A LOS ESTUDIANTES MÉDICOS
Malditos estudiantes médicos-filisteos,
todo el mundo es solo una bola de huesos para ustedes.
Cuando una vez enfriaron la sangre con hidrógeno,
y cuando sintieron el latir del pulso, entonces,
pensaron: «He hecho todo de lo que soy capaz.
El hombre podría estar muy confortable.
Qué astuto el Dios todopoderoso
tan bien versado en anatomía»
Las flores son todas instrumentos para usar,
cuando todas han sido hervidas en infusiones herbales.
de Karl Marx,
en Cantos para Jenny y otros poemas, El Viejo Topo, 2000.
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