Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

martes, 15 de octubre de 2024

lunes, 14 de octubre de 2024

Vientos del pueblo

Vientos del pueblo

De nuevo quieren manchar
Mi tierra con sangre obrera
Los que hablan de libertad
Y tienen las manos negras

Los que quieren dividir
A la madre de sus hijos
Y quieren reconstruir
La cruz que arrastrara Cristo

Quieren ocultar la infamia
Que legaron desde siglos
Pero el color de asesinos
No borrarán de su cara

Ya fueron miles y miles
Los que entregaron su sangre
Y en caudales generosos
Multiplicaron los panes

Ahora quiero vivir
Junto a mi hijo y mi hermano
La primavera que todos
Vamos construyendo a diario

No me asusta la amenaza
Patrones de la miseria
La estrella de la esperanza
Continuará siendo nuestra

Vientos del pueblo me llaman
Vientos del pueblo me llevan
Me esparcen el corazón
Y me aventan la garganta

Así cantará el poeta
Mientras el alma me suene
Por los caminos del pueblo
Desde ahora y para siempre

de Víctor Jara,
en Manifiesto, WMG, 1974.

domingo, 13 de octubre de 2024

HIJAS DE LAS PERRAS NEGRAS

HIJAS DE LAS PERRAS NEGRAS

A Edwidge Danticat

Celianne parió a una niña
y la nombró con el nombre escrito en el cuchillo.

Swiss no llora,

bajo la brea que remienda el barco,

algo, alguien retiene sus gritos.

La madre se aferra hasta hundir sus uñas
en la espaldita renegrida.

Cientos de niñas violadas tiran a sus hijos al río.

Escucho en la tele: Bella dentadura de los héroes vestidos de verde

llegan a domar a los nadies.


En el trueque de espejos se fragmentan rostros nativos.

(Las invasiones a los cuerpos son públicas,

pero permanecen

ocultas).

Cuatro niños salieron de la selva,

sobrevivieron durante cuarenta días y cuarenta noches
                               -cuatro es el orden salvaje-.


¿La selva es mejor que el mar?,

¿mejor?,

la selva tiene su caudaloso río
de muerte.

Emigrantes caminan por el lodo,
la mitad muere

mientras sacuden en vano su reseca vara de la fe:

agua amarga no se endulza,

agua no emana del cactus,

agua no abre paso a los hijos de los guerreros

de Túpac Amaru

ni a los de Benkos Biohó.

La arpía sobrevuela el sueño vencido de la flecha.

Hombres insolados esperan, frente a Celianne,

como parteras que quieren matar.

La tierra prometida está maldita,

no Swiss, no las niñas, no los emigrantes…

Por la promesa, miles de Sísifos atraviesan mares y ríos

metiendo la gran piedra en sus bolsillos.

Todos suman el peso de una pluma, pesan

el peso de la muerte.

Cualquiera es el próximo
héroe caído,          mártir mojado,     hueso roto
o Lázaro hediondo, para inspirar terror al que huye.

Escucho a Celianne saltar

tras la carnada trifásica
de ombligo, placenta, hija.

Escucho a las placentas:

A ti llamamos las desterradas hijas de Eva y Agwé;

Agwé, a ti suspiramos gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.

A las perras negras y los perros negros nos ha tocado hundir
siempre algo: casas, dioses, lenguas...

En la orilla, de donde salimos, gallos cantan
al amo,
obligados a negar a sus ancestros,
vender a los suyos por maíz de plástico

para sobrevivir

y caminar tranquilos con sus nombres «limpios»,

sin que los llamen

brujos,          guerrilleros,         rebeldes...

Yo pensaba que escribir era sacarse agujas

del pecho.
                 Escucho a las agujas:
Poesía es madre que pare a mar abierto,

nos tira y se lanza tras nosotros.


Me oigo:

La magia blanca que me dieron en la escuela de monjas,
                                  como cucharada de veneno,
no me salvaría si decidiera tirarme;

porque no quebró los dedos de quienes firmaron

la entrada al territorio

a los hombres que pusieron botas
en los pies de los cadáveres de nuestros jóvenes;

porque no quebró los dedos de quienes firmaron
la emergencia migratoria

y alejaron los buques de socorro del Mediterráneo.


Las perras negras, sus hijos y sus hijas se hunden
con la historia en su boca.


Escucho al Mediterráneo:

La poesía buscará entre los ahogados, y como otra perra
lamerá sus huesos

para heredar la memoria y justificar la existencia.

de Luisa Villa,
en https://www.laraizinvertida.com/detalle-3108-luisa-villa-premio-internacional-de-poesia-gabriel-celaya-?fbclid=IwZXh0bgNhZW0CMTEAAR1j2upm8KKVK0jHfT63-z6ja7DzOrVrDvk5y_ubks7xEhRF75oB2CCD_AQ_aem_0kcJzPZZRcOJv1QFkGsFpg (21/7/24).

sábado, 12 de octubre de 2024

viernes, 11 de octubre de 2024

CANCIONES PARA DAR ALIENTO - III

CANCIONES PARA DAR ALIENTO

III

para Li

Esos pájaros
sin dolor,
esos livianísimos
pájaros de oro
vagando
sobre los tejados.

Ninguno 
preguntando
por el otro.

Juntándose, separándose,
sin necesidad,
sin anhelo.

Nosotros,
debajo de los tejados,
aferrándonos.

Mira,
el Sol re-
torna
como humo dorado.
El caído sube.
Sube del tejado de Job.
Se hace de día
hoy
por segunda vez.

de Hilde Domin,
en Canciones para dar aliento (Trad. Geraldine Gutiérrez Wienken), Editorial Llantén, 2018. 

jueves, 10 de octubre de 2024

CANCIONES PARA DAR ALIENTO - II

CANCIONES PARA DAR ALIENTO

II

Por mucho tiempo fuiste perseguida
por los muros sin puertas de la ciudad.
Tú escapas y vas esparciendo
los confusos nombres de las cosas
detrás de ti.

Confianza, ese dificilísimo
abecedario.

Yo trazo un pequeño signo
en el aire,
invisible,
ahí, donde la nueva ciudad nace,
de la nada,
la dorada,
Jerusalén.

de Hilde Domin,
en Canciones para dar aliento (Trad. Geraldine Gutiérrez Wienken), Editorial Llantén, 2018. 

miércoles, 9 de octubre de 2024

CANCIONES PARA DAR ALIENTO - I

CANCIONES PARA DAR ALIENTO

I

Nuestras almohadas se mojan
con las lágrimas
de los sueños demolidos.

Pero otra vez alza el vuelo,
de nuestras manos
vacías y desamparadas,
una paloma.

de Hilde Domin,
en Canciones para dar aliento (Trad. Geraldine Gutiérrez Wienken), Editorial Llantén, 2018. 

lunes, 7 de octubre de 2024

Qué decir de los seres humanos

Qué decir de los seres humanos

para Cecilio Alonso

De los seres humanos qué podría
decir:
                                        eligen siempre un chivo
expiatorio,
                                un cabeza
de turco,
                            un judío
cualquiera,
                            alguien
con un color distinto,

y escupen en su cara
la impotencia que sufren
frente al poder de aquellos

otros seres humanos

que los han expropiado del coraje,

abrumado con la ignorancia
de su pequeña necedad,

con el temor
                                            al día de mañana.

Qué podría afirmarse
de quienes no queremos
prender la luz que puede
levantarnos de la derrota:

la memoria de lo que fuimos
en el calor de la semilla,
el libre entendimiento
de lo que están vaciando de nosotros,

la voluntad de hacer surgir
el latido que podríamos
alzar fecundo desde el pecho.

Qué decir de
                                    mí mismo.

De Salustiano Martín González,
en Entre los poetas míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.26, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

domingo, 6 de octubre de 2024

PRUDENCIA

PRUDENCIA

Un bostezo reprimido.

de Álvaro Yunque,
en Ondulante y Diverso, Tallón, 1967.

LA PRUDENCIA

LA PRUDENCIA

¿Camina o marca el paso?

de Álvaro Yunque,
en Ondulante y Diverso, Tallón, 1967.

sábado, 5 de octubre de 2024

RE: LOTÓFAGOS

RE: LOTÓFAGOS

La vida no se mide en años
se mide en bocanadas de aire y en bits
la locura en vatios
el amor en ligas.

¿A quién ofrecieron vino y no se emborrachó?
¿A quién prometieron sol y se puso gafas negras?
¿A quién regalaron un árbol y no durmió a su sombra?

No te compadezcas de los que se quedan
compadécete de los que se van.
Guarda tu llanto para Odiseo,
únete a los Lotófagos.

de Jazra Khaleed,
en https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-la-grecia-que-duele-de-helena-gonzalez-vaquerizo/ (16/7/24).

viernes, 4 de octubre de 2024

Tus armas son tus voces

Tus armas son tus voces

Zenzontle de plumaje aguerrido,
ave de cuatrocientas almas
coloridas y mágicas.

Tus armas son tus voces
del color de la tierra,
las montañas tus amores
de libres veredas.

Jóvenes desaparecidos y mujeres violadas,
una guerra y muchas balas.

Esta violencia cotidiana te ha secuestrado la voz y las entrañas.

Pájaro de sangre azteca, hoy como hace 500 años,
han tomado y desgarrado tu nido.
Esos de arriba te han cortado las alas y amordazado el sentido;
disfrazados de orden y progreso, te han desalojado, reprimido,
ahuyentado, mentido..
matan a tus herman@s pactando con Estados Unidos.

Estás cayendo sin rev-organiza-cción, a puro balazo,
de arriba hacia abajo.

Tu poesía colectiva se ha extinguido,
aterrad@ te has sumido en el hastío.
Cierras tu mente y tu cuerpo, dejando a otros lo prometido.

Has dejado tus flores, tus sueños,
tus amig@s..
Tu espacio público
es más militar y menos tuyo.

¿Acaso no recuerdas?
Alzaste tu canto valiente en un octubre rojo en Tlatelolco,
en el sur Zapatudo, en Oaxaca, en Atenco,
Cherán, Sonora, Nuevo León,
Guerrero (¿dónde están?), ….. ;
en la resistencia contra las altas tarifas de luz,
en las movilizaciones contra el sistema,
en favor de l@s pres@s polític@s,
en defensa de nuestra madre tierra…

¿Dónde está la rabia que canta cuando te rozan el alma?
¿Dónde tus deseos de hacer fiesta y construir la patria?
¿Qué te sirve de esta vida donde el cielo tiene nubes de fuego?
¿Qué país quieres vivir?
Tus muert@s exigen romper el juego!

Quiebra el silencio. No pierdas el aliento.
Recupera tus espacios, tus calles, tu barrio, tus pueblos.
Tus lugares favoritos, tu memoria, tus deseos, tu cuerpo.

Reconstruye tu nido.
Alza tus alas.
Para las guerras.
Usa tus armas.

de Zigarra Roja,
en PolÉticas del cuerpO, El Rebozo, 2015. 

jueves, 3 de octubre de 2024

Armadura

Armadura

Nos equivocamos, sí.

Confundimos
las paredes,
con puertas;
las luces de neón
con estrellas;
el tarot
con la poesía.

No siempre
el refugio
es volver a casa.

Acomodamos las señales
para quedarnos con el vuelto
y nos olvidamos
que querer
es siempre de prestado.

Por suerte ya nos perdoné.

Porque
¿Quién puede culparnos
por llenar de ficciones
nuestros espacios vacíos
por mudarnos de lo posible
por querer
descansar de la armadura
un rato?

de Nina Ferrari,
en Sustancia, Editorial Sudestada, 2020.

miércoles, 2 de octubre de 2024

A tu lado (canción)

A tu lado

Pobreza en los estómagos
Más pobreza en la cabeza
No queda nada a salvo de este gran error
El mundo sigue así
Tan terrible y abrumado
Que sentirte a mi lado me hará mucho mejor
Saltemos este muro y desaparezcamos
En un lugar seguro dejaremos el dolor

No, no da refugio el cielo
En una noche como hoy, de fuego
Vaga tu alma en celo
En su trampa el cazador sereno va a estar esperándote

En esta soledad
La que asila a tanta gente
El que salve su vida, la perderá
El mundo tan feliz, a su mal me ha acostumbrado
Que sentirme a tu lado me hará mucho mejor
Saltemos este muro y desaparezcamos
En un lugar seguro dejaremos el dolor

No, no da refugio el cielo
En una noche como hoy, de fuego
Vaga tu alma en celo
En su trampa el cazador sereno va a estar esperándote

Al fin seremos todos
Después que sólo seas uno
Es un arte muy difícil cuando domina el temor
El mundo tan hostil, nos lleva decapitados
Que sentirme a tu lado me hará mucho mejor
Saltemos este absurdo y desaparezcamos
En un lugar sagrado dejaremos el dolor

No, no da refugio el cielo
En una noche como hoy, de fuego
Vaga tu alma en celo
En su trampa el cazador sereno va a estar esperándote.

de Gustavo Nápoli,
en Detonador de sueños, La Renga Discos/Soy Rock, 2003.

martes, 1 de octubre de 2024

Yo canto la diferencia (canción)

Yo canto la diferencia

Yo canto a la chillaneja
si tengo que decir algo
y no tomo la guitarra
por conseguir un aplauso.
Yo canto la diferencia
que hay de lo cierto a lo falso,
de lo contrario no canto.

Yo paso el mes de setiembre
con el corazón crecido
de pena y de sentimiento
de ver mi pueblo afligido,
el pueblo amando la Patria
y tan mal correspondido,
el emblema por testigo.

En comandos importantes
juramento a la bandera.
Sus palabras me repiten
de tricolor las cadenas,
con alguaciles armados
en plazas y en alamedas
y al frente de las iglesias.

Por eso, señor Ministro,
dice el sabio Salomón,
hay descontento en el cielo
en Chuqui y en Concepción,
ya no florece el copihue
y no canta el picaflor.
¿Qué dirá nuestro Señor?

Ahí pasa el señor Vicario
con su palabra bendita.
¿Podría su majestad
oírme una palabrita?
Los niños andan con hambre.
Les dan una medallita
o bien una banderita.

De arriba alumbra la luna
con tan amarga verdad
la vivienda de la Luisa
que espera maternidad.
Sus gritos llegan al cielo.
Nadie la puede escuchar
en la fiesta nacional.

No tiene fuego la Luisa
ni una vela ni un pañal.
El niño nació en las manos
de la que cantando está.
Por un reguero de sangre
va marchando un Cadillac.
Cueca amarga nacional…

La fecha más resaltante.
La bandera va a flamear.
La Luisa no tiene casa.
La parada militar.
Y si va al Parque la Luisa
¿adonde va a regresar?
Cueca larga militar…

de Violeta Parra,
en Todo Violeta Parra - Antología presentada por Alfonso Alcalde, Alfonso Alcalde, 1974.