Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

domingo, 13 de febrero de 2022

SABIDURÍA MATEMÁTICA

SABIDURÍA MATEMÁTICA

I

Hemos hervido todo bajo signos
y razonado bajo estrictas líneas matemáticas.
Si Dios es un punto, no pasará como un cilindro.
No puedes pararte en tu cabeza mientras te sientas.

II

Si «a» es el amado y «b» el amante
mi camisa sacudo diez veces
a que «a» y «b» cuando se añadan
constituirán una pareja de amantes.

III

Medir el mundo en tomo a líneas
jamás te conducirá hacia su espíritu.
Si la contienda estuvo establecida por «a» y «b»
las cortes estarían defraudadas de su pago.

de Karl Marx,
en Cantos para Jenny y otros poemas, El Viejo Topo, 2000.

sábado, 12 de febrero de 2022

¿NO HALLA MAS, HERMANO MIO?

¿NO HALLA MAS, HERMANO MIO?

—¡Ah, con qué fervor profundo
oras en tu fe sincera!...
parece que Dios oyera
las plegarias de este mundo.

No aflijas con sentimiento
tu corazón, pobre hermana;
que toda palabra humana
es himo que lleva el viento.

—Fué que de un consuelo en pos
el pesar que me va ahogando
trajo mis ojos, llorando,
sobre este libro de Dios.

En él mi dolor se acalla
y sonríe mi amargura,
porque dice la Escritura
que todo el que busca halla.

—Halla... que la vida es,
desde el sepulcro a la cuna,
áspera senda importuna
que despedaza los pies.

Halla una fuente de llanto
tras de toda sensación
y en pos de cada ilusión
un horrible desencanto.

Porque el hombre sólo es
miserable presidiario
que camina entre un sudario
con un grillete a los pies.

—¡Ay! lo que diciendo vas,
mi corazón deja frío...
¿no halla más, hermano mío?...
            —No halla más.

—Mira que es Dios quien escribe
en este libro sagrado...
tú no le habrás suplicado,...
porque quien pide recibe.

—Recibe... la maldición
que para el hombre se anida
en cada fuente de vida
donde toca el corazón.

En vano con hondo afán
pide un instante de calma...
¿Sabes, alma de mi alma,
lo que en el mundo le dan?

Dolor en la juventud,
angustias en la niñez,
pesares en la vejez
y olvido en el ataúd.

—¡Ay! lo que diciendo vas
mi corazón deja frío...
¿no halla más, hermano mío?
            —No halla más.

—¡Cielos! me llena de espanto
tu inmenso dolor profundo.
Es que tus ojos el mundo
miran a través del llanto.

¿Ignora, hermano, quizá
tu alma triste y desierta,
que hay en el cielo una puerta,
y al que llama se abrirá?

—Como fiera perseguida
por el montero inhumano,
va corriendo el ser humano
la derrota de la vida.

Y en todo el surco de tierra
que va con sangre regando,
puerta a puerta va llamando
y puerta a puerta se cierra.

Y al fin, cuando se derrumba
con la carne rota y yerta,
¿sabes la que encuentra abierta?...
¡ay! ¡la puerta de la tumba!

—Partiéndome el alma vas
con tanto dolor impío...
¿no halla más, hermano mío?
            —No halla más.

de Ricardo Gutiérrez,
en Poesías líricas, La cultura argentina, 1916.

jueves, 10 de febrero de 2022

SOLO EL INICIO

SOLO EL INICIO

Una mi amiga medio poetisa
definía así el lamento
de los intelectuales de la clase media:
"Soy prisionero de la burguesía
no puedo salir de mí mismo".

Y el maishtro Bertold Brecht,
comunista, dramaturgo y poeta alemán
(en ese orden) escribió:
-¿Qué es el asalto a un Banco
comparado con el crimen
de la fundación de un Banco?"

De lo cual yo concluyo
que si para salir de sí mismo
un intelectual de la dase media
asalta un banco,
no habrá hecho hasta entonces
sino ganar cien años de perdón.

de Roque Dalton,
en A la revolución por la poesía, Ediciones de la Esc. Preparatoria N°8, 1983.

sábado, 5 de febrero de 2022

Escribo Violeta Parra...

Escribo Violeta Parra
y me pongo de pie

Escribo Violeta Parra
Y de pie aplaudo
hasta que sangran mis manos

Escribo Violeta Parra
y con mis manos sangrantes
dibujo un corazón en el cielo
de los oprimidos

Escribo Violeta Parra
y las letras de su nombre
se vuelven mariposas
libertarias
y una tormenta de alas de colores
libera desde el cielo a los condenados
quita la sed de los sedientos
solamente cuando escribo
Violeta Parra.

Buenos Aires, 23 de noviembre de 2012

de Germán Mastellone,
en Trepanaciones y otros laberintos terrestres - Un teorema incompleto de la memoria y el olvido, Edición de autor, S/F. 

viernes, 4 de febrero de 2022

BESAR SU MELENA MORENA

BESAR SU MELENA MORENA

sudando en la cocina

tratando de tener mucho éxito 54 años

el miedo subiéndome por los brazos las uñas del dedo del pie demasiado largas un tumor en un lado de una pierna.


la diferencia con las fábricas era que allí todos sentíamos nuestro dolor juntos.

la otra noche fui a ver a la gran soprano

aún seguía guapa

y sexy

aún guardaba luto

pero se equivocaba nota tras nota.

borracha,

asesinó el arte.


sudando en la cocina no quiero asesinar el arte.

debería ir al médico para que me ampute esa cosa de la pierna pero soy un cobarde gritaría y asustaría al niño que estuviese en la sala de espera.

me gustaría consolar a la gran soprano me gustaría besar su melena morena.

pero Lorca sigue allí en la carretera comiendo balas españolas en el polvo; y la gran soprano nunca ha leído mis poemas pero ambos sabemos cómo asesinar el arte cómo beber y cómo llorar; sudando ahora en esta cocina las fórmulas se han evaporado el mejor poeta que conozco está muerto y abandonado en el polvo; los demás me escriben cartas.


les cuento que quiero consolar a Lorca y

a la gran soprano

pero me contestan con otras cosas

inutilidades

monotonías

banalidades.


me fijo en una mosca que anda por encima de la radio.

sabe la respuesta correcta

pero no puede hablarme.

de Charles Bukowski,
en El padecimiento continuo, Colección Visor de Poesía, 2011.
Trad. de Silvia Barbero

BESAR SU MELENA MORENA (Original)

BESAR SU MELENA MORENA (Original)


de Charles Bukowski,
en https://bukowski.net/manuscripts/displaymanuscript.php?show=poem1974-06-30-to-weep.jpg&w=4335 (8/12/21).

martes, 1 de febrero de 2022

lunes, 31 de enero de 2022

EL SOL DE LA VERDAD

EL SOL DE LA VERDAD
(F. Quednow)

Resplandecen penumbra y estrella
en lo profundo del corazón y en trémula belleza,
la gracia del alma y la blanca piel en unión.
Jamás te muestras abiertamente,
sol de la verdad, tu bien podrías decirte a ti mismo:
—el sol derrama sombras, después de todo.

de Karl Marx,
en Cantos para Jenny y otros poemas, El Viejo Topo, 2000.

domingo, 30 de enero de 2022

sábado, 29 de enero de 2022

Los enemigos

Los enemigos

Ellos aquí trajeron los fusiles repletos
de pólvora, ellos mandaron el acerbo
exterminio,
ellos aquí encontraron un pueblo que cantaba,
un pueblo por deber y por amor reunido,
y la delgada niña cayó con su bandera,
y el joven sonriente rodó a su lado herido,
y el estupor del pueblo vio caer a los muertos
con furia y con dolor.
Entonces, en el sitio
donde cayeron los asesinados,
bajaron las banderas a empaparse de sangre
para alzarse de nuevo frente a los asesinos.

Por esos muertos, nuestros muertos,
pido castigo.

Para los que de sangre salpicaron la patria,
pido castigo.

Para el verdugo que mandó esta muerte,
pido castigo.

Para el traidor que ascendió sobre el crimen,
pido castigo.

Para el que dio la orden de agonía,
pido castigo.

Para los que defendieron este crimen,
pido castigo.

No quiero que me den la mano
empapada con nuestra sangre.

                Pido castigo.
                No los quiero de embajadores,
                tampoco en su casa tranquilos,
                los quiero ver aquí juzgados
                en esta plaza, en este sitio.

                Pido castigo.

de Pablo Neruda,
en Canto general, Biblioteca Ayacucho, 1981.

viernes, 28 de enero de 2022

EL CAMPO SANTO

EL CAMPO SANTO

¡Oh! cuando el surco de mis pies errantes
sobre la tierra de Ios muertos pasa
y al través de una nube de tristeza
fijo sobre las tumbas la mirada,
            como una piedra,
            como una lápida
me oprime el corazón desfallecido
la verdad ¡ay! de la miseria humana.

Allí se abruma la existencia mía,
allí su golpe el corazón desmaya,
allí me cierra la opresión el pecho
y allí un sollozo la ansiedad me arranca:
        allí se abate
            sobre mi palma
la frente llena del pesar que anubla
eí último fulgor de la esperanza.

¡Silencio y soledad! Campo de muertos,
aquí los labios para siempre callan
y con eterna y enlutada cifra
sólo la piedra de las tumbas habla.
            ¿Qué es lo que dice
            su negra página?
"Aquí yace... aquí duerme... aquí reposa"
¡Adiós, última luz de la esperanza!

Duerme bajo la sombra de mi angustia
y entre el silencio de mi vida calla;
duerme, sola verdad de la existencia,
bajo el disfraz de una sonrisa falsa.
            Que no te lean
            tras de una lágrima
los ojos de la madre enternecida,
los ojos ¡ay! de la mujer amada.

de Ricardo Gutiérrez,
en Poesías líricas, La cultura argentina, 1916.

jueves, 27 de enero de 2022

Los hombres no supieron

Los hombres no supieron

Los hombres no supieron
que hubo hombres que escribieron para ellos.
-y esto es feo-.
Ni siquiera el Alcalde de Berceo
ha leído de Berceo.
No engañaros.
Ningún pobre de América del Norte,
ningún minero
ha leído a Walt Whitman.
Ningún compañero,
ningún campesino,
ningún obrero,
ha leído a Blas de Otero.
¡Neruda! Los esclavos de Chile
no se saben tus versos.
Y los inditos peruanos hambrientos,
no saben quién fue César Vallejo.

de Gloria Fuertes,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.5, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2012.

miércoles, 26 de enero de 2022

REPARTO DE COSA AJENA EN EL MERCADO DE LOS LADRONES

REPARTO DE COSA AJENA
EN EL MERCADO DE LOS LADRONES

Nos han dicho que el Poder Ejecutivo
es el Primer Poder
y que ese Poder Legislativo que se reparten

un grupo de sinvergüensas* fraccionado en "Gobiemo"y Oposición"
es el Segundo Poder
y que la prostituta (pero siempre Honorable)
Corte Suprema de Justicia
es el Tercer Poder

La prensa y la radio y la TV de los ricos
se autonombran el Cuarto Poder y desde luego
marchan tomados de la mano con los primeros tres poderes.

Ahora nos sales con que la juventud nuevaolera
es el Quinto Poder.

Y nos aseguran que por sobre todas las cosas y todos los poderes
está el Gran Poder de Dios.

"Ya están todos los poderes repartidos
-nos dicen a manera de conclusión-
no hay ya poder para nadie más
y si alguien opina lo contrario
para eso está el Ejército y la Guardia Nacional".

Moralejas:
1) El capitalismo es un gran mercado de poderes
donde sólo comercian los ladrones
y es mortal hablar del verdadero dueño
del único poder: el pueblo.

de Roque Dalton,
en A la revolución por la poesía, Ediciones de la Esc. Preparatoria N°8, 1983.
*Del original

martes, 25 de enero de 2022

Los genes australes

Los genes australes

I
Se nace con un ácido interior,
un ADN carcelario,
una larva o factor determinante
de colores y razas:
rubio o castaño el pelo,
roja o azul la sangre,
la piel casi mestiza, verde el iris,
marron glacé la vida,
gris acero la vida,
blanco roto la vida.
Lo innato es eso. El color y el pan,
la dirección, la brújula.
Lo natal son los túneles,
fuego y luz ulterior.
La oscuridad sucesiva. Lo negro.
Corre en las venas un paisaje.
El norte. El sur vital y geográfico
del mundo y sus monedas.

II
Yo tuve un gen de cal y siesta,
un patio con helechos,
un barrio en las afueras, dos familias,
un testamento de guerra civil.
Porque se heredan la sangre y los muertos,
se hereda lo amarillo.
Mi paisaje primero es un eclipse.
Córdoba como un puzzle,
la tumba de su río bajo el Puente Romano
–el peligro del puente–,
las calles sin horizonte de Córdoba
–la adolescencia mala sin plano ni horizonte–,
siempre el agua estancada de los árabes,
siempre el miedo al calor en las noches de agosto.
Y siempre la distancia y el exilio.

III
Navegar no es sinónimo de hundirse,
pero a veces los barcos se sumergen.
Me hice a la mar. Málaga es sólo mar,
un mar de azul profundo,
una marina en óleo sobre lienzo,
la costa de un turismo pobre
que llega al rompeolas de una ciudad fenicia.
Después, los territorios extranjeros.
Recuerdo el metro musical
de aquel Madrid en hora punta,
Lisboa ardiendo cuesta arriba,
los portugueses negros hablando con su acento
expulsado de la colonia.
Barcelona parece un Miró en blanco y negro.
Y Galicia es un barco en la tormenta,
bruma verde en la ría,
el catecismo de la lluvia,
el agua religiosa, el opio líquido
confundiéndose con el llanto.
Todo se ha perdido en el tiempo
como lágrimas en la lluvia,
y no vale ni dura más
que la vida de un replicante.

IV
Si me muevo, y vaya donde vaya,
siempre me bajo un poco más al sur,
me salgo de los límites correctos.
Porque tengo la brújula anímica
dañada de fiebre meridional.
Y la dirección rota y los genes australes.
Tengo africana
la rosa de los vientos.
Me tira el ser humano,
me quema el sur proletario y silvestre,
el grito de los desaparecidos,
la mano esclava de un niño explotado,
los ojos siervos de algún inocente,
la piel negra del Harlem
y la escoba del apartheid.
Me tiro y me sumerjo
en el sur rojo y amniótico de la sangre,
en los temblores de las fallas sísmicas,
en la pulposa humedad caribeña
y en la fábrica asiática de todo a cien.

V
El sur también existe, que dice Benedetti.
No sé si existo, pero si existo soy el sur.
Pienso, luego sur.
Estoy al sur de todo,
a la izquierda del norte judicial y becario,
de la caridad solidaria,
de la nieve que viaja en limusina,
del imperio nipón-germánico,
a la izquierda del verde cantábrico y bursátil.
Y sin botines.
No es verdad que están llenos los hoteles.
Al auténtico sur no llega nadie
ni se viene de vacaciones.
El sur no se visita.
El sur se lleva dentro como un órgano
y no tiene fronteras ni aeropuertos,
pues se expande como un big bang
y es un incendio inextinguible.

VI
Toda revolución pasa en el sur,
aunque tome un palacio de invierno en pleno octubre.
Todas las bombas caen en el sur,
aunque exploten en Serbia.
Porque el sur no es un punto cardinal,
sino un planeta viejo, quemado por el sol.
Y están en él los insurrectos todos,
con su astillero regulado y su aceite de oliva
de un grado de acidez –cada día más caro–,
cada niño con su patera,
con su coche italiano cada adulto,
y cada amor con su mentira
de perfume francés.

VII
El sureño es un hombre que por ejemplo va
al Banco Santander Central Hispano,
y cambia su salario anual, su ahorro,
y se da cuenta de que mil sudores
son tres euros y un dólar
con siete céntimos de yen.
Un hombre antártico no hace un crucero
por los fiordos noruegos porque
se le congela el sistema arterial.

VIII
El Inserso programa viajes y balnearios,
baños para la artrosis,
playas para la edad del pensionista,
mapas y rutas al centro-derecha
y tarjetas doradas con bastante descuento.
Porque la arruga es bella en fin de siglo.
Pero los pasajeros del Inserso no llegan
a fin de mes con la receta.
Sus hijos los asilan
por turnos en sus casas adosadas,
y los emplean de niñeros.
Una cierta economía doméstica,
un sistema de XXV años de paz.

IX
Es agrio el sur. Y tiene sabores a salitre
y a fresas inmaduras, pero es mío.
Indigna consultar los mapas
y hallarse siempre abajo.
Desconcierta nacer,
ir dejando los días al torrente imprevisto,
acostumbrarse al caos.
Y es que nunca se sabe.
Hay quien sale de un vientre
y acaba en una mina antipersonal.

De Isabel Pérez Montalbán,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.15, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

jueves, 20 de enero de 2022

Black and White

Black and White*

Si a La Habana
                    se la mira desde lejos,
es un paraíso,
                    un país como se debe.
Bajo las palmas,
                    en los lagos,
                                están los flamencos
                                                        en un solo pie.
Florecen colores
                        por todo El Vedado.
En La Habana
                    todo está dividido:
a los blancos,
                    dólares;
a los negros,
                nada.
Por eso,
            Willie
                    está con el cepillo en la puerta,
en la puerta
                de Henry Kley and Broock Limited.
Willie,
        en su vida
                    limpió mucho polvo,
                                                todo un bosque.
Por eso,
            Willie
                    tiene ya poco pelo,
por eso,
            Willie
                    tiene el vientre hundido.

Muy pocas son sus alegrías.
Seis horas para el sueño,
                                    y listo.

Si no,
        el inspector de impuestos del puerto
le quita una moneda al pobre negro.
¿Acaso se pueden salvar de esta mugre?
Únicamente si caminaran con la cabeza
juntarían más barro.
Los pelos son mil
                        y los pies,
                                     sólo dos.
Aquella vez,
                pasaba
                          por la vistosa calle Prado.
Suena y se enciende
                            el jazz.
Parece,
        de veras,
                    que es un paraíso
                                            La Habana.
Pero el cerebro de Willie
                                    tiene poca siembra,
                                                        pocas circunvoluciones.
Lo único que aprendió Willie,
más firme que las piedras del monumento a Maceo, es:
«El blanco
            como piña madura,
el negro,
            piña podrida.
El blanco
            hace trabajo blanco.
El negro,
            trabajo negro.»
Pocos problemas a Willie
                                    le metieron en la cabeza,
pero uno de ellos
                        era el más grave de todos.
Y cuando este problema
                                empezó a horadar la mente de Willie,
el cepillo
        caía de sus manos.
Y como a propósito,
                        en un momento así,
                                                    se acercó hacia él
el rey de los cigarros,
                            Henry Kley.
Llegó más blanco
                        que una nube.
el más solemne de los reyes
                                    el rey del azúcar blanco.
El negro
            se acercó a la mole blanca y le dijo:
«I beg your pardon, mister Bregg:
                                                ¿Por qué el azúcar
                                                                        blanco-blanco
lo debe hacer
                    el negro-negro?
El cigarro negro
                    no le queda bien a usted
Le quedaría mejor
                        a un negro
                                    de piel negra.
Y si usted
            gusta del café con azúcar,
haga el favor
                de prepararlo solo.»

La pregunta tiene sus consecuencias.
El rey,
        de blanco se vuelve amarillo.
Se da vuelta el rey
                        y de un golpe
                                        le arrojó los guantes.

Florecían alrededor
                            los prodigios de la botánica.
Los plátanos
                tejían su verde red.
Se limpió el negro,
                        en sus pantalones blancos,
las manos,
            y la sangre de la nariz.
Rezongó el negro,
                        con ojos de fuego,
levantó el cepillo,
                    con una mano,
                                        y se fue.
¿De dónde podía saber el negro
                                            que con esa pregunta
debía dirigirse a la lejana ciudad de Moscú?

de Vladimir Mayakovski,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.59, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.
*Escrito en La Habana el 5 de agosto de 1925.