Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

domingo, 3 de julio de 2022

EL LEON ENFERMO

EL LEON ENFERMO

Enfermo y gravemente
De los bosques hallóse el soberano
LEON, como decimos vulgarmente.
Su estómago hasta allí cual pocos sano,
Ni el mas leve sustento digería
Sin dolor infinito,
Aunque su majestad solo comía
Lechon, tierno cordero, algún cabrito.
Si era efecto del tiempo esta dolencia,
Si de grave pesar, de incontinencia
O del rudo trabajo y los desvelos
Con que, grato á los dioses, se afanaba
El cetro á sostener de sus abuelos
Para el público bien y por su gloria,
Es un punto dudoso de la historia.
Mas lo que está probado
De un modo positivo y concluyente,
Es que al verse doliente
Tuvo su majestad la estraña idea
De reunir al punto una asamblea
Y en ella discutir de cuál sustento
A su estómago débil convendría,
Y de cuál se abstendría
Por nocivo é indigesto.
La turba cortesana, por supuesto,
Al escuchar del rey el pensamiento,
Le pareció muy bien según costumbre,
Envíanse correos
Que veloces recorran los estados
Para que diputados
Envié cada especie al gran congreso.
Reunida por fin la muchedumbre
Jura dar en conciencia
Su humilde parecer, de cuyo peso
Será juez el monarca; y él primero
Espone con voz débil su dolencia.
Hablar le toca, y habla un carnicero
Diciendo que el enfermo se alimente
Con abundante carne ensangrentada.
Levántase otro que de aquel disiente,
Pues aunque sea cierto
Que es la carne alimento grato y sano,
Mas saludable fuera al soberano
De animal que ya dias lleve muerto.
Un herbívoro en turno estaba luego,
El cual con voz sonora y mucho fuego,
Dijo que el rey en breve moriría
Si obstinado seguía
Cubriendo de cadáveres su mesa.
La verde yerba, la sabrosa fruta,
El rubio grano y el panal dorado,
Que la vista recrea y embelesa,
Decia el oso, le darán la vida.
Fué su idea aplaudida
Pero trabóse en breve una disputa
Entre los pitagóricos señores.
El maiz, la cebada y el centeno,
La uva, la castaña, la bellota,
El regaliz, el heno
Y cuantos vejetales
Alimenta la tierra en su ancho seno,
Tuvieron entre aquellos animales,
Fieles, sino ilustrados defensores.
Y cada cual al rey le recetaba
El alimento mismo que él usaba.
Después de mucho tiempo y gran ruido
El punto dio su majestad leonesa
Por suficientemente discutido;
Le puso á votación y con gran priesa
En lugar de pesar los votos cuenta.
La Prudencia (aunque estraña cosa sea
Verla en una asamblea,)
Estaba allí, (de paso por supuesto)
Que en tales reuniones no se sienta,
E imponiendo silencio con un gesto:
«Rey infeliz, le dijo, eres perdido
»Si en recibir consejo asi consientes
»De seres que de tí son diferentes,
»Y una vez que consejo hayas pedido
»Tienes tan poco seso,
»Que el número calculas y no el peso.»
El monarca la oyó sin hacer caso
Y viendo que de aquellos animales
El número menor por carne estaba,
Resolvióse á vivir de vejetales.
Pero el nuevo alimento
De tal modo al monarca repugnaba
Que muy poco tragaba
Y eso con asco mucho y gran tormento.
A poco que este plan hubo entablado
Murió de inanición el desdichado.

Cuando muchos votos son
Como eran en esta historia,
No cuentes con la memoria
Pésalos con la razón;
Ni busques jamás consejo
En hombre que no es tu igual,
Aconsejaráte mal
Aunque bueno, sabio y viejo,
Cada cual juzga por sí;
Diráte la verdad fiel;
¿Pero qué verdad? La de él
Que no es verdad para tí.

de Concepción Arenal,
en Fábulas en verso, Imprenta de Tomás Forlanet, 1851.
Epublibre.

sábado, 2 de julio de 2022

Sólo le pido a Dios (canción)

Sólo le pido a Dios (canción)

Sólo le pido a Dios
Que el dolor no me sea indiferente
Que la reseca muerte no me encuentre
Vacío y solo sin haber hecho lo suficiente

Sólo le pido a Dios
Que lo injusto no me sea indiferente
Que no me abofeteen la otra mejilla
Después que una garra me arañó esta suerte

Sólo le pido a Dios
Que la guerra no me sea indiferente
Es un monstruo grande y pisa fuerte
Toda la pobre inocencia de la gente
Es un monstruo grande y pisa fuerte
Toda la pobre inocencia de la gente

Sólo le pido a Dios
Que el engaño no me sea indiferente
Si un traidor puede más que unos cuantos
Que esos cuantos no lo olviden fácilmente

Sólo le pido a Dios
Que el futuro no me sea indiferente
Desahuciado está el que tiene que marchar
A vivir una cultura diferente

Sólo le pido a Dios
Que la guerra no me sea indiferente
Es un monstruo grande y pisa fuerte
Toda la pobre inocencia de la gente
Es un monstruo grande y pisa fuerte
Toda la pobre inocencia de la gente

de León Gieco,
en IV LP, Sazam, 1978.

viernes, 1 de julio de 2022

inocente

inocente
basada en hechos reales

pintó el niño con marcador
la pared del pasillo
y su padre preguntó
molesto
"¿¡qué es esto!?"
"un avión, papá,
un avión",
el niño respondió
sonriendo
sonriendo

Por Félix Sánchez Durán.


jueves, 30 de junio de 2022

Escisión

Escisión

La nada invierte el ritmo
de montañas hambrientas
y las guitarras secuestradas enmudecen
en la complicidad del vacío
vivimos en suspenso
en la desbandada del mal amado
Los parásitos invaden la lira
de los cafetos
y los banjos aturdidos se pierden
en el cinismo del viento
caminamos al revés
en el lamento de la mal amada
La insolencia acecha el aire
de los combites
y los bambús caídos se agotan
en los Raras abandonados
morimos de pie
en la paradoja de la tierra incomprendida.

de Navia Magloire,
en "Haití en femenino - Veintidós voces" (Saint-John Kauss "John Nelson"), Cuadernos de Literatura del Caribe e Hispanoamérica, n°18, julio-diciembre, CONEL Publishing, 2013.
Versiones al español de Cristina García, María García y Alejandro Múnera. 

miércoles, 29 de junio de 2022

Ha adelantado su horario...

Ha adelantado su horario
y ruge ya en las fachadas
el neón de esta jungla.
Son las seis de una tarde
oscura como boca de hombre
masticando el pan
sin miga de estar solo,
ni siquiera las barras me seducen,
los peatones a miles y sin rostro
ahorcados en bufandas
y en pasos que son ruedas
a la velocidad del miedo
y citas que no existen,
sólo saben que corren hacia fauces
abiertas de los metros, los portales,
los taxis o las puertas movedizas
del autobús que traga
estos cuerpos de arena y sus relojes,
las muñecas miradas cada rato,
la nana de reproches que se entona
mientras se cierran los puños
para llegar a tiempo a ese sitio
donde sólo
les espera su espera, corren
como el agua y los papeles
hacia la alcantarilla,
colillas con carmín y billetes
tirados sin saber si es capicúa
la hora por venir, son y van a ser
las siete menos todos
los braseros del mundo,
las siete menos cuarto
de estar en que habitarse
y brazos como almohadas
donde apoyar la vista, corren
asustados por algo que no entienden
y está escrito en el mismo
idioma de sus días,
una ciudad que a veces
se vuelve contra todos los que cobran
su subsidio de sombras
sin darle más a cambio
que este salir huyendo, corren
se precipitan
sin pensarlo dos veces ni apuntar
un segundo la mina
de su lápiz de labios
a quien pueda esconder en los bolsillos
las letras que faltaban
para llenar el puzzle, huyen
no saben que los ojos
son el rimel del tiempo que transcurre
desde hace tanto tedio
que el calendario no acierta
a recordar qué fecha, corren
como alma que lleva el diario
hacia un infierno de prisas
y destinos que son apenas unos metros
cuadrados de estar solos
entre cuatro paredes, corren
huyendo de la herida que hace pensar,
la máscara que cambia
y que ahora se oculta
en los cuchillos del frío
que suben de Princesa
afilando los grises
pantalones que avanzan
y cortan con sus pasos
de esta tarde de invierno
en la Gran Vía.

de Fernando Beltrán,
en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.

martes, 28 de junio de 2022

LO IRREMEDIABLE

LO IRREMEDIABLE 

En una misma pieza 
un macho y una hembra 
y el “yo” mujer 
que no sabe cómo desaparecer. 

de César Tiempo,
en Clara Beter - Versos de una..., Editorial Rescate, 1977.

lunes, 27 de junio de 2022

Niños

Niños

Vi ojos bellos clavados en los míos,
miradas apagadas, sin juguetes ni diversión.

Vi pupilas nubladas, manos tiernas con
mascotas de lagartos y escorpión.

Vi tez morena, pies descalzos correteando
por los charcos y dunas.

Vi criaturas víctimas del terror, inocencias
que apasionan, rostros que inspiran,
corazones que cautivan.

Vi lo que nadie pudo ver, espejismos
tejiendo cuerdas del pasado, sombras
en el horizonte cultivando claveles y
resplandores en el cielo con
mensajes esperanzadores.

Vi semillas forjadoras del mañana, un
presente con futuro, porvenir con
varias formas del saber.

Vi tantas, tantas cosas por decir, que sólo mi mente
guarda y mis labios no podrán describir.

de Fatma Galia Salem,
en Antología Poética, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2021.

domingo, 26 de junio de 2022

El sacrificio del cordero

El sacrificio del cordero

Alguien enciende las luces del aeropuerto.
Alguien extiende la mano
para transmitirnos un calor semejante al fuego.
Alguien lleno de ira intenta cambiar el mundo
en la plaza cercada por soldados.
Y las preguntas se acumulan por todas partes.
¿Quién levó el ancla del navío?
¿Quién cerró la puerta de la aduana?
¿Quién puso el peso exacto en uno de los platos de la balanza
que oscilaba en el balcón de la marejada?
¿Quién osó hacer la partición de los panes?
¿Quién navegó en un yate el mar fulgurante
llevando a las islas un pubis dorado?
Estas y otras preguntas quedarán siempre en el aire
rondando nuestros oídos o sofocadas en la voz ronca de los locos
como sílabas engendradas por el bochorno o imperceptibles
gotas de sangre
esparcidas en el suelo pisado por los hombres.
Pero quien acumuló los granos de soya en el canal
no hará ninguna pregunta ni abrirá su puerta
para que alguien entre y se proteja del frío.
Él sabe que en el bosque poblado de lobos,
el cordero será siempre sacrificado.

De Lêdo Ivo,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.83, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.

sábado, 25 de junio de 2022

Me declaro culpable

Me declaro culpable

Me declaro culpable, muy bien, pero
debo advertirles
que ya ustedes me mataron, me enterraron,
me borraron todas las arrugas y las lágrimas de mis hermanos,
y me dijeron
que te diviertas con los gusanos, pero olvidaron
de borrar
las huellas
que mis pasos marcaron
en tantas calles y caminos del mundo.

de Dardo Sebastián Dorronzoro (detenido-desaparecido el 25 de junio de 1976),
en https://revistalacueva.wordpress.com/2015/09/06/palabras-clandestinas-recopilacion-de-poemas-de-detenidosdesaparecidos-durante-la-ultima-dictadura-militar-en-argentina/ (14/5/22).

viernes, 24 de junio de 2022

...un país...

...un país donde los mejores jugadores
no tenían calzado
y los mejores botines
se lucen en los barrios privados

Por Félix Sánchez Durán.

jueves, 23 de junio de 2022

El piloto inválido

El piloto inválido

Me muero de tristeza entre estos altos
Y obscuros edificios
Desde cuyas ventanas
No se divisa nunca el horizonte.

Me muero de tristeza en estas plazas
Cuyos desnudos árboles no tienen
Acentos misteriosos
Ni aromas de follajes tropicales.

Me muero de tristeza entre estas gentes
Que viven amarradas a la tierra,
Y cuyos ojos fatigados nunca
Se vuelven hacia el cielo.

Me muero de tristeza en este mundo
Tan sórdido y extraño,
En esta ciudad grande y misteriosa
En cuyas frías noches no se siente
Como en las noches de los altos mares,
La presencia de Dios.

de Héctor Pedro Blomberg,
en A la deriva, Ediciones Selectas América, 1920.

miércoles, 22 de junio de 2022

EL OSO Y EL LOBO

EL OSO Y EL LOBO

En la cristalina fuente
Que tan pura el agua lleva
En su rápida corriente
Y se llama rio Deva
Cuando llega al mar potente.
Y de Julio caluroso
Como á las doce del dia,
Llegó á beber presuroso
De un lobo en la compañía
Grande y corpulento un oso.
El aura suave y pura,
Y la pradera florida,
Y la fuente que murmura,
Todo á descansar convida
Y paz ofrece y ventura.
Sentáronse á descansar
El lobo y el oso juntos
No viendo á nadie llegar,
Y después de otros asuntos
Pónense de este á tratar.
Ya me acerco á la vejez,
Dijo el lobo, y por mas traza
Que en ello pongo ¡pardiez!
Cada dia hay menos caza
Y mas hambre cada vez.
Pasan del Abril las flores,
Pasan las nieves de Enero
Sin que en estos alredores
Logre atrapar un cordero
A los malditos pastores.
—Te está muy bien empleado,
Respondióle grave el oso,
¿Por qué del hambre acosado
No has de tragar, melindroso,
De yerba un solo bocado?
¿Por qué no comes manzanas
Ni peras ni moscatel,
Que de nombrarle entro en ganas,
Ni maiz, ni rica miel,
Ni cerezas, ni avellanas?
¿Tiene de razón asomo
Tu carnicera manía?
Come de todo, cual como,
Que si no, por vida mia,
Flaco has de tener el lomo.
Si acaso de hambre te mueres
De mi cariño leal
Ni el menor auxilio esperes;
No es lo que te pasa un mal
Si no porque tu lo quieres.
Mas el lobo replicó:
—Si comer frutas no puedo. —
—Pues qué, no las como yo?
No auxiliaré, no haya miedo
Al que la razón no oyó.
Así hallamos en la vida
Moralistas como el oso
Que intentan, cosa es sabida,
Con aire magestuoso
Cortarnos á su medida.
Poco es que la humanidad
Contra sus dogmas arguya,
No hay otra felicidad
Ni otra razón que la suya,
Ni tampoco otra verdad.
Sí de un pecho dolorido
No comprenden la amargura
Esclaman: ¡dolor fingido!
Y es necedad ó locura
La pasión que no han sentido.
Por no sé que facultad
Del mundo se juzgan dueños,
Y su grave necedad
Creced; dice á los pequeños,
Y á los grandes, acortad.
Años hace que le oí
Decir como regla á un viejo
Y la guardé para mi,
«Que el sabio al dar un consejo
»Se acuerda poco de sí.»

de Concepción Arenal,
en Fábulas en verso, Imprenta de Tomás Forlanet, 1851.
Epublibre.

martes, 21 de junio de 2022

Poema

Poema

Ven, abandona esta madrugada
tus huecos y la soledad
donde encalló el egoísmo
y te fue devorando imperdonable.
Verás entonces, que era solo mística
tu ceguera
que eran sombras en el alma
y que es posible alcanzar juntos el alba
para hacernos día.

de Alicia Raquel Burdisso (detenida-desaparecida el 21 de junio de 1977),
en https://revistalacueva.wordpress.com/2015/09/06/palabras-clandestinas-recopilacion-de-poemas-de-detenidosdesaparecidos-durante-la-ultima-dictadura-militar-en-argentina/ (14/5/22).

lunes, 20 de junio de 2022

La patria que flamea

La patria que flamea

Si quieres ver la imagen verdadera de la Patria
mírala con los ojos de Belgrano
¡y que se te haga cielo en la mirada…!
Si quieres ver sus llanos, sus montañas,
sus ríos caudalosos, sus estuarios,
sus ciudades que nunca están del todo quietas
o sus pueblos que duermen o agonizan,
quizás te basta con mirar hacia el mástil
donde flamea, en un símbolo,
esa Nación que tal vez imaginaba
aquel patriota ilustre
que abandonó su pluma de escribiente
para empuñar espada y hacer así, con ella,
el necesario y doloroso parto.
Él sabía, sin dudas, que para tener Patria
hay que saber ganarla construyéndola
y que esa Patria, haciéndose,
ya todo lo reclama.
¡No confundas las cosas…!
Porque hay Patria hay bandera ya que de nada vale
tener una bandera si no tienes la Patria.
¡Belgrano lo sabía…!
Por eso vale tanto aquella limpia enseña que creara.
Mira cómo flamea y piensa que en sus pliegues,
con sus preciosas vidas y sus sangres,
escribieron sus nombres aquéllos que lograron hacer,
del símbolo flameante,
esta Patria que nos une o nos duele,
esta casa común que ha de ser,
siendo un poco de todos,
el adecuado lugar que nos contiene
con nuestros propios ecos,
con nuestro propio olor
y con la más porfiada de nuestras esperanzas.

de Domingo Adalberto Galli,
en Juego de luces y sombras, Editorial Dunken, 2005.

ABREN TROCHAS MIS PALABRAS

ABREN TROCHAS MIS PALABRAS

Abren trochas mis palabras
con el vivo fuego de la voz rebelde
que se enciende combatiente
contra el estridente ruido
de la explotación hiriente.
Abren trochas mis palabras
en el nombre
de la mariposa de invierno
y de la maltratada rosa del camino;
en el nombre de la gota fresca
del rocío
en la que se dibujó la mirla
que se desprendió del viento.

En el nombre de cada pensamiento
vestido de inocencia
insisto en marchar con la luna llena
montado en las alpargatas
del patriarca de los sueños...
De pronto me tropiezo
con las flores tenues del silencio;
y entonces escribiré
con la indeleble tinta
del amor al pueblo,
sobre los pétalos menos discretos
que muestre la luz del cielo,
que no puedo callar
frente al látigo cruel de la miseria.

Abren trochas mis palabras
entre las tupidas hiedras
del cinismo cruel
de la opulencia...;
mi marcha es un trino
de pájaros silvestres,
es mi alegría
fugada de la indolencia estéril,
es una ilusión de colores verdes
de tanto fecundada por la esperanza;
y mi machete...,
mi machete es la quimera posible
que se entera, fervorosa,
que cuando con tu ternura firme
se endulzan mis anhelos
se sonríen con más brillo
las estrellas.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.