Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

sábado, 16 de mayo de 2020

Costumbre (cuarentena III)

Costumbre (cuarentena III)

estando en cuarentena
todos los días trabajo un poco
todos los días limpio mucho
todos los días cocino
todos los días leo algo
todos los días escucho la radio
todos los días...
pero sólo el sábado
disfruto lo que hago

Por Félix Sánchez Durán.

viernes, 15 de mayo de 2020

PUNTO FINAL

PUNTO FINAL

Nunca sé si acabaré

el verso que te escribo.

Una tarde
                                           quedará suspensa
la palabra
                                                   que nos cierra el punto,
y serán sus letras
                                   sólo tinta fría.
Pero tú
comprenderás mi amor
aún en el verso
                                 que no diga.

de Mauricio Rosencof,
en De puño y letra (Antología), Txalaparta, 1998.

jueves, 14 de mayo de 2020

Muñeca Barbie

Muñeca Barbie

Esta nena nació como se suele nacer,
le ofrecieron muñecas que hacían pipí,
planchas, cocinas BGH en miniatura y
lápices labiales diminutos de color caramelo de cereza.
Después, en la magia de la pubertad, una compañera dijo:
Tenés la nariz muy grande y las piernas gordas.

Ella era sana, probadamente inteligente,
tenía espalda y brazos fuertes,
abundante instinto sexual y destreza manual.
Anduvo de acá para allá pidiendo disculpas.
Todos veían una nariz grande sobre dos piernas gordas.

Le aconsejaron que se hiciera la tímida,
la exhortaron a volverse simpática,
a hacer ejercicio y dieta, a sonreír y engatusar.
Como la correa de un ventilador, así
se le gastó el buen humor.
Entonces se cortó la nariz y las piernas
y se las ofreció.

La exhibieron en un féretro forrado de seda
maquillada con cosméticos funerarios,
una naricita respingada,
un camisón rosa y blanco.
¿No está preciosa?, dijeron todos.
¡La consumación, era hora!

A toda mujer le llega su final feliz.

de Marge Piercy,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.125, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2018.
Versión en castellano: Sandra Toro.

miércoles, 13 de mayo de 2020

DISTANCIAS

DISTANCIAS

Distancias.
En la vida hay distancias.

El hombre emite su aliento,
el limpio cristal se empaña.

El hombre acerca sus labios
al espejo...,
pero se le hiela el alma.

(... Pero se le hiela el alma.)

Distancias.
En la vida hay distancias.

de Juan José Domenchina,
en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.

martes, 12 de mayo de 2020

El tío-vivo (Niño negro en la feria)

El tío-vivo (Niño negro en la feria)

¿Dónde está el lugar para los negros
en este tío-vivo, señor?
Me gustaría montar.
Yo vengo de allá, del Sur.
Los blancos y los negros
no pueden sentarse juntos.
Allá, en el Sur, en los trenes
hay un vagón para los negros.
Y en el autobús nos colocan al final.
Pero en el tío-vivo
¡no hay una parte de atrás!
¿Cuál es el caballito
donde debe montar un niño negro?

de Langston Hughes,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.77, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.

lunes, 11 de mayo de 2020

La afrenta

La afrenta

I

¡La cárcel! Sombra maldita.
Monumento de vergüenza,
do se pretende encerrar
todo el dolor de la tierra.

Queden por siempre afrentadas
las generaciones nuevas
con este símbolo trágico
de las "Prisiones Modernas..."

II

¡La cárcel! Sombra maldita.
¡Contragolpe del infierno
que diera el mismo Satán
sobre el rostro de los cielos!...

de Alberto Ghiraldo,
en La canción del deportado, Fernando Fé, 1929.

domingo, 10 de mayo de 2020

cansancio ajeno

cansancio ajeno
(poemas de cansancio y disidencia)

hay cada mañana una mujer maría
que se sienta al borde del abismo de su cama
mira hacia abajo antes de saltar
y duda sin remedio de si irá al trabajo

hay cada tarde un hombre manuel
que se sienta cansado en un banco del gimnasio
mira su peluda barriga que no baja
y piensa en sacar mañana todo su dinero e irse

hay también cada mañana un joven raúl
que coge sus libros para ir al instituto
mira con ojos dormidos el desorden de su mesa
y encuentra el cedé que le gustaría quedarse a escuchar

hay cada atardecer una abuela cipriana
que abandona con paso cansado el cementerio
mira con envidia la tumba del marido
y siente que pronto se liberará de su pesado cuerpo

hay cansancio en estos días extraños
y aunque me levanto de la mesa y lo dejo
me dan ganas de escribir al final del poema
que tal vez sean mis ojos los que se han cansado

de Francisco Cenamor,
en Asamblea de palabras, Ediciones Vitruvio, 2007.

sábado, 9 de mayo de 2020

cansancio propio

cansancio propio
(poemas de cansancio y disidencia)

por qué me niego el pesimismo
si estoy tan cansado
si los medios que aprendidos de otros empleé
estaban condenados a repetirse de antemano
si bajo aquella liberadora apariencia
no había más que las obsesiones
de un puñado de mariposas de hierro

dejad de una vez entrañas
que se apodere de vosotras el pesimismo
deja cabeza que te embriague el más vil deseo
abandonaos manos a la nocturnidad y alevosía
empápate conciencia de renuncias y olvidos

de Francisco Cenamor,
en Asamblea de palabras, Ediciones Vitruvio, 2007.

viernes, 8 de mayo de 2020

Cae la rosa del rosal...

Cae la rosa del rosal
Sobre una charca
Y una onda
En el agua
Baila

¡Vamos! Aletea una mariposa
En algún lugar del mundo
Y en otro lugar del mundo
Un maremoto azota

Pero cae un pibe
Por una bala policial
En su espalda
Y nada
Nada de nada

Por Félix Sánchez Durán.


POEMA DE AMOR

POEMA DE AMOR

Los que ampliaron el Canal de Panamá
(y fueron clasificados como "silver roll" y no como
           "gold roll").
los que repararon la flota del Pacífico
en las bases de California,
los que se pudrieron en las cárceles de Guatemala,
México, Honduras, Nicaragua,
por ladrones, por contrabandistas, por estafadores,
por hambrientos,
                                              los siempre sospechosos de todo
("me permito remitirle al interfecto
un esquinero sospechoso
y con el agravante de ser salvadoreño"),
las que llenaron los bares y los burdeles
de todos los puertos y las capitales de la zona
(" La gruta azul", "El Calzoncito", "Happyland"),
los reyes de la página roja,
los que nunca sabe nadie de dónde son,
los mejores artesanos del mundo,
los que fueron cosidos a balazos al cruzar la frontera,
los que murieron de paludismo
o de las picadas del escorpión o la barba amarilla
en el infierno de las bananeras,
los que lloraran borrachos por el himno nacional
bajo el ciclón del Pacífico o la nieve del norte,
los arrimados, los mendigos, los marihuaneros,
los guanacos hijos de la gran puta,
los que apenitas pudieron regresar,
los que tuvieron un poco más de suerte,
los eternos indocumentados,
los hacelotodo, los vendelotodo, los comelotodo,
los primeros en sacar el cuchillo,
los tristes más tristes del mundo,
mis compatriotas,
                  mis hermanos.

de Roque Dalton,
en A la revolución por la poesía, Ediciones de la Esc. Preparatoria N°8, 1983.

jueves, 7 de mayo de 2020

Secreto

Secreto

La poesía es incomunicable.
Quédese quieto en su rincón.
No ame.

Oigo decir que hay tiroteo
al alcance de nuestro cuerpo.
¿Es la revolución? ¿el amor?
No diga nada.

Todo es posible, sólo yo imposible.
El mar desborda de peces.
Hay hombres que andan en el mar
como si caminasen por la calle.
No cuente.

Suponga que un ángel de fuego
barriese la faz de la tierra
y los hombres sacrificados
pidiesen perdón.
No pida.

de Carlos Drummond de Andrade,
en 50 poemas escogidos, Fundación editorial el perro y la rana, 2008.

miércoles, 6 de mayo de 2020

Tauro

Tauro

Fui soldado y me gustaron las marchas las guardias nocturnas y las madrugadas y los besos a las sucias lavanderas
y los gemidos de los nuevos reclutas

y el desenfado de las mujeres del cuartel y el sonido del clarín
y el estruendo de la pólvora y el color de las fogatas
y el ruido rítmico de la tropa que pasa

y el juego a escondidas con naipes sucios y el vino barato pagado con balas
y el ruido nocturno del cuartel

y escuchar los proyectos de los simples

y sorprender el vicio de los masturbadores y esa vida entre los tosco y los bajo.

Fui soldado y odié y odio a los uniformes de profesión y a los que aman los uniformes
y a los hijos de los uniformes.

¡Mirad a los pájaros como ríen de esos muñecos de palo!
y ved en la dulce cara del poeta del sombrero de anchas alas esa sonrisa del desprecio
hacia la engalanada plebe

de gorras, de sables, de rojos y dorados.

de Osvaldo Bayer,
en http://infoblancosobrenegro.com/noticias/22971-osvaldo-bayer-o-el-poeta-del-sombrero-de-anchas-alas (28/4/20).

martes, 5 de mayo de 2020

La muerte del valiente

La muerte del valiente

Elefante sin pastor,
el valiente es el que impide a los valientes
poner pie en tierra.
Aquel cuya punta hiere pecho
y espalda.
El día en que el valiente muere, las lágrimas no
convienen,
¡oh madre mía! ¡Oh padre mío!
Que Dios no me mate de una miserable
muerte que deshonre,
de una miserable muerte en un lecho,
con las lágrimas de los jóvenes y los gemidos
de los viejos,
las súplicas en nombre de Dios, de la madre
y del padre,
el morabito de ganchudos dedos,
que, todos, dinero es lo que codician.
¡Pero que Dios me dé la muerte del valiente!
Cuando la pólvora ha sido repartida en cargas,
las balas puestas en reserva en la boca,
las almas confiadas a Dios,
sobreviene entonces la muerte del valiente.
El gran buitre* se posa en tierra
Y dice balanceándose:
“ese, es el cadáver hinchado de un
caballo de raza;
ese, es el cadáver tendido de un
valiente.”
Y sucedió que la madre del valiente
no fue informada.

Anónimo (poema fulbe),
en Poesía anónima africana (Rogelio Martínez Furé Comp.), Fundación Editorial el perro y la rana, 2007.
*El buitre es considerado un animal sagrado por casi todos los pueblos
africanos desde la antigüedad faraónica: “no come el corazón de los
valientes muertos en combate” (Bámbara).  

lunes, 4 de mayo de 2020

De lágrimas (IV)

De lágrimas (IV)

cuando el acaudalado
ha comprado un yate
en lo más profundo del desierto
sólo el ingenuo ríe
huye el avivado 
porque sabe
que del llanto del pueblo
surgirá el río
por el que navegará
el lujoso barco

por Félix Sánchez Durán.

domingo, 3 de mayo de 2020

Montevideo - 70

Montevideo - 70

Durante la manifestación te perdí
y ese fue un error de media hora
que no voy a olvidar jamás;
mientras corríamos despavoridos
huyendo de las balas
pensé en tu cara
pensé en tu madre
los hijos que fabricaste en menudos actos de deseo
pensé en las cerámicas
de tus horas de recreo.
Y también pensé que no tenía derecho
a quejarme
si
una bala te encontraba
como te había encontrado yo
al azar
por la vida
porque sí,
a quejarme
si la bala te buscaba en el fondo del silencio
que llevas contigo desde el nacimiento
y si enamorada de ti
la bala te abría un surco tan hondo
como los primeros libros que leíste
o los paisajes de tu infancia
como el olor
que siempre llevas en la piel
de unos pinos resinosos
estrechos y fragantes
una noche de otoño
y no tendría derecho
porque antes de nosotros
desde el fondo de la historia...
Pero
durante un instante
toda la furia
todo el deseo
todo el horror
y la rabia y el dolor y la venganza
me enloquecieron por la avenida
corrieron por la calle a ras del suelo
más ligeros que los caballos enemigos caudalosos
como el agua de las bombas ahuyentándonos
la noche que te perdí
la media hora asombrosa
aterrada despavorida
para encontrarte después
en aquel bar desde el cual otra noche semejante
habíamos oído la palabra del Ché
en aquel bar
te digo
donde una huella de bala

dejó su redondel en el espejo.

de Cristina Peri Rossi,
en Poesía armada, Agermanament, 1976.