Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

domingo, 6 de diciembre de 2020

Un hombre tras las rejas 6 NO...

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NO puedo. No puedo más. Estoy vencido.
Todo el día he gritado, sin que nadie me oyese.
¡Ah, la sombra! ¡Por fin llega la sombra,
tragándose las rejas con su boca insaciable!
Quiero dormir. Dormir. Estoy cansado.
Quiero dormir. Soñar. Soñar que ya soy libre.
Que puedo andar, andar... Andar...
Paso a paso, suelto, desligado... Paso a paso...
Andar... Andar... Andar... Andar...

Esos pasos... No son míos. Son los pasos de otro
Sí. Pasos duros. Secos. Sordos... y marchan.
Uno tras otro... Un-dos, un-dos, un-dos...
Oh, son botas. Botas. B O T A S.
Color de sangre coagulada en las heridas.
Color de fango. Color de sucio. Color de odio.
Botas que aplastan cráneos lo mismo que crisálidas.
Botas que piafan y patean igual que los caballos.
Botas que empujan los cadáveres desnudos
sin cerrarles los ojos con las manos.
Botas de sangre y lodo hasta las ingles.
Botas que marchan sobre los cadáveres...

¡Que no quiero escucharlas otra vez! ¡Que no quiero!
Un-dos, un-dos, un-dos... Lo mismo. Siempre.
Siempre el mismo sonido golpeándome las sienes.
Igual que ayer. Lo mismo. Un-dos, un-dos, un-dos.
Y encima de las botas: un fusil boquiabierto
juntando su metralla con claveles de sangre
para hacer la cosecha de los muertos.

de Carmen Natalia (Martínez Bonilla),
en Un hombre tras las rejas, Brigadas Dominicanas, 1962.

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