Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

viernes, 20 de septiembre de 2024

Almohada de piedra (canción)

Almohada de piedra 

Corranse que no puedo ver
El sueño como me espera
Detrás de un muro de contención
Con la sonrisa del alma muerta

Como una fiera sangrando estoy
En una selva de mentes viejas
Habrá también que saber soñar
Sobre una almohada de piedra

Ahora que lejos quiero llegar
Nunca nada pudo estar tan cerca
A cielo abierto quiso mostrar la noche su pensamiento
Y en los reflejos que más allá quisieran ver que despierto
Y en el dolor por existir se habrá de romper el tiempo

Muestra el mundo su condición
Y yo siempre saltando el cerco
Córranse que no puedo ver
El sueño como lo espero

Ahora que lejos quiero llegar
Nunca nada pudo estar tan cerca
A cielo abierto quiso mostrar la noche su pensamiento
Y en los reflejos que más allá quisieran ver que despierto
Y en el dolor por existir se habrá de romper el tiempo

Córranse que no puedo ver
El sueño como me espera
Detrás de un muro de contención
Con la sonrisa del alma muerta

Como una fiera sangrando estoy
En una selva de mentes viejas
Habrá también que saber soñar
Sobre una almohada de piedra

de Gustavo Nápoli,
en Truenotierra, La Renga Discos/Sony BMG, 2006.

jueves, 19 de septiembre de 2024

El obrero Martinelli (canción)

El obrero Martinelli

Un obrero en la calle había quedado,
con tres hijos y su esposa embarazada
Desocupado y sin dinero,
buscando una solución
El patrón que una vez lo había echado,
le ofreció techo a cambio de su cuidado
Le dijo: La casa es tuya, trabaja en la construcción
El obrero ya de nada se quejaba,
y sus hijos lágrimas no derramaban
El patrón es buen señor, me protege y me da amor
A los meses de vivir tranquilamente
golpearon la puerta de su humilde casa
El salvador había llegado a darle la información
Las obras de ese lugar no seguirían,
destruirían el proyecto en quince días
Hay que abandonar la casa para su reconstrucción
El obrero ahora sí ya se quejaba,
le cerró la puerta al patrón en la cara
De esta casa no me voy, si la he construido yo
Destruir / Construir
Destruir / Construir
A los tres días la casa estaba rodeada
de policías y señores del jurado
Fue el momento en que el obrero
tomó una decisión...
Mandó a sus hijos y a su esposa a que salieran,
tomó una maza y se trepó a la azotea
Hizo justicia y destruyó lo que él mismo construyó
El sistema siempre actúa a su manera
Los jueces determinaron su sentencia
Dar al rico beneficios y al pobre humillación
El sistema siempre actúa a su manera

de Mal Pasar (banda),
en Soy la violencia, tú me has creado, SopaFría Discos, 1997.

miércoles, 18 de septiembre de 2024

martes, 17 de septiembre de 2024

Didáctica

Didáctica

Dejaste de comprenderme
cuando creíste
que me conocías de memoria.

de Nina Ferrari,
en Sustancia, Editorial Sudestada, 2020.

ENSEÑAR

ENSEÑAR

Enseñar es hacerse confidencias.

de Álvaro Yunque,
en Ondulante y Diverso, Tallón, 1967.

lunes, 16 de septiembre de 2024

A Víctor Jara

A Víctor Jara

Estabas de pie, como siempre.
El público esperaba el canto
y, vos, hermano, esperabas
que las manos desatadas
pulsaran nueva guitarra.
Sí, poeta de las manos desatadas.
La inocencia de tus ojos
la inclemencia contemplaba.
Brilló en tus manos la guitarra
a golpe seco de hacha
y las notas que surgieron
salpicaron la muralla
¡Canta, cantor!
te rugieron
¡Toca, cantor!
se burlaron
Canta, cantor, si podés
con las manos mutiladas
y…

Tu voz rompió el silencio,
el público te puso alas
y su canto, con tu canto,
ascendieron como bandadas de palomas.
Yo no fui a Letras,
pero aprendí los verbos,
sujeto y predicado,
imágenes sensoriales y metáforas.
El arte lo aprendí en la calle,
me lo enseñó el pueblo.

Abriendo los brazos
entregaste tu vida.
Los clavos te clavaron,
en el vaticano,
para seguir
burlándose de vos.
Pero los pobres
calzaron tus sandalias
para que no olvidemos
tu gesto.

La católica
edita libros sobre la pobreza
de miedo a tener que dar
lo que le sobra.

La tristeza tiene un lenguaje:
la esquina del almacén
y el cartel de cerrado los domingos.
La primavera que comienza,
desde las ausencias
o desde la esquina,
que puso límite al recuerdo,
puede ser que
todos los barrios de Buenos Aires
comiencen y terminen
en una esquina de almacén.
De pronto,
mi memoria
se puso el cartel
de cerrado los domingos.

de Celina Amalia Galeano,
en Los versos salvados, Concejo Deliberante de General Pico/EdUNLPam, 2022.

domingo, 15 de septiembre de 2024

Esos domingos de invierno

Esos domingos de invierno

También los domingos mi padre se levantaba temprano
y se vestía en el frío azulnegro,
luego, con las manos agrietadas que dolían
por el trabajo en el clima de los días laborables, hizo
arder fuegos acumulados. Nadie nunca le dio las gracias.

Me despertaba y escuchaba el frío astillarse, romperse.
Cuando las habitaciones estaban calientes, él llamaba,
y lentamente me levantaba y me vestía,
temiendo las cóleras crónicas de esa casa,

hablándole con indiferencia,
que había ahuyentado el frío
y lustrado también mis zapatos buenos.
¿Qué sabía yo, qué sabía yo
de los oficios austeros y solitarios del amor?

de Robert Hayden,
en https://www.zendalibros.com/1-poema-de-robert-hayden/ (15/9/24).

sábado, 14 de septiembre de 2024

No supimos verlo

No supimos verlo

Fue en el noventa y cinco.

Las cosas
habían ido empeorando,

y teníamos
la sensación de que no dejarían
de empeorar,

que las mejores mujeres y hombres
caerían también,

y los veríamos
encogerse en su sombra.

Queríamos pensar que pronto
nos iban a nacer seres humanos
ajenos al hedor de la codicia:

jamás dispuestos a ofrecerse
en las vitrinas del estéril
poder del poderoso:

ya nunca sometidos:

capaces de pensar razones libres:

dotados de un coraje
moral que nos alzara
de la desdicha.

Soñábamos entonces,

y pasó que los sueños
no sirvieron de nada.

En el noventa y cinco
no veíamos el final de aquella
oscuridad que nos pudría
la resistencia de los pasos
que aún nos empeñaban.

Luego pasaron derrumbes peores:

sabemos ya que aquellas amarguras
que padecimos fueron sólo
un leve atisbo del desierto
que vendría después.

De Salustiano Martín González,
en Entre los poetas míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.26, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

jueves, 12 de septiembre de 2024

miércoles, 11 de septiembre de 2024

MAESTRO

MAESTRO

El mundo nos corrige y nos ensucia.

de Álvaro Yunque,
en Ondulante y Diverso, Tallón, 1967.

martes, 10 de septiembre de 2024

domingo, 8 de septiembre de 2024

EL VENCEDOR

EL VENCEDOR

¿Os acordáis del hielo en la garganta
cuando el tropel de la barbarie ciega
desbordó su estridencia en nuestro suelo
sembrándolo de invierno sin promesas?
La razón opusimos como escudo
contra el cual no hay ariete que no ceda.
¡Cómo venció al destino Leningrado!
¡Qué reluciente roca de firmeza!
Y cuando, en la escalada de su hazaña,
rompió el anillo que oprimió sus piedras,
¡con qué asombrado grito de entusiasmo
se derramó el aplauso sin fronteras!
¡Oh qué inmensa la gloria de ese nombre
donde culmina el sol de la leyenda!
Cuanto fuera imposible, Leningrado
lo realizó en el cielo y en la tierra.

1944

de Borís Pasternak,
en Antología de la Poesía Soviética (Alexander Nakarov), Biblioteca Jucar, 1974.
Versión de Carlos Álvarez

sábado, 7 de septiembre de 2024

Fusil contra fusil (canción)

Fusil contra fusil

El silencio de monte va
Preparando su adiós
La palabra que se dirá
In memoriam será, la explosión

Se perdió el hombre de este siglo allí
Su nombre y su apellido son
¡Fusil contra fusil!

Se quebró la cáscara del viento al sur
Y sobre la primera cruz
Despierta la verdad

Todo el mundo tercero va
A enterrar su dolor
Con granizo de plomo harán
Su agujero de honor, su canción

Dejarán el cuerpo de la vida allí
Su nombre y su apellido son
¡Fusil contra fusil!

Cantarán su luto de hombre y animal
Y en vez de lágrimas echar
Con plomo llorarán

Alzarán al hombre
De la tumba al sol
Y en nombre se repartirán
¡Fusil contra fusil!
¡Fusil contra fusil!
¡Fusil contra fusil!

de Silvio Rodríguez,
en Antología, Vinyl, 1978.

jueves, 5 de septiembre de 2024

miércoles, 4 de septiembre de 2024

RENCOR

RENCOR

Más que la rosa viven sus espinos.

de Álvaro Yunque,
en Ondulante y Diverso, Tallón, 1967.

martes, 3 de septiembre de 2024

Brujo

Brujo

El poeta, como el brujo,
invoca a las palabras
para dibujar imágenes en tu cabeza
para contagiarte de su enfermedad
para atravesar tu piel
agarrar tus entrañas y apretar.
Apretar fuerte.
Hasta que sangres.
Apretar hasta que os una
el mismo dolor.

de Eric Luna,
en Poesía de guerrilla, Groenlandia, 2012.

lunes, 2 de septiembre de 2024

Señor juez

Señor juez

Podrá prosperar
en mi contra
la causa de piromanía
pero jamás
nunca
la de tibieza.

de Nina Ferrari,
en Sustancia, Editorial Sudestada, 2020.




domingo, 1 de septiembre de 2024

Palabras para El Hadi

Palabras para El Hadi

Es quince de septiembre
y seguimos muriendo.

Quiero decir

(tal vez
alguien atiende mis palabras)

que nos siguen matando.
Ya treinta y cuatro hemos caído
en este duro año del noventa
y siete,

fructuoso
                                            campo de batalla,

según los últimos ajustes
que nos han asestado en el libre
mercado del trabajo.

Hemos sido hechos trizas
por reglas que suponen
ganancia para quien nos ejecuta,

más muertes para nuestra
memoria desangrada.

                                            Treinta

y cuatro obreros hemos
muerto a la fuerza aquí en Madrid.

Cuando con nuestras manos
edificábamos viviendas
que no
iban a ser para nosotros.

El Hadi
El Háder

se llamaba este cuerpo
que aquí enterramos.

Había conseguido abandonar
el hambre de Marruecos
sin perecer en esa empresa.

Murió de golpe.

                                                Contra el sueño.

Su cabeza vencida
                                                entre las piernas.

Me parece que nunca
llegó a sospechar quiénes
habrían de matarlo.

No sé de sus latidos
sino un recuerdo que me invento
para que no se nos olvide.

Acaso
alguien lo llora desde alguna
habitación sin esperanza.

De Salustiano Martín González,
en Pasa la voz, hermano, Bartleby Editores, 2000.