Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

lunes, 14 de marzo de 2022

EL JUICIO FINAL

EL JUICIO FINAL
(una broma)

¡Ah!, que vida la de todos estos muertos.
Aleluyas que oigo,
hacen erizar el pelo de mi cabeza
y mi alma está enferma de miedo.

Cuando todo es rígido
en el juego de fuerzas opuestas,
cuando nuestros sufrimientos decaen por siempre
y la meta final se ha ganado.

Al Dios eterno debemos orar,
interminables aleluyas clamar,
interminables himnos de gloria elevar
y no saber de más gozo o dolor.

Me regocijo en la escalera
que me guía a la meta de la perfección,
y me regocijo cuando escucho,
urgiéndome, ese llamado al lecho de la muerte.

Allá... puede haber sólo un cielo
que completamente uno ha ocupado,
y que debemos compartir con viejas mujeres
a las cuales los colmillos del tiempo han mordisqueado.

Mientras su carne reposa bajo tierra
en pudrición con huesos desarticulados,
brillantes coloridas sus almas vagan en torno
en una arácnida danza enmarañadas.

Todo tan famélico, todo tan austero,
tan etéreo, tan casto,
jamás fueron sus formas tan puras,
incluso cuando más unidas caminaron.

Pero, arruino los procedimientos,
como mis himnos de oración, transformo.
Y aún así el señor oye mis gritos
y se enfurece con todo su enojo.

Llama al más elevado Arcángel
Gabriel, el alto y flaco,
quien expulsa al patán escandaloso
sin preámbulo de ceremonia.

Lo soñé todo, tú lo observas,
y pensé que desafié a la corte suprema.
Amigo,
no hubo nunca pecado que soñar.

de Karl Marx,
en Cantos para Jenny y otros poemas, El Viejo Topo, 2000.

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