Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

martes, 8 de agosto de 2023

SONARÁN A SILENCIO

SONARÁN A SILENCIO

CONTRA un clavo ardiendo entre los dedos,
contra un sabor hundido por las venas de un muro,
contra esta agonía de trenes fatigados,
contra el estertor sin fin de moribunda escarcha
hay sombras por ruinas tenebrosas,
calderas donde arde la inocencia,
calcinados caminos para un río estrangulado,
empapados sollozos sobre espigas nocturnas.

Se deslizan como una catarata de lamentos neutrales
volcando en nuestra ausencia un reposo de ácidos
y se acercan temblando hacia nosotros
para golpear los labios de una cicatriz abierta.

Es inútil que huyamos olvidando
la ira de las manos de un niño abandonado.
Es inútil dormir junto a los muros
que alternan su firmeza con cabellos ardiendo.
Es inútil morir cortándose las manos
para perder el tacto de una garganta helada.
Es inútil huir entre carbones
para salvar la vida de un color deshonrado.
Es inútil hundirse entre toneles
para no beber la copa de agua ensangrentada.

Es inútil huir porque nos buscan
para hundir nuestros ojos en la arena.
Nos persiguen la hora de los sueños
para enterrar la huida con el alba.
Nos inundan la sangre de gusanos,
nos incendian la sangre con recuerdos
y nos hacen subir a unas ruinas
sobre un pedestal de lutos y de sangre.
Es inútil huir porque la huida
sólo encuentra tabernas desoladas
donde alza su copa nuestra muerte.
Es inútil huir sediento de escaleras
cuando sólo hay vitrinas de niños ateridos.

Un violento latir de bosques desdichados
devora tenazmente las inciertas salidas,
y un nuevo sabor de herencia acuchillada
levanta transparencias a un metal en reposo.

No huid que hay unas manos que aceleran su tacto,
que os llaman blandamente.
Somos nosotros con doloridos pies
los que llegamos a enfermas latitudes
entre meridianos de huesos perseguidos.

Una salud de almena moribunda,
una frialdad de llama amortajada,
un extravío de buques y de cuervos,
no podrán separar nuestras manos.

Sólo entonces,
duro enemigo de la muerte,
tanto derrumbe de dolor y sangre,
tanto incendio de párpados vencidos,
tanto oscuro naufragio de imanes desvelados,
tanta lenta presión de pisadas amargas,
tanta luna seca por alumbrar a un ciego
sonarán a silencio,
a huracanes vestidos como mujeres pálidas,
a incendio de maldad e injusticia.

de Adolfo Sánchez Vázquez,
en Poesía, Fondo de Cultura Económica, 2013.

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