Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

lunes, 24 de mayo de 2021

EL PARTIDO SOMOS NOSOTROS

 EL PARTIDO SOMOS NOSOTROS

Y ¿quién es el Partido?
¿Acaso se sienta en una casa con teléfonos?
¿Acaso son secretos sus pensamientos y desconocidas sus decisiones?;
¿Quién es él?
Nosotros lo somos.
Tú, yo y vosotros -todos nosotros.
Está dentro de tu ropa, compañero, y piensa
con tu cabeza.

Donde yo viva es su casa y donde tú seas atacado,
allá estará luchando.
Muéstranos el camino que debemos tomar y,
como tú, lo seguiremos, pero
no vayas sin nosotros por el camino correcto,
porque sin nosotros será
el más falso.
¡No te apartes de nosotros!
Porque podemos equivocamos y tú
tener razón. Por ello
¡No te apartes de nosotros!
Que el camino más corto es mejor que el largo,
nadie lo niega,
pero cuando alguno lo sabe
y no sabe mostrárnoslo ¿De qué nos sirve
su sabiduría?
¡Sé sabio con nosotros!
¡No te apartes de nosotros!

de Bertolt Brecht,
en Poemas y canciones de lucha, Ediciones Vanguardia Proletaria, 2011.

domingo, 23 de mayo de 2021

GLADIADOR DE LA NEVADA

 GLADIADOR DE LA NEVADA

A Solís Almeida, perseverante
comandante comunero.

Inexorable destino el tuyo
caminante gladiador de la Nevada:
trepas los corceles de la historia
y con tu acero
de ilusiones justicieras
sonrojas al sol en tus batallas.

Con tu pinta de Quijote
en tus empeños
los molinos del mal ya no te tumban;
truena victorias
tu fusil guerrero,
y con el alma henchida
de fuego firme boliviano
a la lucha incitas,
¡comunero!,
a hacer del suelo colombiano,
del hombre nuevo,
un semillero.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

sábado, 22 de mayo de 2021

FUGA DE LA MUERTE

 FUGA DE LA MUERTE

Negra leche del alba la bebemos de tarde
la bebemos a mediodía de mañana la bebemos de noche
bebemos y bebemos
cavamos una fosa en los aires no se yace allí estrecho
Vive un hombre en la casa que juega con las serpientes que escribe
que escribe al oscurecer a Alemania tu pelo de oro Margarete
lo escribe y sale de la casa y brillan las estrellas silba a sus mastines
silba a sus judíos hace cavar una fosa en la tierra
nos ordena tocad a danzar

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos de mañana a mediodía te bebemos de tarde
bebemos y bebemos
Vive un hombre en la casa que juega con las serpientes que escribe
que escribe al oscurecer a Alemania tu pelo de oro Margarete
Tu pelo de ceniza Sulamit cavamos una fosa en los aires no se yace allí estrecho

Grita hincad los unos más hondo en la tierra los otros cantad y tocad
agarra el hierro del cinto lo blande son sus ojos azules
hincad los unos más hondo las palas los otros seguid tocando a danzar

Negra leche de alba te bebemos de noche
te bebemos a mediodía de mañana te bebemos de tarde
bebemos y bebemos
vive un hombre en la casa tu pelo de oro Margarete
tu pelo de ceniza Sulamit juega con las serpientes

Grita que suene más dulce la muerte la muerte es un Maestro Alemán
grita más oscuro el tañido de los violines así subiréis como humo en el aire
así tendréis una fosa en las nubes no se yace allí estrecho

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos al mediodía la muerte es un Maestro Alemán
te bebemos de tarde y mañana bebemos y bebemos
la muerte es un Maestro Alemán su ojo es azul
él te alcanza con bala de plomo su blanco eres tú
vive un hombre en la casa tu pelo de oro Margarete
azuza sus mastines a nosotros nos regala una fosa en el aire
juega con las serpientes y sueña la muerte es un Maestro Alemán

tu pelo de oro Margarete
tu pelo de ceniza Sulamit

de Paul Celan,
en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.

viernes, 21 de mayo de 2021

Rincón de haikus - 8

8

las religiones
no salvan / son apenas
un contratiempo

de Mario Benedetti,
en Rincón de haikus, Biblioteca Mario Benedetti, epublibre / Cal y canto, 1999.

jueves, 20 de mayo de 2021

miércoles, 19 de mayo de 2021

MARTÍ

MARTÍ

¡Es como tú que siento vibrar en mí la nota
Que el encanto poemiza del terruño natal!
¡Comprendo así los himnos de la canción patriota
En la gran Harmonía* de la Internacional!

Cuba, la perla indiana, divina gema rota.
Engarzó en tus cantares su luz de madrigal;
La amaste en el triunfo y aun más en la derrota,
Con un amor de artista para la Novia ideal!

Violada tú la viste por enemiga gente;
Y de lejos entonces la añoraste hondamente,
Pues comulgado había tu propio corazón;

Un tramonto de angustias doblóse* tu alma fuerte,
Y cariñosamente, vino hacia tí* la Muerte
Vistiendo como túnica el patrio pabellón!

de Ángel Falco,
en Vida que canta, O. M. Bertani Editor, 1908.
*Del original.

martes, 18 de mayo de 2021

Extraño fruto

  Extraño fruto

Los árboles del sur dan un fruto extraño.
Sangre en las hojas y sangre en la raíz.
Cuerpos negros meciéndose en la brisa.
Un extraño fruto cuelga de los álamos.

Escena bucólica del galante sur.
Los ojos saltones, la boca deformada,
perfume de magnolias, dulce y fresco,
y el repentino olor a carne quemada.

Es un fruto que los cuervos picotean,
la lluvia macera, el viento orea,
el sol descompone y el árbol deja caer.
He aquí una extraña y amarga cosecha.

de Lewis Allan,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.

lunes, 17 de mayo de 2021

UNA MANO TOMÓ LA OTRA

UNA MANO TOMÓ LA OTRA

una mano tomó la otra
le dijo que no se escondiera
le dijo que no se angustiara
le dijo que no se asustara

una mano tomó la otra
puso un anillo en el dedo
puso un beso en la palma
y un puñado de amor

las dos manos se juntaron
lograron una fuerza
capaz de derribar los muros
y de abrir los caminos

de Clarisse Nicoidsky,
en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.

domingo, 16 de mayo de 2021

ORACIÓN

ORACIÓN

Un hombre soy de tierra,
Tierra oscura plantada de esperanza,
pobre tierra que piensa.

Mi voz involuntaria de testigo,
rotundamente humilde, no traspasa
la frontera de Dios, con tanto ruido.

La vida se me ha vuelto una pregunta.

Sin entendernos, Dios y yo, distintos,
llevamos nuestras soledades juntas.

Mi voz va por el aire,
tierra de Dios, sus voces
cruzan mi corazón, tierras de nadie.

Y estoy, como las islas,
rodeado de Dios por todas partes.
La muerte es una víspera.

Solidario de todo
(yo sé que nada vale la alegría),
trato con mi contorno.

Esa orfandad hereditaria
que cada hombre recoge cuando nace,
torna en mi voz desocupada.

Sigo esperando como siempre.

¿Dónde empieza el silencio interminable?


Un hombre soy de tierra y Dios no llueve.

de Manuel Alcántara,
en Poesía Religiosa - Antología (Leopoldo de Luis), Alfaguara, 1969.

sábado, 15 de mayo de 2021

LLORA OH MUJER

LLORA OH MUJER

Sola en mi habitación bañada de sol
escucho cantar los pájaros
Los exámenes se acercan, no sé qué decir, qué hacer.

Sin embargo sé bien que debo trabajar
¡Desgraciadamente, el viento del esfuerzo no sopla en mí!

Hay alegría y tristeza
están tan unidas en mí que no sabría separarlas
Entonces por los barrotes de la ventana, percibo la calle
sus hombres, sus niños, sus bicicletas
pasan, corren, zumban.

Los exámenes se acercan, no sé qué decir, qué hacer.

Las verdes hojas de aguacate brillan bajo el sol de mayo.
De repente un grito desgarra el aire, una mujer pasa.
Los cabellos, los senos, los brazos de la mujer imploran al viento
dos hombres grises la escoltan, mudos.

Llora: "bandeko; bebe a boyi n'gai o
natikali n'gai moko o o, nasala nini oo"

Su voz se apaga en la lejanía
para ella el sol de mayo es una ducha fría.

¡Ay! ¡una astilla en mi corazón!
mi alma se alía con esta desconocida que pasa.

La tristeza ha triunfado sobre la alegría.
Los exámenes se acercan, no sé qué decir, qué hacer.
Llora oh mujer.

de Marie-Léontine Tsibinda,
en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.

viernes, 14 de mayo de 2021

Rincón de haikus - 4

4

por si las moscas
hay profetas que callan
su profecía

de Mario Benedetti,
en Rincón de haikus, Biblioteca Mario Benedetti, epublibre / Cal y canto, 1999.

jueves, 13 de mayo de 2021

El hambre

El hambre

Esta es el hambre. Un animal
todo colmillo y ojo.
Nadie lo engaña ni distrae.
No se harta en una mesa.
No se contenta
con un almuerzo o una cena.
Anuncia siempre sangre.
Ruge como león, aprieta como boa,
piensa como persona.

El ejemplar que aquí se ofrece
fue cazado en la India (Suburbios de Bombay),
pero existe en estado más o menos salvaje
en otras muchas partes.

No acercarse.

de Nicolás Guillén,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.

miércoles, 12 de mayo de 2021

Un español habla de su tierra

Un español habla de su tierra

Las playas, parameras
al rubio sol durmiendo,
los oteros, las vegas
en paz, a solas, lejos;
los castillos, ermitas,
cortijos y conventos,
la vida con la historia,
tan dulces al recuerdo,
ellos, los vencedores
caínes sempiternos,
de todo me arrancaron.
Me dejan el destierro.
Una mano divina
tu tierra alzó en mi cuerpo
y allí la voz dispuso
que hablase tu silencio.
Contigo solo estaba,
en ti sola creyendo;
pensar tu nombre ahora
envenena mis sueños.
Amargos son los días
de la vida, viviendo
sólo una larga espera
a fuerza de recuerdos.
Un día, tú ya libre
de la mentira de ellos,
me buscarás. Entonces
¿Qué ha de decir un muerto?

de Luis Cernuda,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.

martes, 11 de mayo de 2021

Canto de los Hijos en Marcha

 Canto de los Hijos en Marcha

Madre, si me matan,
que no venga el hombre de las sillas negras;
que no vengan todos a pasar la noche
rumiando pesares, mientras tú me lloras;
que no esté la sala con los cuatro cirios
y yo en una urna, mirando hacia arriba;
que no estén las mesas llenas de remedios,
que no esté el pañuelo cubriéndome el rostro,
que no venga el mozo con la tarjetera,
ni cuelguen las flores de los candelabros
ni estén mis hermanas llorando en la sala,
ni estés tú sentada, con tu ropa nueva.
Madre, si me matan,
que no venga el hombre de las sillas negras.

Lléname la casa de hombres y mujeres
que cuenten el último amor de su vida;
que ardan en la sala flores impetuosas,
que en dos grandes copas quemen melaleuca,
que toquen violines el sueño de Schuman;
los frascos rebosen de vino y perfumes;
que me miren todos, que se digan todos
que tengo una cara de soldado muerto.

Lléname la casa
de flores regaladas, como en una selva.
Déjame en tu cuarto, cerca de tu cama;
con mis cuatro hermanas, hagamos consejo;
tenme de la mano, tenme de los labios,
como aquella noche de mi padre muerto,
y al cabo, dormidos iremos quedando,
uno con su muerte y otro con su sueño.

Madre, si me matan,
que no venga el coche para los entierros,
con sus dos caballos gordos y pesados,
como de levita, como del Gobierno.

Que si traen caballos, traigan dos potrillos
finos de cabeza, delgados de remos,
que vayan saltando con claros relinchos,
como si apostaran cuál llega primero.
Que parezca, madre,
que voy a salirme de la caja negra
y a saltar al lomo del mejor caballo
y a volver al fuego.
Madre, si me matan,
que no venga el coche para los entierros.

Madres, si me matan,
y muero en los bosques o en mitad del llano,
pide a los soldados que te den tu muerto;
que los labradores y las labradoras
y tú y mis hermanas, derramando flores,
hasta un pueblo manso se lleven mi cuerpo;
que con unos juncos hagan angarillas,
que pongan mastranto y hojas y cayenas
y que así me lleven hasta un cementerio
con cerca de alambres y enredaderas.
Y cuando pasen los años
tráeme a mi pedazo, junto al padre muerto
y allí, que me pongan donde a ti te pongan,
en tu misma fosa y a tu lado izquierdo.
Madre, si me matan,
pide a los soldados que te den tu muerto.

Madre, si me matan, no me entierres todo,
de la herida abierta sácame una gota,
de la honda melena sácame una trenza;
cuando tengas frío, quémate en mi brasa;
cuando no respires, suelta mi tormenta.
Madre, si me matan, no me entierres todo.

Madre, si me matan,
ábreme la herida, ciérrame los ojos
y tráeme un pobre hombre de algún pobre pueblo
y esa pobre mano por la que me matan,
pónmela en la herida por la que me muero.

Llora en un pañuelo que no tenga encajes;
ponme tu pañuelo
bajo la cabeza, triste todavía
por las despedida del último sueño,
bajo la cabeza como casa sola,
densa de un perfume de inquilino muerto.

Si vienen mujeres, diles, sin sollozos:
-¡Si hablara, qué lindas cosas te diría!
Ábreme la herida, ciérrame los ojos...

Y una palabra: JUSTICIA
escriban sobre la tumba
Y un domingo, con sol afuera,
vengan la Madre y las Hermanas
y sonrían a la hermosa tumba
con nardos, violetas y helechos de agua
y hombres y mujeres del pueblo cercano
que digan mi nombre como de su casa
y alcen a los cielos cantos de victoria,
Madre, si me matan.
(Mayo de 1929)

de Andrés Eloy Blanco,
en El autor de la semana - Andrés Eloy Blanco - Selección de Poesía, Universidad de Chile, 2001. 

lunes, 10 de mayo de 2021

COPLAS

COPLAS


de Marciano Amboso,
en La Literatura Social en la Argentina (Álvaro Yunque), Editorial Claridad, 1941.