tú,
que, tal vez, estás hecha
sólo para una honda,
piedra pequeña
y ligera...

de León Felipe,
en Antología Poética, Difusión Cultural. Universidad Nacional Autónoma de México, 1994 / Cuadernos de CAUM, 2018.

miércoles, 2 de marzo de 2022

Balada de las focas

Balada de las focas

Duerme papá foca como un lumpen
y mamá foca adora a su hijito:
como si fuera un caramelo,
lleva en sus dientes un pececito
a su foquita de ojos castaños
a la que llama "Mocosita".

¡Ah, focas semejantes a niños!
Podríais vivir en este mundo tranquilas,
pero en el programa comercial
ya hace mucho que fuisteis incluidas.
Y no saben las mamás focas
que hay cables telegráficos
volando de Moscú a nuestro barco.

Y que, ahora, en un lugar de Boston,
en una gran subasta de pieles,
hay un comerciante radiante
extendiendo cheques cordialmente
y exclamando: "¡Paz y amistad!
¡Paz y russian foca!"

Para que una dama
delgada como un palo
pueda envolver con pieles sus huesos,
alguien de rostro importante
por el morse nos envía
órdenes que se clavan en los sesos.

¡Ah, focas! Os amamos,
pero os golpeamos con porras
porque el país lo exige.
Os pegamos en los ojos con saña
porque sois divisas, oh focas,
y las divisas nos hacen falta.

Lloran y lloran las focas,
a sus hijos protegen bajo la panza,
pero no les podemos tener lástima.
Y otra vez les pegamos con las porras.
Lamiendo nuestras botas,
nos miran suplicantes los ojos de las focas.

Lloran y lloran las focas...
Si hiciéramos el mundo otra vez
(pero es, al parecer, algo imposible),
¡ah, cómo os amaríamos, focas!
No os pegaríamos nunca, focas.
Os invitaríamos a vodka
y jugaríamos al dominó con vosotras.

¡Todo ha ido bien! ¡Doblamos el plan!
Nos felicitarán en nuestro gremio.
¿Por qué estás triste como un arenque?
¡Con dinero no hay nunca tristeza!
Con tu sueldo te podrás comprar
el mejor de los televisores.
¡Que te levante el ánimo el partido
de fútbol que se juega hoy en Madrid!

Pero con pena amarga,
borracho, a tu mujer,
le alzas la mano, amenazándola,
y tus nervios no pueden ya aguantar...
Y tiemblas, porque sus ojos suplicantes
te miran como los ojos de una foca.

de Yevgueni Yevtushenko,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.56, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.
Versión de J. López Pacheco sobre traducción directa del ruso de Natalia Ivanova

martes, 1 de marzo de 2022

Opa

Opa

Si hoy te basta
con un BUENDIA
BUENDIA entonces
Compañero.

de Hugo Leyton,
en Escritos de la cárcel (la expresión poética de los presos políticos), Centro Integración Cultural, Vol.1, 1986.