(fragmentos)
4.
No hay caridad verdadera que no se enferme, o que no se manche.
9.
El dolor no huele a vinagre aromático, ni habla en verso, ni se lamenta gramaticalmente, ni va a cenar a la fonda, como los cómicos, después de llorar.
18.
El corazón del bueno es comparable a las vendas que circundan y protegen a las heridas: a medida que éstas van cicatrizando, aquéllas van arrojándose impregnadas de pus y de sangre.
De Almafuerte
en Almafuerte - Poesías, Losada, 1998.
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