Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

lunes, 20 de marzo de 2023

CUANDO ME HICE RICO

CUANDO ME HICE RICO

FUI rico durante siete semanas de mi vida.
Con las ganancias de una obra de teatro me compré
una casa rodeada de un gran jardín. Dediqué
a inspeccionarla más semanas de las que viví en ella. A distintas
horas del día
y también de la noche pasaba a su lado para ver cómo
los viejos árboles se elevaban sobre las praderas al romper el alba
o cómo caía la lluvia matinal sobre el estanque con las carpas musgosas
para ver los setos a pleno sol de mediodía
y los rododendros blancos al atardecer, después del toque de vísperas.
Más tarde me mudé a ella con mis amigos. Estacioné el coche
bajo los abetos. Miramos a nuestro alrededor: desde ningún lugar
se abarcaban los confines del jardín, los céspedes en pendiente
y los grupos de árboles impedían que los setos se miraran entre sí.
La casa también era hermosa. Las escaleras de madera noble,
sabiamente provistas
de peldaños bajos y bien proporcionadas barandillas. Las habitaciones
blanqueadas
tenían artesonados en el techo. Gigantescas estufas de hierro
de elegantísimas formas ostentaban figuras repujadas:
campesinos trabajando.
Al fresco vestíbulo, con sus bancos y mesas de roble
se accedía por sólidas puertas, cuyas manijas de bronce
habían sido cuidadosamente escogidas, y las lajas que rodeaban
la casa ocre
estaban lisas y hundidas por las pisadas
de sus anteriores habitantes. ¡Qué proporciones tan
satisfactorias! ¡Cada habitación distinta de las otras
y a cada cual mejor! ¡Y cómo iban cambiado todas ellas
según el momento del día!
El cambio de las estaciones, sin duda exquisito, no llegamos
a apreciarlo, ya que
después de siete semanas viviendo como ricos abandonamos
la propiedad para en seguida
huir cruzando la frontera.
El placer de ser propietario lo sentí profundamente y me alegro
de ello. Caminar por mi jardín, tener invitados
discutir proyectos de construcción, como otros de mi profesión
antes que yo
me gustaba, tengo que reconocerlo. Pero siete semanas
me parece suficiente.
Me fui sin una queja, o sin apenas quejarme. Y al escribir esto
ya me costaba trabajo recordarlo. Cuando me pregunto
cuántas mentiras hubiera estado dispuesto a decir
para conservar esta propiedad
me doy cuenta de que no muchas. Así que espero
que no me haya hecho daño tenerla. No fue
poca cosa, pero
las hay más importantes.

de Bertolt Brecht,
en Poemas del lugar y la circunstancia, Pre-textos, 2003.
Editor digital Titivillus (epulibre), 2022.
Traducción de José Muñoz Millanes.

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