Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

jueves, 2 de enero de 2020

El hambre

El hambre

El hambre hace a una persona subirse al techo
y agarrarse a las vigas.
Hace a una persona echarse,
pero no sentirse en reposo;
a una persona echarse,
incapaz de moverse.
Echarse
y contar las vigas.

Cuando el musulmán no está hambriento, dice:
“Tenemos prohibido comer mono.”
¡Cuando Ibrajim está hambriento
se come hasta un mandril!
Cuando el hambre golpea
a una mujer en el harén,
ella se echará a la calle en pleno día.
El que está hambriento no se preocupa
por los tabús.
El que está hambriento no se preocupa
por la muerte.
El que está hambriento tomará del dinero
de la ofrenda.
Cuando la muerte cierra la puerta,
el hambre la abrirá.
El “llené mi barriga ayer” no le incumbe.
No hay dios como nuestra garganta,
tenemos que ofrendarle diariamente.

Orisha Oko*, el Dios de las siembras,
está hambriento.
Corre a sus plantíos de ñame.
El ñame tierno no puede comerse.
Pero cuando se enfrenta con el fuego,
imita a la garganta.
Cuando come un saltamontes:
¡produce tanta saliva!
Orisha Oko le pegó fuego a las siembras.
Todos los ñames se cocieron en el fuego.
Quince mil ñames se cocieron,
¡Orisha Oko no pudo ni comerse uno solo!
Furioso por el hambre.
¡Ha arruinado quince mil ñames!
Luego bajó los ojos apenado.

Que el que coma no se regocije,
que el que esté hambriento
no dé paso a la pena.
La satisfacción sucede al hambre.
El hambre, a la satisfacción.

Anónimo (Poema Iwi, la poesía de los enmascarados yorubá),
en Poesía anónima africana (Rogelio Martínez Furé Comp.), Fundación Editorial el perro y la rana, 2007. 
*Orisha Oko es el dios de los terrenos labrantíos. Se le representa por
una teja y un pequeño arado.

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