AYER Y HOY
Allá en los claros días de mi infancia lejana, 
en el muelle sosiego de la vida aldeana 
mi alegría era mía y era mío mi nombre; 
creía que la bestia se distinguía del hombre 
e ignoraba la angustia del incierto mañana. 
Hogaño en el estrépito de la ciudad hirviente, 
mi oscura vida añora la claridad ausente, 
debo entregar mi dicha y enmascarar mi nombre, 
complacer a la bestia que se transforma en hombre 
y padecer mi pena desoladoramente.
de César Tiempo,
en Clara Beter - Versos de una..., Editorial Rescate, 1977.
 
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