Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

martes, 15 de noviembre de 2022

SOPLA, VIENTO BIENHECHOR...

SOPLA, VIENTO BIENHECHOR...  

Sopla, viento bienhechor, 
sopla y ahuyenta a la lluvia, 
tengo que ganarme el pan, 
el pan de las prostitutas. 

Debo salir a la calle 
para tentar a la bestia, 
debo vagar por la urbe 
que es como yo una ramera. 

Con la faz enjalbegada 
y una sonrisa ficticia 
debo ofrecerme a los hombres 
como una mercadería. 

Y si llueve, qué será 
de mi vestido de seda, 
imán de los transeúntes 
y escucho de mi laceria? 

¿Qué serán de mis ahorros 
y de mi hermana, mi buena 
hermanita que no sabe 
de mi vida “deshonesta’ ? 

Sopla, viento bienhechor, 
sopla y ahuyenta a la lluvia 
tengo que ganarme el pan, 
el pan de las prostitutas.

de César Tiempo,
en Clara Beter - Versos de una..., Editorial Rescate, 1977.

lunes, 14 de noviembre de 2022

EL ÚLTIMO CEMENTERIO

EL ÚLTIMO CEMENTERIO

Incluso la máquina va adormilándose.

Talleres sellados almacenan el metal defectuoso.

El salario a escondidas tras la cortina.

Los jóvenes obreros entierran el amor en el fondo de sus
corazones.

Sin tiempo para expresarla, la emoción se desvanece en el
polvo.

Tienen estómagos de hierro.

Llenos de denso ácido sulfúrico y ácido nítrico.

La industria atrapa sus lágrimas antes de que puedan
derramarlas.

El tiempo pasa, sus mentes se desperdician.

Rinden menos cada vez, duele trabajar horas extras día y
noche.

No son aún viejos, pero sufren mareos habitualmente

La piel se desprende por la fuerza de las láminas.

Cubiertos con capas de aleación de aluminio.

Algunos aún resisten y otros caen enfermos.

Yo me adormezco entre ellos, mientras aguardo

el último cementerio de nuestra juventud

(21 de diciembre de 2011)

de Xu Lizhi,
en Un tornillo cayó al suelo, Mariposas del Caos, 2016.

domingo, 13 de noviembre de 2022

Tal vez lo conocemos...

Tal vez lo conocemos:
el del sol de sur a norte,
el de los árboles que andan,
el del mar que vela por nosotros,
el de los ríos que cantan,
el del sabor en cada pensamiento,
el del pan y la felicidad.
Te digo que ese país lo conocemos,
que está a la vuelta de cada sueño;
y si en él crees, existe:
y si existe, es para ti,
para mí, para todos.
Y nos sonríe largamente.

de Javier Sologuren,
en Eco Contemporáneo, n°1, 1961.
http://americalee.cedinci.org/wp-content/uploads/2021/04/EcoContemporaneo_n1.pdf (26/7/21).

sábado, 12 de noviembre de 2022

Ser y estar

Ser y estar

Oh marine
oh boy
una de tus dificultades consiste en que no sabes
distinguir el ser del estar
para ti todo es to be

así que probemos a aclarar las cosas

por ejemplo
una mujer es buena
cuando entona desafinadamente los salmos
y cada dos años cambia el refrigerador
y envía mensualmente su perro al analista
y sólo enfrenta el sexo los sábados de noche

en cambio una mujer está buena
cuando la miras y pones los perplejos ojos en blanco
y la imaginas y la imaginas y la imaginas
y hasta crees que tomando un martini te vendrá el coraje
pero ni así

por ejemplo
un hombre es listo
cuando obtiene millones por teléfono
y evade la conciencia y los impuestos
y abre una buena póliza de seguros
a cobrar cuando llegue a sus setenta
y sea el momento de viajar en excursión a capri y a parís
y consiga violar a la gioconda en pleno louvre
con la vertiginosa polaroid

en cambio
un hombre está listo
cuando ustedes
oh marine
oh boy
aparecen en el horizonte
para inyectarle democracia.

de Mario Benedetti,
en Antología poética, Editorial Sudamericana, 2000.

viernes, 11 de noviembre de 2022

me levanté sintiéndome raro...

me levanté sintiéndome raro
mis orejas crecieron
pelos por todos lados
mi nariz y mi boca se fundieron
colmillos largos, blancos
y mi voz, un aullido violento
y un hambre voraz
que hizo que me fuera comiendo
lo que quedaba en mí de humano

Por Félix Sánchez Durán.

jueves, 10 de noviembre de 2022

ESTA VOZ QUE NOS CONVOCA

ESTA VOZ QUE NOS CONVOCA

OIGO esta voz que nos convoca
por hondos precipicios de gangrena
mientras nadan los peces homicidas
y la espuma se vuelve cómplice del crimen.

Sólo el viento que se bebe esa espuma,
sólo aires que congelan los trigos,
sólo estepas que calcinan las plantas,
sólo nieblas que aniquilan los sueños,
sólo tumbas que impacientes esperan
no escuchan esa voz
que entre presagios de espanto
insistentemente nos convoca.

(Madrid, junio de 1936)

de Adolfo Sánchez Vázquez,
en Poesía, Fondo de Cultura Económica, 2013.

miércoles, 9 de noviembre de 2022

EN LA PLAZA (Fragmento)

EN LA PLAZA (Fragmento)

Hermoso es, hermosamente humilde y confiante, vivificador y profundo,
sentirse bajo el sol, entre los demás, impelido,
llevado, conducido, mezclado, rumorosamente arrastrado.

No es bueno
quedarse en la orilla
como el malecón o como el molusco que quiere
calcáreamente imitar a la roca.
Sino que es puro y sereno arrasarse en la dicha del fluir y perderse,
encontrándose en el movimiento con que el gran corazón
de los hombres palpita extendido.

Como ése que vive ahí, ignoro en qué piso,
y le he visto bajar por unas escaleras
y adentrarse valientemente entre la multitud y perderse.
La gran masa pasaba. Pero era reconocible el diminuto corazón afluido.
Allí, ¿quién lo reconocería? Allí con esperanza, con resolución o con fe,
con temeroso denuedo,
con silenciosa humildad, allí él también
transcurría.

Era una gran plaza abierta, y había olor de existencia.
Un olor a gran sol descubierto, a viento rizándolo,
un gran viento que sobre las cabezas pasaba su mano,
su gran mano que rozaba las frentes unidas y las reconfortaba.

Y era el serpear que se movía
como un único ser, no sé si desvalido, no sé si poderoso,
pero existente y perceptible, pero cubridor de la tierra.

Allí cada uno puede mirarse y puede alegrarse y puede reconocerse.
Cuando, en la tarde caldeada, solo en tu gabinete,
con los ojos extraños y la interrogación en la boca,
quisieras algo preguntar a tu imagen,
no te busques en el espejo,
en un extinto diálogo en que no te oyes.
Baja, baja despacio y búscate entre los otros.
Allí están todos, y tú entre ellos.
Oh, desnúdate y fúndete, y reconócete. [...]

de Vicente Aleixandre,
en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.

martes, 8 de noviembre de 2022

SUEÑO CON CARLOS FONSECA

SUEÑO CON CARLOS FONSECA

Vive
en un barrio de tejas
A salvo de navajazos
por la espalda
Dispuesto
al encuentro
con los pobres
y a la gratitud
de los cenzontles

A mí me quiere no por poeta
sino porque soy llorón
y no me da miedo la muerte

Anoche volvió
vivo y fugaz
en la montaña

Saltaba desde lo alto
como jaguar de terciopelo
y llegaba a darme
el esperado abrazo

Me decía algo
que no recuerdo
y me dejaba en el alma
lágrimas y flores
la certidumbre de un puño
una encomienda de miel
y un derrotero seguro
para las nuevas
victorias

de Tomás Borge Martínez,
en Tomás Borge - Poesía Clandestina Reunida, Marcela Pérez Silva Ed., 2014.

lunes, 7 de noviembre de 2022

ME DUERMO, INCLUSO ESTANDO DE PIE

ME DUERMO, INCLUSO ESTANDO DE PIE

El papel delante de mis ojos destiñe amarillo,

con una pluma de acero esculpo un negro irregular
palabras de trabajo.

Taller, línea de ensamblaje, máquina, tarjeta de fichar,
horas extra, salario...

Ellos me han entrenado para volverme dócil.

No sé gritar o rebelarme,
cómo quejarme o denunciar.

Sólo cómo sufrir silenciosamente el agotamiento.

Cuando pisé este lugar por primera vez

sólo deseaba aquella nómina gris del día diez.

Para concederme algún consuelo tardío

Para ello me encadeno a mi esquina y a mis palabras.

Renuncio a faltar, renuncio a enfermar, renuncio a las
faltas por asuntos personales.

Renuncio a llegar tarde, renuncio a irme temprano.

Por la línea de ensamblaje me mantengo firme como el
hierro y mis manos vuelan.

Cuántos días, cuántas noches habré estado - así - dormido
de pie?

(20 de agosto de 2011)

de Xu Lizhi,
en Un tornillo cayó al suelo, Mariposas del Caos, 2016.

domingo, 6 de noviembre de 2022

América

América

América, te lo he dado todo y ahora no soy nada.
América, dos dólares y veintisiete centavos. 17 de Enero de 1956.
No aguanto mi propia mente.
América, ¿Cuándo pondremos fin a la guerra entre seres humanos?
Que te jodan a ti y a tu bomba atómica.
No me siento bien, no me molestes.
No pienso escribir este poema hasta que esté cuerdo.
América, ¿Cuándo serás angelical?
¿Cuándo vas a desnudarte?
¿Cuándo vas a mirarte a través de la tumba?
¿Cuándo serás merecedora de tu millón de trotskistas?
América, ¿Por qué están llenas de lágrimas tus bibliotecas?
América, ¿Cuándo enviarás tus huevos a India?
Estoy harto de tus absurdas exigencias.
¿Cuándo voy a poder ir al supermercado y comprar lo que necesite
con mi cara bonita?
América, después de todo, somos tú y yo los que somos perfectos,
y no el otro mundo.
Tu maquinaria es demasiado para mí.
Me haces querer ser un santo.
Debe haber otra manera de poner fin a esta discusión.
Burroughs está en Tánger y no creo que vuelva. Sería demasiado
perverso.
¿Acaso tratas de ser perversa o es sólo una broma de mal gusto?
Intentaré ir al grano.
Rechazo renunciar a mi obsesión.
América, deja de presionarme. Sé lo que estoy haciendo.
América, las flores del ciruelo están cayendo.
No he leído los periódicos durante meses, cada día alguien es juzgado
por asesinato.
América, me solidarizo con los sindicalistas.
América, cuando era niño era comunista y no me arrepiento.
Fumo marihuana siempre que tengo la oportunidad.
Me siento en mi casa durante días enteros contemplando las rosas
en el armario.
Cuando voy al Barrio Chino me emborracho y nunca me acuesto
con nadie.
Estoy convencido de que va a haber problemas.
Me deberías haber visto leyendo a Marx.
Mi psicoanalista cree que estoy perfectamente bien.
No pienso rezar el Padrenuestro.
Suelo tener visiones místicas y vibraciones cósmicas.
América, aún no te he dicho nada sobre lo que le hiciste a Tío Max
cuando volvió de Rusia.

Estoy hablando contigo.
¿O acaso vas a permitir que nuestra vida emocional sea dirigida por
la revista Time?
Estoy obsesionado con la revista Time. La leo cada semana.
Su portada me mira cada vez que giro la esquina
de la tienda de golosinas.
La leo en el sótano de la biblioteca pública de Berkley.
Siempre me habla sobre responsabilidad.
Los hombres de negocios son serios.
Los productores de películas son serios.
Todo el mundo es serio menos yo.
Y me da por pensar que yo soy América.
Estoy hablando solo otra vez.

Asia se alza contra mí.
No tengo la más mínima opción.
Será mejor que tenga en cuenta mis recursos nacionales.
Mis recursos nacionales consisten en dos porros de marihuana,
millones de genitales, una literatura privada no publicable
que va a 1400 millas por hora y veinticinco mil sanatorios mentales.
No digo nada sobre mis prisiones, ni sobre los millones
de desgraciados que viven en mis macetas
bajo la luz de quinientos soles.
Ya he acabado con las casas de putas de Francia,
Tánger es la siguiente.
Mi ambición es llegar a ser presidente a pesar de ser católico.

América, ¿Cómo voy a escribir una santa letanía con tu mal humor?
Continuaré, como Henry Ford, ya que mis estrofas son tan personas
como sus coches.
Más aún, son todas de diferentes sexos.
América, te venderé estrofas a 2.500 dólares la pieza.
500 dólares de rebaja por tus estrofas viejas.
América, libera a Tom Mooney.
América, salva a los republicanos españoles.
América, Sacco y Vanzetti no deben morir.
América, yo también soy los chicos de Scottsboro.
América, cuando tenía siete años mamá me llevaba a las reuniones de
la Célula Comunista, nos vendían garbanzos,
un puñado por entrada, una entrada costaba un níquel
y los discursos eran gratis.
Todo el mundo era amable y solidario con los trabajadores.
¡Todo era tan sincero! No te haces una idea de lo bueno
que era el partido en 1935.
Scott Nearing era todo un gran anciano, un verdadero mensch.
Madre Bloor me hizo llorar. Incluso una vez ví a Israel Amter
con mis propios ojos.
Todo el mundo debe haber sido espía.

América, en realidad tú no quieres la guerra.
América, son ellos los rusos malos.
Los rusos, los rusos y también los chinos. Y los rusos.
Rusia quiere comernos vivos. El poder loco de Rusia.
Quiere sacar nuestros coches de nuestros garajes.
Quiere llevarse Chicago. Necesita un Reader’s Digest Rojo.
Quiere tener nuestras fábricas de coches en Siberia.
Con su enorme burocracia controlando nuestras gasolineras. Y eso
no es bueno. Argh. Ellos enseñar a indios a leer y necesitar
grandes negratas.
Ah. Ella hacernos trabajar dieciséis horas al día. ¡Socorro!
América, esto es algo bastante serio.
América, esta es la impresión que te llevas al ver la televisión.
América, ¿Son así las cosas?
Mejor debería irme al trabajo.

Es verdad que no me quiero apuntar al ejército
o manejar un torno en fábricas de repuestos.
De todos modos, soy miope y psicópata.
América, trataré de arrimar mi hombro de maricón.

Enero, 1956.

de Allen Ginsberg,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.13, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

sábado, 5 de noviembre de 2022

el sentido común...

el sentido común
es una gran fiesta de disfraces
donde la injusticia se viste de rutina
el dolor, de destino
la consecuencia, de causa
la explotación, de mérito
y el femicidio, de pasión

Por Félix Sánchez Durán.

viernes, 4 de noviembre de 2022

INVITACIÓN AL CAMINO

INVITACIÓN AL CAMINO
Ernesto Guevara
para Aleida

Hermana, falta mucho para llegar al triunfo.
El camino es largo y el presente incierto;
¡el mañana es nuestro!
No te quedes a la vera del camino.
Sacia tus pies en este polvo eterno.
Conozco tu cansancio y tu desazón tan grandes;
sé que en el combate se opondrá tu sangre
y sé que morirías antes que dañarla.
A la reconquista ven, no a la matanza.
Si desdeñas el fusil, empuña la fe;
si la fe te falla, lanza un sollozo;
si no puedes llorar, no llores,
pero avanza, compañera,
aunque no tengas armas y se niegue el norte.
No te invito a regiones de ilusión,
no habrá dioses, paraísos, ni demonios
–tal vez la muerte oscura sin que una cruz la marque–.
Ayúdanos hermana, que no te frene el miedo,
¡vamos a poner en el infierno el cielo!
No mires a las nubes, los pájaros o el viento;
nuestros castillos tienen raíces en el suelo.
Mira el polvo, la tierra tiene
la injusticia hambrienta de la esencia humana.
Aquí este mismo infierno es la esperanza.
No te digo allí, detrás de esa colina;
no te digo allá, donde se pierde el polvo;
no te digo, de hoy, a tantos días visto...
Te digo: ven, dame tu mano cálida
–esa que conocen mis enjugadas lágrimas–.
Hermana, madre, compañera... ¡Camarada!
este camino conduce a la batalla.
Deja tu cansancio, deja tus temores,
deja tus pequeñas angustias cotidianas.
¿Qué importa el polvo acre?, ¿qué importan los escollos?
¿Qué importa que tus hijos no escuchen el llamado?
A su cárcel de green-backs vamos a buscarlos.
Camarada, sígueme; es la hora de marchar...

de Roque Dalton,
en Daltónica-Poemas escogidos, El Sudamericano, S/F.

jueves, 3 de noviembre de 2022

PARA VIVIR MAÑANA

PARA VIVIR MAÑANA

Mi casa está llena de muertos
es decir, mi familia, mi país,
mi habitación en otra tierra,
el mundo que a escondidas miro.

Cuando era niño con una flor
cubría todo el cielo.
De qué cuerpo sacaré ahora sombra
para vivir con un poco de ternura?

Escucharé a los muertos hablar
para que el mundo no sea como es
pero debo besar un rostro vivo
para vivir mañana todavía.

Para vivir mañana debo ser una parte
de los hombres reunidos.
Una flor tengo en la mano, un día
canta en mi interior igual que un hombre.

Pálidas muchedumbres me seducen;
no es sólo un instante de alegría o tristezas
la tierra es ancha e infinita
cuando los hombres se juntan.

de Washington Delgado,
en Eco Contemporáneo, n°1, 1961.
http://americalee.cedinci.org/wp-content/uploads/2021/04/EcoContemporaneo_n1.pdf (26/7/21).

miércoles, 2 de noviembre de 2022

Silencio

Silencio

Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.

de Octavio Paz,
en https://www.culturagenial.com/es/octavio-paz-poemas/ (30/8/22).

martes, 1 de noviembre de 2022

EN EL PRINCIPIO

EN EL PRINCIPIO

Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.

Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.

Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.

de Blas de Otero,
en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.