Algunos datos sobre la vida
Pensemos en lo que nos rodea:
quienes sufren no se preguntan
por la razón de su desánimo,
o bien lanzan su maldición
contra la frente equivocada:
nadie acierta la mano con la herida.
Por esa razón los poderosos siguen
con su estudiada displicencia.
Porque si ha de haber algún incendio,
ése morderá a los más desvalidos;
si la muerte llega a trazar su curvo dibujo
como una epidemia de oscuridad, esa herida
no afectará a los dividendos de los bancos:
los pequeños ladrones son sólo un accidente
que no merma sus cuentas de beneficios.
Porque cuando alguien roba, no padece
sino quien ha sido ya expropiado
del fruto de su esfuerzo.
De Salustiano Martín González,
en Entre los poetas míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.26, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.
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