Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

martes, 18 de septiembre de 2018

Siberia propia

Siberia propia
(Extractos)

PORQUE YO venía del orgullo y prejuicio, de los amores
difíciles,
Lolita violada por la garra y el anzuelo en los ojos de perro
azul,
y por eso devenía juntacadáveres, conductora funeraria,
extrañamente viva aunque muerta en resaca:
mujer en guerra al borde de la náusea, desahuciada sin
remedio,
primero niña de provincias viviendo en un Chagall,
luego chica de seda artificial y gata callejera sobre tacones.
Dime si esto es un hombre, una mujer o un espectro
errabundo.
Pero no, sólo ganado o quimera era entonces.
Porque crecí entre los cachorros municipales
listos para el sacrificio, en marcha hacia el matadero;
hijos de la ira que se acurrucan en las jaulas
donde no siempre oyes ladrar los perros, el miedo te
ensordece
y la edad de la inocencia escribe su particular libro de la
selva.
Porque mis orígenes se encallan en el grito silencioso:
semilla para un cuerpo de mordedura blanca,
embrión que germina en el frío primero y por mayo nace,
en los sesenta ve la luz y retrocede del susto,
no asoma la flor primaveral sino la raíz alambre de espino.
Raíz salvaje que brota en los trenes rigurosamente vigilados
para después transitar con pasaporte falso en los vagones
de los humillados y ofendidos, de los inocentes en el
extranjero,
todos extraños en un tren peregrinando juntos,
atravesando la nubosidad variable que amenaza temor y
lluvia.

AHORA es cuando levanto la niebla en esta crónica del alba,
ahora antes que anochezca y te quedes dormido
sin dormirte del todo (no olvides las minúsculas).
Ahora en víspera de ejecución te escribo yo, poquita cosa,
pues la voz a ti debida se reclina en obediencia,
azul mío purísimo alquimista y libro de los conjuros.
Imagina mi juventud diezmada por la educación
sentimental,
mi juventud campana de cristal herido, mis deberes
especiales
limpiando las oficinas en el ministerio del miedo,
mi cuerpo para algunas bestias como última tentación de
Cristo.
Deshilacha la odisea de esparto donde me oscurecía
post merídiem como una Penélope con la costura terminada.
Cierra el telón de la violenta y divina comedia que se
estrena
una y otra vez en los teatros del vivir, en el arte de morir,
con las herramientas neolíticas y el oficio de vivir.
Imagíname en el vértigo sagrado de la ciudad y los perros
con sus despachos de hombres aunque perros,
con sus crímenes, su árbol de la ciencia, su mal metafísico
y su falso tratado de urbanismo aunque alimañas,
con su gran dinero papel mojado en billetes
y sus tres monedas tan falsas como acariciantes
aunque príncipes de Maquiavelo, aunque herederos de
Stalin.

SI AL ATARDECER llegara un mensajero, el olvidado más triste,
en su carroza de plomo candente con mi final de partida,
sabrás de golpe que toda la miel se ha terminado.
Si alguien vuela a deshoras sobre el nido del cuco
o si escucharas el canto del cisne a quemarropa,
entenderás esta salvaje oscuridad de noche dálmata.
Supongo que correrás a mi estancia saqueada entonces,
esa morgue escarchada de mi doble vida y mi letargo
múltiple,
y te recibirán la serpiente emplumada y la cama deshecha.
El corazón te dirá vuelva usted mañana y mañana
te sonreirá con su disculpa, te ofrecerá un billete de vuelta,
así que cada hora violeta regresarás con el salvoconducto
que te devuelva el pan conyugal o algún sucedáneo sin
levadura.
Como si fuera una palabra el amor, repetirás la palabra.
Como un dios que tiene sed, beberás de la lluvia amarilla.
Como los cipreses no creen en Dios, talarás el desierto y
después.
Como el padrino mafioso, te harás verdugo de ti mismo.
Como Ítaca no existe o todo lo contrario, te quedarás
muy quieto, lo mismo que tiembla una fiera mutilada.
Pobre amado mío, igual que guantes grises
calentarás tus sienes en las sábanas solas.

de Isabel Pérez Montalbán,
en Once poetas críticos en la poesía española reciente (Enrique Falcón, coord.), Baile del sol, 2007.

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