Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

lunes, 18 de noviembre de 2024

COLONIA

COLONIA

La ciudad hundida
para mí
sola
hundida.

Nado
en las calles.
Otros caminan.

Las viejas casas
tienen grandes puertas nuevas
de vidrio.

Los muertos y yo
nadamos
a través de las puertas nuevas
de nuestras viejas casas.

de Hilde Domin,
en Canciones para dar aliento (Trad. Geraldine Gutiérrez Wienken), Editorial Llantén, 2018. 

domingo, 17 de noviembre de 2024

NO HACER

NO HACER

Lo que no hiciste, ¡cuánto mal ha hecho!

de Álvaro Yunque,
en Ondulante y Diverso, Tallón, 1967.

DOBLE VISTA

DOBLE VISTA

La imaginación ve: Es otra vista.

de Álvaro Yunque,
en Ondulante y Diverso, Tallón, 1967.

sábado, 16 de noviembre de 2024

Interior

Interior

Su mente vive en una pacífica habitación,
 Una habitación alta, y chiquita,
Con bonitas lámparas para aplacar la desolación
 Y en la pared consignas.

Allí todas las cosas están pulcramente lustrosas.

de Dorothy Parker,
en https://allpoetry.com/Dorothy-Parker (27/7/24).
Traducción: Félix Sánchez Durán.

jueves, 14 de noviembre de 2024

Balada del diablo y la muerte (canción)

Balada del diablo y la muerte

Estaba el diablo mal parado
En la esquina de mi barrio
Ahí donde dobla el viento y se cruzan los atajos

Al lado de él estaba la muerte
Con una botella en la mano
Me miraban de reojo y se reían por lo bajo

Y yo que esperaba no sé a quién
Al otro lado de la calle del otoño
Una noche de bufanda que me encontró desvelado

Entre dientes
Oí a la muerte que decía
Que decia así:

"Cuántas veces se habrá escapado
Como laucha por tirante
Y esta noche que no cuesta nada
Ni siquiera fatigarme
Podemos llevarnos un cordero
Con sólo
Cruzar la calle"

Yo me escondí tras la niebla
Y miré al infinito
A ver si llegaba ese que nunca iba a venir

Estaba el diablo mal parado
En la esquina de mi barrio
Al lado de él estaba la muerte con una botella en la mano

Y temblando como una hoja
Me crucé para encararlos
Y les dije: "me parece que esta vez me dejaron bien plantado"

Les pedí fuego y del bolsillo
Saqué una rama pa' convidarlos
Y bajo un árbol del otoño nos quedamos chamuyando

Me contaron de sus vidas
Sus triunfos y sus fracasos
De que el mundo andaba loco
Y hasta el cielo fue comprado
Y más miedo que ellos dos
Me daba el propio ser humano

Quizás yo no esperaba a nadie
Y entre las risas del aquelarre
El diablo y la muerte se me fueron amigando

Ahí donde dobla y el viento
Y se cruzan los atajos
Ahí donde brinda la vida
En la esquina de mi barrio

de Gustavo Nápoli,
en Despedazado por mil partes, Polygram, 1996.

martes, 12 de noviembre de 2024

Spoon River Anthology

 

de Edgar Lee Masters,
en "Una generación de poetas americanos" (Ernesto Montenegro), La vida literaria, n°14, Año II, septiembre, 1929.

domingo, 10 de noviembre de 2024

Pájaro tuerto (canción)

Pájaro tuerto

Pájaro tuerto con una sola pata
Cuando volar se quiere sobran las alas
Pájaro tuerto con el pico quebrado
El que canta verdades suena afinado

Hay pájaros que cantan gordos desde una jaula
Pero su canto flaco no dice nada
Cantan la misma canción, sea verano o invierno
Pues saben que es la canción que quiere escuchar su dueño

Pájaro tuerto con una sola pata
Cuando volar se quiere sobran las alas
Pájaro tuerto con el pico quebrado
El que canta verdades suena afinado

Hay pájaros que sus dueños los quieren hacer volar
Y entregan todas sus plumas por ir a algún festival
Pero el horizonte es bueno, les va a volver a enseñar
Que si el pájaro no canta el hombre no va a escuchar

Pájaro tuerto con una sola pata
Cuando volar se quiere sobran las alas
Pájaro tuerto con el pico quebrado
El que canta verdades suena afinado

de Gabo Ferro,
en Boca arriba, OUI-Records, 2009.

viernes, 8 de noviembre de 2024

EPITAFIO

EPITAFIO

… porque las estatuas no son ya ruinas, lo somos nosotros.
Yorgos Seferis

Después de lo cual apagamos las luces
te inclinaste suavemente hacia mí y dijiste:
“viviremos poniendo parches a los agujeros
de la historia; nada podrá volver
a ser ya como fue antes”.
Al menos, aquel “como antes”,
a medida que lo contradicen los hechos,
lo iremos negando también nosotros. ¿Qué quedará
en esta tierra, en tiempo presente
de todo ese rumiar que poco
aliento tiene ya y que nos asfixia,
al tiempo que le damos la espalda?
Depositamos coronas y lloramos
pero somos lo que enterramos, lo que quemamos.

de Yannis Doukas,
en https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-la-grecia-que-duele-de-helena-gonzalez-vaquerizo/ (16/7/24).

miércoles, 6 de noviembre de 2024

martes, 5 de noviembre de 2024

PURISMO

PURISMO

Río estancado deja de ser río.

de Álvaro Yunque,
en Ondulante y Diverso, Tallón, 1967.

lunes, 4 de noviembre de 2024

sábado, 2 de noviembre de 2024

Los que se fueron...

Escribiré para vengar mi raza.
ANNIE ERNAUX

I

Los que se fueron dejaron las voces de sus animales
como carpas y jaulas abandonadas
por un circo llamado olvidar:

Me llama
        la morrocoya con ruedas que salta entre el
                                                           hacinamiento;
         el perro que sufrió por la cinta de un casete de
                                      horror atorada en sus intestinos.

Me llama
       otro perro, lleva su lomo sangrante
       por la marca de hierro de las águilas crueles;
       el burro, al que los invasores dieron a tragar una bomba
(aclaro, invasores y águilas crueles son sinónimos en estos
                                                                           poemas;
y digo águila, porque no puedo decir ese nombre;
y escribo poemas, porque es la única forma de maldecir al
                                                             águila a la cara;
y escribo poemas, porque es la única forma de comprobar
                                                                     que tengo
alas de pájaro
y no una escopeta).

 

Me llama
        el pato, lazarillo de los muertos;
        el chivo dado en sacrificio,
        para no entregar a la esposa.

Me llama
        el pájaro de la resistencia;
        y la lechuza, reveladora de traidores y malas horas.

Me piden retornar al territorio
—afuera no hay comunidad—.
Debo terminar el volcán que inicié
con niños fantasmas, en mitad de la calle;
en su cráter caerán todas las injusticias y opresiones
hasta que reviente la rabia,
y con cenizas escribiré poemas
que venguen mi raza,
         mi género
         y mi clase.

II

En el fondo del espejo se ve el callejón de una casa,
dos niñas juegan a cubrirse con sábanas, tablas y ramas.

Las niñas crecieron rápido
y su padre metió a treinta morrocoyas, en su lugar,
excepto a una que nació sin las dos patas traseras,
amarró con alambre una tabla en la coraza
y le acomodó dos llantas de un carro de juguete.

Las más sanas cavaron y construyeron un túnel,
hasta inundar mi supuesta habitación propia;
el agua fangosa traspasó el espejo.

Las morrocoyas no son rápidas, aunque tengan llantas;
cuando son deformes no tienen barriga de tierra
ni espalda de cielo;
no llegan a tiempo para prevenir la filtración, la huida,
la injusticia…
                     como yo, que corro, camino,
salto y me enredo una cuerda en las patas,
y me ato al pecho una tabla, en las noches

III

¿Cristo sana morrocoyas
y las ama a todas por igual?

Ni la carne de Cristo
ni la de las morrocoyas deberían ser consumidas,
ambos sacrificios son inútiles;
papá no las crió para inmolarlas.

A todas nos costó asumir que el hogar de la ciudad
no era el del pueblo.
Nunca volví a jugar en un callejón.

El callejón de la casa se achicó tanto
que solo sirvió para desfiladero
de agua fangosa.

En ningún lugar del mundo volví a tener casa;
es mentira,
no se carga como caparazón.

de Luisa Villa,
en https://www.laraizinvertida.com/detalle-3108-luisa-villa-premio-internacional-de-poesia-gabriel-celaya-?fbclid=IwZXh0bgNhZW0CMTEAAR1j2upm8KKVK0jHfT63-z6ja7DzOrVrDvk5y_ubks7xEhRF75oB2CCD_AQ_aem_0kcJzPZZRcOJv1QFkGsFpg (21/7/24).

viernes, 1 de noviembre de 2024

Di adiós al sudor por estrés de nivea...

Di adiós al sudor por estrés de nivea 
Hace meses que huelo a miedo, 
ácida, corrosiva. 
 
Nivea puede hacer que cambie, 
puede ponerme 
una máscara aséptica 
de risas rubias 
y blancas sábanas. 
 
Nivea sabe 
que si salgo a la calle 
reconozco por el olor, 
como los animales, 
a toda una generación. 
Somos Hansel y Gretel 
perdidos en el bosque. 
 
Nivea sabe 
que el mundo es más real, 
sucio y oscuro, ahora. 
Sabe de mi asustado cuerpo. 
 
Pero no sabe 
que me voy a quedar aquí, 
muy lejos del decoro, 
a levantar mi casa 
en esta tierra negra 
repleta de lombrices.

de Gracia Aguilar Almendros,
en Insumisas - Poesía Crítica Contemporánea de Mujeres, Baile del Sol, 2019.

jueves, 31 de octubre de 2024

SOBRE NOSOTROS

SOBRE NOSOTROS

Se leerá sobre nosotros
póstumamente.

Nunca quise despertar póstumamente
la compasión de los escolares.
Nunca aparecer de esa manera
en un cuaderno de clase.

Nosotros, sentenciados
a saber
y no a actuar.

Nuestro polvo
jamás será tierra.

de Hilde Domin,
en Canciones para dar aliento (Trad. Geraldine Gutiérrez Wienken), Editorial Llantén, 2018. 

martes, 29 de octubre de 2024

Un fantasma recorre Europa

Un fantasma recorre Europa

"Una idea de la fraternidad que todavía
se oponía al despliegue funesto del Mal
absoluto."

Jorge Semprún

Han muerto tantos seres
humanos en su nombre,

tanto vigor pusieron
en la luz de sus voces
para poder alzar
                                        sus esperanzas.

Y en esta hora
la senda de su esfuerzo
ha sido sepultada por el orden
de las nuevas mentiras.

Hablo de mí,

de mis propias desiertas ilusiones

cuando renuncio a compartir
su vida como farsa.

Nadie
                        lo hizo:
el mal latía
sólo en los ojos de los otros.

Todos ahora quieren
interpretar su historia
como un error impuesto
del que nunca supieron.

En nombre del coraje derrochado
no puedo ser su cómplice.

Quienes
                                allí estuvieron
tienen la culpa de la sangre
perdida,
                                del agobio
sin cura,
                                    del desánimo;

son responsables del terror,
de su parálisis,
                                    de su deseo
de poder.

                            Quienes
allí
                                        trazaron sus esfuerzos

son también responsables
aquí
                                de su abandono
                                                                    entonces
del amor necesario,

de las heridas que desgarran
al ser humano
                                ahora,

en este día en que le estamos
negando la esperanza.

De Salustiano Martín González,
en Los Filisteos Juegan con Fuego, Colección Melibea, 2001.