Las llamaron locas
El coraje es su bandera,
el pañuelo blanco su escudo de AMOR.
Su RONDA jamás pidió diente por diente,
su grito pide justicia a la JUSTICIA.
Fueron locos los que desde el comienzo
hicieron girar la gran rueda
de la historia.
Los dictadores tienen poder,
custodian la razón.
Y, razonablemente,
torturan, y matan.
Razonablemente
construyen prisiones, modernas, clandestinas.
Las Madres de la Plaza
marchan, marchan, sin armas solo reclaman
sus seres queridos.
¿Dónde está mi hijo?
¿Dónde está mi compañero?
¿Dónde están mis padres?,
¿dónde mis hermanos?
¿Dónde están mis hijos y los hijos de mis hijos?
¿Dónde están los hijos de esta tierra?
¿Y los hijos de otras tierras?
Dónde, dónde; dónde.
Y la fuerza del silencio
se hizo grito.
Dónde, dónde, dónde.
Retumbe de antiguos tambores
Dónde, dónde, dónde.
Pachamama,
dónde, dónde, dónde.
El silencio se hizo latido.
Dónde, dónde, dónde.
América Latina,
dónde, dónde, dónde.
Las Madres de la Plaza de Mayo,
locura que viene marchando despacito.
Dónde, dónde, dónde.
Locura vegetal,
grito mineral,
quejido de quena.
Locura de miedo hecho coraje.
Tiemblen poderosos
que las Madres de la Plaza,
con el pañuelo blanco, el coraje y la justicia,
vienen marchando.
El bien es contagioso.
Miren que el pueblo viene marchando
Las Madres de la Plaza de Mayo le pusieron
un jueves con mayúscula al calendario.
Marchando despacito, dieron vueltas por la plaza.
Marchando con pasitos dieron vueltas por el mundo.
En silencio, marchando, gritan el nombre de sus hijos.
de Celina Amalia Galeano,
en Los versos salvados, Concejo Deliberante de General Pico/EdUNLPam, 2022.
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