Nunca hay, Ángel,
dos tiempos iguales.
Y,
a veces,
me parece
que hasta el tiempo
que dos comparten
es diferente
para cada uno.
Una tarde de domingo
nos sacaste una foto:
Aún estamos,
mirándote los dos.
De Antonio Orihuela Uzal,
en Piedra, corazón del mundo, Editorial Germania, 2001.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario