Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

domingo, 31 de mayo de 2020

Propuesta nomotética

Propuesta nomotética

Seguramente es
una ley del desarrollo histórico
el que a partir de cierto nivel
de división social del trabajo
todos los zorros están empleados
como guardianes
de gallineros.

de Jorge Riechmann,
en El corte bajo la piel, Editorial Bitácora, 1994.

sábado, 30 de mayo de 2020

Resolución de los comuneros

Resolución de los comuneros

1
Considerando nuestra debilidad, ustedes
hacen leyes para avasallarnos.
En el futuro las leyes no serán cumplidas
considerando que no queremos seguir siendo vasallos.
Considerando entonces que ustedes
nos amenazan con fusiles y cañones,
hemos acordado temerle, más que a la muerte,
a esta vida amarga que llevamos.
2
Considerando que nos quedamos con hambre
mientras permitimos que ustedes nos roben,
vamos a comprobar que sólo las vidrieras
nos separan del buen pan que nos falta.
Considerando entonces que ustedes
nos amenazan con fusiles y cañones,
hemos acordado temerle, más que a la muerte,
a esta vida amarga que llevamos.
3
Considerando que ahí están las casas
mientras ustedes nos dejan sin abrigo,
hemos acordado mudarnos para ellas
pues no estamos cómodos en estos agujeros.
Considerando entonces que ustedes
nos amenazan con fusiles y cañones,
hemos acordado temerle, más que a la muerte,
a esta vida amarga que llevamos.
4
Considerando que existe demasiado carbón
mientras nosotros sin carbón nos helamos,
hemos acordado ir a buscarlo ahora mismo
considerando que así podremos calentarnos.
Considerando entonces que ustedes
nos amenazan con fusiles y cañones,
hemos acordado temerle, más que a la muerte,
a esta vida amarga que llevamos.
5
Considerando que ustedes no consiguen
brindarnos un buen salario,
nos hacemos cargo de las fábricas
considerando que sin ustedes podremos bastarnos.
Considerando entonces que ustedes
nos amenazan con fusiles y cañones,
hemos acordado temerle, más que a la muerte,
a esta vida amarga que llevamos.
6
Considerando que no confiamos
en lo que siempre promete el gobierno,
hemos acordado, bajo nuestra propia dirección,
nuestra vida hacer feliz desde este momento.
Considerando que sólo obedecen a los cañones
—ustedes no podrían entender otro idioma—
nos vemos obligados, y eso sí valdrá la pena,
a enfilar contra ustedes los cañones.

(Svendborg, 1933-1947)

de Bertolt Brecht,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.

viernes, 29 de mayo de 2020

La esperanza

La esperanza

Puesto que hay cielo hay siempre la esperanza de que un ave lo cruce
Me llevaría conmigo
El cuerpo en oración
De puerta en puerta
De tejado en tejado
De corazón en corazón
Qué importará el frío, la lluvia! Del sol tomo alimento
Como limosna dadme el cielo azulado! Nunca será bastante
Mi gratitud a la mujer al amor
Les debo la existencia
Rompamos las espadas
Enarbolemos plumas
Liberemos el sueño
Y que el poeta releve a los soldados
El amor es un único grito
Si es verdad
Sus ecos bastan para vivir para sobrevivir
He destruido la fachada tapiada del odio
Finalizo el asalto
El amor es más fuerte que todo.

de Modou Kara Faye (1985-2003),
en Poesía Póstuma, Enrique Falcón, 2003.
NOTA: Este poema varía la versificación de “Mientras haya cielo”.

jueves, 28 de mayo de 2020

El tiempo de las cerezas

El tiempo de las cerezas

A la valiente ciudadana Louise, la ambulanciera
de la calle Fontaine-au-Roi, el domingo

28 de mayo 1871

Cuando vuelva el tiempo de las cerezas,
Y el ruiseñor alegre y los mirlos burlones
Estén todos de fiesta,
Las muchachas tendrán pasión en sus cabezas
Y los enamorados sol en el corazón.
Cuando vuelva el tiempo de las cerezas
Silbarán mejor los mirlos burlones.

Pero es muy corto el tiempo de las cerezas,
En el que las parejas van a coger en sueños
Los hermosos pendientes:
Las cerezas de amor con sus trajes iguales
Ruedan bajo las hojas como gotas de sangre.
Pero es muy corto el tiempo de las cerezas
—Pendientes de coral que recogen en sueños.

Cuando estéis en el tiempo de las cerezas,
Si tenéis miedo de las penas de amor
Evitad a las muchachas.
Yo que no temo a las penas crueles
Viviré hasta sufrir su visita algún día.
Cuando estéis en el tiempo de las cerezas
Tendréis también penas de amor.

Amaré siempre el tiempo de las cerezas:
Desde aquel tiempo guardo abierta una herida
Que daña el corazón.
Y la dama Fortuna, que me está prometida,
No sabrá nunca aliviar mis pesares.
Amaré siempre el tiempo de las cerezas
Y el recuerdo de entonces que daña el corazón.

1871

de Jean-Baptiste Clément,
en Asalto al cielo - Antología poética, Fundación Editorial el perro y la rana, 2010.

miércoles, 27 de mayo de 2020

Marquetalia

Marquetalia

A los héroes de Marquetalia y a quienes
siguiendo su ejemplo han derrotado la
perversidad colonialista del Plan «Patriota»

Entre la pólvora y el verde la vida;
cataclismo que se torna en esperanza
al nutrirse el porvenir con los caídos…;
las profundas raíces de la conciencia
abonándose con sangre de valientes
entre urbes y montañas insurgentes
que hablan con la voz de Jacobo Arenas
para decir patria desde sus entrañas.

Marquetalia es Marulanda en la conciencia
el anuncio de la patria liberada
Marquetalia está en el pueblo en resistencia
es Bolívar que regresa con su espada

La resistencia es la siembra en las tinieblas
de las semillas de fuego de alborada
donde Jacobo Prías ingenia versos
con vocablos de emboscadas guerrilleras:
Marquetalia es el poema de la aurora
que desboca sus anhelos socialistas,
el sagrado tricolor de la bandera
en el antes, el ahora y el mañana.

Marquetalia es Marulanda en la conciencia
el anuncio de la patria liberada
Marquetalia está en el pueblo en resistencia
es Bolívar que regresa con su espada

Marquetalia son los surcos que retoñan
con la certeza del pan para el hambriento;
Marquetalia es el trigal y la maicera
la noticia de la tierra emancipada;
Marquetalia es el crisol de la esperanza
Isaías Pardo asaltando los cielos;
Marquetalia es epopeya comunera
del que sueña y lucha la Colombia Nueva

Marquetalia es Marulanda en la conciencia
el anuncio de la patria liberada
Marquetalia está en el pueblo en resistencia
es Bolívar que regresa con su espada

La utopía de Hernando Gonzáles fulge
y la victoria del pueblo se devela:
Marquetalia es Marulanda en resistencia
Marulanda es pobrería levantada;
Marquetalia y Marulanda son parcela:
libertad y dignidad son la cosecha;
contra el yanqui que asesina y nos saquea
Marquetalia es de los pobres la trinchera.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

CAPRICHO

CAPRICHO

¡Quien te me diera toda
Como se dá la vid! Yo te contemplo
Así joven y bella,
Mármoll, capullo, mariposa, fuego.
No es sensualismo; acaso
Alma que desbordándose en deseos,
Se vuelca en tí como la aurora en luces,
Como la estrella de la tarde en flecos.
Eres bella, eres joven
Y yo también soy joven y soy bello:
Tú como la visión de mis quimeras
—La boca roja, rebosante el seno
Y yo como un picacho de montaña
Embriagado de cielo!
¡Quien te me diera toda,
Sin prejuicios, sin cláusulas, sin miedos.
Como se dan las aves de tus nidos,
Como se dan las flores de tu huerto!
Sintiérase orgulloso
¡Ah, siquiera una vez!... el insurrecto
Que ante ninguno doblegó la frente
Y luchó contra todos, como un héroe,
Por decirse tu esclavo
Y poder coronarte con sus besos!

de Federico Gutiérrez,
en Nuestro Parnaso - Colección de Poesías Argentinas (Cuarto Volumen), Ernesto Mario Barreda/Ediciones M. Gleizer, 1914.

COPLA IV

COPLA IV

Ojos como los tuyos
Muchos habrá;
Pero de tus miradas. . .
¡Pueden buscar!

de Luis Franco,
en Coplas, Ediciones Selectas América, Año III, n°48,1921. 

martes, 26 de mayo de 2020

La Huelga

La Huelga

Hay iras, hay volcanes de venganzas
En esos pechos ¡piedras de martirio!
Hay odio y sed, hay hambre y hay rencores
Acumulados desde muchos siglos:
Es sombra y es dolor, luz y amargura
De cien generaciones de vencidos.

Eso sale a los rostros, eso emerge,
Cual luz roja, del fondo de un abismo,
En esos ojos que irritó la máquina
Que debió ser la redención del siglo.

¡Esclavos! Si el progreso es el tirano,
Caiga el progreso. El bárbaro enemigo
Es máquina de muerte; dónde impera
La razón, el fusil es crucifijo.

¡Caiga el fusil, la cruz, los que la plantan!
¡Sea nuestro dolor riego atrevido!
¡La semilla fecunda del futuro 
Es sangre y luz de todos los martirios!

de Alberto Ghiraldo,
en Poesía anarquista en Mendoza para la Revolución Social (1918-1930) (María Cristina Saltari), XIV Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia. Departamento de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, 2013.

lunes, 25 de mayo de 2020

HAY UN DEBER

HAY UN DEBER

Amas la vida? Entonces ¿por qué no luchas? ¡Ea!
A vindicarla para dignificarnos, para
Que nuestras pobres hijos no oficien en el ara
De tanto vicio malo, de tanta cosa fea!

Ser hombre es ser soldado y aquel que no lo sea
Tampoco será hombre. Yo lucho, cara á cara
Contra lo que me ofende: altar ó cruz ó tiara.
Contra lo que me ahoga : ley ó fundo ó ralea.

Hay el deber sagrado de la lucha. Confío
No en mis amores, en mis odios! Por esto
Ganó Satán un reino... ¡Que tal vez era el mío!

Ni la lid te acobarde ni la altura te asombre:
El amor es un gesto, el odio es otro gesto!...
¡Y el más hermoso gesto de la vida es el hombre!

de Federico Gutiérrez,
en Nuestro Parnaso - Colección de Poesías Argentinas (Cuarto Volumen), Ernesto Mario Barreda/Ediciones M. Gleizer, 1914.

Revolución

Revolución

Gran Chusma que no conoce el miedo—
¡Salta al ruedo!
y alza tu mano
contra el tirano
de acero y oro y hierro,

El rico,
que vendió y compró como un perro
A ti—
A cada uno—
durante mil años y pico.

Salta al ruedo,
Gran chusma que no conoce el miedo,
y átalo y déjalo sin resuello,
escupe en su dorado cuello
de oreja a oreja,
y acábalo por siempre sin una queja,
ahora—
Este año—
Salta al ruedo,
Gran chusma que no conoce el miedo.

de Langston Hughes,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.77, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.

domingo, 24 de mayo de 2020

Las banderas separan

Las banderas separan

Al aire,
al aire puro
no le gusta acariciar banderas.

Todas las banderas
huelen a proyectiles,
a heridas

Todas las banderas huelen a sangre
de hombre joven.

El aire puro de mala gana las ondea
Hasta que con todas las banderas (como dije)
los países hagan una soga larga
multicolor gigantesca,
entonces el huracán
se convertirá en suave céfiro
que acariciará la única bandera del mundo
gustoso.

de Gloria Fuertes,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.5, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2012.

sábado, 23 de mayo de 2020

Fábula trunca

Fábula trunca
(del pequeño pájaro y del árbol)

Aquellos seres agraciados
Con la esclavitud de los otros
Aquellos que todo lo tienen
Y hacen gala del despojo y del esfuerzo
Aquellos son como el pájaro pequeño
Que posado en la rama
Cree estar sosteniendo todo el árbol

Lo grandioso es también
Que el pájaro pequeño
Ha convencido al árbol
De aquello
Y teme el árbol
Que el pequeño pájaro
Se vaya volando

Por Félix Sánchez Durán.

viernes, 22 de mayo de 2020

EL BARRIO ABANDONADO

EL BARRIO ABANDONADO

Triste barrio sombrío
de miserables y desiertas casas,
de sórdidas viviendas
amarillas y chatas,
que ni siquiera tienes
para adornar tu condición precaria,
la sonrisa de un árbol en tu calle
ó el beso de un clavel en tus ventanas...

Triste barrio maldito por los hombres
y por el tiempo; rama
donde anidó la chusma delincuente:
¡mi vieja pena te saluda, hermana
de todos los dolores olvidados,
cuyas visiones líricas y amargas
florecen bajo el duelo de las noches
como rosas que sangran!
Triste barrio sombrío, triste barrio
de miserables y desiertas casas...

Por tu calleja obscura
y grave, como un alma solitaria,
yo no sé qué infinito desconsuelo
de muerte, gime y canta;
canta y gime á la vez, en los violines
de la noche enlutada.
Yo no sé qué misterio, viejo barrio,
tienen tus mudas, tus antiguas casas
de ruinosas techumbres desolantes
y de puertas cerradas...
Yo no sé qué saudades tus faroles,
á cuya lumbre aciaga,
nocturnos Aladinos, mil siluetas
de brujas quieren descubrir. Extraña
y honda es la pena que en tu infértil seno,
viejo barrio, me guardas...

Dime, sorda calleja,
triste y maldita por los hombres; habla:
¿Qué espíritu maligno
dejó en tí la errabunda caravana?
¿Cuántos ocultos crímenes
se maquinaron en la negra entraña
de tu absurda calleja, viejo barrio?
¿Qué pavorosos dramas
tiñeron con su sangre los paisajes
negros de aquellas almas
que en tí ocultaron su locura, ó fueron
víctimas de una fiebre visionaria?

Viejo barrio maldito,
de miserables y desiertas casas:
¡lo que diera esta noche
por oirte llorar! ¡Saber la anciana
y angustiosa novela de tu vida,
bajo el beso de plata
que la luna te ofrece
pensativa y romántica!
¡Lo que diera el poeta, viejo barrio,
por hablar un instante con tu alma!
Pero, no; tú estás mudo.
¡Si no tienes dolor no tienes nada!

Suena lejos, muy lejos, la congoja
de una errante guitarra...
¿Qué dices, viejo barrio,
de míseras viviendas solitarias?
¿No cantaban las gentes que vivieron
en tus antiguas, lúgubres moradas?
¡Ah, viejo barrio triste
que no tienes dolor; tal vez no amaban
los hombres en tu sórdida calleja,
tal vez la chusma ingrata
que en tí vivió escondida
sólo supo de angustia y de venganza!

Por eso tienes este
mal aspecto de cárcel despoblada;
viejo barrio sombrío,
que ya olvidas el alma
de la errabunda chusma que abrigaste,
de la prole gitana
dolida del vivir, que no quería
ser sumisa ni esclava.
Por eso tienes esta
fisonomía singular y amarga
de villorrio embrujado...
Ya no recuerdas nada
de la siniestra gente que hace poco
te abandonó, y al emprender la marcha,
bien decía en los ojos y en la frente
que al presidio emigraba,
ó al maternal refugio
donde terminan las dolientes ansias...
Allá... Bajo el azote
de una lluvia de invierno, despiadada;
bajo una hosca noche inolvidable
en que la capital estaba trágica,
lo mismo que la imagen del delito,
y, como tú, la población, sin alma...

¡Viejo barrio sombrío, que no tienes
ni un tiesto de clavel en tus ventanas!

de José de Maturana,
en Nuestro Parnaso - Colección de Poesías Argentinas (Cuarto Volumen), Ernesto Mario Barreda/Ediciones M. Gleizer, 1914.

jueves, 21 de mayo de 2020

La única certeza

La única certeza

Para siempre las dudas,
dudas que darán vueltas en tu cama,
que irán contigo en bus,
que fregarán tus platos
y que se sentarán en la otra silla
del comedor a verte
mirar por la ventana.
Para siempre las dudas,
para siempre esperar y preguntarte:
¿Realmente murió?
¿Lo mataron sin más?, ¿cómo es posible?
¿Lo mataron así, como se mata
a un perro o a una bestia?
¿Mataron a tu hijo, al hijo que llevabas de la mano
para cruzar la calle?,
¿al niño al que dejabas
encendida la luz en el pasillo?

Para siempre las dudas. ¿Tuvo miedo?
¿Sabía (de algún modo) que de pronto
tu mano estaba lejos
para hacerle volver de nuevo a casa?,
¿tembló en la noche oscura
como tiembla una luz cuando se agota?
Si se acordó de ti, ¿qué pensamiento último
atravesó su mente con la bala?

Para siempre las dudas
y una sola certeza.
Donde pongas tus pies, desde ese día,
podría estar la tumba de tu hijo.

De Inma Pellegrín,
en Los 43 - Poetas por Ayotzinapa, Ana Matías Rendón Edición, 2015.

miércoles, 20 de mayo de 2020

TAMBIÉN ESTÁ BIEN

TAMBIÉN ESTÁ BIEN

También está bien morir en nuestra cama
sobre una almohada limpia
y entre amigos.

Está bien morir, una vez,
con las manos cruzadas sobre el pecho
vacíos y pálidos
sin arañazos, sin cadenas, sin banderas,
y sin pedir nada.

Está bien tener una muerte sin polvo,
sin agujeros en la camisa,
sin marcas en las costillas.

Está bien morir
con una almohada blanca, no la acera, bajo las mejillas,
las manos descansando en las de los que amamos
rodeados de médicos y enfermeras desesperados,
sin nada pendiente salvo una elegante despedida,
sin prestar atención a la historia,
dejando el mundo tal como es,
esperando que, algún día, algún otro
lo cambie.

(A Small Sun, 2003, trad. Mª Soledad Sánchez Gómez)

de Mourid Barghouti,
en http://www.poesiasolidariadelmundo.com/2012/05/tambien-esta-bien.html (18/2/20).