Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

lunes, 5 de octubre de 2020

Cartografía del silencio.

Cartografía del silencio.

1
Una conversación empieza
con una mentira. Y cada
interlocutor de ese supuesto lenguaje común
siente la partición del témpano, el separarse
como con impotencia, como enfrentándose
a una fuerza de la naturaleza
Un poema puede empezar
con una mentira. Y romperse.
Una conversación tiene otras leyes
se recarga con su propia
falsa energía, no se puede romper.
Se infiltra en nuestra sangre. Se repite.
Talla con su estilete sin retorno
la soledad que niega.

2
La emisora de música clásica
suena en el departamento hora tras hora
levantar, levantar
y levantar el teléfono de nuevo
Las sílabas que pronuncian
una y otra vez el viejo guión
La soledad del mentiroso
que vive en la red formal de la mentira
girando el dial para ahogar el terror
debajo de la palabra no dicha.

3
La tecnología del silencio
los rituales, la etiqueta
la confusión de los términos
silencio y no ausencia
de palabras o música o hasta
sonidos en bruto
El silencio puede ser un plan
ejecutado con rigor
la copia heliográfica de una vida
Es una presencia
tiene una historia y una forma
No lo confundas
con cualquier clase de ausencia

4
Qué tranquilas, qué inofensivas empiezan
a parecerme estas palabras
aunque comenzaron con pena y enojo
Puedo atravesar esta película de lo abstracto
sin lastimarme, ni a vos
acá hay dolor suficiente
¿Por eso transmite la emisora de música clásica o de jazz?
¿Para darle una razón de ser a nuestro dolor?

5
El silencio se desnuda:
En la Pasión de Juana de Dreyer
la cara de Falconetti, el pelo rapado, una gran geografía
escrutada en silencio por la cámara
Si hubiese una poesía donde esto pudiese ocurrir
no como espacio en blanco ni como palabras
ajustadas igual que una piel sobre los significados
sino como el silencio que cae al final
de una noche que dos personas pasaron
hablando hasta el amanecer.

6
El grito
de una voz ilegítima
Ha dejado de escucharse, por ende
se pregunta a sí mismo
¿Cómo es que existo?
Éste era el silencio que quería romper en vos
Tenía preguntas pero no ibas a responder
Tenía respuestas pero no podías usarlas
Esto es inútil para vos y quizás para los otros.

7
Era un asunto viejo hasta para mí:
El lenguaje no lo puede todo.
Anótalo con tiza en las paredes de los mausoleos
donde yacen los poetas muertos
Si el poema pudiera transformarse
a voluntad del poeta en una cosa
Un ala de mármol al descubierto, una cabeza en alto
radiante de rocío
Si simplemente pudiera mirarte a la cara
con los ojos desnudos, sin dejarte dar vuelta
hasta que vos, y yo que deseo hacer esto,
fuéramos iluminados al fin por su mirada.

8
No. Déjame tener esta tierra,
estas nubes pálidas demorándose amargamente, estas palabras
moviéndose con precisión feroz
como los dedos de un niño ciego
o la boca del recién nacido
violenta de hambre
Nadie puede darme, hace mucho
adopté este método
Así como el grano se vuelca de la bolsa de red
o la llama de bunsen que se volvió baja y azul
Si cada tanto envidio
las anunciaciones puras a simple vista
La visio beatifica
Si cada tanto quiero volverme
como el hierofante eleusino
que sostiene una simple espiga de cereal
Para el regreso al mundo concreto e incesante
lo que sigo eligiendo, de hecho,
son estas palabras, estos susurros, conversaciones
de las que una y otra vez despunta verde y húmeda la verdad.

De Adrienne Rich,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.10, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

domingo, 4 de octubre de 2020

Puños levantados

Puños levantados

¡No!, no en vano el dolor y la miseria,
¡No!, no en vano el pensar y el grito alto,
no en vano las prisiones y las muertes,
no en vano vuestra acción y nuestro canto.

No en vano hemos vivido, compañeros,
el sufrir y el luchar no han sido en vano:
¡Toda la tierra está fructificada
de puños levantados!

de Álvaro Yunque,
en España 1936, Grabo, 1936.
http://www.alvaroyunque.com.ar/poesia/libros/alvaro-yunque-espana1936.html#16 (7/5/20).

sábado, 3 de octubre de 2020

juicio express

juicio express

lluvia tenue de un día muy gris
frío / una hamaca que rechina
plaza semivacía / una joven madre
con su niña de tres y una panza
que en dos meses estará en labor
abrazándose con la mirada perdida

ambas con buenas pilchas
nos convencen que no están desamparadas

unas ancianas desde sus ventanas
juzgan / qué hace allí sentada
por qué no se va a su casa
no es bueno para la niña ni su panza
ni para el hombre que espera
que le hagan la cena

Por Félix Sánchez Durán.

viernes, 2 de octubre de 2020

Mes Xuul (Octubre 24 a noviembre 12)

Mes Xuul (Octubre 24 a noviembre 12)

I

Esta vez la vela de tu espera se consume ante la incertidumbre.
Esta vez tus antiguos difuntos llegaron y no estabas en casa.
Fuiste en busca de los vivos entre los muertos.
(Salieron a buscarte y te hallaron con tu altar ambulante
enarbolando rostros repetidos de jóvenes amados).
Desde entonces
a la marcha por la justicia y el repudio
se han unido las almas de los otros muertos.
Y no se irán hasta que los encuentren vivos.

II

En este mes de convivencia con los muertos,
el horno de tierra para cocer los tamalones
te recuerda
que la muerte llega
por los cuatro puntos cardinales.
Pero el olor de la muerte que te circunda
[no proviene de estos lados.
Ha borrado su huella.

III

Te preguntas por ratos:
“Si a la octava del día de muertos vienen los que se ahorcaron,
¿cuándo vendrán los vivos calcinados?
Te niegas a esta idea
Y emprendes la búsqueda
en valles, ríos, charcos, montañas, fosas clandestinas
con una pequeña luz que se ha multiplicado
[por las voces de otros:
“Vivos se los llevaron,
vivos los queremos”

IV

Las hojas de la flor de muerto no bastan para curar la herida
cuando es profunda la raíz del dolor.
Lo sabes porque han transcurrido más de 43 días.
Y cada día que pasa escarba una palada de angustia
[en la fosa abierta de tu corazón.
Rezas.
Mientras soportas las burlas del poder
deshojas la flor de muerto.
Interrogas a cada pétalo marchito:
“¿viven...?” “¿no viven...?”.

Y a cada pregunta sin respuesta se deshoja tu alma.

De Briceida Cuevas Cob,
en Los 43 - Poetas por Ayotzinapa, Ana Matías Rendón Edición, 2015.

miércoles, 30 de septiembre de 2020

En la celda

En la celda

Una idea, un sentimiento:
El hombre en su plenitud.
Cuatro paredes: la celda.
Un cerrojo: el de la luz.

Toques de clarín. Silencio.
Cada preso en su ataúd.
¡Y en cada ataúd la vida
brotando en chorros de luz!

de Alberto Ghiraldo,
en La canción del deportado, Fernando Fé, 1929.



martes, 29 de septiembre de 2020

Hacia la cárcel

Hacia la cárcel

I

De cárcel en cárcel voy.
Guardia y yo: todos armados.
Cada cual con su instrumento...
Ellos van con sus fusiles
y yo con mi pensamiento.

Marcho, firme, entre cadenas.
Un niño es mi compañero.
¡Y es un ladrón y es mi hermano!
Lo siento cuando su piel
toca la piel de mi mano.

¿Soy un hombre o una fiera?
¡Me hacen dudar los sayones!
De cárcel en cárcel voy.
¡Quién dijera que este he sido!
¡Quién dijera que este soy!

¿De esta manera se paga
mi amor a la humanidad?
¡Otros pagaron también
y eran mejores que yo!
¡Cristo pagó y pagó bien!...

¡Falsos cristianos de España,
el bueno murió en la cruz,
con su carne hecha pedazos!
¡Si volviera, volverían
a colgarle de los brazos!

¿Aún falta algo? ¡Estoy dispuesto!
¡Nada mi entereza quiebre!
¿Mi vida? ¡Tomadla ya!
¡Si la sangre es redención,
la mía vertida está!

¿La raza es hidalga? ¿Sí?
¿Entonces no es expresión
de la raza esta crueldad?
Si yo soy la fiera ahora,
ellos, ¿qué son? ¿La piedad?...

¡Ironía de las cosas!
El guardián menos cruel,
el que aleja más ultrajes
de mi persona, ha nacido
allá, en tierra de salvajes...

¡Es africano! Y yo veo
que en el fondo de su sér*
hay un resto de ternura.
¡Agua límpida brotada
quién sabe de qué amargura!

II

¿España? ¡No! No es España
la que me clava en la cruz
con tan enorme vileza.
¡Son sus sicarios cobardes
indignos de su grandeza!

III

Cuando pase mi dolor,
cuando mi calvario pase,
¿todo estará como entonce*?
¡Nada estará como estaba!
¡Sólo mi alma, que es de bronce!

¡Bronce para resistir
la fuerza de los tiranos;
bronce para rechazar
toda la infamia que quieran
sobre mi nombre arrojar!

(En viaje de conducción, de la cárcel
de Madrid a la de Barcelona, pasando
por la de Zaragoza.-29 de Septiembre
de 1921.)

de Alberto Ghiraldo,
en La canción del deportado, Fernando Fé, 1929.
*Del original.

lunes, 28 de septiembre de 2020

CANTO PRIMERO

CANTO PRIMERO

Definitivamente, cantaré para el hombre.
Algún día —después—, alguna noche,
me oirán. Hoy van —vamos— sin rumbo,
sordos de sed, famélicos de oscuro.

Yo os traigo un alba, hermanos. Surto un agua,
eterna no, parada ante la casa.
Salid a ver. Venid, bebed. Dejadme
que os unja de agua y luz, bajo la carne.

De golpe, han muerto veintitrés millones
de cuerpos. Sobre Dios saltan de golpe
—sorda, sola trinchera de la muerte—
con el alma en la mano, entre los dientes

el ansia. Sin saber por qué, mataban;
muerte son, sólo muerte. Entre alambradas
de infinito, sin sangre. Son hermanos
nuestros. ¡Vengadlos, sin piedad, vengadlos!

Solo está el hombre. ¿Es esto lo que os hace
gemir? Oh si supieseis que es bastante.
Si supieseis bastaros, conformaros.
Si supierais ser hombres, sólo humanos.

¿Os da miedo, verdad? Sé que es más cómodo
esperar que Otro —¿quién?— cualquiera, Otro,
os ayude a ser. Soy. Luego es bastante
ser, si procuro ser quien soy. ¡Quién sabe

si hay más! En cambio, hay menos: sois sentinas
de hipocresía. ¡Oh, sed, salid al día!
No sigáis siendo bestias disfrazadas
de ansia de Dios. Con ser hombres os basta.

de Blas de Otero,
en Poesía Religiosa - Antología (Leopoldo de Luis), Alfaguara, 1969.

domingo, 27 de septiembre de 2020

En retaguardia

En retaguardia

Hago poco o no hago nada.
La gente se está matando
mientras yo escribo sentada.
Bien nutrida, mal amada.

Hago poco o no hago nada,
coso y curo mis balazos
bien herida, mal amada.

Me duele lo de los otros
pero no puedo hacer nada
porque el dolor de mi cuerpo
me tiene paralizada.

(Puede llamar a la puerta…
¡Si tuviera una llamada,
si me dijese “te quiero”…)

Compañero, camarada,
yo también sufro injusticia
por amor encarcelada.
No me merezco ser líder,
lucho cómoda, sentada.

Hago poco o no hago nada.

Cambio vendas,
me preocupo de mi herida,
hay mucho plomo en mis alas,
no puedo volar al monte,
-¡por si llama!-

Dejadme sola en la sala.
Dejadme cumplir condena,
-bastante tengo desgracia,
la gente se está matando
mientras escribo sentada-,
bien herida, mal amada.

de Gloria Fuertes,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.5, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2012.

sábado, 26 de septiembre de 2020

Entre hombres

Entre hombres
(43 estudiantes desaparecidos en Iguala, México)

Y ahora piensa en un hombre
que está meando sobre un valle
cubierto de amapolas.
Míralo: se ha plantado con sus botas
bien curtidas y limpias
sobre el borde del valle.
Se sujeta la verga con sus guantes de caza
y mea de un extremo al otro extremo
del valle de amapolas
mientras apura un cigarrillo.
La fuerza de su orina hace temblar las amapolas.
Su meada penetra tierra adentro
hasta el temblor de la amapola
(-y acaso más al fondo; digamos, por ejemplo
que hasta el borde mellado de una falla-)
No es este un hombre imaginario
de simbólicas botas bien lustradas;
ni orina que se piensa, ni guantes que se escriben
sujetando una verga literaria
sobre un valle ficticio.
Decimos que este hombre es un hombre bien hombre,
y que en el fondo no ficticio de este valle
hay huesos calcinados, hebillas calcinadas,
zapatillas y botas calcinadas.
Digamos que este hombre se sacude
la verga y, apurando el cigarrillo,
lo apaga con la punta de sus botas
y vuelve a su Volkswagen.

Este hombre soy yo
-no me gustan los hombres
que no sospechan nunca de sí mismos-
y ahora te doy asco.
Carece de importancia:
bienvenido al poema.

De Antonio Praena,
en Los 43 - Poetas por Ayotzinapa, Ana Matías Rendón Edición, 2015.

viernes, 25 de septiembre de 2020

Paisaje cambiante

Paisaje cambiante

Uno tiene que saber irse
y sin embargo, ser igual que un árbol:
como si se quedasen las raíces en el suelo,
como si se moviese el paisaje
y nosotros nos quedásemos parados.
Aguantar la respiración
hasta que cese el viento
y el aire ajeno empiece al rodearnos,
hasta que el juego de luz y sombra,
de azul y verde,
muestre los viejos patrones
y estemos como en casa
donde sea,
y podamos sentarnos y recostarnos
como si fuera la tumba
de nuestra madre.

de Hilde Domin,
en https://elvendedordetierra.com/2018/05/28/poemas-de-hilde-domin/ (8/7/20).

jueves, 24 de septiembre de 2020

Elegía 1938

Elegía 1938

Trabajas sin alegría para un mundo caduco
donde las formas y las acciones no encierran ningún ejemplo.
Practicas laboriosamente los gestos universales,
sientes calor y frío, falta de dinero, hambre y deseo sexual.

Héroes llenan los parques de la ciudad en que te arrastras,
y preconizan la virtud, la renuncia, la sangre fría, la
[concepción.
De noche, si hay neblina, abren paraguas de bronce
o se recogen en los volúmenes de siniestras bibliotecas.

Amas la noche por el poder de aniquilamiento que encierra
y sabes que, durmiendo, los problemas te dispensan de morir.
Pero el terrible despertar prueba la existencia de la Gran
[Máquina
y vuelve a ponerte, pequeñito, frente a indescifrables palmeras.

Caminas entre muertos y con ellos conversas
sobre cosas del tiempo futuro y negocios del espíritu.
La literatura arruinó tus mejores horas de amor.
Al teléfono perdiste mucho, muchísimo tiempo de sembrar.

Corazón orgulloso, tienes prisa en confesar tu derrota
y postergar para otro siglo la felicidad colectiva.
Aceptas la lluvia, la guerra, el desempleo y la injusta
[distribución
porque no puedes, solo, dinamitar la isla de Manhattan.

de Carlos Drummond de Andrade,
en 50 poemas escogidos, Fundación editorial el perro y la rana, 2008.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

Sol de sangre

Sol de sangre

Por inmensos caminos solitarios,
huyendo de ignorados campanarios,
los peregrinos van, faltos de aliento.
Y de aldeas siniestras y lejanas
les saludan, al paso, las campanas,
con notas que cabalgan sobre el viento.

El horizonte bajo el sol se dora,
manchado por la sangre de una aurora
que se teme a la vez y que se espera;
las nubes se amotinan y se empujan
y, como buitres, al huir, se estrujan
en el espanto de la noche huera.

Tiembla y cede la tierra bajo el peso,
se abre un abismo en el dintel del beso
y todo es sepulcral, como una luna;
sólo se oye el rumor sordo y la queja
de aquella muchedumbre que se aleja
con fatigas de mar, hacia su cuna.

En la sangre del sol busca su origen;
torvos y extraños sentimientos rigen
su reflujo fatal hacia la aurora;
y jadeante, vencida y sin aliento,
se arrastra latigueada por el viento,
royendo el amargor que la devora.

Y mañana al triunfar, cuando derribe
la absurda sociedad que la proscribe,
brillará como un sol a nuestros ojos.
Sus pupilas extrañas y dementes,
empapadas en púrpuras ardientes,
parecerán dos corazones rojos.

Sus manos, impacientes de batalla,
removerán la gigantesca hornalla
donde alimenta el sol sus encarnados
y, en la ruda apoteosis del incendio,
la plebe se alzará como un compendio
de todos los sollozos ignorados.

de Manuel Ugarte,
en Poesías Completas, Casa Editorial Maucci, 1921.

martes, 22 de septiembre de 2020

Por eso estoy en las palabras...

Por eso estoy en las palabras.

Porque el silencio vive si la palabra calla
y el olvido se extiende donde el amor deserta,
y de las mordeduras gozosas o crueles
sólo queda la huella que arrancan a las prensas.

Por eso estoy en las palabras.

Porque el cerezo da sus frutos sin saberlo
y sin saberlo el cáñamo presagia las banderas,
pero el hombre conoce que entre nada y la nada
sólo puede dejar unos vocablos limpios.

Unos vocablos limpios o una voz iracunda
que arranque el velo hirsuto donde se oculta el sueño,
porque sólo la voz, las palabras perduran
cuando embebe la helada la luz de los tejidos.

Por eso estoy en las palabras.

Porque a pesar de todo, contra razón, salvado
queda el que dijo. Y nada,
contra razón también, queda del que calló,
sino el molde vacío de su materia muda.

Por eso estoy con las palabras y por eso
redescubro un sentido al sinsentido en ella
 y repito sonidos que heredé sin quererlo
y es mi roce en su uso mi paso por la historia.

de Jesús Munárriz,
en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.

lunes, 21 de septiembre de 2020

MATER

MATER
(Vals de una rosa)

Dedicado a las Madres de Plaza de Mayo

¿qué ha sido mi vida en estos años?
¿qué ha sido nuestra vida en el tiempo de la muerte?
cada uno tendrá que desnudarse y rendir cuentas
porque nada de buena eternidad puede levantarse
sobre tierra podrida y deberá ser puro de roca el espejo
y fértil de sinceridad la lengua
y todos veremos nuestro rostro culpable pero no todas la
culpas son iguales
el que huyó por no soportar los vientos del terror
el que tapió su casa para no escuchar más sollozos
el que se creyó seguro porque a él no lo tocaban
y hasta ocupó la silla vacía del que se llevaron
él no tiene en su frente el estigma de la sangre
y aunque el silencio de los buenos haya dañado tanto
como la cuchilla del asesino
será el asesino quien habrá de pagar primero
y lo repito: no me pidan piedad ni que regale el perdón
ni que conduzca la paz hasta el umbral de mi enemigo
yo no soy la dueña de la vida de mis hijos
yo no soy la dueña de la aventura y el martirio de mis hijos
sólo ellos podrán tener piedad y perdonar
de ellos es la paz porque de ellos fue la fortaleza

ha sido por nuestra debilidad que esta tierra se pudrió
y estas aguas se alzaron y nuestras alegrías se corrompieron
ha sido por nuestra debilidad que tocamos fondo en el horror
y el horror bailó sobre los corazones
ha sido por debilidad que la memoria es hoy real peligro
pero a pesar del peligro ya no se desvanece ni declina
como declina mansamente la luz en esta plaza
aún no los he encontrado hijos
pero buscándolos vuestra madre se ha encontrado
mis hijos me han madurado
mis hijos me han enseñado
mis hijos me han hecho una mujer

no se dejen vencer el calor de mi cuerpo ya los envuelve
resistan la pesada eternidad del frío
rechacen esa quietud que los invita
hagan retroceder de sus bocas amadas el silencio
yo los espero
yo no los voy a dejar de esperar
porque están vivos en mi espera
porque para creerlos muertos tendrían que mostrarme
sus cadáveres
cadáveres que yo besaría y enterraría junto a una flor pero
no junto a sus sueños
y yo los llevaría enteros otra vez en mí
hasta que pague lo suyo el asesino
hasta que no vuelva a nacer otro asesino

¡de esta devastación casi infinita
la nueva vida tiene que surgir!

no siempre serán estos días
una obligada tristeza
y perfumará
perfumarás vida como la sabia rosa
más allá de nuestra precariedad
y alumbrará
alumbrarás vida como rosa de armonía
en infinita provincia de luz / que protege / y calma
hasta que la tormenta cebada
cribada y negra
se pierda de prisa tras la primera luna
sin pena ni tampoco gloria
vida si que aún entre agonías
te prolongas
nos invades
¡crece!
no te detengas vida
y todo corazón que envejece y todo corazón cargado de duelos y
fatigas
se abrirá a ti
les guste o se resistan los perros
de su pena y los del odio
crece vida continúa rosa
crece árbol del rosal entero crece
aunque ya no sea mi mano
la que te arrime el agua

y podrán los cuerpos y sus nombres ser apenas
un destello o un humo
y podrán las ilusiones estrellarse contra el piso
y en la boca secarse las palabras
y convertirse en veneno la soledad
pero tú vida seguirás con loca dulzura
llamando a nuestra puerta
seguirás obstinada y obstinada en esta plaza
o en aquel jardín
quitando las piedras y malezas
para la nueva y siempre
la erguida / breve / humilde y alta
la tan fragante
tenue muy tenue
eterna rosa.

de Vicente Zito Lema,
en Poemas - Memoria en palabras, Ministerio de Educación, 2012.