Evangélicas
7.—El que llegó sin haberlo pretendido,
no es el hijo de sus propias obras.
8.—No todos los que se ufanan en las cumbres
subieron a ellas; muchos están allí, como
los yacimientos de ostras en lo más alto de
ciertas montañas, merced a cataclismos sociológicos:
también se puede rozar las nubes
con la frente por elevación inesperada del
suelo que se pisaba.
9.—No creas en la heroicidad de ningún
héroe, si no se despoja de su túnica y te
muestra las cicatrices.
en Nuevas Poesías y Evangélicas, Claudio García Editor, 1918.
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