Sensibloide
Se llevó el otoño las hojas;
El invierno se llevó el cielo.
Se nublo marzo temprano
Y siguió a septiembre, negro.
Se llevó las ganas de ir al parque,
Se llevó risas del arenero,
Los viajes a la costa,
Las playas y el juego.
Se llevó la dicha del día
A las nueve de la noche,
Y al amanecer tibio,
Vos, toda desvestida.
Se llevó también algunos linyeras,
Algunos niños hambrientos,
Algunas almas vencidas…
Pero eso, es otro cuento.
Por Félix Sánchez Durán.
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