¿Solo hubo una mujer encerrada?
Sin hacer ruido puse bolsas sobre mis zapatos
para atravesar el camino fangoso;
lo siento, me quedé con los pies forrados,
cargué a pie, entre las manos huesudas, mi pesado busto.
Un maestro de la imagen dijo:
todo
lo haces pésimo;
y otro, sobre mi lenguaje cimarrón, emitió:
horrible no, horroroso;
así que subí a un segundo piso y tiré
la cabeza;
no era una cabeza,
era un bulto de mariposas de arena negra.
Hice una pésima imitación de Van Gogh;
sin atreverme a cortar mi oreja,
intenté y puse el cuchillo en todas las partes de mi cuerpo,
hasta que ¡zas!,
rasgué la tela de la pintura,
y estoy
intentando salir por la herida.
Afuera está la mujer libre,
detrás del tapiz amarillo.
de Luisa Villa,
en https://www.laraizinvertida.com/detalle-3108-luisa-villa-premio-internacional-de-poesia-gabriel-celaya-?fbclid=IwZXh0bgNhZW0CMTEAAR1j2upm8KKVK0jHfT63-z6ja7DzOrVrDvk5y_ubks7xEhRF75oB2CCD_AQ_aem_0kcJzPZZRcOJv1QFkGsFpg (21/7/24).
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