Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

lunes, 25 de julio de 2016

XIX (El hombre fue...)

XIX

El hombre fue
el primer carcelero
de sí mismo.
Rompió las arterias
que lo unían
a la trama
y sintió
la soledad terrible
de no entender,
de no ser afín
a nada.
La soledad de sentirse
náufrago desesperado
en el misterio
y de no poder regresar
al tejido originario.
Por ello,
el desgarramiento
y la fuga
de la sangre.
El rojo charco sombrío
fue el primer espejo
donde el hombre
se contempló
como suicida.
El pecado original
fue el suicidio
del hombre
en el bosque estelar
del universo.

de Haydée Graciela Gerlero,
en Unidad umbría, del autor, 1983.

sábado, 23 de julio de 2016

Cicatrices

Cicatrices

Me dijeron que el libro no se marca
Que no se dobla su punta en la palabra
Que debe pasar de generación en generación
Como pasa el bronce, una lápida

Me dijeron que el libro no se marca
Que se estropea con el dedo de la grasa
¿Pero para qué sirven unas palabras dulces,
Unas palabras sabias, otras angustiadas,
Si de la historia transcurrida de la tinta no nos dicen nada?

Libros y libros heredé de mi familia
De mis seres más cercanos y queridos,
Y de los que no he conocido

Me gustaría saber cuáles fueron sus poemas favoritos,
Si releyeron más de mil veces las mismas páginas
Qué pensaron ante esas grandes ideas
Ante cuáles dejaron caer unas lágrimas 

De nada sirven los libros, las hojas estampadas,
Si el paso del tiempo no deja la sangre seca
En las palabras desgarradas

Por Félix Sánchez Durán.

viernes, 22 de julio de 2016

La hora de los fantasmas

La hora de los fantasmas

Necesito comprar una agenda
Necesito una secretaria
Porque siempre a la misma hora
Acuden a mí mis fantasmas
Y no puedo atenderlos a todos
Y no puede descansar mi alma

Por Félix Sánchez Durán.

jueves, 21 de julio de 2016

Madre Coraje y sus hijos (fragmento)

Madre Coraje y sus hijos (fragmento)
VII Madre Coraje en la cúspide de su carrera comercial.

Aquel que rehuyó la lucha
En pos de su tranquilidad
Creyó cavar su madriguera
Y con su fosa se encontró.

Y al fin del día, fatigado
Cuando se tienda en su ataúd
Quizás se pregunte angustiado
Después de todo, ¿qué gané (yo)*?

de Bertolt Brecht,
en Teatro Completo, Ediciones Nueva Visión, 1971.
*Félix Sánchez Durán. 

lunes, 18 de julio de 2016

Una sirvienta

Una sirvienta

Tiene los ojos claros y el alma ensombrecida,
va y viene por la casa sin saber dónde va;
mira y no ve las cosas, la regañan; y ella
se repliega en el gesto más heroico: callar.

Llegó ha poco de España, vino en viaje de bodas,
el mar lo dió el arrullo de la marcha nupcial;
vino con el esposo por el oro de América,
¡y aquí encontró una escoba y un trapo de fregar!

de Gustavo Riccio,
en La literatura social en la Argentina (Álvaro Yunque), Editorial Claridad, 1941.

domingo, 17 de julio de 2016

¿La vida?

¿La vida?

Decidme cómo es un árbol.
Decidme el canto de un río
cuando se cubre de pájaros.
Habladme del mar, habladme
del olor ancho del campo,
de las estrellas, del aire.

Recitadme un horizonte
sin cerradura y sin llave,
como la choza de un pobre.

Decidme cómo es el beso
de una mujer. Dadme el nombre
del Amor, no lo recuerdo.

¿Aún las noches se perfuman
de enamorados con tiemblos
de pasión bajo la luna?

¿O sólo queda esta fosa,
la luz de una cerradura
y la canción de mis losas?

Veintidós años... Ya olvido
la dimensión de las cosas,
su color, su aroma... Escribo
a tientas: “el mar”, “el campo”...
Digo “bosque” y he perdido
la geometría de un árbol.

Hablo, por hablar, de asuntos
que los años me borraron.
(No puedo seguir, escucho
los pasos del funcionario).

de Marcos Ana,
en Te llamo desde un muro, Ministerio del Poder Popular para la Cultura/Fundación Editorial el perro y la rana, 2008.

¡Buscad acero!

¡Buscad acero!

Aún es de sueño la llave,
y sólo aroma la puerta.
¡Amigos, buscad acero;
forjad la llave maestra
con la voz del pueblo entero!

La llave de la amnistía,
para el corazón del hombre
prisionero en la agonía.

Aún es de viento la llave,
y sólo silba en la puerta,
¡Amigos, buscad acero;
forjad la llave maestra
con la voz del pueblo entero!

La llave de la amnistía,
para el alma que florece
llanto en el revés del día.

Aún es de llanto la llave,
y se derrama en la puerta.
¡Amigos, buscad acero;
forjad la llave maestra
con la voz del pueblo entero!

La llave de la amnistía,
que de par en par nos abra
los campos de la alegría.

de Marcos Ana,
en Te llamo desde un muro, Ministerio del Poder Popular para la Cultura/Fundación Editorial el perro y la rana, 2008.

miércoles, 13 de julio de 2016

Nadie se está riendo


Nadie se está riendo

Lo vistieron para la ocasión:
Traje impecable
Le puso una jovencita
Que también lo limpió.

Lo prepararon para la ocasión:
Un poco de maquillaje
En las mejillas
Resaltaba su color.

Todo lo que había pedido,
Todo con lo que soñó…
Llevaba más de una década
Rogándolo

Y le llegó.

Por Félix Sánchez Durán.


lunes, 11 de julio de 2016

Diccionario del preso

Diccionario del preso

Breve es el diccionario de los presos.
Tiene palabras frías como espadas:
Recuento.
Muros, cerrojos. El patio.
Celda. Sancionado. Muertos
en cruz.
El Tribunal. La condena.
Losas de piedra. Cemento.
Y el “alerta” que deshace
la estructura del silencio.

Breve es el diccionario de los presos.
Tiene palabras que arden en los labios,
arrancadas del pecho:
Solidaridad. Amor.
Libertad. Patria. Aliento.
Creación. Luz. Futuro para todos.
Hijos. Mujer. Compañeros.
El mundo. La humanidad. La paz.
Una bandera, una patria, un pueblo.
La amnistía, el mar y el viento
para el preso.

Con estas pocas palabras
sueñan o sufren los presos.
Unas las afila el odio,
otras las construye el pueblo.

de Marcos Ana,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.19, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

viernes, 8 de julio de 2016

Estereotipo (J.L.)

Estereotipo (J.L.)

Ciega la mente
de aquél que cree
que toda manzana
está envenenada
sólo por haber visto
Blancanieves.

Por Félix Sánchez Durán.

jueves, 7 de julio de 2016

En el gueto (canción)

En el gueto

Mientras cae la nieve
en una fría y gris mañana de Chicago,
un pequeño niño nace en la miseria,
del gueto (en el gueto).

Y su madre llora
porque si hay algo que no necesita en este momento
es alimentar otra boca hambrienta
en el gueto (en el gueto).

¿Acaso no podemos comprender
que ese niño necesita nuestra ayuda
o crecerá para ser un manojo de ira, de furia?
Tomémonos un tiempo para pensar.
¿Tan ciegos somos para entender?
¿Voltearemos las cabezas, dejaremos de mirar..?

Y el mundo sigue girando...
...y el rabioso pequeño, con su nariz moqueando,
mientras el frío viento sopla, por las calles va jugando
del gueto (en el gueto).

Pero el hambre lo abruma
y empieza a vaguear por las calles nocturnas,
aprendiendo a robar, a pelear aprendiendo,
por el gueto (en el gueto).

Y es así como una noche desesperada
la historia del joven acaba:
compra un arma, roba un auto,
se da a la fuga, pero no escapa...
y su madre llora.

Una muchedumbre se agolpa ante la ira del joven,
volteado en la calle, empuñando el revolver,
en el gueto (en el gueto).

Y mientras el joven muere
en una fría y gris mañana de Chicago,
otro niño está naciendo
en el gueto (en el gueto)

y su madre llora... (en el gueto).
(En el gueto)
(Aah-aah)

de Mac Davis,
en From Elvis in Memphis (Elvis Presley), RCA Records, 1969.
Traducción: Félix Sánchez Durán.

martes, 5 de julio de 2016

Autobiografía

Autobiografía

Mi pecado es terrible:
quise llenar de estrellas
el corazón del hombre.

Por eso aquí entre rejas
en diecinueve inviernos
perdí mis primaveras.

Preso desde la infancia
y a muerte mi condena,
mis ojos van secando
su luz contra las piedras.

Mas no hay sombra ni venganza
recorriendo por mis venas.

¡España! sólo es el grito
de mi dolor que sueña.

de Marcos Ana,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.19, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

jueves, 30 de junio de 2016

La mente se pudre...

La mente se pudre...

La mente se pudre.
 La mente es carne 
 y mucho antes que el cuerpo se pudre.
 Si no se mueve, si no se duda, 
 si no se busca en los rincones, se pudre.
 Si no se sospecha de los impostores,
 si no se educa en la discusión
 y los debates,
 si no se aceitan sus pliegues con
 lo mejor de las palabras,
 se pudre.
 Si no se prospera en las razones
 aunque se falle,
 si no se convoca a la memoria
 para que ilumine los abismos insondables,
 se pudre.
 Cuando se toma todo como está,
 cuando escasean las herramientas
 para sopesar posibilidades,
 cuando se nutre de bestialidades,
 de supersticiones, de ciencia falsa,
 cuando colman su espacio
 las engañosas realidades 
 que le imponen las pantallas,
 se pudre.
 Cuando no le importa, 
 cuando no le interesa,
 cuando le da lo mismo, 
 se pudre.
 Cuando aplaude la estupidez y
 se ríe a carcajadas con la burla imbécil
 mientras señala al bufón que la mira
 en el espejo,
 se pudre.
 Mucho antes que nos alcance la muerte,
 apenas nos decidimos a ignorar por cobardía y
 explorar los caminos de una vida vacía,
 desde que nos dejamos ganar las horas 
 por los mercaderes siniestros de la orquestada mentira,
 la mente se entrega a una triste agonía
 y entre aplausos y gritos celebra la nada,
 la superficie plana que le reserva su apatía,
 un destino de borracheras con el alcohol del olvido,
 un licor que anestesia todos los sentidos.
 La mente se pudre,
 si no se la empuja y se le exige a gritos que despierte,
 para que abandone lo absurdo 
 y despegue las rodillas del suelo,
 para que no distraiga sus días masticando anzuelos
 arrojados desde la orilla de los dueños del mundo.
 La mente se pudre si no se piensa,
 si no se filtra, si no se ensayan las propias palabras
 para explicar el universo, si no nos volvemos poetas,
 filósofos, alquimistas del sueño, 
 abogados del diablo y fiscales del pueblo.
 Si no nos damos cuenta que nos están comiendo,
 que nos dan cuerda y nos arrojan al cemento
 para que bailemos al son de una comparsa de silencios,
 la mente se pudre como se nos pudre el tiempo.

de Alejandro Ippolito,
en https://www.facebook.com/alejandro.ippolito.7?fref=nf&pnref=story (28/6/16).

miércoles, 29 de junio de 2016

Balada de los dos hermanos

Balada de los dos hermanos

Dos caminos,
hermano,
dos caminos:
el derecho,
el izquierdo.
Míralos.

Pero tú te marchaste con los santos,
las engañadas vírgenes
y los hombres extáticos.

El oro imaginario de los cielos
se convirtió en el oro de los Bancos.
Las alas de los ángeles se volvieron cuchillos
y tú,
hermano,
un rico militante reaccionario.

Que la Iglesia te premie,
que te premie tu Estado,
que el Papa
ponga su pie al alcance de tus labios;
que los obreros y los campesinos
te cuelguen de una estaca como un espantapájaros.
Así tu muerte hará crecer sus trigos.

Dos caminos,
hermano:
el derecho,
el izquierdo...
Hacia ti avanzo yo desde este lado

de Rafael Alberti,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.21, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

domingo, 26 de junio de 2016

El derecho al delirio (Extracto)

El derecho al delirio  (Extracto)

¿Qué tal si deliramos por un ratito?
¿Qué tal si clavamos los ojos más allá de la infamia
para adivinar otro mundo posible?
El aire estará limpio de todo veneno
que no provenga de los miedos humanos
y de las humanas pasiones.
En las calles,
los automóviles serán aplastados por los perros.
La gente no será manejada por el automóvil,
ni será programada por la computadora,
ni será comprada por el supermercado,
ni será tampoco mirada por el televisor.
El televisor dejará de ser
el miembro más importante de la familia
y será tratado como la plancha o el lavarropas.
Se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez
que cometen quienes viven por tener o por ganar
en vez de vivir por vivir no más
como canta el pájaro sin saber que canta
y como juega el niño sin saber que juega.
En ningún país irán presos los muchachos
que se nieguen a cumplir el servicio militar
sino los que quieran cumplirlo.
Nadie vivirá para trabajar
pero todos trabajaremos para vivir.
Los economistas no llamarán “nivel de vida”
al nivel de consumo
ni llamarán calidad de vida
a la cantidad de cosas.
Los cocineros no creerán que a las langostas
les encanta que las hiervan vivas.
Los historiadores no creerán que a los países
les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán que a los pobres
les encanta comer promesas.
La solemnidad se dejará de creer que es una virtud
y nadie, nadie tomará en serio a nadie
que no sea capaz de tomarse el pelo.
La muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes
y ni por defunción ni por fortuna
se convertirá el canalla en virtuoso caballero.
La comida no será una mercancía
ni la comunicación un negocio,
porque la comida y la comunicación
son derechos humanos.
Nadie morirá de hambre
porque nadie morirá de indigestión.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura
porque no habrá niños de la calle.
Los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero
porque no habrá niños ricos.
La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla
y la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla. 
La justicia y la libertad, hermanas siamesas,
condenadas a vivir separadas
volverán a juntarse bien pegaditas espalda contra espalda.
En Argentina, las locas de plaza de mayo
serán un ejemplo de salud mental
porque ellas se negaron a olvidar
en los tiempos de la amnesia obligatoria.
La santa madre iglesia corregirá  algunas erradas
de las tablas de Moisés
y el sexto mandamiento ordenará
festejar el cuerpo.
La iglesia también dictará otro mandamiento
que se le había olvidado a Dios:
“Amarás a la naturaleza de la que formas parte”.
Serán reforestados los desiertos del mundo
y los desiertos del alma.
Los desesperados serán esperados
y los perdidos serán encontrados
porque ellos se desesperaron  de tanto esperar
y ellos se perdieron por tanto buscar.
Seremos compatriotas y contemporáneos
de todos los que tengan
voluntad de belleza y voluntad de justicia
hayan nacido cuando hayan nacido
y hayan vivido donde hayan vivido
sin que importe ni un poquito
las fronteras del mapa ni del tiempo.
Seremos imperfectos porque la perfección
seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses,
Pero en este mundo,
en este mundo chambón y jodido
seremos capaces de vivir cada día como si fuera el primero
y cada noche como si fuera la última.

De Eduardo Galeano,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.18, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.