EN EL “BA-TA-CLAN”
Una mujer en el tinglado
exhibe todas sus miserias
y el caramelo del deseo
hace babear a la “gran bestia”.
Bastan las formas mal veladas
o alguna inmunda palabreja
para inyectar de ardor sus ojos
y provocar su hiperestesia.
Sobre el salón flota la sombra
de Onán que allí triunfal impera
y encaja en todos los cerebros
en mil posturas a una “hembra”.
(En este palco yo hago cálculos
acariciando mi cartera).
(Lejos con sorna y con desprecio
ríe mi corazón poeta).
de César Tiempo,
en Clara Beter - Versos de una..., Editorial Rescate, 1977.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario