Habitar la incertidumbre
el momento en que la frontera
no cae aquí
ni allí
ese instante en que lloramos
sobre los mapas
y las lágrimas hacen que los ríos
se desborden.
No tener bandera que odiar
no saber si soy una, dos o el 99%.
Comenzar el recuento de víctimas y víveres
y obtener cada vez un resultado distinto.
Y que hasta los víveres sean víctimas
y las bajas,
alimento.
de Ana Pérez Cañamares,
en Viento Sur, n°140, junio, 2015.
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