PÁLPITO
Pueda que el frío se residencie
en mis huesos,
pueda que el hambre
se enraíce en mi vientre,
pueda que la sed
esparza llagas en mi garganta,
pueda que mi voz
caiga abatida y sin palabras,
pueda que en mi cuerpo
tienda su desmayo el cansancio,
la invalidez o la agonía...;
pero tengo el pálpito
de que mientras no se esfume
el último aliento de vida,
mi alma podrá cantar
porque mi avance
tiene motivos ineludibles para,
en sus propósitos,
no dejarse derrotar.
de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.
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