en Poemas de la militancia, ECOE, 1979.
Poesía social, política y militante; clásica y contemporánea.
Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
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viernes, 19 de marzo de 2021
jueves, 18 de marzo de 2021
E DIOS
E DIOS
He de creer en ese Dios absurdo,
ese Dios que hizo al hombre contrahecho
y que le señorea por derecho
exigiendo lo recto por lo zurdo?
¿Quién inventó ese Dios de horca y cuchillo
que creció y se nutrió de guerra santa?
con halagos a Dios el hombre espanta
su miedo tenebroso y amarillo.
Tan amarillo como la ictericia
enfermedad terrible que se inicia
en el vientre poluto de la madre.
Cuerpo y alma luchando medio a medio
para acabar podrido sin remedio;
pero tan sólo cuando a Dios le cuadre.
ese Dios que hizo al hombre contrahecho
y que le señorea por derecho
exigiendo lo recto por lo zurdo?
¿Quién inventó ese Dios de horca y cuchillo
que creció y se nutrió de guerra santa?
con halagos a Dios el hombre espanta
su miedo tenebroso y amarillo.
Tan amarillo como la ictericia
enfermedad terrible que se inicia
en el vientre poluto de la madre.
Cuerpo y alma luchando medio a medio
para acabar podrido sin remedio;
pero tan sólo cuando a Dios le cuadre.
de Lucía Sánchez Saornil,
en Poemas, Starm1919/elsetaproducciones, S/F.
miércoles, 17 de marzo de 2021
Ella y su cuerpo
Ella y su cuerpo
Rara vez le pareció
que le quedara bien
su cuerpo.
De niña,
era un cuerpo tan breve
que la obligaba
a mirar siempre desde abajo,
a esperar que sus padres
la tomaran en brazos
para verles
el rostro de cerca,
para tocarles los cabellos,
a esperar el abrazo
de su madre
para recostarse
en su pecho suave.
Ella, desde su estatura,
sólo podía abrazarle
las rodillas duras.
Luego,
fue un cuerpo inquieto,
a menudo doliente,
castigado
por persistentes fiebres,
un cuerpecillo insignificante
del que surgía un rostro pálido.
Y cuando un día
pareció vestirse de fiesta
de la adolescencia
ella creyó que se lo reprochaban.
Apenas asomaba la alegría
en el ritmo ligero de su paso
en el sonido claro de su voz,
en el brillo de sus ojos,
oscuros peligros acechaban
ese florecer extraño.
¿Tenía derecho a vestirse de fiesta
en un mundo enlutado?
¿Podía llevar su pie danzante
por un camino de espinas?
Quizás
su mismo cuerpo
era un vestido ajeno.
Por eso tuvo extrañas aventuras
el joven cuerpo lastimado:
iba al abrazo
como a un naufragio
y volvía como un sobreviviente
milagrosamente salvado.
En la fuga
se encontraban de nuevo
ella y su cuerpo
sin saber de qué huían.
No sabía entonces
que era
una tierna parte de sí misma,
tierra pródiga
donde su vida florecía;
y qué tan dulce
como el viento de primavera
era su aliento misterioso
tan ricas como las ramas
del árbol verdecido,
sus manos,
y más luminosos
que los astros del firmamento
sus grandes ojos abiertos.
de Alaíde Foppa,
en https://periodicodepoesia.unam.mx/texto/la-desvanecida-imagen/ (20/12/20).
martes, 16 de marzo de 2021
¿¡Cómo...
¿¡Cómo no voy a tener los pies sobre la tierra!?
¿¡Cómo!?
¡Treinta mil pares de manos
toman mis tobillos
y marcan mis pasos!
Por Félix Sánchez Durán.
lunes, 15 de marzo de 2021
Mis harapos
Mis harapos
Caballero del ensueño, tengo pluma por espada
mi palabra es el alcázar de mi reina la ilusión
mi romántica melena, así lacia y mal peinada
es más bella que las trenzas enruladas de Ninón.
Tengo un primo. El es rico, poderoso, bien querido
yo soy pobre, soy enfermo, pienso, escribo y sé soñar
y una noche, de esas noches tan amargas que he sufrido
mis harapos con su smoking se rozaron al pasar.
Me miró como al descuido: no dejó su blanca mano
se estrechara con la mía contagiándole calor,
él su smoking lo vestía ¡mi elegante primo hermano!
y alejóse avergonzado de su primo el soñador.
EI helado cierzo a ratos arreciaba incompasivo
yo sentía frío adentro, frío afuera y todo así;
y arrimándome a una puerta rompí en llanto convulsivo
y llorando como un niño ¡como un hombre maldecí!
Vas rozando las hilachas de mis trágicos harapos
una mueca de ironía mi miseria te arrancó;
¡También ríen en los charcos los inmundos renacuajos
cuando rozan el plumaje de algún cóndor que cayó!
Arquetipo inconfundible de tartufos que disfrazan
con el corte irreprochable de algún smoking o frac.
Tu eres primo ¡el arquetipo! ¡mis orgullos te rechazan!
¡déjame con mis harapos! ¡son más nobles que tu frac!
de Alberto Ghiraldo,
en https://campodemaniobras.blogspot.com/search/label/Poes%C3%ADa%20anarquista (6/12/20).
domingo, 14 de marzo de 2021
Mi país
Mi país
Si tuviera que, al mundo, presentar mi país,
Diría de la belleza, la dulzura y la gracia
De sus mañanas cantantes, de sus tardes gloriosas
Diría de su cielo puro, diría de su aire dulce,
Del escalonamiento armonioso de los tristes morros azulados
De las ondulaciones blandas de sus colinas cercanas,
Del esmeralda cambiante de sus cañas al sol
De las cascadillas que se deslizan entre grandes piedras
Diáfanas cabelleras entre dedos nudosos
Y de los soles que se zambullen en mares de turquesa.
Diría, rojas antorchas tendidas al firmamento,
De la belleza fulgurante de los ardientes flamboyanes,
Y de ese azul, y ese verde, tan dorado, tan límpidos
Que uno quisiera apretar el paisaje entre sus brazos.
Diría de la pañoleta de la mujer de azul
Que baja el camino con el canasto sobre la cabeza
Del ondulado balanceo de sus caderas robustas
Y de la melodía grave de los hombres en los campos
Y del molino que rechina bajo la luna por la noche,
De los fuegos sobre la montaña a medio camino del cielo,
Del café que se recoge sobre las cumbres altivas,
Del empalagoso olor de las guayabas demasiado maduras;
Diría, sobre las ciudades, de los torsos desnudos, bronceados
De aquellos que en la calle bajo el duro calor
No se dejan asustar por la más pesada faena
Y de los remeros pescando, al amparo de nuestros puertos
Cuando vuelve la tarde, de los corales bailadores
Mientras que las islas a lo largo, perezosas,
Dejan subir como humo, al fondo del crepúsculo,
La tierna imploración de sus hogueras lejanas.
Pero inflamará mi voz un ardor más guerrero
Para decir de la valentía de los que lo forjaron,
Diré de la lección que al mundo más que sorprendido
Dieron esos que eran creídos esclavos sumisos
Diré de la fiereza, diré del agrio orgullo,
Dones que en nuestras cunas encontramos
Y del amor feroz que llevamos en nosotros
Por una libertad de precio tres veces sangriento
Y del hervor que sube por nuestras arterias
Cuando al fondo de las selvas escuchamos el llamado
Del cónico tambor que nuestros lejanos ancestros
Trajeron hasta nosotros de las riveras del África
Madre hacia la cual sin cesar se vuelven nuestras miradas.
Si tuviera que presentar mi país al mundo
Diría todavía más, diría todavía menos,
Diría de tu buen corazón, oh pueblo de mi país.
de Marie-Thérèse Colimon Hall,
en "Haití en femenino - Veintidós voces" (Saint-John Kauss "John Nelson"), Cuadernos de Literatura del Caribe e Hispanoamérica, n°18, julio-diciembre, CONEL Publishing, 2013.
Versiones al español de Cristina García, María García y Alejandro Múnera.
sábado, 13 de marzo de 2021
LOS MANDAMIENTOS
LOS MANDAMIENTOS
No querrás de veras ser poet(is)a. Primero, si
eres mujer, tienes que ser tres veces mejor que
cualquiera de los hombres. Segundo, tienes
que acostarte con todo el mundo. Y tercero,
tienes que haberte muerto.
Poeta masculino, en conversación.
Si una mujer quiere ser poeta,
debe dormir cerca de la luna a cara abierta;
debe caminar a través de sí misma estudiando el paisaje;
no debe escribir sus poemas con sangre menstrual.
Si una mujer quiere ser poeta,
debe correr hacia atrás en torno al volcán;
debe palpar el movimiento a lo largo de sus grietas;
no debe conseguir un doctorado en sismografía.
Si una mujer quiere ser poeta,
no debe acostarse con manuscritos incircuncisos;
no debe escribir odas a sus abortos;
no debe hacer caldos de vieja carne de unicornio.
Si una mujer quiere ser poeta,
debe leer libros de cocina francesa y legumbres chinas;
debe chupar poetas franceses para refrescar su aliento;
no debe masturbarse en talleres de poesía.
Si una mujer quiere ser poeta,
debe pelar los vellos de sus pupilas;
debe escuchar la respiración de hombres durmientes;
debe escuchar los espacios entre esa respiración.
Si una mujer quiere ser poeta,
no debe escribir sus poemas con pene artificial;
debe rezar para que sus hijos sean mujeres;
debe perdonar a su padre su esperma más valiente.
de Erica Jong,
en Siete poetas norteamericanas contemporáneas (Beth Miller), UNAM, 2008.
Selección, notas y traducciones de Beth Miller.
viernes, 12 de marzo de 2021
Conversaciones con la alpargata - 44
44
Y si éste fuera
mi último poema,
insumiso y triste,
raído pero entero,
tan sólo
una palabra
escribiría:
Compañero.
de Mauricio Rosencof,
en De puño y letra - Antología, Editorial Txalaparta, 1998.
jueves, 11 de marzo de 2021
Sonetos de Fuerteventura - VIII
VIII
¡Oh, fuerteventurosa isla africana,
sufrida y descarnada cual camello,
en tu mar compasiva vi el destello
del sino de mi patria! Mar que sana
con su grave sonrisa más que humana
y cambia en suave gracia el atropello
con que un déspota vil ha puesto el sello
de la loca barbarie en que se ufana.
Roca sedienta al sol, Fuerteventura,
tesoro de salud y de nobleza,
Dios te guarde por siempre de la hartura
pues del limpio caudal de tu pobreza
para su España celestial y pura
te ha de sacar mi espíritu riqueza.
11-V-1924.
de Miguel de Unamuno,
en Obras Completas - Poesía II, Afrodisio Aguado, 1958.
miércoles, 10 de marzo de 2021
SOBRE DOLORES DE CABEZA
SOBRE DOLORES DE CABEZA
Es bello ser comunista,
aunque cause muchos dolores de cabeza.
Y es que el dolor de cabeza de los comunistas
se supone histórico, es decir
que no cede ante las tabletas analgésicas
sino sólo ante la realización del Paraíso en la tierra.
Así es la cosa.
Bajo el capitalismo nos duele la cabeza
y nos arrancan la cabeza.
En la lucha por la Revolución la cabeza es una bomba de retardo.
En la construcción socialista
planificamos el dolor de cabeza
lo cual no lo hace escasear, sino todo lo contrario.
El comunismo será entre otras cosas,
una aspirina del tamaño del sol.
de Roque Dalton,
en A la revolución por la poesía, Ediciones de la Esc. Preparatoria N°8, 1983.
martes, 9 de marzo de 2021
Los caminos de la vida
Los caminos de la vida
Buda transitó el Noble Camino,
Lao-Tsé eligió seguir el Sendero,
Cristo tomó la ruta del Calvario,
yo, menos proclive a dogmas y vía crucis,
ando y desando una calle periférica
cuya única verdad son los grafitis.
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.112, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2018.
lunes, 8 de marzo de 2021
EL TEMA
EL TEMA
Quisieron hablarme de sexo
al enterarse de mi embarazo
y ni siquiera entonces
supieron cómo hacerlo
así que me obligaron a casarme
para evitar el tema
de Inma Luna,
en Contra - Poesía ante la represión, Coordinadora Anti-represión Región de Murcia, 2016.
Ella se siente
Ella se siente
Ella se siente a veces
como cosa olvidada
en el rincón oscuro de la casa,
como fruto devorado adentro
por pájaros rapaces,
como sombra sin rostro y sin peso.
Su presencia es apenas
vibración leve
en el aire inmóvil.
Siente que la traspasan las miradas
y que se vuelve niebla
entre los torpes brazos
que intentan circundarla.
Quisiera ser siquiera
una naranja jugosa
en la mano de un niño
-no corteza vacía-
una imagen que brilla en el espejo
-no sombra que se esfuma-
y una voz clara
-no pesado silencio-
alguna vez escuchada.
de Alaíde Foppa,
en Para conjurar el sueño - Poetas guatemaltecas del siglo XX (A. Acevedo / A. Toledo), abrapalabra, 1998.
domingo, 7 de marzo de 2021
Toda alfombra roja...
Toda alfombra roja
Esconde
Un río de sangre
Donde nace uno
Despliegan la otra
Por Félix Sánchez Durán.
sábado, 6 de marzo de 2021
Mundos
Mundos
¿Cómo hablar de niñitas
Pómulos mofletudos, mirada risueña
Que tienen más juguetes de lo necesario
Pero quieren más, y más, y más?
Tengo el espíritu lleno de niñitas
Pómulos ahuecados, mirada perdida
Que no tienen por juguetes más que piedras
Y polvo, más de lo necesario.
¿Cómo hablar de niñitos
A los que no les gusta esto, que no quieren lo otro
Y que les echan a los perros su comida
De vez en cuando, cuando se les antoja?
Tengo el espíritu lleno de niñitos
Que nunca tienen buenas cenas
Y comen lo que encuentran
De vez en cuando, cuando tienen suerte.
¿Cómo hablar de jóvenes
Pluma Parker, libros empastados,
Que acumulan pieles de asno
Toda su vida, pues es su destino?
Tengo el espíritu lleno de jóvenes y viejos
Que no saben leer ni escribir
Y firman “X” en los documentos
Toda la vida, pues es su destino.
¿Cómo hablar de esta felicidad
Hecha de abundancia de tantas cosas
Día tras día hasta el infinito?
Tengo el espíritu lleno de este desamparo
Hecho de muy poco de demasiadas cosas
Día tras día hasta el infinito.
de Marlène Rigaud Apollon,
en "Haití en femenino - Veintidós voces" (Saint-John Kauss "John Nelson"), Cuadernos de Literatura del Caribe e Hispanoamérica, n°18, julio-diciembre, CONEL Publishing, 2013.
Versiones al español de Cristina García, María García y Alejandro Múnera.
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