Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

jueves, 13 de julio de 2023

LOS ENEMIGOS INCENDIARON SU CASA

LOS ENEMIGOS INCENDIARON SU CASA

Los enemigos incendiaron su casa,
mataron a toda su familia.
¿Adonde puede ir ahora el saldado?
¿A quién podrá contar sus penas?
Ebrio de dolor, el soldado llega
a una encrucijada del camino
y en el campo vasto, encuentra
una tumba cubierta de hierba.
El soldado se detiene, cree
tener terrones en la garganta.
Dice el soldado: “Recibe, Praskovia,
al héroe, a tu marido.
Prepara para él una buena fiesta,
pon en la isba la mesa grande:
he venido a celebrar contigo
mi día, la fiesta del regreso.”
Pero nadie contesta al soldado,
nadie lo recibe,
el cálido viento del verano
mece la hierba de la tumba.
El soldado suspira, se ajusta el cinturón,
abre su mochila
y deposita una botella de aguardiente
sobre la hierba gris de la tumba.
“No me censures, Praskovia,
por haber venido como vengo.
Sentí deseos de beber a tu salud
y voy a beber a la salud de tu alma.
Se reunirán los amigos, las amigas,
pero tú y yo jamás...”
Y en su jarro de metal el soldado bebió
dolor mezclado con aguardiente.
Sí, el defensor del pueblo
bebió y dijo con el corazón dolorido:
“Cuatro años caminé hacia ti
y llevé la victoria a tres países...”
El soldado se embriagó y derramó una lágrinia,
una lágrima de esperanzas frustradas,
mientras relucía en su pecho
la medalla por la liberación de Budapest.

1945

de Mijaíl Isakovski,
en Antología de la Poesía Soviética (Alexander Nakarov), Biblioteca Jucar, 1974.
Traducción: Nicanor Parra.

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