Generación del ´90
Tiempo oscuro,
porvenir sombrío.
Nada queda en la mente del niño.
Se ha nublado
ya su juicio.
Nada espera de tu mundo ni del mío.
No hay sorpresa en sus ojos vacíos.
No hay teatro. No hay motivo.
Sólo posturas, cálculos y olvidos.
Manipula su destino como cierra un libro.
No se enoja ni se alegra,
no se aleja ni se acerca.
Da lo mismo, nada espera
y nada nos dejará.
Por Félix Sánchez Durán.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario