Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

sábado, 16 de julio de 2022

lastre

lastre

nostálgico
quien sigue llamando arroyo
a lo que hoy corre salvajemente río

conservador
quien sigue llamando río
a lo que no es hoy
más que un arroyo

lastre carga escollo
quien arroyo o río llama
al cauce seco años ha

Por Félix Sánchez Durán.

viernes, 15 de julio de 2022

La sólida autopista alemana de seis carriles está...

La sólida autopista alemana de seis carriles está

Ahora al servicio del desplazamiento de las decenas de
[miles de personas del sur que hablan todas
las lenguas eslavas y túrquicas
Infinitas filas de lujosos automóviles alemanes, repletos de familias
La mano de obra del imperio se prepara para las fiestas
Disciplinados, estrictos, guardando las distancias
No parpadean, no pitan, no presionan, no se empujan, no son impertinentes
No piden y no buscan lo suyo
Son los corderos sacrificados de sus hijos
La estrella de Belén pasa por encima de la caravana
Con las luces parpadeantes del boeing sobrevolándolos a toda velocidad

de Christina Vassileva,
en https://liberoamericamag.com/2020/06/20/nueva-poesia-social-poesia-bulgara-contemporanea/ (29/6/2022).

jueves, 14 de julio de 2022

Palomas de la paz

Palomas de la paz

Mujeres como palomas de la paz,
que conviven con un ave rapaz
con antifaz.

Que las quiere domar,
las quiere desplumar,
las quiere dejar
sin hogar.

Se siente fuerte y arrogante
como un águila imperial.

Sacrificando su compañera
sentimental, con un puñal
como una gallina
de corral.

Una paloma de la paz que
se alza al vuelo, en el cielo
nunca morirá,
nunca morirá.

El águila imperial termina cavando su
tumba, consumido y arrepentido por
la culpa, entre rejas y meditando aquellas
viejas disputas, allí cada segundo
que pasa es una
eternidad.

de Fatma Galia Salem,
en Antología Poética, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2021.

miércoles, 13 de julio de 2022

Poesía innecesaria

Poesía innecesaria

Esta es una poesía innecesaria, donde la
imprudencia cae como una guillotina, y la
desesperación se arremanga hasta los codos.

Sin notificaciones de las que alardear,
saltando semáforos en rojo, con arrugas de
cansancio en las comisuras de la autosuficiencia.

Sin plutonio goteando de las estrellas, azulejos
decorados con eufemismos ni hipocondría arrugada;
con un relincho encastado, ocasional y bien cultivado.

Sin la ropa en la maleta de un rechazo
que nunca supo elegir entre pasillo y ventanilla,
con una serenata de arlequines melancólicos.

Sin el lagrimón del marinero ni la oración
del ferretero, sin el hielo de una copa
inexplorada, sin un destino de ingenuidades amarillas.

Sin gargantas resecas ni huesos agarrotados, sin
lustradores de volantes de autos ajenos, sin suciedad
almacenada por el tiempo en alfombras entumecidas.

Sin concatenación de viñetas a punto de entrevistarse
con la trituradora de papel, ni el sistema filosófico
que se agita en el interior de una apariencia.

Sin sonámbulos fugitivos ni pormenores con
marcas de acné, con un entendimiento subliminal
ocultando las manos mojadas del orgullo horizontal.

Con un dulce delirio envuelto para regalo, con
una indiferencia de aspecto andrajoso ante libros
repletos de sudor, con efervescencia pasteurizada.

Con días que se extinguen dejando a su paso
una exhibición de cicatrices de cuadrilátero, y una
escoba que barre los últimos restos de claridad.

Sin la paralingüística de los condenados a jugar al
truco con un mazo sin ancho de espadas, ni hologramas
congelados en el prólogo de la insurrección.

Sin insignificancias grisáceas de por medio, sin aroma
a comida caliente estimulando narices importadas,
sin caóticos idiolectos ni adornos de espirales.

Sin blancas servilletas apiladas ni tazas de
inmaculada porcelana a la espera de amantes
que confunden la hora de la cita.

Con sombras robustas trepando los muros de los
edificios, con malicias que suben por escalones
de piedra carraspeando sus segundas intenciones.

Sin pretensiones historicistas ni adolescentes
ensimismados en sus tablets, sin tratados sobre
el momento óptimo para acariciar una oreja.

Sin filantropía como catarsis, sin lágrimas como
renuncia, sin la disidencia como residencia, sin
declinar ante consignas sin señas de identidad.

Sin apologistas de la desdicha, sin desvaídas
respuestas a preguntas de brazos extendidos,
sin sucesivas capas de apocalipsis descarriados.

Sin tornados ni terremotos, sin bajarle la
palanca a la autodestrucción, sin juegos de adivinanzas,
sin coloreadas litografías, sin falsas expectativas.

Después de preguntarme por quinta vez en
el día - sin obtener respuestas satisfactorias - qué tiene
de equitativa la picardía de lo
irreductible, debo rectificar sobre la marcha
y ofrecer con indómita humildad esta inferencia:

La única poesía verdaderamente innecesaria es
la que no molesta a nadie.

de Mariano Torrent,
en Detrás del infinito está la vida, Edición de autor, S/F.

martes, 12 de julio de 2022

Insectos digitales

Insectos digitales

En todo momento
mi mente está pegada a la pantalla.
Como una polilla me choco con
una pared invisible repleta de información.
Una calle de sentido único,
cubierta de infinitas señales,
una rotonda
con una única salida.

Vivimos una vida aprendida de memoria
y así morimos,
vendemos nuestra alma
por un estremecimiento fugaz.
Una inyección de alquitrán
en la corteza del cerebro
una putada para los pocos
que se atrevieron a soñar.

de Borislav Ignatov,
en https://liberoamericamag.com/2020/06/20/nueva-poesia-social-poesia-bulgara-contemporanea/ (29/6/2022).

lunes, 11 de julio de 2022

PROFECÍA INMEDIATA

PROFECÍA INMEDIATA

Me salgo de esta hoja.
No sirve ya el papel.
No sirve el llanto.

Vengo de dar un doble puñetazo
En la mesa del hambre y de la usura.
Vengo de atar el miedo a un rayo desbocado,
De recoger la nieve que desciende.
De convertir mi alma en una seca piel.
Vengo de dibujar el blanco
De una bala en mi frente,
De llevar la mañana a los ojos nublados,
De sacar a la calle al luto y a la fiebre.

No sirve ya el papel.
No sirve el llanto.
Escribo en las paredes.

de Juan Bañuelos,
en https://poeticas.es/?tag=poesia-social (29/6/2022).

domingo, 10 de julio de 2022

ROSA DE JERICO

ROSA DE JERICO

A veces me pregunto ¿cómo es que siendo tan 
mala para conmigo la vida, yo soy buena, 
¿cómo conservo el alma tan suave y tan serena 
si el dolor es mi amante y la angustia mi pan? 

¿Cómo es que tengo lágrimas para llorar mi pena 
si debo llevar siempre la sonrisa en la faz 
y cómo espero ilusa como una Magdalena 
el Cristo que me unja con su óleo de paz? 

¿Florecerá una rosa de Jericó en mi pecho, 
flor que vive marchita largos años y que 
regada por las manos de mi ensueño en acecho 
triunfal se alza en la íntima ruzafa de mi fe? 

de César Tiempo,
en Clara Beter - Versos de una..., Editorial Rescate, 1977.

sábado, 9 de julio de 2022

patria

patria
patria
patria
un pronombre
eso eres
patria

Por Félix Sánchez Durán.

Proverbios y cantares - XXXIII

Proverbios y cantares - XXXIII

Soñé a Dios como una fragua
de fuego que ablanda el hierro,
como un forjador de espadas,
como un bruñidor de aceros
que iba firmando en las hojas
de luz: Libertad.—Imperio.

de Antonio Machado,
en Proverbios y cantares, Biblioteca Virtual Universal / Editorial del cardo, 2010.

De rodillas...

 De rodillas
Por bebedero
Un bidet

Félix Sánchez Durán.

viernes, 8 de julio de 2022

ARTE POÉTICA

ARTE POÉTICA

La poesía no está en las ojeras inmorales de Ofelia
ni en el jardín de lilas.
La poesía está en la vida.
En las inmensas arterias llenas de gente en todas direcciones,
en los constantes ascensores,
en la cola de rápidos automóviles, de todas las formas y todos los colores,
en las máquinas de la fábrica
y en los obreros de la fábrica
y en el humo de la fábrica.
La poesía está en el grito del chaval que pregona diarios,
en el vaivén de millones de personas hablando, riendo o maldiciendo.
Está en la risa de la rubia del estanco,
vendiendo un paquete de tabaco y una caja de cerillas.
Está en los pulmones de acero cortando el espacio y el mar.
La poesía está en la dársena,
en los brazos negros de los cargadores de carbón,
en el beso intercambiado en el minuto entre el trabajo y el almuerzo
—y sólo ese minuto duró.
La poesía está en todo cuanto vive, en todo el movimiento,
en las ruedas de los trenes caminando, caminando, caminando
hacia tierras siempre más allá, lejos,
en las manos sin guantes extendidas hacia senos sin velos,
en la angustia de la vida.

La poesía está en la lucha de los hombres,
está en los ojos rasgados abiertos al mañana.

de Mário Dionísio,
en https://poeticas.es/?tag=poesia-social (29/6/2022).
Traducción de Perfecto E. Cuadrado

jueves, 7 de julio de 2022

sí, señora, lo sé...

sí, señora, lo sé
a mí también me gustaría tener sus modales
oler bien a toda hora
vestir adecuadamente a cada situación
usar ropas diferentes cada día
cerrar la boca al comer
las cuatro comidas que come usted con gallardía
poder manejarme con el por favor, gracias y de nada
con que consiguen esa atención exclusiva
a mí también me gustaría pronunciar bien su nombre
y su apellido
a mí también me gustaría
tener un vocabulario más amplio
saber escribir bien el nombre de los productos de limpieza
de quien ha llamado
entender bien la lista del supermercado
a mí también me gustaría conocer alguna sala de espera
de algún doctor de cartilla
y poder ir determinado día y horario
y no sólo a la salita
cuando el cuerpo me ha explotado
a mí también me gustaría
todo eso
pero tuve que aprender
cosas distintas

Por fsd.

miércoles, 6 de julio de 2022

POEMA PARA MI MUERTE

POEMA PARA MI MUERTE

Ante un anhelo

Morir conmigo misma, abandonada y sola,
en la más densa roca de una isla desierta.
En el instante un ansia suprema de claveles,
y en el paisaje un trágico horizonte de piedra.

Mis ojos todos llenos de sepulcros de astro,
y mi pasión, tendida, agotada, dispersa.
Mis dedos como niños, viendo perder la nube
y mi razón poblada de sábanas inmensas.

Mis pálidos afectos retornando al silencio
—¡hasta el amor, hermano derretido en mi senda! —
Mi nombre destorciéndose, amarillo en las ramas,
y mis manos, crispándose para darme a las yerbas.

Incorporarme el último, el integral minuto,
y ofrecerme a los campos con limpieza de estrella
doblar luego la hoja de mi carne sencilla,
y bajar sin sonrisa, ni testigo a la inercia.

Que nadie me profane la muerte con sollozos,
ni me arropen por siempre con inocente tierra;
que en el libre momento me dejen libremente
disponer de la única libertad del planeta.

¡Con qué fiera alegría comenzarán mis huesos
a buscar ventanitas por la carne morena
y yo, dándome, dándome, feroz y libremente
a la intemperie y sola rompiéndome cadenas!

¿Quién podrá detenerme con ensueños inútiles
cuando mi alma comience a cumplir su tarea,
haciendo de mis sueños un amasijo fértil
para el frágil gusano que tocará a mi puerta?

Cada vez más pequeña mi pequeñez rendida,
cada instante más grande y más simple la entrega;
mi pecho quizás ruede a iniciar un capullo,
acaso irán mis labios a nutrir azucenas.

¿Cómo habré de llamarme cuando sólo me quede
recordarme, en la roca de una isla desierta?
Un clavel interpuesto entre el viento y mi sombra,
hijo mío y de la muerte, me llamarán poeta.

de Julia de Burgos,
en El corazón del llanto, El Taller Blanco Ediciones, 2020.

martes, 5 de julio de 2022

Ojalá, ojalá, ojalá

Ojalá, ojalá, ojalá

Los continentes se unen como el
puño de la mano, en nuestro
planeta reina la felicidad.

Ojalá, el mundo vegetal sea amigo
de los desiertos, que tenga arbustos
y los pájaros podrán cantar.

Ojalá, ojalá, ojalá.

El egoísmo se convierta en altruismo,
la tristeza en alegría y el odio en amor.

Ojalá, nuestros sueños se conviertan
en realidad y la amargura de la
vida es por completo una dulzura.

de Fatma Galia Salem,
en Antología Poética, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2021.

lunes, 4 de julio de 2022

El tejedor de mortajas

El tejedor de mortajas

SIEMPRE veo esos ojos tan claros en el puente
Y el rostro taciturno del Viejo finlandés
Que remendaba lonas, solitario y paciente,
Bajo el trémulo canto del viento en el bauprés.

Siempre veo esa extraña y siniestra figura
Que cosía mortajas a la luz del farol,
Esas manos rugosas cosiendo sin premura
En las mañanas claras, bajo el ardiente sol.

Siempre veo a ese anciano con sus ojos de muerto
Que se quedaba a bordo al fondear en un puerto
Tarareando entre dientes un fúnebre cantar.

Lo hallaron una noche, rígido y solitario,
Caído entre la lona de su último sudario.
Y al nacer una aurora lo arrojaron al mar.

de Héctor Pedro Blomberg,
en A la deriva, Ediciones Selectas América, 1920.